visit to the church [priv]

Me quede en la puerta observando el lugar para más tarde de manera distraída tomar la mano de kamijo san y casi jalarle al interior de la iglesia, caminamos lentamente en dirección al altar y un par de pasos antes de llegar a este solté de nuevo la mano de kamijo san para acercarme a uno de los costados de el altar donde había uno más pequeño que el principal, este pequeño altar poseía un par de fotografías, pequeñas imágenes religiosas, veladoras pequeñas y solo algunas estaban prendidas.
Tome una de las largas velas que apenas conseguían alumbrar el lugar y la puse sobre una de las pequeñas veladoras encendiendo esta y en silencio pensando en una plegaria para mis padres y el cura de la iglesia con el que había crecido.
Deje la vela en su lugar y me aleje para volverme a acercar al misterioso hombre que acababa de conocer, deje mi vista sobre el gran altar del lugar y la cruz que yacía sobre este para luego preguntar distraídamente.
-¿Usted cree en dios?-
Me gire un poco y le mire esperando su respuesta mientras jugaba con mis manos, frotándolas entre sí para conseguir calentarlas un poco.

Le mire con un gesto de sorpresa al sentir sus manos tomando las mías y siendo guiadas hasta cada uno de los bolsillos de su saco, asentí ante su comentario y dije bajito.
-Es una noche muy fría…-
Entrecerré un poco los ojos mientras que sentía mis manos entibiarse gracias al calor de sus manos y la temperatura que me regalaba la tela de su saco. Note como había hecho mi pregunta de lado por lo que decidí no insistir ya que a muchas personas no les agradaba hablar o discutir sobre su fe y creencias.
La acción de quitarse su saco y ponerlo sobre mis hombros me distrajo de mis pensamientos, levante la mirada encontrándome con la suya y sin tardar mucho desvié la mirada de la suya recorriendo con la mía, los cuadros y demás imágenes que habían en el lugar.
-Yo vivía en un lugar como este… y hace cierto tiempo que no visitaba uno. Supongo que tengo cierto lazo con este tipo de lugares además de que… a veces me siento tranquilo en este tipo de construcciones.-
Conteste de forma descuidada y debido a la nueva distracción en la que había entrado culpa de los “adornos” del lugar, no me percate de los pequeños pasos que el cuerpo del otro me obligaba a dar y que me acercaban a la mesa del altar, Hasta que decidí poner más atención a las acciones de aquella persona esto tras terminar de recorrer los adornos en la parte superior de las paredes.
Una vez que baje la mirada pude notar sus manos apoyadas en algún lugar y cuando trate de alejarme un poco note que algo no me permitía “retroceder”, ladee el rostro echando un vistazo al objeto donde sus manos estaban recargadas, notando que era la mesa del altar.
De forma súbita coloque mis manos sobre sus brazos más o menos a unos cm arriba de sus codos, levante la mirada esta vez atreviéndome a verle a los ojos y con un claro dejo de curiosidad tanto en mi mirada como en mi voz pregunte.
-Puedo preguntar… ¿Por qué va a lugares que parece no le agradan del todo y lo más importante… con un desconocido?.-
Ladee un poco el rostro aunque esta vez negándome a retirar mi mirada de la suya, por mucho que el calor de mis mejillas se encendiera no dejaría de verle mientras esperaba su respuesta.

Observe con cierta sorpresa como alejaba mis manos de aquella zona donde les había colocado y el retroceso que su cuerpo daba alejándose ligeramente de mi cuerpo; hubiese dejado caer mis manos a mis costados de no ser porque sus manos al tomar mis muñecas lo impidieron, lleve mi mirada a aquella sonrisa que se formaba en su rostro y sin oponerme a que guiara mis manos tal como el quisiera termine recargando las mismas sobre sus hombros simplemente dejándoles sobre puestas.
Tuve la oportunidad de alejarme un par de pasos de aquella mesa sintiéndome más liberado de aquel sorpresivo pero momentáneo aprisionamiento. Me sobresalte un poco al sentir su mano acariciando mi cintura por sobre la tela de mi vestido y un ligero escalofrió recorrió toda mi columna vertebral por culpa de aquellas caricias que su mano en mi nuca me empezaba a proporcionar. Lleve mi mirada a perderla en su cuello aunque más que nada buscando un punto donde dejar esta perdida.
Puse atención a sus palabras sabiendo que al final obtendría la respuesta de aquella pregunta y tal vez de algunas mas, agache un poco mi cabeza al sentir el calor que emanaba de su cuerpo acercándose al mío preguntándome interiormente que era lo que trataba de hacer o de obtener, si escuchando su segundo comentario pude darme cuenta que aquel detalle especial que había batallado por no decirme estaba a nada de serme revelado.
Ladee un poco mi rostro observando su mano que empezaba a moverse sobre mi cintura y ciertamente tuve el sentimiento de que aquello estaba mal o no me llevaría a nada bueno pero aun así no detuve su movimiento y simplemente seguí escuchando, una pequeña pisca de vergüenza se hizo presente en mi interior cuando el apelo a mi inocencia y como acto de reflejo al sentir el roce entre sus labios y mis labios y mejillas hice ligeramente mi cabeza hacia atrás como si me quisiera alejar de él pero más que nada sorprendiéndome por aquellos roces que de igual forma no me parecían que me fueran a llevar a algo bueno.
Puse atención a su mirada y rostro mientras sentía el ritmo de mi corazón irse acelerando de poquito en poquito al escuchar que confesaría su pecado, sin embargo en aquel momento pensé que tan buena persona no tendría alguno que fuera muy malo. Y entonces escuche aquellas palabras salir de su boca por lo que mis manos se hicieron puño sobre sus hombros y lentamente las fui retirando, sintiéndome avergonzado por sus palabras aunque también temeroso pero eso ya en mínima cantidad.
