Habitación de Itsuki Yui

Succubus

Había estado encerrada hacia un par de días, ya que después de dar varios paseos por el pueblo, no encontraba algo o a alguien lo suficientemente entretenido para mi; por lo que ese día opte por empezar a vagar por el castillo.
Suspire con fastidio, ya que después de recorrerle por casi el día entero ni siquiera me había topado con alguno de los demás vampiros que habitaban el lugar. Justo había decidido volver a mi habitación para dormir algo fastidiada por mi extrema aburricion, cuando mientras que atravesaba el pequeño balcón del pasillo que daba a las habitaciones y daba justo una clara vista a la sala del castillo, sobre uno de los sofás de este estaba un hombre alto, perdido en sus cosas. Sonreí con malicia y me acerque al pasa manos del balcón que para mi fortuna aunque estaba hecho de madera, era como una especie de reja de grandes espacios por lo que no me dificultaría ni mi vista para con él, ni la suya para conmigo. Me puse en cuclillas sin molestarme en si quiera ocultarme o hacer por ruido, tenia la clara intensión de que me escuchara y notara que estaba ahí observándole. Cuando vi cumplido mi objetivo, me senté de rodillas abriendo levemente las piernas y dejando caer por completo mi trasero sobre el suelo; ladee mi rostro y le vi con una ligera sonrisa mientras que apoyaba las dos manos en el suelo entre mis piernas y relamía mis labios ante su mirada, finalizando por morder ligeramente el interior mientras que le miraba, para luego de ello, llevar una de mis manos a mi cuello donde con solo mis dedos empecé a recorrer un lado de este, deslizando lentamente por mi pecho, deteniéndome por un leve instante en uno de mis pechos el cual recorrí con lentitud, presionándole levemente contra mi para luego bajar por mi vientre y cintura, llegando peligrosamente a mis muslos, pasando mis dedos solo un poco mas por entre el interior de este; para posteriormente, soltar una leve sonrisa juguetona y pararme rápidamente para avanzar de nuevo a mi habitación, azotando prácticamente la puerta de esta para “indicarle” donde me había metido.

Dhampir

Me encontraba reposando en la sala principal del castillo, leyendo un viejo libro que había tenido que desempolvar por el lamentable estado en el que se encontraba, así que estaba totalmente concentrado en esa lectura, no importandome el conocer a los que me rodeaban, mismos que poco a poco se habían retirado a sus habitaciones, dejandome con la tranquilidad del silencio.
Justo iba a cambiar de página cuando un repentino ruido llamo mi atención...se trataba del crujir de la madera, lo cual indicaba que alguien estaba ahí, observandome quizás.
Levante mi vista para encontrarme con la hermosa figura de una joven, que en realidad parecía una muñeca de porcelana pero poseía una gracia unica, que solo alguien de su tipo tendría.

Mi mirada siguio el camino que trazaban sus manos sobre su cuerpo, moviendose como si fuera un lienzo que poco a poco cobraba un color atrayente para mi.
Mis manos se cerraron en forma de puños como un simple reflejo al tener ganas de tocar su piel, y mis labios se entreabieron para formular una palabra, pero antes de que pudiera hablar ella salio corriendo hacia su habitación asotando la puerta ruidosamente.

Me puse de pie y a paso lento pero constante recorri el camino escaleras arriba, encontrado pronto la unica puerta cerrada. En esta estaba tallado el nombre de "Yui" sobre la fina madera.
Toque con el puño cerrado la puerta, encontrandome con que esta se abria casi de inmediato, dejandome el paso libre dicha habitación. -Que manera tan interesante de llamar la atencion...primor.- lami mi labio inferior, dando un paso dentro de la habitación para cerrar la puerta tras de mi, activando el seguro para dejarla encerrada conmigo dentro.
-Las presentaciones y formalidades solo nos estorban no crees? Además...Comprenderas que como buen espectador...exigo el espectaculo completo.- Camine lentamente junto a ella, rozandolo solo nuestros brazos mientras que la veía por encima de hombro, solo aspirando el aroma de su cuerpo y permitiendo que ella hiciera lo mismo.
Me dirigí al sillón de la habitación, cruzando mis piernas sin dejar de verla de arriba a abajo, mordiendo un par de veces más mis labios. -¿Qué más tienes que ofrecerme para llamar de nuevo mi atención y convencerme de que permanezca aqui?- dije recargandome en el respaldo del sillón, con mis manos apoyadas tambien ahí para no tener algun obstaculo en mi vista.

Succubus

Me quede de pie a unos cuantos pasos de la puerta, dándole la espalda a esta, escuchando gustosa, como mi pequeña “travesura” había funcionado para atraer a aquel vampiro; por lo que cuando el primero de sus golpes dio contra la puerta, me gire colocando las manos tras mi espalda esperando que terminara por entrar a la habitación y una vez dentro de ella, cuando el sonido del pequeño seguro de la puerta resonó en mis oído una pequeña sonrisa perversa apareció en mis labios.
-¿Llamar la atención?....-
Solté una pequeña risa y con la mirada seguí sus pasos, aprovechando aquel pequeño rose para aspirar el ligero aroma de su sangre y conforme el iba avanzando yo misma me giraba para no darle la espalda.
-Solo buscaba algo de diversión, así que…-
Empecé a decir mientras que daba leves pasos a donde el se había sentado, quedándome de momento solo frente a él mientras que sonreía de manera juguetona ante aquella “petición” suya.
-¿Ofrecer?.... Bueno ya conseguí que vinieras….-
Deje mi oración abierta y levante una de mis piernas para ponerla sobre la mesa para empezar a abrir una de mis largas botas para poder quitármela para luego seguir de igual forma con la otra, solo que esta vez de manera lenta y viéndole a los ojos.
-Y, hacer que te quedes, será aun mas divertido…-
Complete mi frase anterior dejando caer la segunda de mis botas de lado y con la pierna que aun mantenía sobre la mesa, empuje con ayuda de mi pie todas las cosas y adornos que había en esta para el suelo; me relamí los labios y a mi favor estaba aquella mesa ahora limpia, justo delante del sofá donde él estaba sentado. Me subí en esta, dándole la espalda, con una de mis manos apoyada firmemente sobre mi cadera mientras la otra se apoyaba sobre mi muslo y lentamente, mientras que le miraba por encima de mi hombro empecé a agacharme sin flexionar las rodillas para que claramente y ante su vista con lo corto que era mi Vestido, pudiera ver debajo de este mientras que mis dos manos se acomodaban en el interior de mis piernas y desde las rodillas empezaron a subir lentamente pero dándole ligeros apretones al interior de mis muslos. Antes de llegar justo a mi intimidad, detuve mis manos, retirándolas de ese lugar para volver a ponerme derecha. Di un paso con un pequeño giro sobre la mesa para ponerme frente a él y le mire perversa, relamiendo mis labios un y otra vez mientras que una de mis manos acariciaba mi cuello, echando levemente mi cabello hacia atrás mientras que la otra iba tras mi espalda, buscando el cierre del corto vestido que llevaba para deslizarle suavemente mientras le miraba y la mano que acariciaba mi cuello bajaba con lentitud por mi pecho, pasando por alto mis senos, solo rosándoles superficialmente para que esa misma mano que ahora bajaba por mi vientre bajo, se presionara entre mis piernas metiendo mi falda entre las mismas. Lentamente y mientras abría levemente las piernas me iba dejando caer de rodillas sobre la mesa mientras sostenía el caer de mi vestido apenas con los brazos ya que por mis movimientos este dejaba ya entre ver un poco mas de la mitad de mis senos, por lo que lentamente me di la vuelta para estar sentada, dándole la espalda. Eche los brazos hacia atrás y finalmente la parte superior del vestido cayo, dejando de mis caderas hacia arriba completamente desnudo.
-¿Te iras?...-
Empecé a decir mirándolo por sobre mi hombro mientras mordía mi labio inferior y enganchando el pulgar de una de mis manos empezaba a jalar el vestido de mi cadera, para que en el momento que me levantara este resbalara por mis piernas, dejando solo además de los guantes, mis largas medias unidas al pequeño liguero y esa pequeña prenda que cubría mi intimidad.
-Si me saben tratar, puedo ser muy divertida, pero si no…-
Aun dándole la espalda aproveche la altura que me daba la mesa y que el candelabro estuviera algo cerca para de este, tomar una de las pequeñas velas encendidas que había y dándome la vuelta, me puse al borde de la mesa para alzar una pierna y con mi pie alcanzar su mentón y levantar su rostro con ayuda de este mientras que jugaba con la vela encendida en mi mano.
-….Pues puedes irte y….dejarme jugar mejor a mi….sola….-
Musite juguetona y sin despegar su mirada de la mía, retirando mi pie de su mentón, incline la vela directamente sobre uno de mis pecho, dejando que un hilo de cera empezara a escurrir por este, llegando justo hasta mi pezón, forzando a que soltara un gemido y mordiera mis labios, y en mi cuerpo se presentara un pequeño espasmo acompañado de un leve cosquilleo.

