Habitación Juri

Recién llegábamos a aquel pueblo por lo que le pedí a Sou que saliéramos a dar un pequeño paseo. Yo tenía ganas de salir a buscar un par de conejos y gatitos para jugar tal vez un rato con ellos y como era costumbre ambos escogimos un atuendo apropiado para “jugar”. Yo había decidido llevar un vestido blanco y un par de orejitas del mismo color, unas largas calcetas y zapatos más o menos cómodos pues por lo regular buscar gatitos y conejos necesitaba de correr y demás.
Estuvimos un rato jugando en el bosque pero poco a poco nos fuimos alejando más del pueblo hasta llegar a una zona que ciertamente parecía desolada. No había más que un enorme castillo y aun así un pequeño conejo y travieso al que llevábamos rato correteando se había dirigido a aquel tenebroso castillo.
Sou y yo no dudamos ni un momento el entrar en aquella construcción ya que por lo regular sentíamos la necesidad de explorar todo tipo de lugares así que me apresure a tomarle de la mano para correr junto con él hasta el castillo. Al entrar pude ver el pequeño conejo corriendo por los escalones y apresurándose al primer piso de la construcción, tire con cierta fuerza de la mano de Sou y nos lleve detrás de aquel pequeño ser travieso sin embargo le ‘perdí’ de vista cuando se adentro en una habitación cuya puerta estaba entreabierta.
Nos detuve de golpe y me voltee a observar a mi hermano, simplemente hablándole con la mirada preguntando con tan solo esta si debíamos entrar en aquel cuarto. Una vez que obtuve su aprobación fuimos tranquilamente hasta aquella puerta y entramos con cuidado; yo por mi parte me distraje observando la habitación hasta que Sou me saco de mis pensamientos.
Cerré la puerta tras nosotros para luego seguir por ayudar a Sou a buscar al pequeño animalito que había invadido aquella habitación. Pasamos unos momentos en silencio hasta que una pequeña queja salió de mis labios.- Sou!!!! Esto es aburrido… y… y el conejito podría estar en cualquier lado~~~- Forme un pequeño puchero mientras escuchaba la respuesta de mi hermano y me levante de donde estaba (buscando al conejo debajo de la cama). Note que mi hermano yacía parado revisando los libros que había en un librero que había en la habitación –Oye no me ignores!!- hable esta vez reclamándole y en el momento en el que él se volteaba para mirarme, tropecé con la alfombra, yendo a dar contra el cuerpo de Sou y obligando a que su espalda se golpeara contra aquel mueble.
Mi rostro había quedado escondido sobre su pecho y cuando levante el mismo pude ver esa sonrisa que el siempre me mostraba y aunque no fuera el lugar ni el momento apropiado me acerque a sus labios para tomar de los mismos un par de suaves y tiernos besos. Sin saber ni como paso termine con mi adorable hermano sobre la cama dentro de aquella habitación, sintiendo el dulce y suave recorrido de sus labios explorando ciertas partes de mi cuerpo mientras mis manos se paseaban por la delicada figura de el. En un travieso movimiento lleve una de mis manos al borde de su falda levantando la misma aprovechando que al dejar descubiertos sus interiores ya no tenía que batallar con su falda para poder toquetear su entrepierna a gusto.
Mi mano libre se paseaba por su abdomen y pecho y al mismo tiempo que le tocaba con suavidad pero aumentando poco a poco la intensidad podía sentir sus manos jugando libremente con las sensibles zonas de mi cuerpo que el conocía perfectamente. Suspiraba de manera audible y en mi interior esperaba que el dueño de aquella habitación no llegara y nos encontrara en tan vergonzosa situación. Podía sentir mis mejillas arder y el calor de mi cuerpo subir y conforme sus caricias se volvían más intensas apretujaba su miembro entre mi mano con más fuerza, masajeándole; sintiendo su ropa interior humedecer y rindiéndome ante el placer, olvidando al pequeño y travieso conejo… Termine por meter mi mano dentro de sus interiores acariciando su miembro y sintiendo como desde la punta de este el líquido pre seminal brotaba y mojaba mis dedos y parte de la piel de su miembro.

A pesar de estar tan entretenidos en nuestras acciones y demás, los movimientos de mis manos y las de Sou se detuvieron de golpe tras escuchar el abrir de la puerta. Me quede unos instantes observando a mi hermano con los ojos abiertos como platos y no pude evitar que mi cuerpo diera un pequeño brinco sobre la cama al escuchar aquella voz que nos hablaba. Reaccionamos lo más rápido que pudimos; arreglando un poco nuestras ropas mientras mi mirada se iba directamente a la mano de aquel hombre que ponía el pestillo de la puerta.
