de schoonheid van de dood in het licht van de maan.

Las 12:00 de la noche, hora perfecta para salir a dar un paseo… Recién llegaba a aquel pueblo y la curiosidad natural con la que había nacido despertaba, el deseo por conocer cada rincón de aquel sitio me invadía por lo que decidí no privarme más del nuevo mundo que me esperaba.
No tenía grandes esperanzas en la humanidad pero… cada cambio que había visto en el mundo lo hacía más bello o mas horrendo y saber esta vez si el mundo era más bello o más feo era de mi completo interés… eso además de jugar un rato ya que tras tantos años de “vivir” escondido deseaba regresar a disfrutar de los dichosos placeres, llegar al límite de lo permitido y romperle como cual hoja de papel es partida por la mitad. Deseaba gozar nuevamente de la desobediencia de algunos humanos o de la obediencia de otros.
Aunque me había decidido a explorar aquel sitio realmente no tenia ni la menor idea a donde ir por ello, decidí caminar simplemente siguiendo los caminos de tierra y piedra que habían, dejándole a mis pies el entero poder de decidir a donde llevarme. Sin pensarlo termine frente a las enormes rejas del cementerio del pueblo, sonreí de lado ya que a esas horas y con el humor que traía ese lugar era una buena opción aunque casi eliminaba las posibilidades de encontrarme con alguna deliciosa presa.
Metí mis manos en los bolsillos de la larga gabardina que llevaba y me adentre al cementerio decidiendo de momento pasear por entre las lapidas del lugar apenas poniendo un poco de atención en alguno que otro nombre, hasta que de manera intempestiva, sacándome de mis pensamientos escuche varios gimoteos y quejidos de lo que se escuchaba como una mujer. Si, me había equivocado al creer que no hallaría a nadie en ese lugar… Me acerque a paso sereno hasta el lugar de donde provenían aquellos sonidos, sitio del que también provenía un claro olor a “sexo”, sudor y alcohol. Quizás era alguna puta del pueblo que había venido a coger con algún ebrio sin embargo el olor de la mujer a pesar de el ultraje que parecía haber ocurrido apenas hacía unos instantes; era aun puro, pero no de uno cualquiera, sino de uno mancillado y forzado a renunciar a su virtud la cual se negaba a terminar de separarse de su esencia, de aquel liquido carmesí tan exquisito que corría por sus venas.
Por fin llegue a la enorme lapida detrás de la cual permanecía la mujer sollozando, con el sexo al descubierto y su ropa completamente desgarrada, dándome la oportunidad de admirar su joven y tierno cuerpo; que ahora tras el encuentro que había tenido, conservaba unas horribles marcas en ciertas partes de su piel. Camine unos cuantos pasos para colocarme a su lado y con una de mis manos recorrí la parte interna de uno de sus muslos, procurando solo tocarle con las yemas de mis dedos. La mujer comenzó a llorar de forma mas escandalosa lo cual ciertamente no me importo, repetía una y otra vez que la dejara en paz pero sencillamente no me daba la gana. Me tome el tiempo de acariciar su intimidad notando al instante las reacciones de su cuerpo y después de aquello seguí por deslizar suavemente mi mano sobre el vientre de la mujer pasando por entre sus pechos deteniéndome a presionar con mi mano los mismos y termine por acariciar su cuello colocando mis dedos justo en aquel pequeño lugar donde podía percibir sus latidos.
Con el tiempo… los sollozos de la mujer me empezaron a parecer realmente molestos y sabia que seguiría así y ya que no tenia humor para aguantar la típica estupidez de los humanos, me levante agarrando a la mujer fuertemente del cuello, llegando casi al grado de ahorcarle y así logre que se pusiera “de pie”, Corrí mi mano hacia su cabello de donde le sostuve con brusquedad y acerque mi rostro al cuello de la mujer aspirando su olor, sin esperar demasiado clave mis colmillos fuertemente sobre el cuello de la mujer inmediatamente viviendo una gran cantidad de su sangre, notando como la chica empezaba a perder la conciencia y antes de que lo hiciera retire mis labios de aquel lugar y observe su rostro, penetrando su mirada con mis ojos, observándole con una clara frialdad mientras me acercaba a susurrar sobre sus labios.
Tal vez te habría dejado con vida de no ser tan aburrida…
Le sonreí de forma despiadada y ladee el rostro para buscar un pequeño fierro que anteriormente había visto, me la lleve casi a rastras hasta el fierro y le avente contra el mismo provocando que este la atravesara.
Disfruta de tu muerte linda…
Dije en voz alta mientras me daba la vuelta para seguir caminando por entre las lapidas, limpiando con una de las mangas de mi abrigo las posibles manchas que pudiesen haber quedado en mis labios.

El encuentro con aquella mujer había sido bastante aburrido; aunque después de todo su sangre no había estado tan mal.
Seguía caminando por entre las lapidas pensando que posiblemente mi buena suerte se había terminado hasta que… Logre percibir el dulce olor a sangre de un humano mas, para más tarde lograr ver a un joven a un par de metros de donde yo estaba; cerca del lugar de donde me había detenido había un árbol lo bastante grueso como para esconderme tras este y observar las acciones del nuevo humano con el que me había encontrado. Si no me equivocaba debido a la postura que había tomado estaba… rezando.