Dhampir

No podía quitar la mirada de encima de su cuerpo, aunque sin duda sería una estupidez el perderme de algun detalle. Sobre todo por el hecho de que con cada movimiento que daba hacía algo nuevo que conseguía envolverme aun más.
Me llamaba la atención la especial manera que tenía para desnudarse, dejandome ver su cuerpo por unos instantes para luego....quitarlo de nuevo de mi vista a colocarse de espaldas, dejandome ver si...su bella y delgada figura, pero eso no era lo que deseaba admirar en esos momentos.
Fue hasta que se puso de pie para remover la pequeña vela del candelabro, que pude observar la desnudez de sus gluteos, pequeños y redondos, al igual de finos que el resto de su cuerpo que poco a poco iba siendo revelado en su totalidad para mi.
-Realmente crees que iria?- dije respondiendo a su pregunta, aunque esto hiciera que me distrajera y así ella pudiera poner su pie en mi mentón, obligandome a ver hacia arriba.
Me gustaba su impulsividad, esa manera en la que sus actitudes eran totalmente contrastantes con la apariencia que tenían, haciendo que uno creyera algo que no era totalmente cierto.
-No me atrevería a dejarte jugar sola cuando...podemos hacer de esto algo mucho más entretenido.- me estire para tomar de vuelta el pie que había puesto en mi mentón, jalandola con cuidado de la pierna para atraerla hacia mi, provocando que perdiera el equilibrio que cayera justo en mis piernas, al alcance de mis manos.
-Interesante tu gusto por la "cera"- dije quitandole la vela de las manos, ladeandola de inmediato para crear la ilusión de que la dejaría caer directo en su cara, pero antes de que cayera la volvía a incorporar justo a tiempo. -No esperaba menos de tí, sabía desde que te ví que eras lo más interesante que había en el castillo.
Afortunadamente no me equivoque contigo.- aún no había iniciado un roce de nuestros cuerpos, pero mis labios ya se encontraban en su mejilla, rozandose con su blanquecina piel para que mi respiración chocara contra esa zona.

Aun sostenía la vela con una mano, y con la otra pegue su cuerpo tanto a mi que sus pechos desnudos rozaban con mi pecho, haciendome que la sintiera aun a través de la tela de la camisa color vino que yo usaba. -Además de esto- ladee la cera de la vela para que cayera justo enmedio de sus pechos y mi cuerpo, quemandonos placenteramente a ambos al mismo tiempo. -¿Qué otras cosas interesantes puedes hacer con esta vela...princesa?- susurre ahora moviendo mis labios más abajo, justo donde terminaba su oido y comenzaba su cuello, para ahí poder hacer solo un simple "rasguño" con mis colmillos, con la unica intencion de abrir ligeramente su piel y que su olor escondido saliera a flote.

Succubus

Un pequeño quejido salió de mis labios al caer sobre sus piernas, pero mas que quejarme ante ello, relamí mis labios mientras observaba con diversión como “amenazaba” con llenar mi rostro de la cera caliente de aquella pequeña vela pero sin temer a eso permanecí quieta, soltando un par de suspiros por ahora ese ligero rose que daban sus cálidos labios a mi mejilla. Le mire a los ojos y ante cada una de aquellas palabras ladeaba la cabeza sonriéndole con perversidad, antes de que esa sonrisa se deformara en una pequeña mueca y mis dientes mordieran mi labio inferior ahogando un pequeño quejido por el ardor que ahora resentía entre mis pechos.
-Muchas….-
Murmure soltando una pequeña risa mientras que sentía la pequeña herida que hacia uno de sus colmillos y ante esto, ladee mi rostro para poder alcanzar a rosar sus labios con solo la punta de mi lengua y con una de mis manos tome la muñeca de su mano que sostenía la vela y la incline de nuevo sobre mi, esta vez en dirección de mi hombro para dejar que cayeran un par de gotitas de la cera sobre la piel de esa zona antes de con solo un pequeño soplido, acabar con la llama de esta. Tome la vela de su mano y la gire para dejar el lado de la mecha hacia abajo, antes de regresarla a su mano, dejando que solo sostuviera la base de esta, dejándome así un buen tramo de la longitud de esta para jugar. Ante sus ojos me relamí los labios y sosteniendo su mano con la vela con una de las mías por la muñeca la lleve lentamente a mis labios donde sin perder por instante su mirada empecé a acariciar toda la longitud de esta con solo la punta de mi lengua, la cual dejaba salir apenas un poco mas para empezar a humedecer aquel objeto con mi saliva mientras que mi mano libre iba directamente a su entrepierna en donde acomode toda la palma de mi mano y justo al mismo tiempo que engullía la vela con mi boca, mi mano empezó a subir y bajar por su entrepierna, en dirección de su miembro, comenzando a despertar este con aquellos movimientos los cuales coordinaba con los de mi boca que empezaba a dar ligeras embestidas contra el objeto. La vela salía de mi boca, mi mano subía por su entrepierna y cuando el objeto regresaba al interior de mis labios, mi mano bajaba por su despierta entrepierna. Continúe con aquello durante un instante mas antes de sacar la vela por completo de mi boca, dejando solo un pequeño hilo de saliva uniéndola con mi lengua para luego, guiar su mano con la vela a su propia entrepierna acomodándola para que pareciera que se tratase de su propio miembro y dejándola en ese lugar, sosteniéndola con mi mano, me medio levante para acomodarme mejor y poder llevar mi rostro a esta para que, fijando la mirada en la suya empezar a engullir de nuevo la vela esta vez viéndole desde la altura de su entrepierna por un momento, moviéndome aun mas rápido para luego, sin retirar su mano de ese lugar, llevar mis piernas a sus costados y con uso de mi mano libre hacer solo aun lado mi pequeña prenda interior para dejar expuesta mi intimidad y asegurando con mi mano su muñeca para que no moviera la vela de su lugar empecé a mover mis caderas a manera de que se rosara directamente en mi intimidad mientras que al ritmo de los movimientos me presionaba para que esta fuera entrando lentamente, llevándome a soltar suspiros a lo que acercaba mi rostro al suyo para que al momento de dejarme caer por completo sobre su entrepierna, obligando a que la vela entrara de una sola estocada, soltar un gemido directamente sobre sus labios, para seguir por resoplar en ellos antes de empezar a moverme, empezando un pequeño vaivén, ayudándome de mi mano suelta que lleve a su hombro para impulsarme hacia arriba y volver a dejar caer en repetidas ocasiones, mientras que mantenía la mirada fija en la suya, dejándole ver todos y cada uno de los pequeños gestos que mis propias acciones causaban.

Dhampir

No era alguien que solo se dejara llevar quedándose quieto, mucho menos al tener una exquisitez como la suya sobre mis piernas, pero el espectáculo visual que me ofrecía era lo bastante bueno como para abandonar mis costumbres y quedarme quieto...observando el movimiento que hacía con sus labios sobre la vela como si de mi miembro se tratara, sin duda una visión que por si sola era bastante sensual aumentada por el estimulo que creaba su delicada mano, subiendo y bajando ritmicamente por mi miembro.

