Habitación Anzi

Quizá ir por el pueblo a buscar diversión se me había hecho ya una rutina, una rutina bastante monótona. Ese día en particular había salido del castillo mas temprano, en busca de algo tanto para alimentarme como para divertirme, pero como siempre mis pasos acababan en cantinas y burdeles. Sinceramente comenzaba a pasar demasiado tiempo en ese tipo de lugares pero era la mar de divertido ver hasta donde llegaban los humanos por un par de monedas y eso hacia precisamente, entre al burdel, pedí a una mujer de las mas bellas que había y una vez en la habitación la obligue a desnudarse, a tocarse para mi, pero cuando mis peticiones se volvían mas exigentes, comenzó a cuestionarlas a rehusarse a ellas y lo que era aun mas divertido una sarta de palabrerías empezó a salir de sus labios para… insultarme. Aquello se puso mejor cuando dispuesta se levanto para salir de la habitación a lo que le detuve por la fuerza y de entre sus ropas saco un pequeño cuchillo con el cual apuñalo uno de los costados de mi abdomen. Saque ese mismo cuchillo de mi carne ya que una herida así para mi no representaba nada y de un solo movimiento, corte su garganta, no sin antes sostener su cuerpo para alimentarme de la sangre que emanaba de su cuello causando que por mis labios y en mi pecho corriera el espeso líquido que brotaba de su cuerpo. De ese lugar salí más que fastidiado, aquella pelandusca además de haberme herido tenia un putrefacto sabor y me había arruinado la diversión por lo que mas que molesto abandone el pueblo para regresar al castillo, ya que no me quedaban humos de estar aguantando mas lloriqueos humanos. Cuando cruce la enorme reja del lugar, un peculiar aroma se mezclaba en el aire, y vaya que si era peculiar ya que era el de un humano, cosa que era ya de por si extraña ya que ninguno se atrevía a acercarse al lugar y ante eso, acelere mi paso, siguiendo el aroma de aquel humano que se había metido al castillo. Conforme avanzaba me di cuenta que su camino iba directamente a mi habitación, no me molestaba en cerrarla ya que ahí cada quien se preocupaba por sus cosas, por lo que no me preocupaba que alguien entrara pero, para mi sorpresa aquel humano, había elegido un mal día, un mal momento, un mal lugar y por sobre todo, la persona equivocada para molestar. Cuando entre a mi habitación, cosa que hice con extrema cautela me di cuenta que su cuerpo yacía sobre el sofá del interior y por el sonido de su respiración me di cuenta de que se encontraba dormido. Su descaro no podía ser mayor, ya era el segundo humano idiota y atrevido que me topaba en la noche, solo que a este… me encargaría de hacerle pagar lo que no pude con aquella mujer. Resople con pesadez y bufe molesto mientras que me acercaba hacia el sofá con mis manos amenazando con convertirse en un puño pero sin llegar a ello, dejándolo en pequeños movimientos con mis dedos y una vez que estuve frente al sofá, cerré por completo una de ellas y con toda la fuerza y empuje de mi brazo la deje ir en un tremendo puñetazo sobre su estomago, pero antes de que terminase de despertar por el golpe y recuperarse del mismo le tome por los cabellos y levante su cuerpo dejando su rostro de frente al mío.-Pero mira nada mas… parece que debo aprender a cerrar la puerta o se meten las cucarachas…- Dije con mofa y tirando de sus cabellos empecé a caminar hacia una enorme ventana que había en mi habitación y en el cristal de la cual comencé a estrellar su rostro una y otra vez hasta que el agujero del vidrio fuera lo suficientemente grande para sacar su cuerpo por este y dejarle al vacio, sosteniéndole únicamente con el agarre de sus cabellos, amenazándole con dejarle caer, ya que para el frágil cuerpo de un humano, una caída desde el tercer pido del castillo donde estábamos, le causaría graves lesiones y sin nadie que le ayudase ahí, moriría en el lugar donde cayera. - Que mal día escogiste para hacerme una visita…-Dije secamente y sacudí su cabeza y cuerpo por el cabello hasta acomodarle para que me viera a los ojos, los cuales detonaban en cólera, de solo ver los gestos de dolor de su rostro. -Tienes diez escoria humana, diez segundos para escupir una sola oración que no me haga soltarte…-Sacudí de nueva cuenta su rostro por sus cabellos y con el hacia movimientos hacia abajo, amenazando con dejarle caer, mientras que empezaba con la cuenta regresiva dentro de mi cabeza…8.

