Habitación Byou

Era una noche especialmente fría y oscura, estaba en mi cama intentando dormir, sin embargo lo único que conseguía era dar vueltas y vueltas, ya que otra vez aquellas pesadillas que había olvidado, volvieron a mi con la misma intensidad de antes. Sin embargo me había fastidiado un poco y se me ocurrió hacer una pequeña visita, por lo que me vestí y me dirigí hacia el enorme castillo donde habitaba.
Iba preparado por si se presentaba algún desagradable encuentro con alguno de los otros habitantes del castillo, ya que no los conocía a todos y nunca había ido solo a ese lugar. No obstante parecía desierto, por lo que subí rápidamente hasta su habitación, donde toqué en repetidas ocasiones, sin embargo no obtuve respuesta alguna, y la puerta se entreabrió solo con un pequeño empuje, cosa que me invitó a entrar y buscarlo, esperaba que no le molestara mi intromisión.
-Byou...- Lo llamé varias veces al tiempo que Recorría cada rincón de su habitación y observe que su cama estaba desarreglada, lo que me indicaba que había salido, como ya había supuesto antes, por lo que me senté en la orilla de la cama pensando que era muy tarde para regresar, además de que comenzaba a darme sueño y frío de nuevo, motivo por el que decidí meterme dentro de su cama, mientras lo esperaba, aunque el sueño comenzaba a apoderarse de mi, y mis parpados se cerraban lentamente, quedándome dormido, abrazando una de las almohadas de su cama, aspirando su aroma que había quedado impregnado en la misma.

Había salido a buscar algo con que entretenerse, no tenía mucha hambre por lo que pensó podía aguantarla quizá un día más, pero le aburría estar en casa demasiado tiempo. Además que era solo de noche cuando podía salir a darse paseos, de día tenía que dormir, no habia más que hacer, y era de lo más aburrido porque todos los lugares en ese pueblo cerraban extremadamente temprano. Así que solo le quedaba dar paseos y divertirse con la poca gente que se desvelaba por los al rededores.
Sin embargo, aquella noche tan fría no habia nadie en los alrededores, lo cual le parecio de lo más aburrido y no le quedó otra opción más que regresarse al castillo.

Llegó hasta su habitación y sintieo un leve olor disitinto por los pasillos, se apresuro siguiendo aquel olor que poco a poco se le iba haciendo familiar y que lo guío hasta su propia habitación. Vio la puerta un poco entreabierta y entró viendo un pequeño bulto en su cama, entre las sábanas.

Cerró siguiendo aquel olor, reconociendole enseguida antes de verle, era Kanon quien parecía estar dormido entre sus sábanas. Soltó una leve sonrísa cuando vio su blanco rostro tan pasivo al dormir. Se sentó en la orilla de la cama acariciando con suavidad sus cabellos, no quería despertarle, aunque tenía demasiada curiosidad por saber como había llegado hasta ahí.

Mi sueño siempre fue muy profundo, sin embargo en esta ocasión aún no lo conciliaba totalmente, cuando escuché unos pasos, los cuales empezaron a despertarme poco a poco, seguro podría ser cualquier vampiro, que regresaba a descansar después de haber cazado, o una infinidad de posibilidades, entre ellas la llegada de Byou, aunque no esperaba que regresara tan pronto, dado que como todos los de su especie, era activo de noche y dormía de día.
Sentí una suave caricia sobre mi cabello, y un particular y muy tenue perfume llegó hasta mi nariz, lo que consiguió terminar de despertarme, abrí mis ojos con lentitud, viendo solo una borrosa silueta, por lo que talle mis ojos con el dorso de mi mano, al tiempo que parpadeaba en repetidas ocasiones, aclarando de este modo mi vista. Notando que Byou estaba sentado a mi lado, sonreí y estiré mis brazos dejándolos caer luego alrededor de su cuerpo para abrazarle y recargar mi cabeza en una de sus piernas, bostece, y después lo miré y le dije -donde estabas?, te estaba buscando- infle mis mejillas a manera de reproche, mientras seguía bostezando en repetidas ocasiones, debido a que aún estaba ligeramente adormilado.

