Manato's House

Vampire Prince

Spoiler:

Owner of Darkness

Hoy sencillamente no tenía ánimos de permanecer encerrado en mi habitación, y dado a que poco había “paseado” por el pueblo, decidí hacerlo esta noche; me puse mi abrigo y salí del castillo encaminándome al pueblo.
Iba a paso lento, observando el “paisaje” a mi alrededor, viendo como la noche caía en su totalidad en aquel sitio.
Mientras caminaba por los senderos que conducían directamente a las viviendas de los humanos, por un momento cruzó por mi mente la idea de divertirme un poco, con alguno de ellos; sin embargo borre de mi mente aquello dado a que esa noche solo quería despejarme, des aburrirme. Seguí caminando comenzando a cruzarme con algunas de las casas, ciertamente aquella zona en las noches era completamente desierta, por lo que seguí avanzando; simplemente observando y sin darme cuenta, las horas habían avanzado de manera rápida, por lo que creí conveniente volver al castillo, sin embargo; en el momento en que giré mi cuerpo para regresar un ventarrón llevó hasta mi nariz un aroma familiar, logrando que mis sentidos se pusieran alerta. Sonreí de medio lado y con las manos en los bolsillos de mi gabardina volví a mi anterior posición para, guiado por mi olfato, llegar a una de las tantas viviendas del lugar.
Al detenerme en la puerta, logré identificar de quien se trataba, por lo que sin pensarlo demasiado entré en esta importándome poco si se asustaría o no con mi presencia ahí. Cerré la puerta tras de mí adentrándome a lo que era la sala de la pequeña casa, por lo que aquel olor familiar, se hacía más y más intenso conforme avanzaba, y al detenerme en la puerta de la que seguramente era su habitación, pase saliva de manera pesada para seguido de esto, y con completo sigilo, abrí la misma topándome con su esbelto cuerpo cubierto por la delgada tela de la sábana sobre la cama.
Una sonrisa se dibujó en mis labios y entré en total silencio, pues aquella figura dormía placenteramente sobre aquella cama, me acerqué hasta el pie de su cama para observarlo por unos minutos, viendo como su cuerpo se movía de manera suave debido a su respiración, misma que podía escuchar perfectamente, su cuerpo se encontraba de costado, seguí observándolo con detenimiento durante unos instantes más, en lo que avanzaba hasta posicionarme al lado de su cama, y de manera suave y con solo las yemas de mis dedos comencé a recorrer desde su tobillo hasta su estómago así como cuello, y debido a esto su cuerpo de manera natural se movió para quedar esta vez boca arriba sobre la cama, mismo movimiento que dejó su torso completamente descubierto, dejando ver que solo utilizaba una especie de camisa larga para dormir.
Relamí mi labio inferior y desde su cuello, bajé nuevamente en caricias casi imperceptibles para él, logrando esta vez llevarme la delgada sábana entre mis dedos, dejando completamente al descubierto la suave y tersa piel que formaba parte de sus piernas; quedé completamente perdido en las mismas, y de manera instintiva llevé mi nariz a su tobillo para de manera completamente sigilosa comenzar a subir por toda la extensión de sus piernas aspirando su delicado, exquisito y por demás puro aroma, hasta detenerme en la mitad de sus muslos justo donde comenzaba la tela de aquella camisola.
Alejé mi rostro de su piel yal notar como aun no lograba sacarle de aquel placentero sueño acaricié esta vez su cabello de manera suave trayéndome en los dedos un par de mechones dejándoles resbalar por los mismos, y en el momento en que hacía esto su rostro se volteó en dirección contraria a mi posición dejándome ver la suave y pálida piel de su cuello; nuevamente llevé mi rostro a esa zona aspirando su aroma y justo cuando levanté mi rostro el suyo volvió a su posición anterior haciendo que su aliento chocara contra mi rostro, y apoyando una de mis manos a un costado de su almohada y dado a que poco podría contenerme llevé mis labios a los suyos tomando estos en un suave beso, mientras con mi otra mano acariciaba tanto su cabello como una de sus mejillas.

Humano

Como era de costumbre, mi día había pasado tranquilo, sin ningún tipo de novedad ni nada interesante que valiera la pena ser contado, a excepción de que como era algo normal en mi...me había perdido de regreso a casa, vagando por todo el pueblo hasta que por fin entrada la noche había encontrado el camino correcto.
Justo antes de entrar, había volteado por mera costumbre, admirando a lo lejos, sobre uno de los montes la silueta de aquel castillo donde hacía unos días me había aventurado a entrar. Una sonrisa ligeramente traviesa se dibujo en mis labios de solo pensar en...él, pero de inmediato sacudí mi cabeza, adentrándome a mi casa y cerrando bien la puerta tras de mi.
Tan solo me tome el tiempo de acomodar un par de víveres en la mesa antes de dirigirme al baño, dándome un tibio y rápido baño, para luego cambiar mi ropa por tan solo una larga playera que bien podía hacerse pasar por un camisón, misma que cubría unos pequeños y discretos shorts del mismo blanco de la otra prenda.
Sin esperar más, me adentre a mi cama, cubriéndome tan solo con una delicada sabana ya que el clima era algo caluroso.

