Thanatos Empire
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Hay un veneno mas dulce, mas mortal que el de los labios...El sabor de la sangre en la garganta.
 
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 Masashi's BedRoom

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3 participantes
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Kamijo
Vampire Prince
Kamijo



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MensajeTema: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeDom Ene 22, 2012 9:43 am

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Hikaru
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Hikaru



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeLun Feb 27, 2012 4:04 am

Rumores, rumores y mas rumores era todo lo que se escuchaba en ese pueblo; en especifico si preguntabas por el gran castillo en las afueras del pueblo, se hablaba de 4 hombres viviendo en aquel lugar y la gente del pueblo les describía como gente reservada aunque aun así parecían tener razones para “temer” sin embargo uno de ellos me había interesado, el hombre fuerte y que decían era ciertamente “malvado” por no llamarle de otra manera y sobre todo hablaban de una personalidad fría, las personas le describían con cierto temor sin embargo preferían no hablar acerca del hombre. Yo había preguntado debido a que varias veces le había visto de lejos entrar a aquel enorme castillo el cual había estudiado casi a la perfección, notando varias veces la misma ventana desde donde el apuesto vampiro se asomaba.
Era el día de aventurarme a allanar aquel enorme lugar por lo que salí de casa con tan solo un pequeño short, unas botas, mi camisa negra al igual que el resto del atuendo y un saco que de la parte de atrás era largo llegando hasta la parte trasera de mis rodillas y la parte delantera solo cubría el torso. No lleve gran cosa conmigo para aligerar el peso ya que mi entrada no podía ser por la puerta principal ya que bien sabía que no podías entrar si no eras invitado y claramente yo no lo era.
No tenían una gran seguridad por lo que me fue fácil entrar, busque el lugar exacto, el muro exacto e incluso la ventana desde donde el acostumbraba asomarse y debido a mi experiencia trepando lugares, hice lo mismo que como si se tratase de un gran árbol, había estudiado la construcción por lo que sabía donde pisar y de donde agarrarme si no quería caer, la fachada de la casa en si eran ventana tras ventana y adorno tras adorno mucho de donde agarrarse, lo que me facilito bastante el entrar hasta que finalmente, con cuidado logre llegar al borde de la ventana por la que “masashi-sama” (como le llamaban en el pueblo) se asomaba. Para mi malísima suerte la ventana estaba cerrada por lo que con mucho cuidado me balancee un poco hacia atrás y recargue todo mi peso en una de mis manos y en mis pies, para con la libre echar esta hacia atrás y arremeter con fuera contra uno de los cristales de la ventana, rompiendo el mismo y lastimando mi mano en el proceso, de momento ignore el dolor que de hacerle caso me habría hecho caer y con mi mano lastimada metí esta a través del espacio que ahora había por el vidrio roto y retire el seguro de la ventana, empujando estas con rapidez para así poder introducirme en aquella habitación lo más rápido que podía, dejándome caer sobre el suelo y quejándome levemente por el dolor en mi mano.
-Maldición.-
Dije para mí mismo, salí de entre las cortinas en las cuales me había quedado atorado al entrar por aquella ventana y coloque mi mano sobre mi pecho, protegiendo esta mientras que abría un par de puertas observando lo que había en su interior hasta encontrar aquel “pequeño” baño personal en el cual entre para poder enjuagar mi mano en el lavabo del lugar, retirando los vidrios en mi mano y limpiando las heridas que me había hecho, saque un pequeño pañuelo de mi saco y con el mismo envolví mi mano para así detener el sangrado y tras ello decidí regresar a la habitación para esperar a masashi sama.
Me acerque a la ventana recargándome en esta y inclinando mi cuerpo hacia adelante observando las afueras del castillo mientras que contoneaba mi trasero de un lado a otro como “jugueteando” con mi propio cuerpo.
-Espero no tarde demasiado~~.-
Susurre para mi mismo suspirando completamente aburrido mientras esperaba a aquel vampiro, aunque técnicamente no tenía idea de lo que aria en cuanto el llegara, eso me hacia tener una horrible sensación de incertidumbre y pudiese ser que también de… miedo.
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Masashi
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Masashi



