『SWEET』≠『PAIN』(PRIV)

Buscaba un lugar tranquilo, silencioso, y alejado de cualquier molestia posible, aunque por supuesto, un lugar hermoso para la linda visita que esperaba, por lo que el convento me pareció un lugar adecuado para la ocasión, por lo que caída recién la noche me adentré en el mismo, mirando cada una de las paredes que se encontraban hermosamente adornadas por pinturas, esculturas y demás artículos, que en conjunto con el desgaste y las pequeñas plantas silvestres que habían invadido el lugar.

Todo esto le daban al lugar un exquisito estilo rústico y un ligero aire de nostalgia y tranquilidad, después de algunos instantes de contemplación, caminé por el recinto, buscando el sitio adecuado, escuchando mis pasos resonar gracias al profundo eco, acompañado de los sonidos nocturno de pequeños animales que habían tomado esto como su hogar. Llegué hasta el salón principal, donde una extensa mesa de piedra y madera, seguramente era usada como comedor y otros fines, encontrándose iluminada por la luz de la Luna, la cual se filtraba por un enorme ventanal, y otros pequeños vitrales, que acompañaban aquella plateada luz con pequeñas luces de colores.

Me pareció el sitio adecuado y coloqué sobre la misma, una botella de vino, con dos copas de oro a los lados, un plato con deliciosas uvas, sobre las cuales descansaba una preciosa rosa roja, finalizando con un candelabro, el cual contenía tres velas, las cuales regalaban apenas una tenue luz.

Me encaminé hacia el ventanal con la rosa entre mis manos, aguardando su llegada, deleitándome con la música entonada por unos lobos muy a lo lejos, sin embargo antes había dejado más candelabros encendidos para indicarle el camino, aspiraba el delicado aroma de la rosa, sin retirar mi vista del bello paisaje nocturno, detectando una pequeña sombra a lo lejos, por lo que una ligera sonrisa se esbozo entre mis labios.

Aquella era una invitación especial así que me atavié con uno de mis vestidos favoritos, en tono negro con encaje y detalles, incluidos el listón del corset en azul rey, entrada la noche me encamine hacia el lugar, a decir verdad los aullidos de aquellos lobos me ponían un poco nervioso, al llegar me detuve un momento afuera de aquella edificación, era tan majestuosa y a la vez imponente, el olor de las plantas que habían convertido ese lugar en su hogar y la suave brisa llevaban hasta mi un delicado aroma rustico.

Después del tiempo que me tome para entrar, abrí una de las puertas para colarme de dentro de aquel edificio, no preste atención a la puerta y esta se azoto al momento de cerrarse, lo que me asusto un poco y un pequeño grito nervioso salio de mi boca, me quede quieto un momento tratando de relajarme y respirando profundo, proseguí mi camino.

Sentía una gran admiración hacia las pinturas y demás adornos en las paredes del edificio, al momento que veía un camino de candelabros que me invitaban a seguir por el, con una ligera sonrisa en los labios me encamine por el, sin pensar en otra cosa llevaba mis manos tras la espalda y miraba el piso, al final de aquel camino me tope con una extensa habitación, en la cual se encontraba una mesa hermosamente adornada, me acerque curioso a observarla, mirando aquellas exquisitas uvas, su sutil aroma me invitaba a tomar una, así que tome una con suavidad y le di un par de mordidas, sin darme cuenta que aquella persona me observaba, para cuando me percate de ello el rubor se hizo presente en mis mejillas y una ligera risita nerviosa salio de mis labios.
-Ah..lo siento..
Después mi improvisada disculpa camine unos pasos hacia aquel ventanal, para quedar a una distancia prudente de el, cerré los ojos e inclinándome un poco para hacer una reverencia.
-Muy buena noche...
Enseguida me levante para verle mientras que en mi rostro se ampliaba una sonrisa.