6, 5,… Ni siquiera me iba a molestar en continuar con aquella cuenta regresiva, seres tan insignificantes como los humanos no se merecían el tiempo que yo les permitía respirar y este en particular, por alguna razón lograba sacarme de mis casillas con solo sus expresiones. En el momento justo en que planeaba soltarle sin siquiera haber llegado al numero 3 su risa y esa voz, ese maldito tono de voz que tenia, además de hacerme bufar molesto me confirmaba nuevamente que no había criaturas mas idiotas. “Tu” jodida palabra que salió de sus labios, de sus asquerosos labios humanos, no podía ser aun mas patético al creer que tenia los suficientes huevos para tutearme, aquello hizo que mi sangre ardiera, en mi cabeza le imagine en miles de pequeños pedazos, imagine su inútil cuerpo embarrado sobre el suelo de los jardines que estaban debajo de mi ventana pero eso era demasiado blando, tenia que hacerle sufrir en carne viva lo que había sido, o mejor dicho, la estupidez que se le había ocurrido al irme a…buscar. Ido en aquellos pensamientos y la cólera que me invadía esos movimientos suyos me…sacaron un poco de mi ensimismamiento y con aun mas fuerza sostuve sus cabellos, obligándole a que se mantuviera quieto, pero aquella insignificante criatura parecía venir con una sarta de artimañas, con las que se las había ingeniado para sacar la mitad de mi cuerpo por la ventana y no solamente eso, su asqueroso cuerpo colgaba del mío para sostenerse. Pero nada, nada, de todo aquello podía haberme puesto aun más colérico que el hecho de que sus labios chocasen con los míos… no era que me importara, lo había hecho muchas veces sin llegar a necesitar una razón, ya fuera por diversión, o buscar una nueva manera para experimentar el dolor que pudieran soportar sus patéticos cuerpos, pero justo en ese momento… este humano se había ganado con una razón, que lo matara… Pero quería ver que tan grande podía ser esa razón, maniobro su cuerpo llevando mis manos a que se lastimasen acto por el cual una mueca deformo mi rostro y solo hizo que mi semblante se endureciera aun más. Le deje que hablase, ya que sus palabras no valían que les prestara mi valiosa atención, pero ese maldito tuteo de su parte resonaba en mis oídos como fuertes punzadas. Finalmente cuando se empujo para que entráramos de nuevo en la habitación, acto que atino un golpe sobre mi cabeza y ante cual inmediatamente sentí el aturdimiento que me llevo a caer al suelo con él encima. Me concentre en seguir sus acciones con la mirada, esperaba digamos… el momento para enseñarle con quien se había metido y a quien se estaba atreviendo a tocar. Sus palabras eran… divertidas no pensaba que hubiera alguien con esas ideas y que se aventurara hasta esos extremos para que alguien se lo jodiera, por que con sus acciones era lo único que me venia a la mente que quería, pero esa altanería suya me amargaban las ideas y ya le había dejado ir muy lejos. Al tener mis dedos en su boca, cerré estos dentro de la misma para enganchar su mandíbula, con ayuda de esos dos dedos y de mi pulgar presionando la parte baja de su mentón; con ese agarre jale su rostro y cuando estuvo lo suficientemente cerca musite con un tono ronco y seco.- Quien te crees tu, para venir aquí a joderme… y lo que es todavía mas estúpido… a tutearme como si estuvieras a mi altura….- Eche hacia atrás su rostro soltándolo de mi agarre, pero antes de que este se fuera de espaldas por lo fuerte de mi empuje, a puño cerrado deje ir el dorso de mi mano, con todo el peso de mi brazo en una de sus mejillas. Su cuerpo cayo de lado, directo al suelo, me levante de este y camine un par de pasos hacia donde él estaba para inclinarme y cogerle el cuello de su camisa, obligándole a levantarse para volver a llevar su rostro frente al mío.