Como si aquello fuera poco, segundos después me encontré con la vela a la altura de mi entrepierna haciéndolo totalmente sugerente pero sobre todo sugestivo. -Disfrutas de esa vela no? Tanto jugueteo me hace preguntarme si realmente...has sentido algo verdaderamente "fuerte" dentro de ti.- tantee al notar como se comenzaba a rozar con ese pedazo de cera, buscando su placer de esa manera justo antes de dejarse caer en esta, autopenetrandose de golpe.
Por una fracción de segundos una pizca de celos llego a mi por ver el estimulo que recibía con un objeto inanimado en lugar de ser mi cuerpo quien lo provocara, por lo cual rompí al fin con mi "buen comportamiento" jalandola por las caderas para cargarla como si de un costal se tratara, dejando su cuerpo flexionado sobre mi hombro. Me dirigí hasta la cama, depositandola bruscamente boca arriba, de inmediato colocándome encima de su cuerpo.
-No pensé que tuvieras tantas ideas, ni mucho menos que todo lo que saliera de tu bella y loca cabeza fuera tan...atrayente.- sonreí de costado, deslizándome por su cuerpo hasta colocarme justo entre sus piernas, abriéndolas de tal forma que podía observar el pedazo de vela entrando y saliendo de ella por los movimientos naturales de su vagina. -No crees que mereces un premio?- coloque mis colmillos justo en el borde de su delgada ropa interior, haciendo solo un "rasguño" que pudo romper la tela, dejándola en un inservible pedazo que fue fácil de remover por sus piernas.
Al reventar esa prenda también había conseguido obtener algo de sangre de su pubis, deleitándome por las diferentes tonalidades de sabores que ofrecía cada parte de su cuerpo, haciéndome preguntar como sería el sabor de...otras zonas.

Mire hacia arriba, notando su delgado vientre subiendo y bajando, acelerándose cuando yo baje por su cuerpo, llegando a su intimidad, totalmente húmeda y caliente, que despedía un intenso olor a placer. Sin musitar palabra alguna asome mi lengua, utilizando la flexibilidad de la misma para abarcar sus labios vaginales, recorriendolos de arriba a abajo, tomándome mi tiempo en recoger su liquido de sus paredes internas. Un fuerte atisbo de sadismo llego a mi al ver de cerca los ligeros movimientos que hacia su clítoris a causa de las sensaciones de placer, provocandome que quisiera enterrar mis dientes en ese pequeño botón y beber de su caliente sangre...aunque me detuve de golpe ya que quería comprobar primero su resistencia y gusto hacia el dolor, cosa que no me preocupaba ya que me había demostrado que era un pequeño y delicado estuche...lleno de oscuros secretos.
Con mi lengua seguí recorriendola, esta vez succionando su clítoris, a la vez que con mis dedos empujaba ligeramente la vela dentro de ella, queriendo ver cual era el limite que podía tomar. Me asegure de que gran parte de la vela estuviera dentro de ella para luego empuñarla con mi mano derecha, comenzando a molerla circularmente, de tal forma que restregaba con cada sensible pared de su vagina.
Mis movimientos se hicieron más y más fuertes, consiguiendo así obtener después de poco rato, preciadas gotas del fruto de mi lujuria...su sangre.

Succubus

Ante sus ojos, relamí mis labios un par de veces y deje que de entre estos mis gemidos provocados por mis acciones salieran libremente, no me molestaba en contenerlos ni mucho menos, al contrario le mostraba y dejaba escuchar todos y cada uno de ellos, y entre un pequeño gemido, sus manos se apoderaron de mi cadera y ante su forma de llevarme, una pequeña risa salió de entre mis labios; en una reacción instintiva mi espalda se arqueo levemente al caer a la cama pero esa sonrisa mía no se desvanecía de mis labios y a estos, lleve los dedos de la mano con la que… jugaba hacia un momento para ante su vista lamer cada yema de estos, retirando cualquier huella de mi esencia que pudiese haber en los mismos.
-Y aun no te he enseñado las mejores…como ya dije… si me saben tratar… puedo ser muy, divertida…-
Alce un poco una de mis piernas, dándole un pequeño rose con ella directamente a su entrepierna y mientras que mordía mi labio inferior, le observe bajar por mi cuerpo. Ante su interrogante mi sonrisa se amplio y al mismo tiempo se deformo junto con mi rostro ante un pequeño gesto causado por la herida que había provocado sus colmillos sobre mi piel. Sin despegar la mirada de sus acciones, eche levemente la cabeza hacia atrás, entrecerrando apenas un poco los ojos mientras que sentía lo agitada de mi respiración mover mi pecho y vientre a lo que además atribuía los jadeos que salían de mis labios ante el delicioso contacto de su lengua sobre mi sexo. Deje que mis manos cayeran a los costados de mi cabeza y cerré los ojos mientras que sonreía y jadeaba perdiéndome en los movimiento de su lengua entre mi intimidad y como sus labios daban esa especial atención sobre mi clítoris, llevándome a arquear la espalda con algo de brusquedad y a que mis piernas comenzaran a amenazar con cerrarse. En mi interior comencé a sentir de nuevo el movimiento de aquella vela y como esta se movía sobre mis paredes maniobrada por su mano y con forme sus movimientos avanzaban, mis manos se cerraban en un fuerte puño donde en las palmas de mis manos se clavaban mis uñas, llegando a atravesar la piel de estas. Sentía un ardor y una pequeña punzada en mi interior y al sentir una calidez aun mas fuerte que la de mi humedad deslizarse por mi cavidad me di cuenta aquel aquellos bruscos movimientos suyos, me habían lastimado por dentro. Mordí uno de mis labios, ahogando apenas un leve quejido y una de mis manos fue a su cabeza, para enredar un poco de su cabello para tirar un poco de este para que su vista se levantara junto con mi rostro.
-Vamos a jugar rudo ¿he? … -
Me relamí los labios ante su mirada y dejando su rostro en ese lugar, solté sus cabellos y lleve esa mano a mi intimidad, para con mis dedos buscar ese cálido líquido que corría por esta mezclado con mi humedad, el cual tiño mis dedos, mismos que lleve a mis labios y partiendo desde la comisura de estos, empecé a formar un pequeño camino que se deslizaba por mi cuello, manchando un poco mi piel y después de dejar ese húmedo camino ligeramente carmesí, echándome un poco hacia atrás levante mis piernas para llevarlas directamente a sus hombros, aprisionando su cabeza en el interior de mis muslos y mientras que le miraba a los ojos, lleve una de mis manos a la vela que estaba en mi interior, para lentamente sacar esta, obligándome a soltar un par de gemidos. Saque aquel objeto por completo de mi y en torno a su cuello apreté mis piernas al mismo tiempo que contraía con fuerza las paredes de mi cavidad y de una sola y certera estocada, arremetí de nuevo contra esta usando aquella vela; arquee mi espalda con algo de brusquedad e inevitablemente un quejido abandono mis labios al sentir como mis paredes se desgarraban y de manera casi inmediata sentí correr por entre mis glúteos un cálido hilo de humedad que estaba segura se trataba de sangre.
-Juguemos rudo entonces… Pero me gustaría saber, que tú puedes hacer mucho mejor trabajo que ese trebejo…-
Dije entre un pequeño jadeo y flexionando las piernas sobre sus hombros, le fui empujando para que su rostro quedara completamente pegado a mi sexo.

Dhampir

-¿Acaso hay otra forma de jugar?- dije levantando mi rostro para verla, en otras circunstancias habría apartado su mano de un golpe, soltándome y haciendo lo que fuera mi voluntad, pero ella...ella sin duda era diferente, era tan traviesa, tan sádica y a la vez tan seductora que no resistía a ver lo que tenía en mente, siguiendo entonces sus movimientos.
No tuve que voltear a ver lo que hacían sus dedos, pues era obvio que buscaban algo de ese preciado liquido, mismo que pronto llevo a sus labios, deslizándose por su cuello, culminando en esa zona...como si mi hambre de ella no fuera lo suficientemente fuerte, todavía se aventuraba a hacer ese tipo de acciones.