Retrocedí un poco alejándome cuanto pude por consiguiente volviendo a sentir parte de mi espalda baja golpeándose contra la orilla de aquella mesa y escuchando el ruido de algunas copas e instrumentos que se removieron sobre la mesa, no me tome la molestia de voltear a ver lo que había hecho ruido simplemente me le quede viendo a el hombre que tenia ahora frente a mi susurrando para mí mismo.
-M-mi… sa-sangre…-
De momento me quede temblando ligeramente pensando y teniendo ganas de pregunta el porqué de haberme escogido a mi, baje la mirada poniéndola en el suelo y finalmente opte por no hacer ninguna pregunta, trate de enderezarme lo mejor que pude y lleve mis manos a su saco retirándolo y poniéndolo en una de mis manos acercándoselo.
-Pu-pues me temo que… que sus deseos se quedaran en eso… ya que… no tengo interés en entregarle mi sangre…-
Dije hablando con cierto temblor en la vos y a pesar de que aquella persona me parecía cálida e intrigante, alguien con quien hablar y de quien no estaba seguro que quisiera alejarme tenía que hace lo que mi conciencia me dictara y alejarme de aquel ser que representaba un “peligro” para mí.
-Le agradezco… sus a-atenciones…-
Susurre e hice una reverencia esperando que tomara su saco para poder retirarme de el lugar.

Me enfoque en escucharle atentamente erróneamente suspirando casi aliviado al ver como su mano iba a la mía que sostenía su saco, sin embargo levante la mirada sorprendido por su segundo comentario y de forma sorpresiva para mi sentí su mano sobre mi muñeca lo cual provoco que dejara caer su prenda al suelo, atónito me quede simplemente dejándome hacer, sintiendo esos agarres tanto en mi mano como en mi cintura sin embargo sin poder deshacerme de ellos, de forma completamente inevitable temblé entre sus brazos ya que la forma en la que se me acerco que tomo por sorpresa y me costaba aceptar que tan solo el calor de su cuerpo se sintiera, por decirlo de alguna manera, bien.
Abrí los ojos como platos al escuchar mas de sus palabras y sin poder moverme por mi estado de sorpresa simplemente dejaba que su cuerpo se moviera como quisiera mientras que mentalmente me preguntaba ¿qué demonios estaba haciendo?. Reaccione ante uno de sus comentarios y mientras sentía el empuje de su mano a mi espalda el cual juntaba más nuestros cuerpos pregunte.
-¿Por que debería... sentir esa curiosidad... con alguien a quien... no conozco…?-
Mordí mi labio inferior al escuchar sus siguientes palabras y sentir su cuerpo sobre el mío obligándome a arquear un poco mi cuerpo, Le observe fijamente una vez que pude hacerlo y escuche sus tentadoras palabras recibiendo con sorpresa aquel primer contacto con sus labios que en un principio no supe como corresponder, lentamente y guiado por sus labios pude empezar a mover los míos al compas de los suyos, entreabriendo estos para darle paso a su lengua que trataba de adentrarse en mi boca, apreté su mano mientras me sentía impresionado por lo placentero de aquellos roces; porque a pesar de estar consiente de que estaba mal el placer que esos pequeños roces me daban era suficiente para perderme momentáneamente en un mundo que desconocía.
De un momento a otro abrí mis ojos de golpe empujando a aquel extraño con fuerza pensando en sus últimas palabras y asustado y como acto de reflejo tras empujarle golpe con la palma de mi mano una de sus mejillas aunque no con mucha fuerza debido a mi sorpresa y mi ahora falta de aire, me escabullí por uno de los costados y me aleje sin querer yo mismo arrinconándome, puse mis manos sobre mis labios y dije avergonzado.
-Lo…Lo…Lamen…to. Yo no… no quería…-
Estaba apenado por mi reacción y por otro lado puede que no enojado pero si indignado por lo que me pedía, mire al suelo sin poder observar al extraño y haciendo mis manos en forma de puño dije.
-Se… se da cuenta de lo… que me pide… acabo de conocerle…-
Confundido totalmente deje agachada mi cabeza sin saber cómo reaccionar castigándome mentalmente por haber correspondido aquellas caricias y peor aun atormentado por el lugar en donde estábamos.

Al escuchar sus pisadas levante el rostro observando cómo se acercaba a mí y siendo completamente sincero entre cada paso que el daba mi cuerpo se estremecía, temeroso pero no del todo de aquella persona si no, también de la forma en la que yo pudiera reaccionar de tener un contacto más con él. Seguía con aquella expresión perpleja al sentir su mano tomando de nuevo la mía y como guiado por el di el par de pasos que su agarre me demandaba para terminar cerca de su cuerpo. Una vez que me soltó lentamente fui bajando mi mano dejándola caer a uno de mis costados, sintiendo que ya no podía sonrojarme más puse mi vista sobre la suya observándole tal y como su mano me lo exigía.
Forme una mueca de desconcierto al escucharle y esta vez le reste un poco de importancia a su agarre sobre mi cintura ya que de forma súbita escuche el estruendo que causaban las cosas que caían de la mesa, di un pequeño brinco aun al estar siendo “abrazado” por el y baje la mirada, tratando de esconder mi rostro entre su pecho y al mismo tiempo intentando acrecentar la distancia entre ambos, pero debido a lo contradictorio de mis movimientos y a que el otro parecía tener el control de mi cuerpo, mis intentos se vieron frustrados.
