Prince [PRIV]

Sus movimientos habían sido tan rápidos que no tuve tiempo de reaccionar de ninguna forma, viéndome cargado como un débil muñeco, pero aun así con un cuidado que me hizo sentir...protegido entre sus brazos.
Al salir de mi hogar, una ventisca bastante fría me recorrió ya que solo usaba esa delicada camiseta larga que con trabajos cubría mis piernas así que sin dudarlo me escondí en su pecho, dejando mi cabeza apoyada ahí para buscar de su calor mientras que mis dos manos se dirigían a su cuello, abrazándome a él sin perturbar el abrazo en el cual me tenía.
-Masashi-san? A d-donde vamos?- pregunté un par de veces en el camino, aunque no tuve respuesta alguna de su parte tan solo un silencio que solo me ponía más y más ansioso, sobre todo por la neutralidad que tenía su rostro mientras que el mio tenía dudas y una ligera pizca de miedo al no saber a donde nos dirigiríamos en medio de la noche.
Pero al parecer la respuesta no fue necesaria decirla, si no que la entendí cuando en cuestión de minutos nos encontramos con la reja principal de aquel que era su hogar...justo ahí fui colocado de pie, siendo suavemente jalado por el brazo hasta la puerta principal, a la cuál llegamos entre leves tropiezos ya que mis piernas aún no reaccionaban del todo.
De cierta forma me sorprendió cuando uno de sus empleados ya nos esperaba en la puerta, como si aquello fuera parte de un plan. -B-buenas noches...con permiso- susurré tímidamente a aquel que abrió la puerta, haciendo una reverencia con la cabeza por mera costumbre aunque Masashi ni siquiera se hubiera percatado de aquel detalle.

Poco a poco fuimos adentrándonos más en el castillo, hasta llegar a unas grandes escaleras que nos condujeron a un pasillo en el cuál un característico olor venía a mi, dejándome ver que estábamos muy cerca de su habitación... misma a la cuál entramos después de que empujo la puerta con total facilidad, dejándome el camino libre para adentrarme en esta.
Escuche vagamente cuando volvió a referirse a mi sueño...aunque en ese momento parecía que seguía en el, ya que todo lo que estaba a mi alrededor no parecía real, desde la enorme cama, los detalles de los muebles o los diversos decorados en las paredes parecían realmente sacados de mi imaginación. Pero muy a pesar de lo interesante que fuera todo eso, mi atención fue robada de nuevo por Masashi-san, cuando me jaló con fuerza hacia su cuerpo, haciendo que chocáramos y que quedáramos sin espacio de por medio entre nosotros. -E-es hermoso aquí...creo que mi casa es incluso más pequeña que este cuarto.- reí encogiéndome de hombros algo avergonzado, dejando que mi mirada vagara aún por las paredes justo antes de volverme a concentrar en su mirada. -Usted ya es el dueño de mis sueños...de mi realidad...y de todo o que esta en mi loca cabecita- ladeé mi cabeza, dejando una ligera sonrisa en mi rostro al acariciar su mejilla con el dorso de mi mano izquierda.- Ahora yo quiero ser quien inunde sus recuerdos...aquel que borré cualquier cosa mala y que lo sustituya con nuevas memorias que quiero crear a su lado.- susurraba suavemente, teniendo que agachar de vez en cuando mi mirada al sentirme avergonzado al hablar, teniendo que hacer pausas repentinas para tomar algo de aire entre palabra y palabra. - No se que recuerdos tiene de este lugar... pero si se que quiero llenarlo de esto...de nosotros dos- culminé al tiempo en el cual me estiraba para colocar suavemente una mano en su mentón, atrayendolo poco a poco a mi hasta hacer que nuestros labios se rozaran suavemente, iniciando así un tenue pero profundo beso.