Una ligera y maquiavelica sonrisa se formo en mis labios al verme apretado por sus piernas, comprendiendo...deseando, sentir esa fuerza en mis caderas mientras que yo la tomaba, o queriendo probar la elasticidad de las mismas al doblarla. Pero ya tendría tiempo para eso, ahora mi concentración estaba en ver como sacaba la vela de su cuerpo, dejándome ver las contracciones de sus paredes justo antes de ser penetradas de nuevo, esta vez con una violencia tal que provoco que más sangre brotara de ahí, como una ligera fuente...
No desaproveche la oportunidad para recoger con mi lengua la sangre de alrededor, aventurando mi larga lengua hasta su entrada trasera, solo dándole lenguetazos para dejarla limpia y que así solo quedara un fino hilo de restos de sangre que comenzaba a secarse. -Por supuesto que puedo, pero no negare lo entretenido que es ver de que manera tan particular te entretienes. No han jugado mucho contigo eh?- Con mis dientes tome el extremo de la vela que quedaba fuera de ella, utilizando esa especie de agarre para empujar la misma dentro y fuera de su cavidad, escuchando el lujurioso sonido que hacia cada vez que al entrar algo de sangre salía. -Pero ahora será difícil que te libres de mi.- complete mi frase anterior mientras que sacaba definitivamente la vela de su cuerpo, tomándolo esta vez con mi mano para observar la deliciosa sangre que la manchaba.
Deje la vela ensangrentada al lado de nuestros cuerpos, y a pesar de lo apresado que estaba mi cuello no vacile en empujar mi cuerpo hacia arriba, con tanta fuerza que sus piernas se vieron obligadas a doblarse, haciendo su cuerpo un ovillo con sus rodillas pegadas a su pecho, nuestros rostros frente a frente y mi entrepierna rozándose con su expuesta intimidad.
Atiné a bajar mi mano derecha por mi cuerpo, deslizando la ropa que aun portaba para sacar solamente mi duro órgano, guiando el mismo a su intimidad.
Mire de reojo con fascinación como al rozarme un poco con sus "flor" conseguía empaparme de sangre...su sangre. -Lastima que no puedas ver desde ahí.- sonreí semi-egocentricamente, dejando la cabeza de mi miembro dentro de ella.
Después dirigí ambas manos a sus flexionadas piernas, haciendo fuerza para abrirlas levemente, consiguiendo separarlas de mi cabeza y guiarlas a mis caderas, fijándolas con fuerza de ahí, aunque en esa acción tuviera que enterrar mis largas uñas negras.
Habiendo conseguido la posición que deseaba pude inclinar mi cuerpo hacia el frente, lamiendo solo con la punta de mi lengua la sangre que ella había dejado. -Sabes tan deliciosa...- murmure abriendo bien mi boca, sacando mis filosos colmillos a relucir, para así propinarle una fuerte y concisa mordida en el cuello, enterrándome tan profundo que podía sentir su sangre deslizándose por las comisuras de mis labios. Justo al hacerlo había empujado mis caderas, penetrándola con un duro, violento y certero movimiento, así que ahora no sabía bien si sus quejidos eran por el dolor de su cuello o por el placer que sentía su intimidad...cosa que daba igual, de cualquier forma su voz era perfecta cuando gemía.
-Supongo que te vas dando una idea de que una simple objeto no tiene nada a diferencia de mi- chasquee mis labios, dándole succiones a su cuello para llenar mi boca, para poder acomodarme de nuevo frente a frente.
Abandone una de mis manos de sus piernas para guiarla a su mentón, obligandola a abrir su boca para que yo pudiera abrir de igual manera la mia, dejando caer un fino hilo de su sangre mezclada con mi saliva directo en ella, "alimentándola" de su propia sangre.-

Succubus

Sentía el subir y bajar de mi pecho por mi agitada respiración, además de ese ardor en mi interior que se mezclaba de deliciosa manera con el recorrer de su lengua en mi intimidad, misma que se encargaba de limpiar el liquido que corría por ella y que comenzaba a emanar de una manera aun mas ligera conforme el escozor se iba bajando. Entre una leve mueca de dolor, en mis labios se formo una pequeña sonrisa y de entre los mismos escapo una casi inaudible risa y en el momento en que aquel objeto se empujo contra mi arquee mi espalda al mismo tiempo que llevaba mis manos a sus cabellos, los cuales enrede entre mis dedos y en movimientos completamente contradictorios, ese agarre jalaba de sus cabellos para alejarle e impedir que metiera aun mas aquella vela en mi mientras que mis caderas se alzaban aun mas en busca de esa por demás placentera sensación agridulce del placer mezclado con el dolor.
-No… hay nadie divertido con quien jugar… o mejor dicho… alguien que sea capaz de satisfacerme en mis juegos…-
Hable entre pequeños jadeos y finalmente un gemido de alivio salió de mis labios cuando aquella vela salió de mi y antes de recuperarme de ello un claro quejido abandono mi garganta ante aquella posición; entrecerré mis ojos, sin perder vista de lo que hacia y abrí un poco mas mis labios para permitir que mi lengua se asomase por entre estos por un momento antes de morderles al sentir aquellos pequeños roses que había entre mi intimidad y su erecta entrepierna. Aquellos roses se hacían aun mas directos y ante estos, comencé a permitir que de entre mis labios salieran libremente un par de gemidos y con ayuda de mis piernas sobre sus hombros, cerré estas con un poco mas de fuerza entorno a su cuello y con ayuda de ese agarre. Le apalanque un poco más sobre mí lo que provoco una leve mueca de dolor en mis labios por aquella posición pero que me serviría para alcanzar sus labios con los míos y con mis dientes tome el inferior suyo y jale de este haciéndole resbalar de entre mis dientes antes de soplar en sus labios y sobre los mismos susurrar.
-Pero siento… el dolor… el rose... el exquisito calor de tu hombría invadiéndome… y no te… invite para que le enseñaras a mis ojos… si no para que… le hicieras sentir a mi cuerpo…-
Relamí la sonrisa de mis labios y de entre ellos nuevamente un suspiro salió cuando mis piernas se tornaron sobre su cadera, la cual apreté con fuerza en ellas así como el apretaba sus uñas sobre mi piel y ante lo cual yo lleve una de mis manos a su nuca, para presionar mas su rostro contra mi piel y justo cuando sus labios se abrieron mostrándome sus colmillos los cuales veía con mis ojos entreabiertos prediciendo su siguiente acción, misma que me obligo a soltar un sonoro gemido, ya que aquella mordida acompañada de el arremeter de su miembro contra mi, me llevo a arquear mi espalda con brusquedad, a que mis piernas apretaran con mas fuerza sus caderas y a que mi cabeza comenzara a moverse de un lado a otro mientras que dejaba caer mis manos a los costados de mi cabeza, y cerré las mismas, clavando mis uñas en la palma de estas y antes de que pudiese predecirlo su mano llego a mi rostro para abrir mi boca, y en la misma comencé a saborear el sabor de mi propia sangre que resbalaba por mi garganta. Sonreí ante aquello y lleve mis manos a su rostro el cual aprisione entre ellas para poder acercar este mediante ese agarre, llevando sus labios a chocar con los míos y atrapando su labio inferior entre mis dientes jale de este para abrir su boca y hundir mi lengua dentro de esta, comenzando con un vehemente beso y aprovechando su… distracción en ello, aprisione su cuerpo entre mis piernas para poder, empujar mi cuerpo contra el suyo al mismo tiempo que me giraba para dejarle debajo de mi, y al cambiar la posición, me separe jadeante de sus labios y rápidamente lleve mis manos a su pecho donde con ayuda de este y de mis rodillas que habían quedado a los costados de sus caderas, comencé a subir y bajar sobre su miembro, de manera frenética mientras que mi rostro se acomodaba en uno de los huecos de su cuello, donde de entre mis labios asome uno solo de mis colmillos y clave ligeramente este desde el inicio de su cuello, para irle deslizando por la piel de este, dejando un profundo arañazo del cual no tardo en brotar las primeras gotas de su sangre las cuales me acerque a retirar con mi lengua al mismo tiempo que mis uñas hacían lo mismo sobre su pecho, clavándose con la fuerza suficiente para que estas atravesaran su piel y poder así bajar lentamente hasta su abdomen dejando varios hilos carmesí que ahora decoraban su piel y de los cuales lamí el exquisito sabor de su sangre mientras que continuaba con ese subir y bajar de mis caderas encima suyo, quedándome en ocasiones por completo con su miembro en mi interior el cual aprisionaba entre mis paredes para hacer mas placentero el breve momento en el que este abandonara mi intimidad para luego dejarme caer de un sentón, llevándole lo mas profundo que podía de una sola estocada.