Sin poder reaccionar de forma repentina me vi justo frente al altar sintiendo la calidez de su pecho sobre mi espalda aunque claro a través de la ropa de ambos, lleve mi mirada al crucifijo justo como el me lo exigía y como acto de reflejo recargue mis manos sobre la mesa al sentir la forma en la que mis piernas me traicionaban y flaqueaban. Ladee mi rostro hacia el lado contrario de donde estaba el suyo, buscando alejarme de el mismo y negué con la cabeza al escuchar sus palabras sabiendo que eso no era verdad.
No pude evitar suspirar de forma profunda ante sus besos sintiendo un cosquilleo en mi interior, como aquello que las demás personas describían como mariposas en el estomago, trate de ahogar esos suspiros mordiendo con fuerza mi labio inferior y sin poder evitarlo, prácticamente sin darme cuenta termine sin mi abrigo aunque me parecía extraño ya no sentir el fresco de la noche y que contrariamente a ello sintiera cierto acaloramiento.
El movimiento de sus manos sobre mi cuerpo me hizo nuevamente flaquear aferrándome de forma mas intensa a aquella mesa e incluso tuve que dejar que un tembloroso quejido saliera de mi garganta como forma de desahogo, tenía miedo de ceder, de dejarme llevar por el repentino placer de mi cuerpo ante tan atrevidas caricias y por otro lado tenia la curiosidad de saber ralamente hasta qué punto se podía sentir placer. Negué con la cabeza como si quisiera alejar esos pensamientos de mis mente y lleve mi mirada nuevamente al crucifijo, al instante sintiendo sobre mi cuerpo el peso del pudor al verme sometido de tal manera frente a una imagen como esa, una falta de respeto si eso era justamente lo que pasaba frente a aquella sagrada imagen, de forma repentina pensé que no era ni el momento ni la persona para entregar por primera ocasión mi cuerpo y quise alejarme, huir.
Un par de lagrimas invadieron mis ojos debido al esfuerzo entre escoger el quedarme o el irme y además de todo ese hombre parecía tener algo mucho más atractivo de lo normal. Finalmente aunque fuese con solo palabras termine pidiendo entre suspiros.
-N-no… de-detenga…se… n-no… quie…ro…-
En un acto de impulsividad tome sus manos retirándolas de mi cuerpo y nuevamente le empuje con fuerza igual que anteriormente escabulléndome por uno de los costados sin embargo cuando trate de caminar hacia la salida tropecé con mis propios pies y caí casi justo detrás del golpeando por segunda vez en la noche mis rodillas, las heridas en una de ellas se reabrieron y nuevas se formaron en mi otra rodilla, pude sentir la humedad de mi sangre empapando aquellas partes de mi piel e inevitablemente las lagrimas que habían empapado mis ojos brotaron de los mismos desahogando el dolor y todo aquel remordimiento que sentía por el hecho de que mi cuerpo ansiara tanto quedarse.

Me encontraba reposando sobre el suelo tras mi caída y me estremecí escuchando los pasos que aquel hombre daba para acercarse a mí, con mis manos recargadas en el suelo mantuve mi rostro alejado de el mismo, pronto pude sentir sus manos tomando mi rostro y debido a mis intentos fallidos de escape simplemente empecé a ceder, cerré mis ojos al sentir sus besos retirando la humedad de estos para más tarde sentir como sus brazos me levantaban del suelo, me deje “llevar” entre pequeños gimoteos e inevitablemente recargue mi cabeza en uno de sus hombros mirando de reojo como era dirigido nuevamente hasta aquella mesa, deseaba reusarme a ir; todo en lo que creía y pensaba, lo especial que debía ser estar con alguien estaba en juego y de hecho casi perdido si me dejaba llevar nuevamente a aquella mesa.
Tan fácil era para aquella persona llegar y tomar a alguien sin pensar en los sentimientos de el otro, eso me molesto sin embargo me sentí mucho más cansado de tratar de escapar por lo que no dije ni intente nada y finalmente me vi sentado sobre aquella mesa, lleve mis manos a tallar mis ojos limpiando las lagrimas de resignación de los mismos y a toda costa trate de mantener mi mirada fuera del alcance de la suya, hasta que finalmente al tenerle acomodándose entre mis piernas un mal movimiento mío de mi cabeza me obligo a verle durante unos instantes, no tardando demasiado en desviar la mirada, apreté mis manos en forma de puño fuertemente mientras sentía como mi prenda interior resbalaba por mis piernas y terminaba por quedar en mis tobillos sin embargo por un par de inquietos movimientos míos termino por caer a suelo.
Sus manos, como todo lo que hacía, me tomaron por sorpresa por lo cual no pude resistirme a ese agarre y de un momento a otro me vi recostado sobre aquella mesa con mi vista fija sobre el techo mientras que en mi interior trataba de pelear contra mi propia resignación. De forma repentina sentí sus labios sobre mi ingle y aquellos sorpresivos besos me obligaron a entrecerrar los ojos; pequeñas quejas empezaron a brotar de mis labios entre las cuales breves “no” se marcaban en mis labios en forma de susurro y negativa ante cada una de sus acciones, las quejas y las palabras comenzaron a subir de volumen ya que su lengua cada vez iba más lejos, levante el rostro cometiendo el error de observar sus movimientos y recriminándome a mi mismo por no hacer nada observe aquella mirada y perdí de vista sus movimientos sobre mi entrepierna ya que los mismos me obligaban a echar mi cabeza hacia atrás al tiempo que mi espalda se arqueaba, entonces de repente, agradeciendo que la voz de mi conciencia aun se tomara la molestia de “regañarme” empecé a ladear mi cabeza de un lado a otro negando con la misma mientras entre los tormentosos gemidos casi gritaba.