Sonrió y soltó una suave risa cuando lo vio despertar de aquella manera, le parecía sumamente lindo todos los gestos que hacia para despertar. Siguió acariciando su cabello dejando que se acomodará sobre sus piernas jugueteando con algunos mechones de su ccabello.

- Estaba buscando algo que hacer fuera.... no imagine que vinieras aquí a buscarme, deberías tener cuídado cuando vengas aquí, no es muy seguro para un gatito como tu entrar a una cueva de lobos -rió suavemente mirandole con ternura- para qué me buscabas? Aquí estoy -se inclinó para dejar un beso en su frente.

Cerré mis ojos por un instante, disfrutando las caricias en mi cabello, esperando no volver a quedarme dormido, al tiempo que escuchaba lo que me decía, cosa que ya suponía que me diría, debido a que tenía razón, era un lugar peligroso para humanos como yo, aunque tampoco era lo más peligroso de este pueblo y además no era el único humano que lo visitaba y salía aún respirando al día siguiente, abrí mis ojos mirandole hacia arriba debido a la posición en la que me hallaba para despues responder -Se que no es muy seguro, pero venía preparado, tengo mis garras no recuerdas?- reí y eche una mirada a un bolso que había dejado sobre la mesa, el cual contenia mis herramientas de trabajo -por cierto no te acerques a ella- dije riendo, mientras me incorporaba sentandome en la cama a su lado -Porque no podía dormir- le dije antes de recargar mi cabeza en su hombro -mientras tu te divertias yo sufría acostado en tu cama -dramaticé antes de dejar un suave beso en sus labios -Creí que volverias más tarde- añadí al tiempo que jugaba con el cuello de su camisa, bostezando de vez en cuando.

Podía psar horas observando su adormilado rostro y no le causaría ningún problema, le gustaba cada gesto que hacía y no podía evitar sonreír gustoso. Soltó una leve risa cuando el otro habló de sus "garras" volteando luego a ver la bolsa que se encontraba en la mesa. No iba a acercarse a está pero menos mal que le había advertido porque por pura curiosidad hubiera ido a husmear.
Lo vió como se sentaba a su lado, y acarició su cabello una vez que recargo en su hombro, dejando suaves caricias, correspondiendo luego con aquel beso, disfrutandolo aunque hubiera sido corto, le encantaba el sabor de los labios del otro.

- Lo siento, no sabía que estabas sufriendo -sonrío, abrazandole por la cintura y apegarse más a su cuerpo- De hecho, hubiera regrsado más tarde, pero parece que el frío hizo que nadie saliera de sus casas y estaba de lo más aburrido allá afuera, así que mejor regrese, a ver con que podría entretenerme..... y oh sorpresa! había un gatito dormido en mi cama -río, acariciandole la mejilla-

Podía sentirse un poco el frío que hacia afuera, logrando colarse por la ventana aunque esta estuviera cerrada, yo lo sentía aún más porque estaba muy calientito y cómodo dentro de sus sábanas, ya que su cama era por demás cómoda, así que pensé hacerle visitas de este tipo más seguido, aunque claro sin avisarle.

Estos pensamientos podían reflejarse en la divertida sonrisa de mi rostro mientras dejaba que jugara con mi cabello, me agradaba mucho que lo hiciera, aunque en estos momentos no era muy conveniente dado que podría fácilmente volver a dormir, aunque no lo haría, al menos no ahora -Porque quería darte una sorpresa, y pensé que tal vez te encontraría- reí al escucharlo referirse a mi como un gatito, aunque yo no me considerara como tal, me levanté y me senté sobre él, con mis piernas alrededor de sus caderas y mis manos alrededor de su cuello, pegándome luego a su cuerpo y volver a apoyar mi mejilla en su hombro, abrazándolo -y que le harás a ese gato invasor? -reí ligeramente y bese su mejilla, refregando luego la mía contra su hombro, ya que aún seguía muy adormilado.