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeLun Feb 27, 2012 4:40 am

Era una noche como cualquier otra, aburrida, in ninguna presa interesante, o que llamara lo suficiente mi atención como para que decidiese acercarme a ella y tratar de hacerle sufrir, poca resistencia ponían lo que me hacía que su sangre no me satisficiera por completo por ello, decidía mejor, aguantarme la sed; por lo que, me dispuse a regresar a mi habitación, cansado y aburrido de toparme siempre con el mismo tipo de presa, sin chiste, y fácil de cazar, nuevamente aburridas.
Caminando, despacio entre los callejones y distintos sitios del pueblo, tarde más de lo normal en llegar al castillo debido a que, por tener días sin probar algo que me llenara por completo, mis fuerzas se habían agotado un poco, y caminando despacio, esperaba encontrarme con algo que atrajera mi atención, sin embargo, no lo encontré; metí las manos a los bolsillos de mi gabardina, y escondí mi mandíbula en el cuello de la misma.
Era una noche perfecta, perfecta para alguien como yo, sin embargo había sido desperdiciada por presas inútiles. Seguí caminando hasta llegar a la puerta principal del castillo, un extraño olor logró poner mis sentidos alertas, pero sin darle demasiada importancia, seguí avanzando hasta llegar a la puerta de entrada del castillo y abriendo esta de golpe, entré al lobby del mismo y volviendo a meter mis manos a los bolsillos de la gabardina, seguí avanzando hasta llegar a las escaleras subiendo estas de manera calmada, pero aún, mi olfato seguía percibiendo ese aroma peculiar, uno que no me había encontrado jamás, el cual se acrecentaba al tiempo que más corta se hacía la distancia a mi habitación, sin embargo, seguía sin prestarle demasiada importancia, sabía que todos y cada uno de los habitantes del pueblo no se atreverían a entrar a nuestro lugar.
Pensando este tipo de cosas llegué a la puerta de entrada de mi habitación y al tocar el picaporte de la misma mis sentidos se agudizaron a sobremanera dado a que logré saber de donde provenía tan exquisito olor, giré de manera lenta el picaporte de la puerta y la abrí solo lo suficiente como para que en mi nariz chocara el aroma de aquella esbelta figura que estaba parada en el ventanal de mi habitación, una sonrisa perversa se dibujó en mi rostro.
Abrí lentamente la puerta parándome en el marco de la misma mientras observaba con detenimiento aquella figura en el ventanal de mi recámara, limitándome a verle y en ocasiones a olfatearle dándome cuenta que en una de sus manos llevaba una tela blanca; entré por completo en la habitación cerrando la puerta de un golpe detrás de mí viendo como aquel daba un brinco de sorpresa.
-¿No sabes que es de mala educación, además de peligroso entrar a la recámara de alguien que no conoces pequeño crio?-
Dije viendo su rostro completamente asombrado y notando como giraba su cuerpo hasta quedar de frente al mío, y antes de que pudiese articular palabra, como mi condición de vampiro me lo permitía, me acerqué con velocidad hasta quedar parado justo frente suyo a una mínima distancia de mi; tomé su rostro por las mejillas mientras me acercaba a oler un poco su cuerpo y una vez hecho esto sin soltarle de las mejillas alejé mi rostro de su cuerpo relamiéndome un poco los labios.
-Debería sacarte a patadas como la rata que eres, sin embargo te daré la oportunidad de darme una buena razón para no hacerlo.-
Dije viéndole a los ojos mientras apretaba un poco sus mejillas clavando de manera suave mis uñas en la piel de las mismas notando en sus ojos una expresión peculiar, sin duda podía percibir su sensación de sorpresa e incertidumbre mientras yo por otro lado solo respiraba cerca de su rostro sin soltar sus mejillas y con mi otra mano tomé la de él que tenía el pañuelo sobre esta y, de reojo pude ver como leves manchas rojas impregnaban el mismo, y al darme cuenta de que uno de los cristales del ventanal estaba roto y viendo los pedazos del mismo sobre el piso, por lógica me di cuenta que se había lastimado, e importándome poco si le lastimaba más o no, presioné con toda mi mano la de él sintiendo en la palma de la mía como el pañuelo se desamarraba y el calor de aquel líquido rojizo del que hacía tiempo no probaba uno tan atrayente como el que ahora estaba frente a mí.
-Sigo esperando la razón que pedí para no sacarte a patadas de aquí, ¿Quien te dijo que podías irrumpir aquí como si fueses una rata?-
Dije mientras observaba la ligera mueca de dolor que se dibujaba en su pálido rostro debido a mi acción anterior.
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Hikaru
Humano
Hikaru