A pesar de ya haber notado que acababa de entrar al lugar, no hice ningun movimiento, hasta que estuvo dentro del salón, me percaté de que no se habia percatado mi presencia, por lo que solo giré mi cuerpo para mirarlo, lucía muy exquisito con aquel vestido negro, contrastando con sus sonrojadas mejillas cuando sintió mi mirada, a lo que reí ligeramente esperando que se acercara. Moví mi mano acariciando su mejilla con la rosa que sostenia entre mis manos, paseando la misma por todo su rostro.
-Buenas noches pequeño-
Sonreí y me incline a besar su mano, girando la misma para después dejar la rosa en la palma de su mano, e hice una pequeña reverencia con mi cabeza, caminando lentamente hacia la mesa, para tomar una silla y moverla, indicándole que tomara asiento,para cuando la hizo la volví a acomodar y tomé uno de los mechones de su cabello, dejando un beso sobre el mismo.
-Es un placer que aceptaras mi invitación-
Murmuré cerca de su oído, haciendo que mi aliento chocara contra su piel, estirando una de mis manos, hasta alcanzar una uva llevándola a sus labios para que la comiera, llevando después esos mismos dedos a mis labios, para lamerlos.
Tome la botella de vino, sirviendo en dos copas, ofreciéndole una de ellas, para después acercale un platillo con la cena que habia elegido para él.
-Bon apetite, no creiste que te dejaría si comer-
Murmuré broemando un poco, sentándome enfrente mientras jugaba con el vino dentro de la copa, mientras le miraba comer.

La fragancia de aquella rosa llegaba a todos mis sentidos desde el instante que la paseo por mi rostro, me acerque a la mesa para tomar asiento como me lo indico, gustoso comí aquella uva que llevo a mis labios escuchaba cada sonido que salia de sus labios, le mire sonriendo mientras se sentaba frente mio.
-Es para un honor haber sido invitado por usted a este lugar...

Proseguí comiendo lo que el me ofrecía, el movimiento de aquel vino dentro de esa copa me hacia sentir nervioso acentuado por la enorme presencia que el tenia ante mi, suspire ligeramente mientras llevaba una mis manos a mi cabello para jugar con un mechon de este, dejando escapar una pequeña risita de mis labios, le mire nuevamente atento a cada movimiento.
-Disculpe mi curiosidad pero....me gustaria saber porque me invito a mi..claro si no es molestia para usted que le pregunte eso...

Me atrevi a preguntar mientras soltaba mi cabello y llevaba mis manos a jugar con la copa de vino sobre la mesa, moviendola de un lado a otro hasta que esta resvalo regando el vino sobre la mesa, llegando asta el, ante esto me pare rapidamente de mi asiento y me acerque a el casi corriendo, tomando mi pañuelo para limpiar mi desastre.
-L...lo lamento mucho, perdone mi torpeza...

Decia mientras intentaba limpiar aquello con el pañuelo por demas mojado por la exquisita bebida vertida en aquella mesa, era tanta mi preocupacion por la mala impresion que pude provocar que no me di cuenta que le estaba rosando su hombro con los movimientos de mis brazos.

Miraba atento cada uno de sus movimientos, mientras tomaba vino tranquilamente, sin embargo aun sentado en la silla me hice hacia atras, para evitar ser manchado por el vino que habia caido en la mesa, riendo un poco por aquel accidente y la reacción del chico
-No te procupes-

Murmuré amablemente dejando mi servilleta en la orilla de la misma, al tiempo que tomaba su brazo para atraerlo con suavidad hacia mi, cruzando su mirada con la mia.
-Soy un hombre exigente,que gusta de las cosas bellas...-

Hablaba con suavidad, levantandome de mi silla, mientras rodeaba su cintura con uno de mis brazos, y con mi otra mano limpiaba la comisura de sus labios, la cual tenia restos de comida.
-...ademas de que disfruto las bellas compañias como tú-

Concluí acariciando su cabello, aspirando su aroma, y con la que sostenía su delicado cuerpo, acariciaba el mismo con suavidad, esperando la reacción del pequeño, mirando por unos instantes el rojo vino sobre la servilleta, el cual era la viva imagen del precioso y delicioso liquido que me mantenía con vida.
-Me imagino que conoces mi naturaleza no es asi?-

Lo miré despues de aquella interrogante, ya que un humano que se acercará con tanta facilidad a un vampiro, y que además aceptara una invitación a cenar, sabiendo que podría ser que ya no vería la luz del día, no era muy común, aunque en este caso no deseaba beberme toda su sangre hasta asesinarlo, tenía propositos aún más profundos.

Sentí como tomaba mi mano para acercarme a el, mi mirada choco con la suya haciendo que por un breve instante me perdiera en sus profundos ojos, mi cuerpo se estremeció al sentir como rodeaba mi cintura con uno de sus brazos y de un momento a otro ya se encontraba frente a mi, al sentir como su mano tocaba mi rostro un repentino calor se apodero de mis mejillas roburizandolas nuevamente, inconscientemente lleve mis manos a la altura de mi pecho para entre lazar mis dedos nerviosamente, sintiendo cada uno de sus movimientos y con esto haciendo que mi corazón palpitara mas velozmente debido al nerviosismo, escuche su interrogante con atención, al lo cual moví ligeramente mi cabeza asintiendo.
-S..Si... conozco tu naturaleza...pero...