- Quieres jugar conmigo ¿He? Pues déjame enseñarte como se juega y no conmigo, si no para mi…- Solté el cuello de su camisa y con esa mano tome las dos suyas por las muñecas y les levante por encima de su cabeza, presionándoles con fuerza, enterrando mis uñas en la carne de estas y con uso de la otra, volví a tomar el cuello de su camisa, esta vez por la costura de este para dar un fuerte jalón del mismo para romper su ropa y de esa misma manera comencé a tironear de sus prendas, para deshacerme de ellas, dejándole solo restos y tiras de la tela de su camisa colgando de sus brazos. Jaloneando sus brazos por el agarre que mantenía en sus muñecas camine hasta los cajones de uno de mis buros de donde saque una botella de vino de boquilla mediana y con ella en mano me dirigí de nuevo a la ventana. Deje la botella en el suelo para poder usar mi mano libre y retirar mi cinturón el cual puse alrededor de mi cuello de momento para seguir por llevar sus brazos a someterles contra su espalda y con el cinturón anude sus muñecas con este mientras que le empujaba hacia la ventana donde saque la mitad de su cuerpo nuevamente por esta, dejándole empinado con el pecho a una escasa distancia de los vidrios que se habían quedado incrustados en el marco de aquella ventana; con solo una de mis manos sostuve su cuerpo para que quedara en ese lugar mientras que con la otra, tironeaba de mi camisa para sacar los botones de esta y terminar por arrancarla de mi cuerpo para poder usar la tela de esta para dar un nudo mas al agarre que tenia mi cinturón sobre sus manos, además de levantar estas un poco para atarles al fierro que estaba a mitad de la ventana. Sabía bien que si el quería al soltarle si no dejaba caer todo su peso, los vidrios en la ventana no alcanzarían su piel por lo que pude soltarle ya con sus manos aseguradas, para poder llevar una de las mías a la botella de vino que había tomado. Destape la botella y con mi otra mano tome uno de sus glúteos con fuerza para abrirles y de una sola estocada arremetí con la botella su entrada, vertiendo el alcohol de esta en su interior; justo antes de que esta se terminase, la saque de él y lleve el dedo pulgar de mi mano libre a su entrada para retener brevemente el licor en su interior para con la otra rápidamente, estrellar la botella justo en la parte de arriba del marco de la ventana, dejando la boquilla rota, misma que sin tardar mas, retire mi pulgar de su entrada para arremeter con ella su entrada. Las partes rotas se incrustarían en sus paredes, cortándoles, causándole heridas en su interior y en las cuales el licor no tardaría en actuar metiéndose en estas, pero importándome poco esto empecé a mover la botella en su interior, observando con regocijo como entre sus piernas empezaban a deslizarse los hilos del vino mezclados con los de su sangre. Sin dejar de mover la botella me puse en cuclillas y empecé a lamer con descaro el interior de sus muslos, limpiando la sangre mezclada con el delicioso sabor del vino y antes de que pudiese limpiarles por completo me levante de nuevo y puse mi mano sobre su espalda.-Ahora, humano, como la basura que eres, dame una buena razón para creer que merece la pena que yo juegue contigo… - Dije con un claro tono de mofa y al mismo tiempo que movía la botella en su interior empecé a empujar su espalda con mi mano, estrellando su pecho en el marco de la ventana.-Anda…habla… gime, grita, llora, convénceme…-Solté una sonora carcajada y con toda la fuerza de mi mano empuje la botella en su interior, dejándola un momento dentro, pero sin dejar de estrellar su pecho contra los vidrios de la ventana.