-N-no… no quiero… ser si-simple comida… para a-alguien… como tu…-
Empecé a mover mis piernas levantándolas pero procurando con mis lastimadas rodillas golpear los hombros de aquel hombre, empujándole y sin querer llenando su ropa de mi sangre aunque también parte de la piel de su cuello y su mentón, cuando levante mi rostro y pude ver aquellas manchas que llevaba en el rostro me asuste aun mas pues la imagen que prestaba era aun mas tenebrosa, empecé a batallar tratando de soltar sus manos de las mías y saliéndome por completo de mi control comencé a mover mi cuerpo como si de un berrinche se tratara, queriendo quitarme cada sensación de mi cuerpo y cada contacto que el suyo hubiese tenido sobre el mío, levantaba mis piernas también tratando de cubrir mi entrepierna lo cual me resultaba imposible y de momento había optado por cerrar fuertemente los ojos mientas hacia mi “berrinche” no queriendo observarle, como si eso me fuera a hacer caer en sus "redes".

Mientras pataleaba como si fuese un niño pequeño, tratando de alejar sus labios de mi entrepierna y de detener aquellas caricias de forma súbita sentí mis manos jaladas por las suyas y al instante detuve mis movimientos, observando su rostro que ahora estaba frente al mío debido a que me había hecho incorporarme y quedar sentado sobre la mesa, una vez que mi rostro estuvo entre sus manos puse las mías sobre mi pecho como acto de reflejo, encogiéndome un poco por su mirada fija pero aun así correspondiéndole, por alguna razón ya un poco más calmado que anteriormente.
-P-pero aun así… a-aunque elija a sus presas… al final se irá después de… obtener lo que le desea…-
Dije bajito casi como si pensase en voz alta, empecé a mover mis piernas meciéndolas un poco hasta que sentí sus manos guiar las mías de mi pecho a su cuello, las deje sobre puestas en aquel lugar y mientras sentía el cálido abrazo que ahora me daba cerré los ojos olvidándome de el lugar donde estábamos y todo lo demás, sintiéndome acobijado por el calor de su cuerpo que me abrazaba, de forma inconsciente aferre mis manos a el cuello de su camisa y solté un par de pequeños gemidos ahogados por el solo contacto de sus labios que volvían a acariciar la piel de mi cuello.
Permanecí con los ojos cerrados incluso cuando volví a sentir sus labios sobre los míos y por mucho que no pudiera corresponder tal vez como lo deseaba simplemente dejaba que manipulara mis labios a conveniencia, entreabrí mis ojos al sentir el termino de el beso y le mire escuchando su susurro y sintiendo sus caricias.
-Eso no lo se…-
Susurre en respuesta a su comentario y le mire con el seño fruncido en un claro gesto como si estuviese preocupado, retire mis manos de su cuello tal y como la distancia entre nuestros cuerpos que el comenzaba a poner al alejarse, lo exigía. Recargue mis manos sobre la mesa para acomodarme de acuerdo a como sus manos lo requerían y ladee el rostro observando como subía junto conmigo a aquella mesa, regrese a poner mis manos sobre mi pecho teniendo la incertidumbre de no saber lo que me esperaba. Encogí mi cuerpo un poco al estar acomodado de espaldas a su pecho y profundos suspiros salían de mis labios al sentir un los breves roces que mi trasero mantenía con su entrepierna debido a la cercanía de ambos cuerpos.
Mire de reojo lo que alcanzaba a ver de su rostro ya que al tener su mejilla contra la mía no alcanzaba a ver gran cosa, ladee un poco mi rostro intentando esconderle entre mis cabellos y en principio mordí de forma suave mi labio inferior al sentir la reanudación de sus caricias, solté un quejido al sentir su mano tomando mi miembro y al tener este pegado contra mi pubis flexione las piernas un poco como un simple acto de reflejo.
De forma casi inevitable empecé a removerme sobre la mesa causando que los roces entre su entrepierna y mi trasero se marcaran mas y fueran cada vez mas continuos a lo que solo me quedaba soltar gemidos que me avergonzaban y trataba de reprimir mordisqueando con suavidad mi labio inferior, ladee mi rostro dejando que siguiera repartiendo aquellos besos sobre mi mejilla y cuello y conseguí ocultar parte de mi rostro en mi rizado cabello sintiendo el propio cosquilleo que este me ocasionaba.

Al no escuchar palabra alguna que contradijera lo que pensaba y había dicho reaccione empezando a pensar que no deseaba realmente ser aquello y que por mucho que él lo negara sus palabras y atenciones solo habían sido con un único fin, que aquella cosa que tanto le atraía en cuanto fuese tomada le restaría importancia a lo demás que era. Por otro lado su mano masturbándome me distraía obligándome a gemir y removerme sobre aquella mesa, escuchando los ecos de mis gemidos que eran los únicos sonidos que se escuchaban en aquel lugar, sin importar que tan lejos había llegado quería pensar que uno siempre podía detener las situaciones antes de que estas llegaran a lo peor.
Lleve una de mis manos hacia atrás empujando con mi brazo su cuerpo pero debido a que no era tan fuerte como él y eso empeoraba por los temblores que sus manos le causaban a mi cuerpo, simplemente conseguía dar pequeños golpes sobre uno de sus costados intentando de alguna manera quitármelo de encima, negándome rotundamente a seguir con ello y terminar significando solo un cuerpo que mancillar, quizás uno más de los trofeos que tendría por ahí. Me sentía atrapado y al mismo tiempo seducido por aquella persona pero el placer se podía obtener en cualquier lado y pudiese ser mayor si este se obtenía de la persona especial para cada humano, por lo que me importaba poco cortar el momento sin embargo eso solo se quedo en intentos ya que mi cuerpo había entrado en un estado en el que provocaba que me costara trabajo hablar, pensar con claridad y hasta moverme como deseaba.