Dhampir

Me percaté de lo demandante que eran sus acciones cuando me vi jalado hacia ella, comenzando un violento, cadencioso y por demás sensual y agresivo beso, en el cual nuestras lengua recorrían y trazaban lascivos caminos dentro de la boca del contrario.
Aun dentro del beso note los ligeros movimientos de su cuerpo, indicándome de que todo había sido una conveniente distracción para hacer algo más. Sin embargo, a pesar de haberme dado cuenta...no la detuve, viéndome vencido una vez más por la curiosidad que me daban sus acciones.
Ladee mi sonrisa totalmente complacido cuando la tuve sobre de mi teniendo así la lasciva y deliciosa imagen de su cuerpo "tomando el control", comenzando con erráticos movimientos que no perdían un ritmo fuerte ni un instante.

Me apoye en mis codos para levantarme un poco, siguiendo de esa manera con la vista el camino que trazaba su colmillo sobre mi piel, abriendo la misma en finos hilos que pronto se tiñeron del rojo carmesí de mi sangre.
La deliciosa sensación de ese inconfundible dolor, con el contrastante placer de sus estrechas y húmedas paredes internas provocaban que los más roncos gemidos se escaparan de mi garganta, ni siquiera molestándome en contener alguna reacción de mi cuerpo y dejándola divertirse con sus reglas.

Pero pronto el estar "tranquilo", comenzaba a ser molesto, por lo cual flexione mis piernas, buscando un apoyo para empujar mi cuerpo hacia adelante, quedando arrodillado en la cama y con su cuerpo bien aferrado al mio por uno de mis brazos que rodeaban sus caderas, evitando que fuera a moverse por mi nueva posición.

Desde ahí era más fácil bombear mis caderas hacia arriba, haciéndola rebotar en mi erección sin piedad alguna.
Nuestra posición creaba un constante roce de su delgado torso con mi pecho, cosa que causo que la sangre que ella misma había obtenido de mi, manchara su cuerpo, sobre todo la zona de sus delicados pechos que con cada penetración conseguían mancharse más y más. No iba a desaprovechar algo como eso, por lo cual disminuyendo un poco la velocidad, guié mi lengua a sus pechos, lamiéndolos y deleitándome del sabor de mi propia sangre con su sudor.

En cierto momento atine a voltear a la mesa de al lado, encontrando en esta una interesante lampara de forma alargada, teniendo varias ideas a realizar con esta. Tuve que separar mis labios de su cuerpo para observarla por unos instantes, quedando frente a frente en el momento justo en el que enterré mis dientes en mi muñeca, haciendo un corte lo suficientemente profundo como para otorgarle una buena cantidad de mi sangre.
Guié mi muñeca a su rostro, tapando apropósito sus ojos con mis dedos y mientras que ella se veía entretenida en lamer mi sangre, yo me dedicaba a estirar con habilidad la otra mano hasta la mesa de al lado, tomando la lampara y quitandole la parte de arriba y el foco con necesidad de tal solo una sacudida.
Cuando me percaté de que quedara solo la base de la lampara, la coloque discretamente cerca de sus glúteos, esperando el momento justo en el cual sus caderas se movieran hacia abajo para que se auto-penetrara de manera dura y de seguro dolorosa.
-No eres la única que puede usar las distracciones a su favor.- murmure apartando mi muñeca de sus labios, lamiendo superficialmente mi herida para ayudar a que cerrara mientras que la observaba fijamente con una ladina y malevola sonrisa en el rostro, notando como sus facciones luchaban entre el dolor y el placer.

Succubus

Deje que mi cuerpo continuara dando esos saltos que se concentraban sobre su entre pierna y ni siquiera me moleste en objetar por el movimiento de su cuerpo, al contrario esperaba ansiosa con que me saldría esta vez ya que me había demostrado que cualquiera de sus movimientos podía llegar a hacer aun mas divertido nuestro pequeño juego por lo que entre pequeños quejidos y algunos gemidos que salían de entre mis labios, me aferre aun mas a su cuerpo, facilitándole el hecho de acomodarse, ayudando ahora a las embestidas con el movimiento de sus caderas.
Entre cada subir y bajar de mi cuerpo sobre el suyo, sentía el exquisito rose de mis pechos en el suyo y como su caliente piel daba esa fricción directamente sobre mis pezones de a ratos, lo que les lleva a poner aun mas duros, a arrancarme mas que pequeños gemidos, una ola de ellos, salía de entre mis labios los cuales se hacían aun mas sonoros cuando su húmeda lengua llego a mis pechos a lo que una de mis manos, fue directamente a su nuca para empujar mas su rostro contra aquella sensible zona mientras que la otra se aferraba a uno de sus hombros donde nuevamente mis uñas se clavaron en su piel arrastrándoles por esta para marcar su piel nuevamente, dejando hilos rojos sobre esta a los que lleve mis labios para dar pequeños besos sobre estos antes de sacar mi lengua para limpiar apenas las pequeñas gotas de sangre que salían de los mismos.
Cuando su cuerpo se alejo del mío, le mire con los ojos entrecerrados sintiendo el agitado y brusco subir y bajar de mi pecho dada mi agitada respiración. Me relamí los labios mientras que observaba con cuidado como hacia esa herida en su propia carne, dejando fluir el aroma de su sangre, el cual inmediatamente hizo que mis ojos brillaran y cuando finalmente esa herida llego a mis labios, no tarde en llevar estos para tomar de la sangre que corría por la herida con algo de desesperación, dejando correr por mi garganta ese delicioso sabor de su sangre mezclada con el libido que corría por cada parte de mi cuerpo y me llenaba aun mas obligándome a continuar con aquellos movimientos por parte de mis caderas que se movían sobre las suyas, buscando cualquier placentero rose de su miembro en mis paredes.
Dejándome llevar por aquella sensación que hacia mi propia sangre hervir no estaba pendiente de lo que hacía por lo que en un desprevenido movimiento mío, al subir y bajar de mis caderas, sentí el punzante dolor de mi entrada trasera siendo abierta de una manera brusca y un tanto violenta por aquel objeto. Mi espalda se arqueo con fuerza y n pequeño gemido, que casi pareciera un leve grito, salió de entre mis labios y mis manos, se aferraron a sus hombros, donde por un instante deje mis uñas clavadas en la piel de estos, dándome apenas un pequeño segundo para calmar el escozor que sentía entre mis glúteos ya que era algo incomodo, pero sin importar el dolor, de ello y antes de que mi entrada empezase a acostumbrarse a aquella intromisión, comencé a moverme de nuevo valiéndome de que él sostenía con fuerza aquel objeto.
De entre algunos quejidos una pequeña risa de mezclo ante sus palabras y con una sonrisa ladina eche una de mis manos hacia atrás, para apartar la suya que sostenía lo que ahora ubicaba como una de mis propias lámparas. Cuando este objeto quedo en mi posesión, sacudí un poco mi cabeza y relamí mis labios ante su vista antes de empezar a embestirme de manera frénica con aquella lámpara, mientras que apoyaba mis piernas a manera de poder levantarme de entre sus caderas y seguir embistiéndome un algo mas de rapidez.
-Lo se… y me… ahnn encanta cuando el “favor” de esta distracción me beneficia tanto…-
Murmure entre jadeos e incline un poco mi rostro para llevar mi frente a apoyarla en la suya. Resople sobre sus labios y mi mano continuaba moviendo aquel objeto en mi interior, buscando que este se moviera al ritmo de su miembro, que las embestidas fueran a la par y la misma velocidad mientras que mi mano suelta se paseaba por mis senos, dándoles fuertes apretones a los mismos, jugueteando con mis dedos sobre mis pezones; arrancándome gemidos mas sonoros que soltaba justo encima de sus labios.