Al escucharle, un mohín marcado apareció en mi rostro y mis cejas se arquearon cuando su pierna empezó por frotarse de esa manera con mi entrepierna a lo que de inmediato me separe de ella a la vez que sacaba la botella de su interior, de un solo jalón. Un hilo de sangre comenzó a salir de su entrada y lleve la botella a mis labios para con la punta de mi lengua, limpiar algo de la sangre que había en ella, además de pequeños pedazos de la piel de las paredes de su entrada. Me relamí los labios y arroje la botella de lado para luego, refregando mi entrepierna en su trasero, inclinarme encima suyo hasta poder alcanzar su oído con mis labios.- Pero que humano tan… interesante… por no decir estúpido, pero he de admitir, que…-Deje mi oración abierta y lleve mis manos a sus glúteos los cuales apreté con fuerza y al mismo tiempo les abría con brusquedad importándome poco lo lastimada que estaría su entrada.-Me harás probar suerte… humano, ya estoy mas que fastidiado… pero, relajar mi cuerpo contigo, no parece mala idea ahora que veo que lo disfrutas…-Me separe de su cuerpo y me dirigí a un enorme mueble lleno de cajones que tenia en mi habitación mientras que en el camino me iba deshaciendo de mis pantalones y de mis interiores para quedar completamente desnudo y así termine de avanzar hacia el mueble y en los cajones de este comencé a rebuscar un par de… trebejos que mantenía ahí escondidos para “jugar”. – Aunque, a mi no me gustan los juguetes tan fáciles, y por encima de ello, no me gustan tan habladores, limítate a contestar lo que te pregunte..Quieres ser mi juguete?... Atente a las consecuencias que conlleva eso, y si lo haces bien, para mi gusto, quizá me ahorre el esfuerzo de matarte…- De entre los cajones saque una pequeña botella que contenía una solución de sal y azufre disueltos en agua y con ella, también saque un látigo, un artilugio de mis favoritos, ya que no era cualquier látigo, era un “Nervio de Toro” un látigo fino y pérfido, que con dos o tres golpes podía cortar la carne; además de tres Finger Armor hechos especialmente para mis dedos, medio, anular e índice y mismos que de inmediato coloque en una de mis manos. Con la solución de la botella, empape el látigo antes de regresar a donde le había dejado y una vez ahí pegue nuevamente mi entrepierna a su trasero y en movimientos con mi cadera refregaba mi miembro entre sus glúteos, metiéndole apenas un poco entre ellos, con el solo movimiento de mi cuerpo, mientras que paseaba el látigo por toda la piel de su espalda.-Veamos, primero…-Sonreí con perversidad y relamí mis labios al mismo tiempo que pasaba pesada saliva por mi garganta, de un momento a otro, tome mi miembro, que no estaba erecto en su totalidad y lo coloque en su entrada, donde observe como la sangre que había en esta empezaba a manchar la punta de mismo y antes de que hiciese otra cosa, alce mi mano en alto y deje ir de lleno el látigo sobre su espalda, dejando que el golpe cayera en una parte aleatoria de la piel de esta justo al mismo tiempo que arremetía su entrada con mi miembro de una sola estocada, en la cual sentí como sus paredes me envolvían en fuertes contracciones por aquella repentina intromisión y con regocijo observe la piel lacerada de su espalda por el repentino golpe.-.. Aquí no entra nadie, a menos que yo lo permita…- Dije en un tono despótico y lleve mi mano libre, la que adornaban las pequeñas armaduras a su miembro y en el tronco de este comencé a clavar las finas uñas de aquellas garras que estaban cubriendo a mis dedos.- Segundo…- Penetre con mas fuerza las uñas en la carne de su miembro y deje caer otro certero latigazo sobre su espalda al mismo tiempo que daba una embestida mas.-Habla solo cuando yo te lo pida… responde solo cuando yo te lo pregunte, gime y grita solo cuando yo te coja y no me provoques con palabras que solo me llevaran a arrancarte la lengua…-Sin importarme mas hacerlo al mismo tiempo que le lastimaba empecé a embestirle de manera frenética, buscando las fuertes contracciones de su entrada en las que sacaba mi miembro y volvía a arremeter contra esta para volver al rápido vaivén que llevaban mis caderas.- Tercero… tu única tarea es satisfacerme, en todo… si me aburres, acabo con tu patética existencia y me busco algo mejor…-Saque las filosas uñas de su miembro y las lleve a mis labios para lamer de estas la sangre que había en las mismas antes de regresar mi mano a su miembro y empuñar este con fuerza para que sin importar que el material y la forma de aquellos artefactos en mis dedos le lastimasen, y revivieran aun mas las heridas de su miembro, empezar a masturbarle de manera frenética, al mismo tiempo que no dejaba de mover brusca y fuertemente mis caderas y en un par de ocasiones mas dejaba caer el látigo sobre su espalda, observando con eretismo como su carne sangraba y se quemaba por el liquido que corría por el látigo.