Cuando detuvo sus movimientos me tome el tiempo de respirar de manera jadeante entre tanto gemido y el esfuerzo de reprimir los mismos, era pronto lo sabia sin embargo sentía lentamente un cansancio que me embargaba, Apenas y pude ver como retiraba su camisa y cubrí mi rostro con mis manos aun sin poder articular palabra, no logrando juntar el valor para decirle cualquier cosa, si, así de rápido me había desencantado de aquella persona que parecía haber nacido con un encanto natural, sin embargo no tenía claro si era miedo o que cosa lo que me impedía hablar, alejarme, huir. Repentinamente y erróneamente cerré los ojos reposando un momento de aquel momentáneo agotamiento y deje recargadas mis manos en sus hombros más que nada tratando de hacer si quiera un poco de distancia entre ambos, abrí los ojos lentamente al escuchar el cierre de su pantalón bajar y les abrí un poco mas con cierto miedo reflejado en los mismos al sentir como su miembro se restregaba en mis glúteos y la posición en la que ya me tenia, justo en ese momento me arrepentí de haber tomado aquel breve descanso y con mis manos en sus hombros trate de empujarle mientras que empezaba a negar levemente con la cabeza aun sin poder susurrar o decir algo simplemente reprimiendo mis gemidos que para mi eran vergonzosos.
Temblé con fuerza y de manera extremadamente notable al sentir su miembro en mi entrada y ante el movimiento suyo que me hacia quedar casi sobre el presione con algo de fuerza sus hombros mas usándolos para sostenerme y no dejarle entrar en mi por completo aun. Mi cuerpo se sentía tenso y temeroso ya que aquella experiencia era nueva para mí y de hacia un rato para acá mi resignación se había convertido nuevamente en renuencia, debido a la tensión que mantenía sentía las paredes de mi entrada contraerse y apretar la punta de su miembro dentro de mi sin embargo observando sus intenciones negué con la cabeza de forma mucho más remarcada hablando como pude entre quejidos.
-N-no… ahm no… de…ah dete…hmn…te… -
Entrecerré los ojos fijando mi mirada nuevamente sobre aquellas imágenes dentro de el lugar y el remordimiento me domino sin embargo no pude hacer gran cosa pues sus labios tomaron los míos en un beso agresivo, esta vez ni siquiera me tome la molestia de tratar de corresponder pues me podía mas el ahora remordimiento y el temor, que si debía tratar de ponerme a su altura o no golpee de forma suave sus hombros mientras deseaba que se separara y de golpe sentí su miembro entrar en mi obligándome a gemir casi gritar dentro de su boca y llenando mis ojos de lagrimas nuevamente, sintiendo un desgarrador dolor que me hizo olvidar cualquier pisca de placer que hacía unos momentos pude haber sentido, enterré mis uñas con fuerza en sus hombros sintiendo que debajo de las mismas pedacitos de su piel se quedaban encajados y poco a poco mis dedos se llenaron de la humedad de su sangre, me vi obligado a soltarle y el se vio obligado a cortar aquel beso debido a que retiraba mi vestido, mas rápido de lo que había imaginado había perdido la oportunidad de detener lo que no debía llegar tan lejos, y entonces ya no fue solo remordimiento lo que sentí, cada punzada de dolor en mi entrada me recordaba lo que pensaba y yo deseaba antes de haber entrado a aquella iglesia y antes de haberme encontrado con ese terrible hombre disfrazado de bondad y sobre todo de caballerosidad, sin poder evitarlo repartí pequeños golpes en parte de su pecho y hombros sintiéndome adolorido y diciendo con voz entrecortada entre una queja.
-M-me…ahm me…Du…ele… -
Sentía las pequeñas lagrimas correr por mis mejillas sin que yo pudiera hacer nada para detenerlas y a pesar del desanimo que me acongojaba, ya que era demasiado tarde para tratar de “retroceder” me deje mover a gusto a penas sintiendo que poco a poco conseguía relajarme un poco aunque aun así el ardor que quedo en las paredes de mi entrada por la principal embestida no se disipaba y si no me equivocaba sentía mi entrada un tanto mojada imaginando que tal vez sería a causa de un poco de sangre ya que aquel primer desgarramiento provocado por su miembro me había dolido hasta el alma, aquellas palabras que me decían que no me haría daño resonaban en mi cabeza, si no hubiese sido su plan hacerme daño entonces por qué lo hacía?, como en un principio pensé, no podía confiar en sus palabras.
Me negué a esconder mi rostro en su cuello, pero también me negué a verle a los ojos y aunque quisiera no podría por todas esas lagrimas que se acumulaban en mis ojos y que yo trataba de reprimir parpadeando varias veces seguidas para que no salieran, lleve una de mis manos a mi rostro y puse el dorso de mi mano contra mis ojos tratando de limpiar mis lagrimas mientras importándome poco lastimarme mordía mi labio inferior con fuerza buscando no soltar un solo quejido o grito mas, talle mis ojos entre un claro gesto infantil y ayudándome nuevamente a esconder mi rostro agache el mismo y cubrí cuanto pude con mi cabello.

Sentí el agarre de sus manos en mis muñecas y eche pequeños vistazos a la forma en la que me miraba; mi mundo interior era tan extraño que cambiaba de opinión con tal rapidez que ni si quiera yo mismo lo podía creer y mas allá de ello había cosas que hacían cambiar de forma repentina también mi humor y mi capacidad o punto de vista para percibir las cosas. Su mirada tan seria sobre la mía fue una de las cosas que hizo que mi comportamiento cambiara, no me gustaban las personas con esas miradas, me asustaban, parecían capaces de planear una crueldad o presenciarla sin necesidad de inmutarse ante ello.