De inmediato caí dormido, abrazando fuertemente a una almohada a mi lado.
Pero lo que no imaginaba, era que mis sueños fueran atacados por él...Masashi-sama.

~Podía ver en mi mente con total claridad como se aproximaba a mi, acorralándome contra su cuerpo como solía hacerlo, dejándome sin salida en una de las paredes de mi hogar. Sentía sus labios recorrerme, sobre todo en mis mejillas, mientras que sus manos recorrían mis costados con lentitud y la sensualidad que lo caracterizaba, alcanzando incluso a flexionar mi pierna para recorrer mi delicado tobillo.
Pronto me encontré recostado boca arriba en mi cama, con su cuerpo sobre del mio, mientras que de mis labios solo salían ligeros suspiros entre-mezclados con balbuceos de su nombre. -Ahh~- suspire cuando en mi mente pude verlo recorriendo la blancura de mis piernas por medio de besos y repentinas lamidas, mientras que sus ojos estaban centrados en mi rostro sonrojado, adivinando que era lo que mi cuerpo quería.
Una leve ventisca de aire extraña llego a mi cuerpo, haciendo que girara mi rostro hacia a un lado, dejando la tensa y pálida piel de la columna de mi cuello ligeramente expuesta. Sin embargo, nada de eso me importo ya que mi cuerpo tenía esa ansiedad de que sus labios, sobre todo sus manos subieran un poco más y alcanzaran mi entrepierna, la cual comenzaba a despertar por el contacto de su piel con la mía. Pero justo en el momento en el cual sentía que su mano alcanzaba su destino...~

Un suave roce en mis labios hizo que abriera los ojos definitivamente, sacudiéndome un poco al darme cuenta de que todo se había tratado...de un sueño.

Aun estaba algo atontado y semi-dormido, por lo cual tardé unos segundos más en reaccionar, dándome cuenta de que aquel beso era real, y que efectivamente un cuerpo reposaba sobre de mi.
Por instinto lo primero que hice fue colocar mis manos en su pecho, empujándolo con mis contadas fuerzas para protegerme. Pero pronto, al abrir bien mis ojos y al agudizar mis sentidos, note que esos labios, esa respiración y sobre todo ese misterioso pero atractivo rostro tan cerca del mio, pertenecía al culpable de que tuviera ese tipo de sueños que jamás en mi vida había tenido. -Q-qué interesante manera de despertarme Masashi-san.- reí ligeramente, dejando una de mis manos en su pecho pero no apartándolo, si no simplemente teniendo un contacto con él, mientras que la otra la llevaba a mis ojos para tallarlos de manera infantil.
Intente incorporarme un poco para no estar totalmente recostado, pero al hacerlo solo cause que nuestros labios volvieran a chocar esta vez en un accidental roce.
Sin duda el contacto de su cuerpo era mil veces más placentero que aquella imagen mental que había tenido hacia unos minutos atrás, por eso mismo decidí no separarme ni hacer ningún movimiento brusco, en lugar de eso busque acomodarnos de mejor manera, con ahora mis dos manos libres enredadas en su cuello, jugueteando con los largos y negros mechones de cabello de esa zona. Ladee un poco mi cabeza para poder hablar sin chocar con sus labios a cada palabra. -¿Qué lo trajo por aquí? ...Tan lejos de su castillo a este feo lugar.- susurre claramente apenado, sabiendo que mi casa no podía compararse con la suya, cosa que hizo que me escondiera instintivamente en la cama, hundiéndome un poco más en el colchón, aunque sin contar que eso haría que se apegara más y más a mi.

Owner of Darkness

Sonreí de lado sobre sus labios al notar como despertaba y como su cuerpo intentaba alejarme por lo que hice un poco más de fuerza para que no lo lograse sin dejar de ver aquella expresión adormilada en su rostro.
Separé un poco mi rostro del suyo escuchando sus palabras para después de ello ver como tallaba sus ojos a lo que simplemente me limité a quedarme en silencio sin embargo una vez más su cuerpo se movía haciendo que sus labios se rozaran nuevamente con los míos, llevando esta vez, a relamer los mismos sintiendo aun el calor de los suyos.
Sentí como sus manos rodearon mi cuello lo cual me obligó a apoyar ambas manos sobre sus costados tratando de no caer por completo sobre su cuerpo aun limitándome a observarlo hundirse en la cama y de un momento a otro observé cómo sus mejillas se teñían de un leve tono rojizo, reacción que me llevo a sonreír nuevamente respirando sobre su rostro.
-Es un poco tonto, que me preguntes que es lo que me trae aquí si conoces de sobra la respuesta.-
Dije contra la piel de su mejilla para seguido de ello llevar mis manos a las suyas para quitarlas de mi cuello y así poder quedar sentado simplemente a su lado mientras observaba su rostro con una ligera mueca de molestia, dejando que en mis labios se dibujara una casi imperceptible sonrisa.
-Ahora dime, ¿Qué soñabas manato?.-
Pregunté viéndolo directo a los ojos para de manera fugaz acariciar con la yema de mis dedos una de sus piernas observando como la piel de esta se erizaba y como su cuerpo se movió de manera instintiva queriendo alejar esa pierna de mi mano; sonreí un poco más ante aquella reacción y me puse de pie caminando hasta los pies de su cama viéndolo desde mi posición, ciertamente, sus piernas captaban mi atención, sin embargo solo las observaba por breves instantes, relamiendo mis labios; guardé mis manos en los bolsillos de mi pantalón agachando un poco mi cabeza sin perder de vista su rostro que con cada una de mis miradas se ponía un poco más rojo.