Lo miró con detalle cada uno de sus movimientos, sintiendo de esa manera el aroma que su cuerpo desprendía, ese aroma inconfundible que era parte del ser del otro y que además le encantaba.
Hizo las manos a un lado mientras se acomodaba encima de sus piernas y le abrazaba por el cuello acurrucandose luego con el y recargando de nuevo su mejilla en el hombro, una vez que se quedó quieto le rodeo con los brazos por la cintura y sea apego a su cálido cuerpo, volviendo a tomar sus cabellos entre sus dedos, dejandolos caer suavemente de estos para luego volver a tomarlos y jugando de esa manera.

- Gato invasor -rió por aquella manera que el otro lo había dicho- pues.... creo que como ese gato invasor ha visto demasiado de mi habiación, debeería primero alimentarme de el y luego matarlo -bromeo, sin dejar de jugar con su cabello, esperando la reacción del otro por su comentario.

Me acurruqué sobre su cuerpo, me encantaba abrazarle de esa forma, ya que podía aspirar el aroma de su piel y el de su cabello, los cuales resultaban mucho más deliciosos y embriagantes que el de su perfume o algún otro, además de que me fascinaba estar entre sus brazos.

Levanté mi rostro mirándolo cuando habló y negué con la cabeza al tiempo que parpadeaba en repetidas ocasiones -no es verdad, yo vine directo a tu cama, o me acusaras de desarreglarla?- sonreí de una forma inocente mirándolo con ojos grandes después- matarlo?- se ocurrió una divertida idea, ya que el sueño se había ido, por lo que pasé saliva sonoramente y me levanté rápidamente como si quisiera huir corriendo hacia la entrada, quedándome de espaldas a la puerta, aguantándome la risa y fingiendo una cara de preocupación y temor -pe...pero no he echo nada malo...no habrá forma de redimirme?- sonreí de lado sin quitarle la vista de encima, cuidando cada uno de sus movimientos, fingiendo que quería abrir la puerta, apenas girando el picaporte.

Le gustaba el latir de su corazón escucharlo era como una suave melodía en sus oídos aun cuando esté le desconcentraba a veces e incluso le causaba mayor apetito, pero sin duda disfrutaba del dulce sonido.

Rió leve cuando el otro se quejaba por lo de la cama, yy se sorprendio al ver la reacción asustadiza que estaba tomando, pero sin ninguna duda entendio aquel juego que el otro estaba haciendo debido a la sonrísa ladeada en sus lindos labios. Se levantó lentamente de la cama, puesto que aun por la distancia era mucho más rápido qu el menor y si bien lo quiciera podría estar ya frente suyo deteniendole, pero prefirió ir a paso lento. - Forma de redimirte? no...es muy tarde, has entrado en un terrero que no debías pequeño minino, y ahora es muy tarde ... -se pusó frente al otro apoyando la mano de golpe en la puerta para así evitar que la pudiera abrir.

Lo escuché hablar y supuse que había comprendido mi juego, por lo que me quede de pie esperando a que se acercara, sobresaltándome levemente cuando escuche el golpe de su mano contra la puerta, ya que aunque sabía que todo era un juego, siempre tendí a sobresaltarme cuando escuchaba ruidos fuertes, lo que provoco que una risilla saliera de mis labios, así que agaché mi cabeza unos instantes, regresando a mirarlo a sus grandes ojos, con un deje de "preocupación" en estos, mientras le decía -muy....ta...tarde?- miré hacia los lados como si buscara un pequeño escape, aunque realmente la habitación estaba casi completamente oscura, debido a la poca iluminación que entraba poruna ventana y a unas velas que tenían una pequeña llama, que danzaba debilmente -y...que...me harás?- pregunté para luego mirarle de nuevo, pegándome completamente a la puerta con las palmas de mis manos contra esta a los costados de mi cadera.

Me estaba divirtiendo mucho aquel juego, además de que observarlo un poco agresivo, era interesante sumado a que se veía muy bien en él esa mirada retadora, por lo que discretamente lo recorrí con mi mirada, pensando en mi siguiente movimiento mientras observaba cada una de sus acciones.