Baje la mirada fijando esta sobre su pecho y con el rostro por así decirlo “apagado” deje que mis manos fueran guiadas por las de él y de forma sorpresiva note como con una de sus manos levantaba mi rostro ayudándome con sus labios a esclarecer mi vista, apenas y correspondí sus besos dejando nuevamente que los besos que me daba dependieran mas de sus movimientos que de los míos, antes de que todo aquello pasara mis expectativas acerca de ese momento eran altas sin embargo parecía que las expectativas no siempre funcionaban.
Recargue mi cabeza sobre su pecho tal y como el empuje de su mano sobre mi nuca me lo demandaba y me quede allí suspirando por cada movimiento, por cada una de sus embestidas, ahogando diversos gemidos en mi garganta que terminaban convertidos en quejidos trabajosos que terminaban por salir de mis labios casi lastimando mi garganta, mantenía mi rostro ladeado sobre su pecho observando donde mi vista alcanzaba a ver y distrayéndome un poco tras el ardor que no dejaba de sentir en mi entrada, me resigne a sentirle durante todo aquel tiempo por lo que simplemente y de forma lenta fui terminando por cerrar mis ojos mientras sentía que sus labios repartían besos sobre mi cabeza, fruncía el seño en un claro gesto de dolor por las pequeñas punzadas que aun atormentaban a ratos mi cavidad y aparte de todo el fuerte dolor que yo mismo me proporcionaba mordiendo con fuerza mis labios para acallar mis propios gemidos que no estaba dispuesto a liberar ante el lugar donde nos encontrábamos, ya que una cosa era mi resignación que se había “reformado” y otra el hecho de que me olvidara de la falta que estábamos cometiendo, por que decir que el solo la cometía era como querer excusar mis propios errores cosa que no era característica de mi.
A pesar de mantener mis ojos cerrados podía sentir el movimiento de su agitado pecho que me obligaba a moverme junto con el, sin estar acostumbrado a ese tipo de caricias fue completamente normal que al sentir el empuje de su mano mi cuerpo se sobresaltara y diera un pequeño brinco a lo cual el aprisionamiento de mi miembro entre su vientre y el mío fue ciertamente tosco, sin embargo gracias a que mantenía mis dientes clavados sobre mi labio inferior exitosamente pude desaparecer aquel quejido.
Ya que mis palabras parecían no tener efecto en ninguna de sus acciones guarde silencio alejándome un poco de su cuerpo al sentir su mano entre nosotros tomando mi miembro caricia con la cual mi espalda se arqueo levemente y por lo que entre mis brazos apreté tan solo un poco su torso, no queriendo hacerlo.
Retire una de mis manos de su costado y ya sin formular queja alguna lleve mi mano directo a mis labios mordiendo mi dedo índice para poder acallar con mucha más facilidad mis gemidos e importándome poco si me lastimaba más o no, ultimadamente un dolor más un dolor menos.
Sentía el empujar de sus caderas el cual obligaba a mi cuerpo a saltar sobre el suyo y un par de veces de forma inevitable trate de cerrar mis piernas al sentir su miembro golpeando un punto clave en mi interior que me provocaba el morder mi dedo con mucha más fuerza hasta dejar la huella de mis dientes marcados sobre mi piel.

Mordía mi dedo con cierta fuerza mientras aquellas caricias seguían sobre mi miembro y la entrada y salida del suyo seguían un ritmo constantes, de forma inesperada observe como su mano retiraba la mía de mi boca alejando mi dedo de mis dientes y provocando que los gemidos que había estado tratando de reprimir salieran casi de forma libre, solo siendo detenidos por el vano intento de mi garganta al tratar de ahogarlos, Al levantar mi mirada pude observar mi dedo entre sus labios y encogí un poco mi mano por el reciente ardor que sentía al tener contacto entre sus dedos y los míos que ahora estaban entrelazados.
Respiraba con dificultad y apenas y pude notar la forma en la que su cuerpo obligaba al mío a recostarse de nuevo sobre aquella mesa, de forma inconsciente deje mis piernas medianamente abiertas sin causar presión alguna al cuerpo del otro, sin embargo flexione estas recargando las puntas de mis pies sobre la mesa, de la misma forma inconsciente mantenía mi cuerpo medio levantado y empujado contra el de el.
Finalmente cuando todos sus movimientos se detuvieron ladee mi rostro y lo deje recargado sobre la mesa con la mirada ciertamente perdida, entrecerrando los ojos ante cualquier pequeño movimiento que sintiera mientras que aprovechando ese momento saque un poco mi lengua para sobar mi lastimado labio que había estado mordisqueando anteriormente a mi dedo.
Deje que mis labios recibieran sus besos que parecían ir a parar justo sobre las heridas que me había hecho, amenazaba con cerrar completamente los ojos ante cada punzada de dolor y dejando que mi cuerpo reposara un momento escuche sus palabras cerca de mi oído simplemente pestañeando de forma lenta entendiéndolas y “digiriéndolas” , Cerré los ojos con fuerza al sentir sus labios sobre los míos y correspondí lo mejor que pude su beso para seguido de ello sentir nuevamente que empezaba a moverse, ante lo cual no volví a abrir los ojos si no que sencillamente me quede con los ojos cerrados sintiendo las reanudadas embestidas y soltando los gemidos que ya no podía acallar al morder mi dedo y que al tratar de silenciarlos mordiendo mis labios los de el interferían con mi forma de desahogo terminando por ser los suyos los cuales hería, me atreví a entreabrir los ojos un par de veces pestañeando de forma repetida para limpiar las lagrimas en mis ojos que no se disipaban por completo, sentía mi cuerpo sudar completamente y la humedad de este se restregaba contra el cuerpo de el, trataba de evitar su mirada a toda costa ya que no me convenía ser sentimental con alguien como el, puede que dejara libres mis gemidos ya que no quería seguir lastimándole, pero de eso a correr un riesgo había una gran diferencia.