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeMar Feb 28, 2012 3:47 am

Mientras estaba distraído observando todo lo que pasaba afuera de manera repentina el sonido de la puerta al cerrar de golpe inundo la habitación, lo que me hizo dar un sobresalto mientras trataba de enderezarme. Escuche una voz fuerte y fría hablándome la cual hacia que pequeños escalofríos recorrieran mi espalda provocando apenas notables estremecimientos, me fui volteando lentamente para quedar de frente a él y así poder contestar su pregunta debidamente, sin embargo me sorprendí bastante al presenciar la increíble rapidez con la que se había colocado a escasos cm de mi y como respuesta a su repentino movimiento solté una queja, sintiendo sus dedos apretar mis mejillas. Lleve mi mano “sana” a la suya tratando de que aligerara la presión en mi rostro aunque claramente sin jalar su mano solo “sobándola” en un vano intento por relajar su agarre.
Por lo que creí que fueron unos instantes me quede pensando mientras le observaba recordando lo que la gente del pueblo decía sobre él y en ese momento caí en la cuenta de que no era solo el típico miedo de los humanos si no que realmente decían la verdad sin exagerar, sin embargo de momento no me dejaría llevar por el pánico de no saber con exactitud a quien estaba tratando y como debía hacerlo. Una fuerte punzada de dolor me saco de mis pensamientos al mismo tiempo que un fuerte quejido se escapaba de mis labios mientras que su mano presionaba la mía que había lastimado hacía un rato.
La pregunta que había hecho era repetida nuevamente, sonando un tanto insistente respecto a mi razón para estar allí y bueno yo no tenía razones para no contestarle sin embargo sus dedos presionando mis mejillas me dificultaban aquello y además su agresividad no me dejaría explicarme del todo así que aguantándome el dolor que sentía en mi mano y mientras inevitablemente formaba muecas de dolor, metí de forma disimulada una de mis piernas entre las suyas; colocando mi pie en la parte trasera del suyo, con mi mano sobre la suya; presione esta con fuerza casi clavando mis uñas sobre su piel y repentinamente ladee mi rostro de forma violenta mientras daba un tirón de su mano logrando zafar mi rostro de su agarre.
Sin perder tiempo y aprovechándome de su breve sorpresa empuje mi cuerpo con fuerza hacia adelante por lo que al hacer que masashi sama retrocediera; este tropezó con mi pie y cayó al suelo de espaldas y claro llevándome consigo, tuve que recargar mis manos sobre el suelo para no caer de lleno sobre su cuerpo y esto causo que lastimara aun mas las heridas de una de mis manos. Me acomode en cuatro sobre su cuerpo sin embargo aquella pierna que había metido entre las suyas, la mantuve ahí; colocando parte de mi rodilla y muslo contra su miembro y tomándome el atrevimiento de quitar mis manos del suelo y recargarlas suavemente sobre su pecho.
-Ahora si puedo contestarle…-
Susurre con una traviesa sonrisa de lado y de manera descarada me acerque a lamer la comisura de sus labios dejando un quedo beso sobre la misma.
-No me puede sacar como una rata por que ciertamente no le robe nada y esa es la principal característica de una rata.-
Solté una pequeña risa sobre sus labios y empuje un poco mas mi pierna, empezando a masajear suavemente su miembro.
-Y bueno estoy aquí porque me es casi imposible localizarlo en otro lado y tenía la curiosidad de conocerlo además de que…-
Deje mi oración a medias y recargue mi pecho sobre el suyo para que con mis manos pudiera recorrer sus brazos dando suaves apretones, acariciando sus bien formados músculos y soltando pequeños quejidos debido a que solo lastimaba más mi mano con mis movimientos y por consiguiente llenaba de sangre la ropa del vampiro. Detuve los movimientos de mis manos justo sobre sus hombros y volví a recargar una de mis manos sobre su pecho para hacer cierta distancia entre nuestros cuerpos para más tarde llevar mi otra mano entre aquel espacio que nos separaba y así poder acariciar con aquella mano su miembro por encima de la ropa recorriendo toda su longitud con la palma de mi mano y las yemas de mis dedos, apretándole suavemente en la palma de mi mano mientras que acercaba mis labios a los suyos para sacar de entre estos la punta de mi lengua y recorrer con la misma todo su labio inferior para más tarde culminar mi oración con un susurro sobre sus labios sin detener mis caricias sobre su miembro.
-A quien no le gustaría ser el juguete siquiera temporal de un hombre tan fuerte y con tan… exuberantes atributos…-
Di un leve apretón a su miembro tras finalizar mi oración y con una sonrisa juguetona en mis labios me atreví a robar un pequeño beso de los suyos.
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Masashi
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Masashi