Dhampir

De alguna forma sus movimientos continuaban tomándome por sorpresa, al hacer justo lo contrario de lo que imaginaba que haría y conservando ese encanto que me había atrapado desde un principio. Sonreí de costado al notar como sus manos acariciaban las zonas correctas de su piel, mientras que continuaba con aquella doble penetración a pesar de que esta había sido tan repentina y dolorosa.

Con una mano la sujete de las caderas, rodeando posesivamente su cuerpo para que continuáramos con ese intenso roce, esta vez de su tenso pero suave vientre bajo y su intimidad contra el mio, a la vez que poco a poco iba a recostándola en la cama, colocandola boca arriba y sin detener ni un segundo las penetraciones, causando que al quedar recostada su cuerpo se arqueara de la manera más deliciosa posible, dejando que mis ansiosos labios esa lasciva lengua que moría por recorrerla, comenzaran a trazar un camino de saliva desde su ombligo hasta el centro de sus pechos, donde me permití succionar y morder tan solo con un atisbo de fuerza, buscando simplemente dejar una roja marca, antes de desplazar esos besos hacia la izquierda, centrando mi atención en su pezón el cual comencé a succionar con una delicadeza no nata de mi.

Disminuí el ritmo de las estocadas que hacía mi cuerpo dentro de ella hasta que me detuve por completo. -Hay una parte de tu preciosa anatomía que sigue estando demasiado...limpia, sin marcas.- mis manos se colocaron en su espalda, acariciando la tersa piel de esa zona, mientras que bajaba centímetro a centímetro hasta sus caderas, lugar de donde la tomé para voltearla, sin llegar a sacar ni mi miembro ni aquella vela que continuaba en su entrada trasera.
Sin delicadeza pero sin con precisión la coloqué apoyada en sus manos y rodillas, sosteniéndola de las caderas para que quedará en "cuatro", aunque yo prefería ver aquella posición como la oportunidad perfecta para que mis colmillos se dejaran asomar, y yo al recorrer su espalda de arriba a abajo, comenzara a "rasguñar" su piel de esa manera, dejando finas y largas lineas paralelas entre si que decoraban su espalda.
Al haber conseguido esa excitante imagen de las delgadas lagunas de sangre; que pronto por el organismo de nuestro cuerpo se iban regenerando haciendo que la herida cerrara ante mis ojos; busqué de nuevo aquel violento ritmo que manteníamos antes, pero ahora teniendo la ventaja de que la posición abría naturalmente sus paredes internas, además de que la vela quedaba a la altura de mi abdomen, causando que con cada penetración rápida, el placer se duplicara al penetrarla al mismo tiempo en esas dos estrechas y sensibles cavidades.

Succubus

Conforme seguía levantando mi cuerpo sobre el suyo para luego dejarlo caer en rápidas y constantes embestidas, estos movimientos se hacían algo más difíciles ya que comenzaba a resentir el cansancio y la flaquees de mis piernas, que hormigueaban dificultándome el hecho de continuar con aquellos bruscos “saltos” sobre su entrepierna. Le mire llena de lasciva cuando finalmente sus manos comenzaron a moverse de nuevo y ya que tenia por demás claro que tras cada acción suya venia una deliciosa recompensa esta vez me acomode para darle la completa facilidad para sus acciones.
Sentía el fuerte subir y bajar de mi pecho dada la agitada de mi respiración que me obligaba a jadear pesadamente entre cada movimiento arrancándome una ola de constantes gemidos que no me tomaba ya la molestia de contener, por el contrario los dejaba salir libremente sobre sus labios, al menos hasta que estos perdieron el contacto llevando él los suyos a mi piel, donde sentía el húmedo de su lengua arder mi piel. Mi espalda permanecía arqueada y entre cada caricia suya mi cuerpo comenzaba a temblar a desmedida ya que la sensibilidad de este estaba a tope y el mínimo tacto suyo fuera en la parte que fuera me hacia temblar, apretar las manos, los dientes y casi como si nos hubiésemos puesto de acuerdo el ritmo de mis empujes y el de sus embestidas comenzó a ser mas tenue hasta finalmente quedar en simplemente los movimientos que hacia mi cuerpo naturalmente.
-No creo que… sea por mucho o si…-
Dije entrecortadamente, relamiendo mis labios y entre algunos gemidos por el movimiento, termine con las rodillas apoyadas sobre la cama al igual que las palmas de mis manos que apretaban la sabana de esta de una manera un tanto ansiosa, esperando impaciente el momento en que su cuerpo comenzara nuevamente a empujar al mío, mismo que se movía en pequeños círculos, moviéndose en leves círculos para que su miembro se frotara un poco contra las paredes de mi cavidad, tentándole contraía las mismas entre cada movimiento mientras le miraba con malicia por encima de mi hombro.
Sin apartar los ojos de sus acciones comencé a sentir los delgados hilos que marcaban mi piel y como de estos apenas si se asomaban un par de gotitas de sangre y añadiéndole a eso, nuevamente tenia su cuerpo arremetiendo contra el mío en las fieras embestidas de hacia un momento. Me vi en la necesidad de entrar al juego y ciertamente aquella posición era por demás exquisita pero me privaba del hecho de usar mis manos por lo que lentamente me fui incorporando, eso sin dejar de mover mis caderas al menos de manera circular y empujándolas con un poco mas de rudeza contra las suyas para que aquel objeto en mi entrada trasera comenzara a empujarse con mas fuerza en mi interior, arrebatándome un par de gemidos que se mezclaban deliciosamente con los quejidos provocados por esas punzadas de dolor que resentía en mis paredes.
Me había acomodado de rodillas con mi trasero completamente pegado a su pelvis y empecé a refregar este de manera un tanto descarada sobre él al mismo tiempo que dirigía una de mis manos hacia atrás para poder llevar mis dedos a su nuca donde enrede estos en sus cabellos para empujar su rostro y acomodarle cerca del mío y así ladear este para que mis labios alcanzaran la piel de su mejilla, misma que comencé a mordisquear con algo de fuerza. Di un par de lametones a su mejilla y echándome un poco mas hacia atrás su cuello quedaba perfectamente accesible para mi por lo que entre una fuerte embestida suya, acompañada de una fuerte contracción de mis paredes, lamí rápidamente una pequeña zona de la piel de su cuello para de un momento a otro arremeter esta de una sola estocada con mis colmillo.
Empecé a beber de su cálida sangre saciando la resequedad de mi garganta con ese espeso y cálido líquido suyo que ahora corría por mi garganta y comenzaba a resbalar por la comisura de mis labios al mismo tiempo que sentía el hormigueo de mis piernas aun mas fuerte, llevándome a creer que ya no podía sostenerme por lo que de un jalón saque mis colmillos de su carne y volví a dejarme caer en cuatro sobre la cama para empezar a empujarme en su contra de manera frenética buscando el ansiado clímax, ese agridulce momento que llegaría con el idílico final.

Dhampir

No quedaba ningún "espacio" entre su cuerpo y el mio ya que mi pelvis estaba completamente pegada a sus caderas para no salir en ningún momento de su cuerpo y hacer que también aquella vela hiciera notables círculos en su interior, arrancándole los gemidos más deliciosos que hubiera escuchado antes a pesar de que estos cada vez perdieran algo de fuerza a causa de que nuestros cuerpos estaban alcanzando un cierto grado de desesperación por llegar a aquel placentero final que nos aguardaba y si bien nuestros cuerpos podían permitirnos el seguir y seguir, aquel orgasmo ya era tan notable que podía saborearse en nuestras pieles, impregnando el ambiente de deseo.