Empecé a mover mis piernas levantándolas y des-flexionándolas una y otra vez como si fuese un berrinche en cámara lenta que mas bien era un gesto de desahogo entre cada embestida ya que no encontraba mejor manera, había tratado con tanta insistencia de reprimir mis gemidos que incluso mi garganta empezaba a doler y se sentía como un nudo en la misma, de forma inconsciente apretaba sus manos con las mías e incluso llegaba al punto de echar mi cabeza hacia atrás arqueando mi espalda cuanto el espacio entre ambos me lo permitía, llegando hasta a empujar con violencia el cuerpo de aquel ser.

Teniendo sus labios sobre los míos soltaba los jadeos que delataban mi falta de aire, mas bien, mi respiración agitada; soltaba gemidos medio ahogados provocados por cada una de sus embestidas sin embargo en ese momento seguía tratando de reprimirme porque mi propia vos y el sonido de el eco que mis gemidos hacían me obligaban a sentirme más avergonzado de lo que de por si ya estaba, sin embargo aquellos gemidos más pequeños y alguno que otro bastante fuerte que se me escapaban , los cuales lograron salir libremente de mis labios y empezaron a ser acallados por cada beso que el dejaba sobre mis labios, debido a que mantenía mis labios entreabiertos jadeando solo deje que los suyos repartieran besos en los míos casi olvidando corresponderlos.
Más tarde sentí aquellos besos propagarse sobre la piel de mi cuello sin embargo a pesar de lo “placenteros” que pudieran ser ladeaba mi cabeza en dirección a la parte de mi cuello que besaba, ya que al sentir esos besos, pequeños cosquilleos me obligaban a reaccionar de aquella manera.
De forma repentina sentí que soltaba mis manos y estas eran guiadas por las suyas a rodear su cuerpo, las mantenía simplemente medio apoyadas sin la necesidad de hacer mucha presión ya que los movimientos “bruscos” se mantenían siendo manifestados por mis piernas.
Encogí mi cuerpo de manera notable al sentir aquella forma en la que sus manos jalaban mis caderas al momento que él me embestía e inevitablemente levante un poco mi cabeza teniendo que pegarla a parte de su cuello, como si eso me hiciera más fácil ahogar mis gemidos. A causa del continuo ritmo de sus embestidas y el hecho de que tomara nuevamente mi miembro entre una de sus manos me hizo soltar el “agarre que mantenía mi cuerpo y llevar mis manos a colocarlas sobre la mesa, a cada costado de mi cuerpo, tome un poco de la tela del mantel entre mis manos y empuñe estas con fuerza jalando de el mantel y arrugando la tela de este entre mis manos.
Sin embargo por muy placenteras que se volvieron sus caricias y movimientos me negaba rotundamente a terminar por entregarme al placer del que el hablaba el al cual me reusaba a expresa cuanto pudiera y por lo que mi cuerpo se mostraba constantes movimientos bruscos contradictorios a lo que pudiera sentir y es que de igual manera si en algún momento me había olvidado de el lugar en donde me encontraba, ahora con cada roce y cada movimiento suyo significaba un deslice de recuerdo, un pequeño destello que me hacia tener presente lo que se suponía estaba haciendo.
De un momento a otro recosté nuevamente mi cabeza sobre la mesa sintiendo el movimiento de mi cuerpo sobre la misma, jalando cada vez con más intensidad aquel mantel y presionando con fuerza mis puños y de forma instintiva empecé a contraer mis piernas al ritmo de sus embestidas levantando estas cada vez que sentía uno de aquellos golpes de su miembro sobre mi próstata.
De forma ya no tan repentina sentí sus labios sobre los míos exigiendo más que las anteriores veces dedicándome a simplemente mover mis labios a como él lo pedía, dejando que tomase lo que le viniera en gana e inevitablemente entre los movimientos de sus caderas soltando un par de gemidos dentro de su boca.
Aun en el reciente estado en el que había entrado era ciertamente consciente de lo que me rodeaba y de vez en cuando mi mirada se perdía en imágenes o en aquella gran puerta que yacía cerrada y en un repentino movimiento de mi rostro pude ver nuevamente le crucifijo que aquel hombre me había obligado a ver en principio. Pequeñas lagrimas seguían inundando mis ojos aunque esta vez mas por placer que por dolor sin embargo mi conciencia no me dejaría aceptarlo y de forma sorpresiva solté aquel mantel y lleve mis manos a tallar mis ojos retirando las lagrimas y dejando mis manos recargadas sobre mis ojos cubriendo estos como si pudiera esconderme y perderme en un lugar donde nadie pudiera verme

Mientras cubría mis ojos sentí sus labios sobre mi cuello, repartiendo “caricias” sobre la piel del mismo, no puse demasiada atención a ellas ya que estaba como perdido en mi propio mundo, preguntándome qué diablos haría después de aquello ya que ese después no estaba muy lejos.
De forma medianamente sorpresiva sentí su mano tomando mis muñecas obligándome a salir de aquel ensimismamiento en el que había estado, sus ojos se clavaron directamente sobre los míos y debido a que me sentía cansado tanto física como mentalmente ni si quiera forcejee para tratar de soltar mis manos de entre la suya, mientras mantenía mis ojos entrecerrados sentí sus labios limpiar nuevamente mis lagrimas mismas que el provocaba con cada movimiento suyo. Mantenía el ceño medio fruncido debido a sus embestidas y olvidándome por completo de lo que me había dicho nuevamente me dedicaba a mordisquear mi labio inferior reprimiendo por lo menos uno que otro gemido que ya no deseaba escuchar.