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeJue Mar 08, 2012 4:51 am

Al sentirme en el suelo bufé molesto y le observaba con coraje sobre mí, y por un momento le dejé que hacer lo que quisiera mientras lo escuchaba atento; una sonrisa de medio lado se dibujó en mis labios al escuchar su última oración y al sentir su mano sobre mi miembro, tomé esta con una de las mías con la suficiente fuerza para lograr que la circulación de la misma se cortara y que mis dedos se quedaran marcados en la pálida piel de su muñeca; mientras le observaba fijo a los ojos.
-Déjame aclararte algo de lo que por obviedad no estás consciente.-
Dije esto mientras empuñaba mi otra mano para después levantarla y dejarla caer en un severo golpe contra una de sus mejillas provocando que su cuerpo cayera al suelo completamente desconcertado y aturdido, y, aprovechando ese estado de semi-inconsciencia me levanté con rapidez sacudiendo mis ropas y comencé a caminar en rápidos pasos hasta uno de los burós de un costado de mi cama, sacando del primer cajón de este, un par de cadenas con un candado así como una fusta y del segundo cajón de este saqué otro objeto, el cual guardé en el bolsillo de mi pantalón.
Con esto en mis manos caminé nuevamente hacia él y con mi mano libre tome de sus cabellos jalando con fuerza los mismos para obligarlo a incorporarse solo un poco y aun aturdido lo llevé arrastrando desde el lugar en que estábamos hasta el centro de la habitación, dejando sobre la cama la fusta tomando para tomar la cadena, y soltar su cabello para poder tomar sus manos y comenzar a enredar la cadena en sus muñecas apretándolas lo más que podía provocando que los eslabones de la misma se enterraran en la piel de sus muñecas, y una vez que terminé de enredar la cadena en estas, tome el candado para colocarlo en la cadena, uniendo ambos extremos de la misma.
-Hay varias cosas que debes tener en cuenta, para que pueda tomarte como mi juguete por esta noche.-
Dije mientras presionaba aun más sus muñecas con las cadenas enterradas en las mismas lastimándoles aun más; y así con ese agarre le hice que se incorporara completamente, sosteniendo sus manos por sobre su cabeza; con uno de mis pies, jale una pequeña mesa de centro que estaba en la habitación colocándola justo debajo del candelabro que adornaba el techo, y a base de jalones lo trepe a la mesa al igual que me subí yo, y con mi mano libre le cargué por un momento para lograr colgarlo del candelabro con ayuda de la cadena que amarraba sus muñecas; sabía que por más que se retorciera o hiciera movimientos bruscos con su cuerpo aquel candelabro no se caería debido al material con que estaba hecho, y al que le sostenía del techo.
Una vez que lo colgué, bajé de la mesa y la retire dejándola lo más alejada de sus pies; dejándole así completamente dependiente de la fuerza de sus hombros para sostener el peso de su cuerpo; caminé un par de pasos hacia atrás mientras quitaba mi gabardina que momentos antes había manchado de su sangre, para arrojarla sobre la cama, y una vez hecho esto, tomé la fusta con mi mano derecha y lamí la punta de la misma mientras una sonrisa de lado se volvía a dibujar en mis labios; me acerqué nuevamente a su cuerpo y con la fusta acaricié la mejilla en la que antes había dejado caer todo el peso de mi mano.
-Bien, comencemos.-