Hubo un pequeño lapso de tiempo en el que nos pudimos haber ido sin embargo la sorpresa por aquella forma en la que aquel hombre nos había encontrado y para colmo en su habitación, nos había dejado pasmados. Un segundo sobresalto se presento en mi cuerpo tras ver como el dueño de aquella habitación, regresaba a la misma ya del todo desnudo; sin aquella gabardina que en principio llevaba.
Como primer instinto lleve mis manos a cubrir mis ojos mientras un intenso sonrojo se apoderaba de mi rostro y debido a aquella acción fue por lo que me tomo por sorpresa el agarre que aquel hombre hizo sobre una de mis manos. Me vi obligado a levantarme de la cama dejando a Sou en la misma escuchando sus palabras como de tipo replica por la acción de aquel hombre, para más tarde levantar mi rostro y posar mi mirada sobre la suya, tal y como una de sus manos me indicaba hacerlo.
Parecía haber enmudecido ante la presencia del otro por lo que le escuche sin poder decir absolutamente nada y como si fuera un sonámbulo simplemente le seguí mientras su mano jalaba de la mía. Termine sentado sobre las piernas del otro, viendo en dirección a la cama lugar en el que estaba mi hermano y al sentir el miembro del otro a través de mis ropas justo restregándose levemente contra mi trasero; di pequeños saltitos para tratar de evitar aquel roce que me hacía sentir aun mas avergonzado e incluso lleve mis manos a la de él que rodeaba mi cintura para tratar de quitarla de allí mientras que el se dirigía a mi hermano.
Debo aceptar que me espante cuando hablo sobre matarme y debido al miedo que había comenzado a sentir no me moleste en poner mucha atención a los besos que dejaba sobre mi cuello, incluso olvidándome de ese roce entre su miembro y mi trasero y restándole algo de importancia a la manera en la que una de sus manos presionaba uno de mis muslos.
Si en algo tenía razón aquel hombre es que Sou no iba a dejarme morir, pero el otro parecía necesitar darle incentivos para que empezara a actuar por lo que un par de quejidos de dolor se escaparon de mis labios acompañados de un par de lagrimas que brotaron de mis ojos al momento de sentir como sus dientes mordían y lastimaban la piel de mi cuello. -E...es...pere... du...duele...- Me queje mientras me removía con cierta desesperación sobre las piernas de aquel hombre que ya no estaba seguro de que lo fuera en su totalidad. Observe a mi hermano notando la pequeña señal que me hacía con una de sus manos y ante la misma me quede quieto (aunque me costó un poco de trabajo) y asentí con la cabeza apenas de manera notable, optando por llevar mis manos a tallar mis ojos limpiando las lagrimas en estos para más tarde recargar mis manos sobre mi regazo, soltando pequeñas quejas por algunas acciones de aquella otra persona.
Observe como mi hermano empezaba a actuar, sonrojándome tanto por sus movimientos como por sus palabras, notando como mi hermano cedía ante aquella persona, buscando el convencerle de que podíamos complacerle. Finalmente se acomodo en la orilla de la cama y mientras el realizaba los movimientos que tenía en mente, pude ver una de sus señas indicándome que me moviera para ayudarle a convencer al otro y aunque no tenía muy permitido el moverme, de hecho no me lo habían ordenado; pensé que si no quería morir al menos debía demostrar que podía seguir el juego y por supuesto que… quería jugar.
Como pude y a pesar de el agarre que su mano mantenía en uno de mis muslos, abrí las piernas un poco manteniéndolas atoradas en las de el hombre sobre el que estaba sentado e incline mi cuerpo hacia adelante, alejando mi cuello de sus labios y mi espalda de su pecho para así poder meter mis manos por entre las piernas de él, recargando estas en el asiento de la silla y con las puntas de mis pies (que eran las únicas que alcanzaban el suelo.) y ayudado por mis manos empecé a empujar mi cuerpo de adelante hacia atrás restregando mi trasero contra su miembro, con mucha mas insistencia, entrecerrando los ojos por la ansiedad que esos movimientos le provocaban a mi cuerpo e incluso dejaba que varios gemidos salieran de mis labios.
Por un momento perdí de vista a mi hermano, escuchándole detrás de mi aunque un poco alejado, poniéndome un poco mas ansioso por la manera en la que seguía susurrándole al otro y justo después de escucharle cambie mis movimientos para empezar a dar pequeños brinquitos sobre el cuerpo del dueño de la habitación, simulando pequeñas embestidas y sin poder evitarlo, soltando cada vez mas fuertes gemidos aunque claramente entrecortados.