Pase pesada saliva y jadee con algo de fuerza al sentir como aquel dolor que le producía le hacia ir aun mas rápido empujándose contra mi y llegar al grado de apretarme en su interior para que al momento de entrar el desgarre de sus laceradas paredes fuera aun mas intenso. Relamí mis labios un par de veces, ya que justo en ese momento sentía el calor en mi cuerpo subir en demasía tenia mucho de haber visto un juguete tan potencial y sobre todo, lo que lo hacia un mas peculiar era su raza. Frente a mi tenia un humano que desfrutaba de que le lastimasen, que buscaba esa exquisita mezcla del placer con el dolor que solo pocos lograban soportar. Apreté su miembro en mi mano y por entre las pequeñas rejillas de las finger armor, sentía la calidez de su sangre resbalar, manchándoles, llegando en delgados hilos a deslizarse por entre mis dedos, y misma que se esparcía por la extensión de su miembro entre cada movimiento mío. Empuje con mas fuerza mis caderas en contra suya, observando el brusco empuje de su cuerpo hacia adelante tras cada una de ellas y que una vez que regresaban ese delicioso sonido de la carne al chocar resonaba en mi oído y en reacción a aquello azote su espalda en dos golpes seguidos con el uso de toda mi fuerza sobre el látigo, fijando la mirada en la piel de su espalda en donde los golpes anteriores revivían y nuevas heridas aparecían y de las cuales comenzaba a brotar escandalosa sangre que de no ser por la mezcla del azufre con la que estaba bañado aquel látigo ya hubiera retirado con mi boca. Ante aquello, esa necesidad por tener más de su sangre esta vez deslizándose por mi garganta hizo que dejara el látigo de lado para luego seguir por salir de él al mismo tiempo que retiraba mi mano de su miembro para llevar esta directamente a mi boca, donde retire con mi lengua la sangre que había en los pequeños instrumentos de mis dedos. Con mi mano “libre” tome con fuerza uno de sus glúteos y jale de este para abrirle dejando su entrada a mi vista, viendo como de esta aun se deslizaban pequeños hilos de sangre y colocándome en cuclillas me acerque a lamer estos de ese lugar con descaro hasta dejarle en entero limpio, cambiando aquel carmesí por la humedad de mi saliva.-Veamos, si puedes seguir así de bien… humano…-Murmure entre una risa y lleve el dedo medio, de mi otra mano, para introducir este él, lacerando aun mas su entrada con la uña de aquel anillo, cortando todo lo que palpaba de las paredes de su entrada para que de estas comenzara de nuevo a correr la sangre misma que seguí a limpiar con mi lengua. Lentamente me incorpore, después de dejar “limpia” aquella zona.-Ya que ese no será el único lugar de donde tome tu sangre…-Me acerque a quitar el seguro que mantenía sus manos aferradas a aquel tubo de la ventana, dejando solamente esas amarradas tras su espalda. Con fuerza y sin importarme que las uñas de mis anillos se enterrasen en su piel, aferre mis manos a su cadera, lastimando con los objetos la piel de esta para poder girar su cuerpo al mismo tiempo que le empujaba contra la ventana para sacar su cuerpo por esta, dejando su trasero solamente recargado sobre el marco de esta. ME relamí los labios al observar su miembro cubierto de su sangre y seguí por colocarme en cuclillas para luego, con ambas manos aferrar sus muslos, lastimando con profundidad uno de ellos pero al mismo tiempo le deje con la mitad del cuerpo colgando fuerza de la ventana y abalance mis labios sobre su miembro para de este empezar a lamer con descaro la sangre que del mismo emanaba, comenzando lentamente a pasar las filosas uñas de mis finger armor por toda la zona de su pecho y vientre que mi mano alcanzaba. Dejando profundas heridas sobre su piel.