Sonreí de lado pensando en lo patético que era aquello y al ver que el joven humano comenzaba a caminar opte por seguirlo; notando como en cierto momento acelero su paso como si me hubiera detectado y ahora estuviera huyendo. Deje de seguirlo y decidí caminar entre las lapidas haciendo una “curvatura” y ya que mi naturaleza me permitía ir de un lado a otro sorprendentemente rápido, alcance a adelantármele al humano que ya ahora caminaba más lento y de forma tranquila, un enorme error pues había bajado la guardia.
Agarrándole en plena distracción le llegue por enfrente, caminando directo hacia el con rapidez y cierta brusquedad, provocando que su cuerpo chocara con el mío y debido a mi fuerza el único que cayó al piso fue el chico, golpeando su espalda contra el polvoriento suelo.
Vaya pero que humano tan… distraído…
Dije con un tono de mofa, me quede observándole con altiva desde mi posición y mientras le veía levantarse pregunte.
¿Qué hace un humano tan poco...habil... en un lugar como este?... es muy peligroso estar aquí… solo…
Me recargue cerca de una de las lapidas aparentando no representar una gran amenaza… Sin embargo me mantenía vigilando los movimientos del joven por si mostraba cualquier indicio de querer huir.

Una ligera sonrisa se formo en mi rostro tras escuchar su pregunta y ese comentario seguido de la misma y sin pensarlo demasiado opte por acercarme al joven, dando pasos tranquilos hasta poder colocarme justo enfrente del humano, deje que mi respiración chocara contra sus labios pero decidí no acercarme más que eso ‘respetando’ la mínima distancia que había dejado entre ambos.
Ese es un comentario erróneo ya que… el que formules una pregunta o no… no está en mis manos…
Levante una de mis manos de forma amenazante haciendo un ademan como si fuera a golpearle sin embargo mi mano fue a tomar de manera delicada su mentón, levantando su rostro por el mismo y forzando a que su vista se cruzara directamente con la mía.
Lo indicado sería decir si se puede saber… ya que eso si depende de mí…
Forme una sonrisa de lado en mis labios y solté suavemente su rostro, alejándome tan solo un par de pasos de su cuerpo para así rodear el mismo y colocarme a sus espaldas acercándome nuevamente a él y recargando mi rostro justo sobre su hombro; provocando que mi mejilla se frotara con la de él.
Y bueno yo… solo daba un paseo para despejarme y… probaba mi suerte…
Dije en un tono apenas fuerte pero bastante entendible, gire ligeramente mi rostro para pegar una pequeña parte de mis labios a su mejilla y termine por susurrar.
Aunque admito que tal vez de manera inconsciente… buscaba una deliciosa presa a la cual cazar…
Solté una pequeña risa justo sobre su mejilla y aprovechándome de la distracción del humano, de manera ágil tome una de sus manos suavemente y con la yema de mi dedo pulgar acaricie la palma de su mano hasta llegar a la parte de su muñeca donde de improvisto enterré la uña de ese mismo dedo, sintiendo como unas gotitas de su sangre manchaban la yema y uña de mi dedo.
Sabes me parece interesante alguien que ya no le teme a nada… ¿eso quiere decir que puedo jugar contigo y matarte si me da la gana?
Cuestione mientras llevaba mi dedo a mis labios lamiendo la sangre que se había quedado manchando el mismo y esperando la respuesta que tan intrigante humano podría darme.

Entrecerré los ojos con cierta incomodidad ante las palabras que salían de su boca, ya que si bien anteriormente había hablado con el respeto que me merecía, de un momento a otro ese respeto parecía haberse ido al carajo.
El significado de sus palabras fue algo que no fue de mucha importancia hasta que el menciono el hecho de que no me gustaría jugar con él. Si había algo que odiaba más que las presas demasiado fáciles, era aquellas que sin intentar cualquier mínima cosa ya se estaban dando por “vencidas”.
Di un par de pasos para volver a rodear al joven y me coloque frente a el tomando su rostro nuevamente con mi mano aunque esta vez de una manera brusca, procurando presionar sus mejillas con mis dedos índice y pulgar y mientras observaba su rostro con escrutinio dije.
¿Así que eres aburrido no?.
Avente su rostro hacia atrás haciendo que el joven retrocediera un poco pero antes de que se alejara más de la cuenta, lleve mi mano a tomarle por el cuello para presionar este y de esa forma comenzar a asfixiarle.
Sabes… me importa un carajo si debes seguir vivo por alguna estúpida razón… pero si en realidad quisieras eso, te habrías dado cuenta que antes de decir una estupidez como esa, tendrías que haber hecho de todo para parecer un poco más divertido…
Justo después de hablarle de aquella manera tan fría levante una de mis piernas para atinar un fuerte golpe con mi rodilla justo en la boca de su estomago y solté su cuello para que terminara de caer al suelo aturdido por el golpe. Sin darle absolutamente nada de tiempo, me acerque para acomodarme de manera que pudiera atinar un par de patadas en su rostro, buscando el hacerle perder la conciencia unos instantes y mientras estaba allí tirado en el suelo medio inconsciente, me dedique a rasgar su ropa para tenerle completamente desnudo ante mi vista.