Dije mientras alejaba la fusta de su rostro, y con mi mano izquierda tiré con fuerza de su pequeño short para romperlo y dejarle resbalar por sus piernas, así como el saco que llevaba, rompiéndolo de igual manera haciéndoles caer al piso, dejándole solo en ropa interior y su camisa, mientras observaba por un momento su pálida y tersa piel que había quedado al descubierto.
-Primero: Yo decido que es lo que eres para mí, y para mí esta noche, no eres un humano, eres una rata.-
Dije en tono firme, dejando caer con fuerza la fusta sobre una de sus piernas observando como en la misma quedaba una marca roja casi morada, mientras escuchaba su quejido debido al dolor del golpe, para después continuar hablando.
-Segundo; nadie, absolutamente NADIE, me habla en ese tono de mofa en el que lo hiciste hace un momento.-
Dije mientras dejaba caer otro severo golpe con la fusta sobre su otra pierna observando gustoso como su cuerpo se contraía debido al dolor.
-Tercero; NADIE me toca sin mi permiso-
Dije mientras con mi mano izquierda nuevamente tironeaba con fuerza de su ropa interior hasta romperla sin importarme si el resorte de esta le lastimaba, y repetí esta acción con su camisa, haciéndola jirones, dejando colgadas apenas unas cuantas tiras de la misma sobre sus hombros.
Y una vez que hice esto, me acerqué a una jarra de agua que estaba sobre el buró del que antes había sacado la cadenas y demás, sumergiendo en la jarra la fusta dejándola completamente empapada y así, volví a acercarme a su cuerpo dejando caer severos golpes sobre su cuerpo ahora completamente desnudos, sin importarme donde cayeran estos, dejando caer varios sobre su rostro, y acertando el último de ellos en su miembro mientras escuchaba complacido todos y cada uno de sus quejidos y casi gritos ante cada uno de los golpes.
Detuve mis movimientos por unos instantes, llevando la fusta a mis labios, lamiendo la misma sintiendo aun lo caliente que había quedado después de cada uno de los golpes; mientras lamía con descaro la fusta delante de sus ojos metí mi mano al bolsillo de mi pantalón sosteniendo el objeto que había guardado en el mismo.
-Y como dije en un principio, tengo que probar tu resistencia, para saber, si puedo tomarte como mi juguete de esta noche.-
Dije mientras caminaba hasta acercarme nuevamente a él esta vez por su espalda, sacando la pera que estaba en mi pantalón para deslizarla por su espalda hasta detenerme en el inicio de sus glúteos donde me quedé jugándola unos momentos, mientras dejaba pequeñas lamidas sobre su espalda hasta bajar nuevamente la pera esta vez, hasta hacerla jugar unos segundos en su entrada, mientras observaba como su espalda se contraía, al igual que sus glúteos al sentir aquel helado metal, y sin dar aviso, introduje lo más profundo que pude aquella pera en su recto de una sola estocada, dejándola ahí empujándola aun más con mi mano mientras con la otra pellizcaba con violencia uno de sus pezones deleitando mis oídos ante sus gritos de dolor, mientras movía con brusquedad aquel objeto en su interior, casi podía escuchar sus paredes desgarrándose y al voltear a ver mi mano pude notar como delgados hilos rojos corrían por toda la extensión de sus piernas.
-Y no cometas ninguna otra estupidez pequeña rata-
Dije dejando escapar una leve risa de mis labios siguiendo con los pellizcos y apretones que daba a su pezón, mientras lentamente comenzaba a dar cuerda a aquel objeto en su interior.