Detuve un momento mis palabras llevando una de mis manos a mi boca cibriendola un momento tratando de calmar mi notable nerviosismo, respire profundamente cerrando mis ojos un momento.Los abri nuevamente para continuar con mis palabras.
-Cuando miro a tus ojos me da la impresión de que no correré ningún peligro...o al menos eso es lo que siento ahora...

Solte mis manos para apoyar una de estas sobre su pecho sin niguna intención, para cuando mi conciente se dio cuenta de mi atrevimiento le mire y el rubor se presento nuevamente en mis mejillas, haciendo que bajara mi cabeza mirando el suelo fijamente.
-Ah..Yo lo siento...perdon por mi atrevimiento...

Dije recogiendo mis manos una vez mas para colocarlas sobre mi cuerpo a la altura de mi estomago entrelazandolas y jugando nerviosamente con mis dedos, esperando no incomodarlo.

Podía escuchar perfectamente el acelerado latido de su corazón, y su agitada respiración, frente a cada uno de mis movimientos, por lo que no le quité la vista de encima, y el agarra que tenía en su cintura lo volví un tanto más firme, para asi evitar que en algun momento guiado por un impulso huyera.

Reí muy levemente al escucharlo hablar de mis ojos, nunca habia escuchado que alguien tuviera ese tipo de expresión sobre ellos, de echo pocos eran los que se atrevian a mirarlos por un largo tiempo, además de que no a muchos les daba el tiempo para hacerlo. Por lo que me resulto imposible no interrogarlo sobre aquella afirmación.
-¿Que tienen mis ojos?-

Podía ver perfectamente mi copa de vino casi intacta bañada por la tenue luz lunar sobre la mesa, por lo que solo bastó estirar un poco mi brazo para alcanzar la misma, elevandola a la altura de mis ojos por un instante, llevandola despues a sus labios, haciendo que bebiera un poco del mismo, a la vez que provocaba que un poco del mismo escurriera por la comisura de sus labios, dejando un delgado hilo de color rojizo, a lo que yo simplemente acerqué mi rostro al suyo a la altura de mis labios, aspirando el aroma del vino, meintras susuraba de forma lenta, chocando mi aliento contra su piel, pero sin provocar ningún contacto.
-sabes...-

No termine mi frase, cuando lleve mi rostro hasta su cuello para aspirar el aroma del mismo igualmente, apenas rozando la punta de mi nariz con su piel, subiendo mi mano por su espalda, hasta alcanzar su cabello, haciendolo a un lado, dejando expuesto su cuello completamente frente a mi vista, al tiempo que seguía murmurando.
-No deberias disculparte tanto-

Aleje mi rostro de su cuello, dejandolo frente al suyo, con una sonrisa de medio lado dibujada en el mismo.

Su interrogante resonó con un leve eco dentro mi cabeza, mientras el llevaba aquella copa llena de vino a mis labios, tome un poco de esta evitando tomar mucho puesto que no acostumbraba a beber, al sentir como su aliento chocaba contra mi piel, provoco que aquel ardor llenara de nueva cuenta mis mejillas poniéndoles un tono aun mas rojo.Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al sentir como su mano subía por mi espalda hasta mi cuello, sus ultimas palabras me hicieron recordar un poco a mi hermano llevándome a jugar un poco con mi vestido metiendo y sacando mis dedos del listón, al verle nuevamente su rostro frente al mio le mire a los ojos para después parpadear un poco.
-Yo...ehm....bueno, soy muy torpe, por eso siempre pido disculpas...

Fue la única explicación que atine a darle del porque de mis constantes disculpas, sin dejarle de ver a los ojos le sonreí un poco nervioso, mientras llevaba mis manos tras mi espalda y jugar con ellas mientras me balanceaba un poco, baja por unos instantes mi vista al suelo suspirando un poco.
-Sus ojos...bueno...para mi son muy lindos, pero ademas de eso...

Me quede un momento callado, mientras hacia una mueca con mis labios buscando las palabras correctas para decirle lo que para mi expresaban sus ojos, después de un pequeño lapso de mi silencio levante el rostro para mirarle a los ojos nuevamente ladeando un poco el rostro.
-Expresan muchas cosas...pero a mi me ha parecido que en ellos...bueno me ha dado la impresión de que no me ara ningún daño...es decir me dan confianza...o mas bien no se como decirlo...

Le seguia mirando con una leve sonrisa, para llevar mis manos hasta mi cabello y comencé a jugar con ellos tratando de tranquilizar mi nerviosismo.