La forma en la que mi miembro se sentía palpitar en cierta forma me hacia desesperar, la sensación como teniendo en cuenta que aquello podía terminar ya, sin poder evitarlo, los sonidos emitidos por mi garganta y provenientes de mis labios se hacían más fuertes y se convertían en pequeños quejidos de enfado conmigo mismo. Ladee mi rostro desviando la mirada de la suya fijándola nuevamente en aquellas grandes puertas mientras que en mis labios era recibido un beso de los labios de aquel extraño.
El mover de mi cuerpo se hacía cada vez más intenso; sentia el fuerte restregar de mi espalda contra aquel mantel y ese movimiento de mi espalda al arquearse se hacía más continuo y brusco sin contar que podía llegar a quedarme varios instantes en aquella posición con mi cabeza echada hacia atrás y mi cuerpo alejándose de aquella mesa, sentía cada contracción de mi entrada que me recordaba que el otro yacía dentro de mí y por más que trataba de relajarme aquellas contracciones solo se hacían más fuertes envolviendo el miembro del otro, ladeaba mi rostro de un lado a otro, buscando consuelo para mi “placer” y de forma repentina sentí el brusco salir de aquel extraño, soltando un inconsciente suspiro de alivio y tomándome mi tiempo para respirar de forma jadeante, sin embargo pese a creer que al fin se había detenido sus manos tomaron las mías y me colocaron de frente a aquel altar, por lo cual de forma instintiva agache la cabeza y coloque mi mirada sobre el suelo para mientras hacía esto sentir nuevamente la repentina intromisión de su miembro en mi interior, soltando una queja de entre mis labios.
Jadeaba a sobre manera y básicamente me mantenía medio encorvado pensando en que no podría aguantar mucho el propio peso de mi cuerpo, gracias al movimiento de su mano nuevamente sobre mi miembro; los gemidos entre jadeos comenzaron a salir de forma libre sin poder ser reprimidos y la verdad era que ya no tenía a fuerza para hacerlo, por lo que les deje en plena libertad, de vez en cuando tratando de relamer mis labios para aliviar el ardor en ellos tras las mordidas que les había dado.
Cuando su mano me indico mirar el crucifijo negué con la cabeza mientras entre los gemidos gritos con pequeños “no” en medio de estos salían, cerré los ojos con fuerza peleando a toda costa contra su vil y cruel acción e ignore sus palabras que viniendo de un extraño alguien me había enseñado que no debían valer nada. Sin embargo me olvide de su naturaleza y sus lamidas sobre mi cuello en aquel momento no significaron más que eso, caricias, mientras que al sentir las retomadas embestidas y aquella forma tan rápida y exigente en la que me masturbaba, inevitablemente sentí la necesidad de mi orgasmo de ser liberado y sin un certero anuncio previo a ello, solo basto que un fuerte gemido saliera de mis labios para que mi semilla fuera liberada sobre la mano de aquel hombre, sintiendo mi cuerpo tensarse por completo mientras era recorrido por aquellos escalofríos que iban por todo el camino de mi columna vertebral y mis paredes apretaban a sobre manera su miembro entre estas justo en el momento que su semilla se esparcía en mi interior y antes de que terminara por correrse dentro de mi sentí aquel intenso y punzante dolor sobre mi cuello al momento de que sus colmillos se clavaran en este; momento en el cual grite con tanta fuerza que incluso pude sentir sangre en mi garganta por el desgarre al momento de gritar de tal manera, no estando preparado para tan repentino dolor. En vista de que su agarre en mi mentón se había aflojado agache mi cabeza colocando nuevamente mi mirada en el suelo y escuchando aquel gemido que soltaba justo detrás de mi espalda, lleve mis manos a recargarlas cerca de mi pecho alcanzando con las mismas a sobar mi garganta, para tras ello sentir sus dedos sobre mis labios incluso adentrándose entre estos y llenándome de mi propia semilla por lo cual empuje su mano y tras aquel movimiento sus labios atacaron los míos, acción a la que no me negué pero tampoco correspondí muy gustoso.
Me aleje de sus labios respirando jadeante y tosiendo ante la nueva incomodidad que sentía en mi garganta, sin dudarlo mucho y sintiendo el reciente cansancio mental y físico; me deje caer de sentón sobre la mesa por consiguiente sacando su miembro de mi interior y soltando una queja en respuesta a ello. Podía sentir mi entrada húmeda y esa humedad resbalando por la parte interna de mis muslos, cerré lentamente los ojos pensando en otra cosa y conforme el tiempo pasaba y seguía tomando con mi boca y nariz cuanto aire me era posible, pude empezar a retomar el ritmo de mi respiración, lleve mis manos a mis ojos limpiando las lagrimas que habían sido provocadas por el dolor en su última acción y talle mis ojos con insistencia, para dejarles libres de cualquier rastro de aquella agua salada. Sin prestar mucha atención a mi “acompañante”, lleve mis manos a mi cabello tirando de las pequeñas ligas que sostenían mis coletas casi desechas por todo aquel ajetreo y termine por retirar las mismas dejando mi cabello en su totalidad suelto y cubriendo mi rostro, conforme pasaba el tiempo y la temperatura de mi cuerpo se normalizaba, el frio poco a poco se empezaba a hacer notar nuevamente por lo que encogía mi cuerpo un poco cada vez que esos escalofríos empezaban a juguetear en mi espalda, una vez que tome el valor y la fuerza para hablar pregunte de forma entrecortada y en apenas un susurro.
-Ya… me puedo ir?...-