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Hikaru
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Hikaru



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeJue Mar 15, 2012 2:58 am

Solté una pequeña queja en cuanto su mano tomo la mía de forma tan ruda y debo admitir que me estremecí al escuchar sus palabras con aquel tono que usaba para hablarme. Como ponía mucha más atención a sus palabras que a sus acciones, me tomo por sorpresa el golpe que dejo caer sobre mi mejilla obligando a que mi cuerpo se tambaleara sobre el suyo terminando por caer al suelo a uno de sus costados; el mareo no se hizo esperar y el sabor a sangre en mi boca tampoco… aun aturdido por el golpe logre llevar mi lengua a sobar la parte interna de mi mejilla; lugar en el cual se habían clavado mis dientes creando un par de heridas que eran las fuentes de donde la sangre en mi boca provenía.
Trate de no abrir los ojos pues al hacerlo podía ver como la habitación giraba lentamente y ya tenía demasiado con sentir que el suelo se movía. Me quede en el suelo sin poner mucha atención a sus acciones por lo que apenas y como un sonido lejano escuche el abrir y cerrar de un cajón pero la verdad es que no estaba en condiciones de preocuparme por lo que venía, algo que debí haber hecho. De forma intempestiva sentí aquella punzada de dolor que anunciaba el agarre que ahora ejercía sobre mi cabello; mediante el cual me vi obligado a medio levantarme hasta quedar más o menos enfrente de él y medio tambaleante camine junto con él hasta el centro de la habitación. Me quede quieto mientras el otro amarraba mis manos con una cadena, cosa que no me preocupo; sabía perfectamente que tenía que hacer si quería deshacerme de ella sin embargo de momento no quería más dolor sin un premio por lo que decidí reservarme mis ideas para el futuro.
Le observe con detenimiento mientras era jaloneado por sus manos para al final terminar como el deseaba que estuviera, colgado de aquel candelabro… solté un par de quejidos y me removí tan solo un poco por instinto sintiendo como poco a poco las cadenas y mi posición provocaban que mis brazos se adormecieran sin embargo de momento me parecía más importante saber a donde llegaría todo aquello. Cuando aquel frio material toco mi mejilla enarque una ceja por la forma en la que el otro seguía hablándome y es que realmente me molestaba que siguiera siendo tan prepotente cuando yo no había ido a humillarle o tratar de hacerle menos, sino todo lo contrario mi principal idea era poder ser quien le complaciera sin embargo mis deseos podían cambiar dependiendo de cómo actuara y eso era precisamente lo que esperaba.
Ni siquiera me inmute cuando sus manos empezaron a jalonear de mi ropa para desgarrarla y terminar por retirarla más bien seguía más interesado en escuchar que era lo que tenia para decirme, una sonrisa de lado se dibujo en mi rostro respecto a lo primero que dijo, sonrisa que se torno en una mueca de dolor al sentir aquel golpe de la fusta sobre una de mis piernas, entre un quejido flexione ligeramente mi pierna como forma de desahogo y no puedo negar que le mire con un dejo de enfado por aquel golpe sin embargo me limite a simplemente escuchar con atención sus palabras quejándome cada vez que uno de sus golpes era atinado sobre la piel de mi cuerpo. Cuando aquella fusta fue mojada para continuar con mi tortura… Inevitablemente los quejidos se hicieron más audibles y los sobresaltos de mi cuerpo mucho más notables, trataba de mover mi cuerpo para así poder esquivar alguno que otro golpe sin embargo estos terminaban siendo atinados en otras partes de mi cuerpo.
Suspire profundamente aliviado una vez que sus golpes se detuvieron y decidí mirarle con la misma frialdad con la que él lo hacía, al escuchar aquello sobre mi… resistencia… estuve a punto de hacerle una advertencia sin embargo odiaba ser hombre de palabra y no de acciones por lo que me limite a esperar lo siguiente que haría. Ignore el hecho de que su lengua recorriera aquella fusta y ya un tanto harto de mi posición espere a su siguiente movimiento, notando como se colocaba a mis espaldas y de forma repentina sentía un metal recorrer mi espalda cosa que me hizo estremecer, nuevamente mis palabras amenazadoras estuvieron a punto de salir de mi boca sin embargo confié en que tomaría la decisión “correcta”. Un inevitable temblor se apodero de mi cuerpo cuando aquel metal empezó a pasearse por entre mis glúteos y muy cerca de mi entrada hasta que finalmente el dolor que conllevaba su mala decisión me obligo a soltar un alarido de dolor que iba acompañado en su totalidad con mi enfado, aquel artefacto comenzó a moverse en mi interior y yo seguí gritando casi de forma desesperada tanto llevado por la furia como por el tremendo dolor que ahora sentía a causa de aquel maldito objeto y como siempre odiaba aquellas estorbosas lagrimas que ahora se atrevían a nublar mi vista y a mostrar una debilidad que yo detestaba y aprovechándome de aquel espectáculo de dolor decidí poner en práctica mi “plan”.