Seguí con aquel fiero vaivén, sin perder ni el ritmo ni la velocidad de este por ningún instante a pesar de las constantes heridas que pudiera causar la armadura de mi dedo sobre mi miembro ya que estas si bien podían llegar a ser profundas pero con mi condición no representaban nada y así como las hacia así comenzaban a sanar rápidamente a diferencia de las paredes de su entrada por donde seguían deslizándose pequeños hilos de sangre que abundaban el pequeño charco bajo nosotros.
Reí con fuerza ante su petición y en respuesta a ella con mi mano libre di una sonora nalgada a uno de sus glúteos, al mismo tiempo que empujaba mi cuerpo contra el suyo, sacando aun mas su este de la ventana mientras que le miraba con diversión y de un momento a otro, saque mi dedo de su interior, llevándome en las molduras de la armadura de este pequeñas porciones de la carne de su entrada, mismas que con total descaro lleve a mis labios para retirarlas.
-Te diré algo…humano…-
Dije marcando la última palabra mientras que terminaba de limpiar la armadura de mi dedo, misma que retire con mis dientes para luego arrojarle lejos dejando así que mi dedo descansara un poco de ella ya que conforme necesitaba moverme se volvía un poco molesta, además de que ya me había aburrido de usarla era el momento de pasar a otro tipo de entretenimiento.
-Si cuando termine contigo aun eres capaz de repetirme tu nombre, quizá y solo quizá me tome la molestia de recordarlo…-
Le mire a los ojos, sonriéndole con cierta mofa mientras que continuaba empujando mis caderas contra su cuerpo el cual se refregaba en el marco de la ventana y escuchar lo ultimo que salió de sus labios no pude evitar soltar una sonora carcajada. Me relamí los labios un par de veces y lleve mis manos a sus muslos los cuales tome con fuerza para darle un fuerte jalón a su cuerpo hasta regresarlo por completo dentro de la habitación y al estar hecho esto, solté sus muslos, dejándole caer al suelo y por consecuencia mi miembro salió de él.
-Y ¿En que crees que me importa ello? Limítate a hablar cuando yo lo ordene ya te lo dije…-
Me incline un poco sobre su cuerpo para poder alcanzar sus cabellos con una de mis manos y dando un fuerte tirón de ellos, le obligue a ponerse de pie sin importar lo débiles que seguramente estarían sus piernas y de esa manera comencé a tironear su cabello para avanzar con él hacia la cama.
-Deberías estar agradecido humano… eres el primero de tu… especie que va a tener el honor de tocar mi cama…-
Sonreí de medio lado y por el agarre de sus cabellos arroje su cuerpo hacia la cama para luego caminar yo hasta poder subirme en esta. Me coloque encima de él de inmediato y ya que mi empuje le había llevado a caer de boca contra la cama, aproveche la posición para acomodar mi miembro nuevamente en su entrada; con una de mis manos, tome las suyas por las muñecas que aun estaban atadas y con la otra un puño de su cabello para presionar o jalar su cabeza a voluntad y sin mas, comencé a arremeter de nuevo su entrada con fiereza dándole bruscas embestidas mientras que mi mano en su cabeza presionaba la misma contra la cama, a sabiendas de que ello seguramente le dificultaría el respirar, por lo que empecé un pequeño juego… Le embestiría bruscamente mientras que presionaba su cabeza contra la cama, llevándole casi hasta ahogarle para repentinamente sacar mi miembro de él y jalar su cabello con brusquedad para permitirle tomar algo de aire por escasos segundos para luego, continuar con aquello hundiendo su cabeza nuevamente en la cama.