Sieben Dämonen

Las risas ensordecedoras del público, risas de niños y adultos disfrutando de una animada función.

Cada invierno, en cada ciudad, se posa en algún lugar un circo, con payasos, acróbatas y espectaculares funciones. Una fachada inocente, sólo para atraer a sus víctimas de todas las edades, para atraparlas tras esos inmensos e imponentes telones. Extensas filas para entrar y, más largas aún para adquirir un boleto, pero…

No todo tiene el color y aire de entretención.

Noche tras noche, los espectadores desparecen en silencio. Ni un ruido, ni un vestigio de homicidio, suicido o accidente en el exterior. Sin dejar rastro. Un circo que recolecta vidas, sangre y peluches en cada función, que recibe familiarmente a una eufórica audiencia que, sin saber, poco a poco entran en un juego macabro donde sus vidas corren peligro de caer en manos despiadadas. Portador de almas en pena y seres de macabras intenciones, los telones se tiñen en sangre a la media noche, cuando el oxidado reloj, en la cima de la carpa, da sus doce tétricas campanadas.

El juego inicia y las sonrisas… Se esfuman.

–Entren a ver un espectáculo inolvidable, señores, no se arrepentirán – habla un joven payaso con un sombrero de copa, ofreciendo una entrada, donde en letras doradas destacaba un peculiar y temeroso nombre: Sieben Dämonen.

¿Te atreves a asistir?

http://siebendamonen.foroactivo.com/
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