Debido a la forma en la que mis manos estaban atadas, tenia lo bastante juntas las mismas como para con una de mis manos presionar el hueso pulgar de mi mano contraria haciéndolo con tal fuerza que prácticamente hundí los huesos de aquel dedo en mi mano adelgazando la misma por lo cual al instante el amarre de las cadenas se hizo más flojo y permitió que mi mano resbalara de entre aquella cadena, esto claro ayudado de la sangre que ahora salía por las heridas que el hueso había hecho al atravesar mi piel, Todo aquel movimiento paso desapercibido debido a que el otro estaba tan convencido de que mis gritos eran solo causados por su estupidez con aquella pera por lo que no puso atención a nada más que su patética prueba. Con los cuatro dedos aun sanos de mi mano sostuve las cadenas para de momento no caer al piso de golpe, sin embargo mi otra mano seguía siendo lastimada por las cadenas ya que como la presión y el peso no disminuían el fierro del que estaba colgado representaba un estorbo y aprisionaba a mi mano con ayuda de la cadena, así que todo mi peso dependía de la mano que ahora llevaba lastimada y que no aguantaría mucho.
Con la rapidez que pude intente balancear mi cuerpo y flexione mis piernas para con mis pies empujar al vampiro haciéndole dar unos pasos hacia atrás y provocando que soltara tanto mi pezón como el mecanismo de la pera, alcanzando a detenerle antes de que esta estuviese completamente abierta, ladee el rostro y le mire por sobre mi hombro mientras que con un tono realmente despectivo decía en voz alta.
-Eres tu quien ha cometido una estupidez.-
Hice mi cuerpo hacia adelante ayudándome del mismo movimiento que los niños hacían al columpiarse y al ir hacia atrás abrí las piernas logrando que el cuerpo de masashi pasara por entre estas y que mis piernas quedaran detrás de su cuerpo sin embargo debido al movimiento de balanceo de mi cuerpo al momento de regresar hacia adelante empuje también a masashi haciéndole ir contra su propia cama y caer de boca sobre esta y siendo un buen calculador solté las cadenas justo en el punto donde calcule que podría caer de pie, buscando no lastimarme más.
Sin dificultad me deshice de las cadenas y rápidamente me voltee a tomar la jarra de agua con la cual justo en el momento en el que masashi volteaba a verme, golpee su rostro con fuerza provocando que la jarra se rompiera en su rostro sin embargo al momento que esta había chocado con el mismo la fuerza del choque había hecho que su nariz se hundiera en su rostro provocando una hemorragia nasal y un ligero aturdimiento.
Respire durante unos instantes de forma agitada no teniendo tiempo de prepararme de alguna manera para sacar aquella cosa de mi interior por lo que entre quejidos y aquellas lagrimas que no paraban de salir de mis ojos aunque yo quisiera reprimirlas, lleve mi mano hacia atrás y girando el mecanismo cerré está en mi interior para más tarde, de una sacar la pera de mi interior profiriendo un par de gritos mas, pues aunque aquel objeto ya no estaba dentro de mi podía sentir el latente dolor que había dejado en las paredes de mi entrada al forzarlas de la manera en la que lo había hecho.
Sin perder tiempo e importándome poco que aun me quejara inconscientemente, me dirigí hacia el pie de la cama lugar donde masashi yacía recuperándose del golpe aunque aquella herida en su rostro iba a tardar bastante en sanar por el hecho de que el hueso de su nariz se encajara profundamente en el mismo. Aprovechándome de ello le tome de los cabellos como el anteriormente lo había hecho y le azote varias veces contra el suelo, una y otra vez hasta que su rostro estuvo empapado en sangre y sus ojos ya no pudieron abrirse ni su cuerpo pudo ya reaccionar. Con todo el esfuerzo de mi cuerpo logre finalmente subirlo a la cama para luego de ello buscar por toda la habitación algún objeto afilado encontrando para mi buena suerte una bonita daga, bastante larga y lo suficientemente ancha como yo la necesitaba, me acerque de nuevo al cuerpo de el vampiro y teniendo cierto cuidado por mi mano ya bastante lastimada, empecé a rasgar con la daga sus ropas retirando estas en su totalidad, sin tomarme el tiempo si