Mi cabeza se ladeo en su contra al contacto en mi mejilla, mismo que desapareció al tiempo en el que ella dejo caer su cabeza para acomodarse convenientemente a la altura de mi cuello, donde de una sola mordida fue capaz de adentrarse en mi resistente piel que recibió sus colmillos sin problemas a pesar de la notable punzada que sentía en esa precisa zona; sobre todo cuando mi líquido vital fue derramado directo a su boca haciéndola ver más deseable ante mis ojos ya que sus facciones tan femeninas se habían endurecido un poco, dejándome ver esa chispa de "locura" que había llamado mi atención desde el primer instante en el que la vi.
-Hnn Yui~- jadeé con voz completamente enronquecida cuando sus colmillos me abandonaron de esa manera tan violenta, para volver a acomodarse en sus manos y con su cabeza hacia abajo, haciéndome sentir ligeramente frustrado al saber que no alcanzaría el anhelado clímax si no era capaz de verla a los ojos en ese instante, así que sin tardar más coloqué mu mano derecha justo en su garganta, haciendo que volteara el rostro hacia mi y así yo fuera capaz de observarla con detenimiento mientras que mis labios y los suyos quedaban con una peligrosa aproximidad.
Sin alterar los movimientos de mi cadera en su caliente intimidad, guié mi otra mano por entre sus glúteos, sacando la vela con cuidado, arrojando lejos aquel objeto para que solo mi cuerpo...solo yo la llevara al orgasmo.
-Mírame.- pedí subiendo la misma mano que antes estaba entre sus glúteos hasta su nuca, girándola por completo para encontrarme con su mirada, esto sin dejar de empujarme dentro, haciéndolo de manera errática y violenta. -Te amo Yui...solo a ti podrá amar este corazón, que solo por ti seguirá latiendo.- antes de que dijera algo más, la empuje directo a la herida de mi cuello, asegurándome de que sus labios estuvieran en esa zona justo en el momento de que el calor máximo se apoderó de mi cuerpo, haciendo que mis extremidades temblaran y que mi miembro explotara en su calidez justo dentro de su cuerpo; sintiendo a la vez como la vida misma podría irse de mi entre sus labios.

Succubus

Continúe empujando mi cuerpo contra el ajeno de manera frenética, buscando que después de tantas deliciosas sensaciones, finalmente llegara la más exquisita de todas ellas. Sentía mis glúteos chocar contra su pelvis y también como tras cada empuje por parte mía el siguiente representaba mayor dificultad debido a lo temblorosas que ya estaban mis piernas. Un quejido de inconformidad y al mismo tiempo de alivio abandono mis labios al sentir como mi entrada era liberada de aquel objeto e inmediatamente las paredes de ambas de mis cavidades se contrajeron con fuerza, aprisionando su miembro por completo en mi intimidad logrando así que el momento entre las embestidas en el cual este abandonaba mi interior fuera tan placentero como el momento en el que las abría nuevamente de golpe ayudado por mis constantes y bruscos empujes contra su cuerpo.
Dejándome guiar por su mano me acople a los movimientos que esta pedía para facilitar la nueva postura la cual me daba la clara vista de su rostro. Acomode de nueva cuenta mis piernas a los costados de su cadera y con el interior de mis muslos apreté con fuerza estas a la vez que constantes gemidos abandonaban mis labios impidiéndome el formular una oración completa… cosa que me era por demás imposible dada la sensación de explotar de mi cabeza cuando finalmente esos constantes y fuertes choques eléctricos atacaban mi espalda en una ola de ellos y finalmente, mis piernas comenzaron a tensarse con mas fuerza. Así como lo había dicho, le mire a los ojos, con los propios entrecerrados y con una clara mueca de placer deformando mi rostro misma que cambio por un leve gesto de sorpresa al escucharle ya que aquello, era lo que menos me esperaba durante ese encuentro que empezó de la nada, fue por ello que mis ojos se abrieron con fuerza y no podía hacer otra cosa mas que responder con pequeñas quejas y gemidos que se ahogaban en mi garganta y no es que hubiera tenido mucho tiempo para responder ya que de un momento a otro, con la misma velocidad con la que mi cuerpo había sido maniobrado por el suyo, mi rostro nuevamente estaba hundido en uno de los huecos de su cuello justo de donde había bebido anteriormente con la única diferencia de que ahora era el mismo quien me daba su esencia, llenándome por completo con su orgasmo, al mismo tiempo que el mío se ahogaba en un fuerte y sonoro gemido, acompañado de la tibia humedad que empezaba a correr por mis piernas.
En un acto de instinto, ante esa sensación de debilidad tras tantas sensaciones juntas mis brazos rodearon su cuello buscando de donde sostenerse y sin poder evitarlo, dejándome llevar nuevamente por el libido que me invadía de sobre manera; clave mis colmillos sobre la herida anterior, abriéndole nuevamente para beber de esta, cambiando mi orgasmo por un poco mas de esta mientras que mis manos se aventuraban por su espalda, arañándole con fuerza como una manera de desahogo para tanto placer que corría aun por mis extremidades. Finalmente, relaje mi cuerpo por completo, dejando que el peso de este recayera sobre el ajeno y al igual que mis piernas, mis manos se dejaron caer de lado de mi cuerpo, el cual era sostenido únicamente por el enganche de mis colmillos sobre su piel. Ya no bebía de s sangre simplemente me mantenía aferrada a su piel con mis dientes, descansando… esperando que todos los escalofríos y el hormigueo de mis piernas se fuera calmando poco a poco.

Dhampir

Me deleitaba con cada reacción de su cuerpo, sobre todo aquellos gestos que anunciaron de la mejor manera su orgasmo, el cual incluso llegue a sentir al notar mis piernas ligeramente impregnadas de su tibio liquido que provenía desde su entrepierna y que en cierta forma se mezclaba con lo que había sido mi clímax.
Por largos minutos que pudieron ser eternos, mantuve mi cuerpo en aquella posición, dejando a la vez que sus colmillos se "aferraran" a mi piel e hicieran una cosquilluda presión en esa zona pero sin llegar a causar ningún flujo de mi sangre. Aunque pronto el mantenerla sostenida así por la cintura se volvió un tanto incomodo, no porque nuestros cuerpos tuvieran fatiga ya que eso era algo por lo cual no teníamos que pasar; si no porque me impedía de nuevo ver directamente sus ojos.
Así que con algo de lentitud solté su cuerpo hasta dejarlo apoyado de nuevo en la cama, y así pude hacerme ligeramente hacia atrás, consiguiendo salir de ella aunque esto creara una notable inconformidad en nuestros cuerpos que se habían acostumbrado a permanecer así de unidos.

Con ambas de mis manos acomodé su cuerpo para que estuviera totalmente relajado contra la cama, con su espalda presionada a esta y sus piernas paralelas y sin la tensión que antes había presentado.
-Yui...mírame.- pedí en un susurro, esto al tiempo que me acomodaba sobre su cuerpo, con mis dos piernas a los lados de su estrecha cintura y ambas manos a los lados de su cabeza, manteniendo una distancia lo suficientemente grande como para que nuestros cuerpos no llegaran a tocarse en ningún momento, sin duda alcanzando a crear una ansiedad dentro de mi al querer delinear de nuevo cada rincón de su piel con solo la punta de mis dedos. Pero en lugar de eso me mantuve así, con mi cabeza agachada con la única finalidad de no perderle la pista a sus ojos y atrapar por siempre esa mirada como mía.

El silencio e incluso la tranquilidad reino por los siguientes minutos, ya que más allá de tocar, me había dedicado a acariciarla simbólicamente con la mirada, bajando la misma por cada zona descubierta que se dejaba ver ante mis ojos. Obligando a mi cuerpo a que al verme cubierto de una ansiedad incluso dolorosa, no tuviera más que agachar mi cabeza para depositar un suave beso en su mejilla, probando del sabor de su piel al dejar que mi lengua se asomara por entre mis labios.