Corte una larga tira de tela de una de sus prendas, la cual deje sin ningún uso de momento en una de mis manos y con la libre, me acerque los suficiente como para poder tomar el miembro del chico que yacía medio inconsciente en el suelo para al empuñarle, empezar a masturbarle de manera frenética hasta conseguir que su miembro estuviera erecto. Con rapidez ate el trozo de tela a la base de su pene, con mucha fuerza; como si quisiera evitar que de pronto llegara al orgasmo y mientras veía como el otro empezaba a reaccionar saque una navaja de el largo abrigo que llevaba para luego acomodarme a un costado del cuerpo del chico y subir una de mis rodillas sobre su cuerpo, colocando la parte de mi espinilla sobre el cuello del humano, procurando que con el empuje de mi pierna pudiera; no asfixiarle, pero si moderar bastante el aire que entraba a sus pulmones.
Sabes pequeña escoria… quien no consigue parecer divertido para mi… no merece ni siquiera ser mi cena…. Así que esta noche tu muerte ni siquiera servirá para alimentar a otro ser… que patético no?.
Hice una pequeña pausa y le mire con malicia mientras que acomodaba nuevamente su miembro en mi mano y con la otra acomodaba el filo de la navaja justo debajo del amarre que había hecho en la base de su miembro.
Me parece que si eres tan aburrido como dices… no necesitaras llevarte esto a la tumba… seguramente no debes saber jugar con el no?.
Solté una sonora carcajada y sin ningún tipo de piedad empecé a cercenar el miembro del joven, lentamente y de forma calmada para alargar su sufrimiento cuanto fuera posible y escuchar sus gritos tan magníficos para mis oídos. Una vez que termine de cortar su miembro, aprovechándome de el dolor y “desconcierto” del humano; dejando mi navaja de lado, tome con mi mano ahora libre, las caderas del muchacho y retirando mi pierna de el cuello del humano, logre voltear su cuerpo para dejarle de boca contra el suelo. Retire mi mano de su cadera y la coloque en uno de sus glúteos, tomando con fuerza este, llegando al punto de clavar mis uñas en la piel del mismo mientras le jalaba para poder tener visión de su entrada.
Al divisar la misma, sin dudarlo y antes de que la sangre que aún conservaba su miembro por mi amarre, terminara por agotarse de “gota a gota”, con ayuda de mis dedos introduje su propio miembro en su entrada, hasta que tan solo la base cercenada de su pene se alcanzara a ver un poco por entre sus glúteos. Levante una de mis manos para darle una fuerte nalgada y tras ello me levante para tomar al muchacho por los cabellos y así arrasarle por parte del cementerio, buscando una fosa abierta que hacía un rato había visto. Los sepultureros muy a menudo dejaban algunos ataúdes sin sepultar o a mitad del proceso, por lo que no me fue difícil encontrar una fosa con un ataúd que aun estaba a la vista, con tan solo un poco de tierra encima.
Bueno y si real mente quieres vivir… tendrás la opción de hacerlo… pero piensa rápido y se mas listo… porque esa hemorragia en tu entrepierna no te da demasiado tiempo.
Dije mientras que dejaba el cuerpo del humano a un costado de la fosa y tras ello patee su cuerpo para que callera dentro de la misma, dándose un fuerte golpe contra la tapa del ataúd. Baje con cuidado para adentrarme en aquella fosa que no era demasiado profunda, si acaso metro y medio tenía. Y manipulando el cuerpo del otro, logre hacer espacio para abrir el ataúd, observe unos instantes el cadáver de un hombre que yacía dentro del mismo y acomode aquel cuerpo acostado de lado, para hacer algo de espacio para su acompañante.
Supongo que disfrutaras la compañía.~~
Dije bastante divertido y tome al chico en brazos para llevarle y acomodarle en el interior de ataúd, dejándole de frente al muerto y aprovechando para darle un par de golpes más para que su aun media inconsciencia me permitiera tenerle a mi disposición. Cerré la tapa del ataúd y sin mucha dificultad Salí de la fosa para tras ello y después de unos instantes de buscar a mi alrededor aquel objeto que me ayudaría con mi pequeña “tarea”, al final hallar una pala recargada justo en una de las lapidas alrededor de la fosa. Tome la misma y ya que aquello no representaba una dificultad para mi, empecé a llenar de tierra aquel hoyo procurando solo llenarle más o menos hasta la altura de un metro ya que, podía ser una persona con cierta maldad pero no me gustaba eliminar todas las posibilidades de alguien cuando se trataba de sobrevivir.
Una vez terminada mi tarea, sacudí mi abrigo por aquello de la tierra que se pudiese haber quedado en el misma y acomode mis ropas mientras daba media vuelta y buscaba la salida de aquel lugar, donde no había encontrado más que escoria y… de la que era aburrida.