Sonrío de lado al ver ese miedo que el otro mostraba y que parecía muy real, lo cual le gustaba. Se acercó aun más a el, chocando su cadera con la suya para aprisionar su cuerpo contra la puerta, sintiendo aun más ese aroma que su cuerpo desprendía, era casi como embriagarse con esa dulce esencia que le envolvía.
- Qué te haré....? Ya te lo dije no? Beberé de tí y luego me desharé de tí... quizá arroje tu cuerpo al río no lo se, eso lo pensaré después -soltó una risa malvada, aunque quizá un poco actuada, pero que más daba? Se estaba divirtiendo con aquel juego.

En un movimiento brusco le jaló la camisa para arrancarsela y poder dejar al descubierto su pecho, pasando una de sus frías manos por esté, sintiendo el calor de su piel, el latido de su corazón que le provocaba aun más. Se acercó hasta su cuello inclinando la cabeza, besando su piel con detenimiento, saboreandole.

Me pegué por completo a la puerta lo más que podía, sintiendo mi corazón cada vez más acelerado, en una mezcla de ansias por saber lo que seguiría y tal vez un poco de nerviosismo dado al pequeño juego que mi propia mente hacia conmigo.

La luz en el lugar que nos hallábamos era demasiado escasa debido a que conforme avanzaba la noche, el cielo se oscurecía aún más y las velas comenzaban a extinguirse lentamente, no obstante, podía ver perfectamente como sus ojos brillaban intensamente fijos en mi, concentrándome en estos unos instantes mientras hablaba, luego sonriendo divertido cuando escuché su risa que era más que fingida, pero debía guardar la compostura y la actitud que tenía en el juego, así que miré hacia otro lado cuando me aprisiono con su cuerpo, buscando evitar que mi cuerpo reaccionara debido a los roces de su cadera.

Cuando me vi despojado de mi camisa, mi piel se erizo primero por el frío clima que exterior y que también se sentía dentro de la habitación y luego por una de sus suaves manos que estaban igual de heladas que la puerta donde apoyaba mi espalda, un pequeño suspiro salió de mis labios, por lo que apreté los mismos al igual que mis ojos, girando el rostro hacia un lado, mientras que tomaba la muñeca de la mano que acariciaba mi cuerpo y su hombro, empujándoles apenas, como si quisiera que se alejara aunque en realidad deseaba todo lo contrario -no lo...hagas- murmuré suavemente concentrándome en parecer asustado y preocupado, tratando de suprimir las sensaciones que recorrían mi cuerpo debido a su cercanía.

Aunque le empujaba, era muy débil la resistencia que estaba poniendo por lo cual le resulto fácil hacer más presión con su cuerpo acorralandole con la puerta aun más, hasta sentir el choque con su piel y la suya, esa deliciosa y tibía sensación que le hacía estremecerse y desear aun más. Su naturaleza humana le hacía desearlo aun más, era perfecto.

- Que no lo haga?.... crees que me importa lo que tu quieras?- le dijo en un tono burlo, lamiendole la piel de su cuello, recorriendo con su lengua esté hasta tocar su quijada, siguiendo con suaves besos humedos hasta su mentón acercandose a sus labios- Voy a hacerte todo lo que yo desee... -sonrío de manera maliciosa, poniendo las manos en la cadera del menor, y comenzando a quitarle el pantalón de manera ágil y rápida deslizandolo por sus blancas piernas hasta que cayeron por sus tobillos, bajando la vista hacia su cadera notando el brillo de su blanca piel con la tenue luz de las velas. Se relamio los labios, recorriendo con la yea de los dedos sus muslos, en una muy suave caricia, disfrutando de la textura y cálidez de esta.

Aun tenía la ropa interior puesta y era la última prenda que le quedaba, pasó sus dedos despacio por sobre su miembro riendo un poco al observar su reacción. Aun haciendo presión con su cadera sobre el frágil cuerpo humano del otro, comenzo a quitarse la camisa, dejandola a un lado en el suelo para luego continuar con sus pantalones sin quitarle la vista de encima.