Succubus

Tras estar nuevamente acostada sobre la cama, espere a que mi respiración nuevamente volviera a la normalidad para poder si quiera decir algo pero el silencio que había era algo… confortante por lo que mientras que le miraba así como lo pedía me quede de momento en silencio, jadeando aun pesadamente por el reciente orgasmo y todo ese placer que aun se acumulaba tras este. Entre cerré los ojos inevitablemente tras su beso e inconscientemente ladee el rostro ocasionando un pequeño rose un poco mas insistente y empecé a moverme un tanto… ansiosa sobre la cama.
Estaba cansada si, pero nada que mi naturaleza en unos minutos no fuera capaz de calmar, por lo que solo por un breve momento vague por toda la habitación rápidamente con solo la mirada. Y fue entonces que vi una de las puertas que daban a otra… habitación por lo que me mordí levemente el labio inferior y volví la vista a la suya al mismo tiempo que levantaba uno de mis brazos para rodear su cuello y por este empujar su cabeza contra mí.
-¿Ya te cansaste?...-
Murmure divertida y me acerque a morder su labio inferior para luego tirar de este hasta que resbalara de mis dientes y regresando mi mano hacia su hombro le fui empujando al mismo tiempo que me levantaba. Sonreí con malicia mirándole y antes de que pudiese decir algo, apegue mis labios a los suyos, robándole un rápido beso antes de alejarme hábil y rápidamente de donde estaba para bajar de la cama.
-Esperemos que no…~~-
Dije antes de poyar el primero de mis pies en el suelo, con apenas un pequeño tambaleo pero que rápidamente logre controlar para poder “huir” de ahí y dirigirme al baño de la habitación, en donde entre rápidamente, cerrando la puerta tras de mi no sin antes lanzarle un pequeño beso al mismo tiempo que hacia un ligero guiño. Me adentre en el baño y sin perder tiempo puse a llenar la gran bañera que había en este esto posteriormente a dejar caer casi todo el contenido de un frasco de shampoo que había por ahí~ para que la espuma no se hiciese esperar y comenzara a llenar aquel lugar, que una vez que estuvo lo suficientemente lleno, me adentre en ella rápidamente ocultándome entre la gran cantidad de espuma que había.

Dhampir

Levanté mi cuerpo tan solo unos centímetros del suyo para permitir que se removiera un poco contra la cama, sabiendo y notando como su cuerpo no podía permanecer quieto por demasiado tiempo, sobre todo cuando aún despedía el característico olor de la lujuría que aún no había abandonado su cuerpo y que sin duda conseguía avivar mi libido que reaccionaba ante el más mínimo movimiento suyo.
Mis labios fueron atrapados por ella por tan solo unos instantes en los cuales le permití el moverse hasta que su cuerpo pudo salir de mi agarre e incluso consiguió levantarse de la cama, dejándome con su vibrante sabor en mis labios y el calor que poco a poco se perdía en el lugar que había ocupado en la cama.
-Por supuesto que no, o quién te ha dejado tan mala experiencia como para llegar a pensar eso?-
Murmuré con un alto tono de burla que sabía ella lo entendería aunque ya estuviera en su camino a esa habitación la cual no tenía muy clara que era hasta que abrió la puerta, dejando que su cuerpo desnudo se iluminara por la luz natural que llenaba el baño justo antes de desaparecer dentro de este, dejando la puerta abierta junto con la invitación de seguirla.

Me tomé mi tiempo en levantarme de la cama, arrojando al suelo el desastre que había quedado de sabanas y pateándolas fuera de mi camino antes de dirigirme al baño.
Primero asomé mi cabeza un poco a través de la puerta, esperando sigilosamente a que se adentrara en el agua y se "perdiera" entre la espuma que si...conseguía cubrir bastante bien su cuerpo, pero no era suficiente como para que se ocultara totalmente o sobre todo no podía encubrir su olor que tenía grabado en mi cabeza.
Así que guiándome por este y por el olor de nuestras sangres, comencé a caminar alrededor de la bañera, deteniéndome en la zona contraria de donde estaba para así tomar asiento en el borde, introduciendo primero mis piernas antes de dejar que mi cuerpo entrara en su totalidad al agua.
Aún pretendiendo que no sabía su posición exacta, di un par de pasos más dentro del agua pero del lado contrario a ella, tan solo distrayendola para que me fuera más fácil el estirar mi mano derecha a su cuerpo, para ser precisos a su largo cabello, del cual tiré con cierta violencia que había estado presente desde el inicio de esa noche. -¿Qué crees que haces escondiéndote de mi? No te he dicho ya que eso no resulta nada bien para ti...- jalé más fuerte hasta apegar su espalda contra mi pecho y que mi otra mano la aferrara por la cintura, presionando dolorosamente su vientre bajo.- Que no importa donde estés...con quien...eres mía y te lo voy a hacer saber a cada instante.- mi voz sonaba justo contra su oído, el cual mordía y lamía lentamente, erizando su piel antes de encajar mis colmillos justo en el filo de su oreja, hundiéndome más en su fuerte piel hasta que la sangre comenzó a brotar justo contra mis labios.
Mis manos se aseguraban de mantener su cabeza hacia atrás y sus caderas en su sitio, justo contra de las mías para tener un roce de sus glúteos y mi entrepierna, teniéndola así atrapada entre el limitante que representaban mis brazos...de donde no dejaría que escapara.

Succubus

A pesar de que permanecía bajo el agua, “ocultándome” de él ciertamente podía sentir su presencia acercándose al lugar.
Como no era mi costumbre el quedarme quieta, empecé a moverme bajo el agua, jugueteando con esta, dejando que la espuma fuera la que llenara mi cuerpo por un momento y tras solo unos minutos de aquello, un movimiento en el agua ajeno a los míos me hizo dejar de moverme. Me quede quieta en espera de cualquier movimiento por parte suya y el primero de estos fue el tirar de mi cabello.
Un pequeño quejido abandono mis labios y rápidamente le mire por encima de mi hombro con algo de reproche y un ligero puchero.
-Que caballeroso ~~~…-
Dije con un claro dejo de sarcasmo por la manera en la que me pegaba hacia si y aunque me era divertido sus acciones me dio por ponerme algo caprichosa con él… Mis manos fueron a su brazo que se envolvía en mi vientre y me revolvía en sus brazos “tratando” de alejarle para dejarme desahogar ese dolor que su mano dejaba en mi vientre bajo y que ahora se mezclaba con el escozor de sus dientes en la piel de mi oreja. Mi rostro se deformaba con ligeras muecas de dolor y reproche y aunque aquel forcejeo era claramente un truco para que aquel rose de mis glúteos en su entrepierna y mi espalda en su pecho fuera aun mas intenso, empezaba a quedarme de a poco quieta entre sus brazos.
-Y debo suponer que así lo harás?...-
Murmure entre una pequeña risa y nuevamente volví a mirarle por encima de mi hombro mientras que al mismo tiempo me recargaba por completo sobre su cuerpo pegando de lleno mi espalda a su pecho, teniendo por consecuencia el recargar la parte trasera de mi cabeza en uno de sus hombros. Mis manos empezaron a juguetear con lo enjabonada del agua y con las mismas salpicaba un poco de espuma hacia atrás, segura de que esta llegaría a su rostro.
-Tienes una forma muy especial de demostrar tu amor verdad?....-
Reí de manera leve y aprovechando esa seguridad que seguramente le había dado de que me mantendría quieta, me empuje hacia adelante zafándome de sus brazos y al mismo tiempo empujándome hacia adelante para posteriormente avanzar por la bañera hacia el otro lado de esta, dejándole a una buena distancia, él de un lado y yo de otro. Le dedique una traviesa sonrisa y basto con que levantara una de mis piernas completamente para alcanzar su pecho con mi pie el cual comencé a acariciar con el mismo.
-Eso es bueno supongo pero…-
Deje mi oración inconclusa y mi pie se deslizo por su pecho hacia su vientre y lentamente se dirigía hacia su entrepierna pero antes de que hiciera ese contacto, me detuve en seco y aleje mi pie de su cuerpo rompiendo cualquier contacto.
-Haz de saber que yo también tengo formas muy especiales de demostrarlo…-
Deje salir una maliciosa risa de entre mis labios y apoyando mis manos en el suelo de la bañera me impulse para levantarme un poco, lo suficiente para poder sentarme en el borde de esta. Mis quedaron apoyados en el fondo de la bañera y el agua llegaba a quedar un poco mas debajo de mis rodillas. Apoye mis manos en el borde de la bañera y mientras que le miraba abrí lentamente las piernas invitándole a acomodarse entre ellas mientras que murmura un quedo “Ven”.

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