Humano

-N-no se, que tal si estaba perdido.- susurre tímidamente, no logrando ocultar ese puchero de molestia cuando apartó mis manos de su cuello, separándose poco a poco de mi para solo sentarse a mi lado, observándome discretamente.
-Ah pues...- titubee sabiendo que sería capaz de ocultar la verdad de mi sueño, por lo cual incluso mi cuerpo se contraía inconscientemente con tan solo un roce de sus manos, como si quisiera ocultarme y perderme en ese colchón con tal de que no supiera.

Cuando se puso de pie y caminó hacia los pies de la cama, yo pude incorporarme un poco, sentándome de frente a él y con mis piernas abrazadas a mi pecho, aunque esto sin querer ocasionaba que mi piel quedara más expuesta a él que antes.
Su mirada era penetrante y como siempre tenía esa habilidad de convencerme en silencio. -mmm la verdad es que...soñaba con...un vampiro- susurré muy suavemente, como si le contara un secreto, comenzando a balancearme de un lado a otro como un niño pequeño. -y él se metía a mi casa en medio de la noche- me incliné hacia el frente para comenzar a gatear por la cama hasta quedar frente a él, siendo solo separados por la madera de los pies de la cama.
Ahí me incorpore un poco en mis rodillas, intentando quedar a su altura al estirarme bastante. -Era muy alto sabe? Algo...así.- reprimiendo una risa coloqué mi mano justo a la altura de su cabeza para señalar la estatura de aquel supuesto vampiro. -También tenía el cabello negro...-baje mi mano delicadamente por su cabello, acariciando un mechón que estaba en su frente, apartándolo un poco para observarlo mejor. -Oh que curioso...tenía esa misma expresión seria que tiene usted en estos momentos. -ahora mis dedos se deslizaron suavemente por el puente de su nariz, bajando en ligeros toques a sus pómulos y alcanzando así la comisura de sus labios. -Si lo pienso bien...se parecía bastante a usted. Bueno con la única diferencia de que en mi sueño...no se apartaba así de mi cuando quería besarlo.- infle mis mejillas negando varias veces con la cabeza como si estuviera haciendo un berrinche, mientras que mis dedos viajaban a sus labios, delineando lentamente con mi pulgar su labio inferior.
-Y no solo me dejaba besarlo, si no que también me tocaba...- retire mis manos de su rostro para colocar una alrededor de su cuello y la otra acariciando suavemente su antebrazo, buscando esa mano que estaba dentro de sus bolsillos.
Antes de que él o yo dijéramos algo más, incliné mi cuerpo hacia el frente, causando que irremediablemente mis labios chocaran con los suyos, consiguiendo al fin robarle un beso repentino pero de cierta forma profundo, mientras que mis manos continuaban con esas tenues, de cierto modo temerosas caricias.
-Ah espere, ya me acordé!- esta vez fui yo quien rompió abruptamente el beso para poder observarlo fijamente de una manera casi curiosa. -Se llamaba...Ma-sa-shi- dije separando cada sílaba con un beso en sus labios, ya sin poder controlar las leves risas que salían de mi.-

Owner of Darkness

Mantenía mi vista fija en su cuerpo y mis manos dentro de los bolsillos; escuchaba con atención cada frase que salía de sus labios notando como comenzaba a moverse sobre la cama llegando a gatear sobre la misma colocándose cerca de mi cuerpo.
Ante cada palabra o acción de su parte una sonrisa maliciosa se dibujaba en mis labios, y en el momento en que sentí sus labios sobre los míos correspondía a ese fugaz beso sintiendo como una de sus manos se paseaba por mi antebrazo lo cual me llevo a sacar mi mano de aquel bolsillo para llevarla hasta su cintura jalando de la misma para que su cuerpo quedase completamente pegado al mío, escuchando por fin, el final de su sueño.
-Tal vez esta noche soñaste con aquel vampiro…-
Deje mi oración inconclusa para con ayuda de mi otra mano tomar de la parte trasera de sus piernas elevando su cuerpo de la cama llevando la mano que se encontraba en su cintura, hasta su espalda para así sostener su cuerpo en brazos.
-Pero durante toda tu existencia, me dedicaré a invadir tu mente y devorar tu cuerpo.-
Terminé aquella oración y de manera rápida comencé a caminar hasta la salida de su vivienda, para adentrarnos en el pueblo.

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