quiera de admirar su cuerpo, eso lo aria después. Y ya que pensaba que ningún amarre podría contenerlo por demasiado tiempo, pensé en hacer algo que lo mantuviera más o menos fuera de la jugada. Tome una de sus manos y partiendo de su muñeca hice un corte en todo su antebrazo hasta llegar a la parte interna del codo, atravesando por la mitad su antebrazo, en segundos la sangre comenzó a brotar y a manchar mis dedos sin embargo ya que no tenía mucho tiempo me dedique a con los dedos abrir la piel de su antebrazo hasta encontrarme con los tendones de su mano y arrancar uno a uno los mismos para dejar inutilizables sus manos ya que aun para un ser como él una herida así y reemplazar tan preciadas partes del cuerpo costarían por lo menos una hora… el suficiente tiempo para jugar con él; pensando en esto tome su otra mano e hice lo mismo depositando los tendones de ambas manos sobre su pecho y mientras el otro empezaba a despertar debido al dolor, me baje de su cuerpo para recoger la pera con la que me había invadido y regrese a sentarme sobre su cuerpo para más tarde aprovechando su desconcierto y a la vez enfado con mi mano sana atinar un fuerte golpe con mi puño cerrado sobre una de sus mejillas haciendo que soltara un quejido el cual aproveche para con mi mano lastimada meter sus tendones en su boca y seguido de ello con la mano sana encajar la pera en la misma, empezando a embestir su boca con aquella pera.
-Vamos traga!! Y limpia tu desastre.-
Sentía como sus piernas de removían sin embargo sus manos no podían hacerlo y debido a que sus manos no le obedecían los movimientos de sus brazos se veían entorpecidos aunque tampoco podía hacer gran cosa con los mismos. Decidí sentarme justo a la mitad de sus muslos dejando la pera dentro de su boca y con la misma mano de la pera, tome la daga que había dejado olvidada para así cortar las principales fuentes de sangre de su cuerpo; encajando la daga fuertemente en sus ingle, debajo de sus axilas y en su cuello, provocando que enormes cantidades de sangre empezaran a correr, sin embargo las heridas sanaban rápidamente por lo que tuve que realizar los cortes una y otra y otra vez hasta que finalmente la falta de sangre empezó a hacer más lenta su capacidad de regenerarse y con los minutos que pasaban le costaba más trabajo a aquellas heridas sanar. La palidez de su cuerpo se empezó a hacer mucho más notable y sus labios al instante empezaron a tonarse blanquecinos y secos. Tenía las sabanas manchadas en su totalidad con su sangre por lo que sonreía ampliamente, aun mostrando algunas muecas de dolor por que mi entrada aun se sentía dañada.
Me acerque a sus labios y susurre sobre los mismos.
-Así no podrías ni llegar al pueblo para cenarte a alguna puta y así poder seguir viviendo… así que piensa bien lo siguiente que harás o dirás por que yo podría ser tu única oportunidad de vida y ser tu alimento o no depende de cómo te comportes… y claro de que seas mas listo.-
Me incorpore para sentarme justo sobre su entrepierna y con aquella daga empecé a clavarla a diestra y siniestra sobre su pecho haciendo una herida tras otra probando los limites de hasta donde podría llegar a drenar el cuerpo de un vampiro.
-Sabes no te di una buena razón para tu reciente comportamiento… pero vamos a balancear esto… como no me da la gana ser maltratado sin una aparente razón… te la voy a dar en este momento.-
Le mire de forma despectiva y me acomode entre sus piernas tomando su miembro con mi mano libre y realizando un fino corte con la navaja que iba desde la base de su miembro hasta la punta, sin hacerle más daño a su miembro que eso.
Acerque mi lengua a lamer la sangre que brotaba de aquella fina herida para más tarde sin esperar demasiado, meter la daga en su entrada hasta el fondo, estando seguro de que la punta de la misma lastimaba su próstata y las partes laterales de la misma cortaban sus paredes, empecé a meter y sacar la daga de su interior de forma vehemente preocupándome de vez en cuando por dejar la daga por completo en su interior y moverla de arriba hacia abajo cortando más hacia su periné o en dirección a sus glúteos, tratando de hacer más grande la entrada del vampiro, notando como la sangre empezaba a brotar de aquel orificio y terminaba por empapar una zona más de las sabanas.
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Masashi
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Masashi



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MensajeTema: Re: Masashi's BedRoom   Masashi's BedRoom I_icon_minitimeDom Mar 18, 2012 3:47 am

Mientras seguía escuchando todos y cada uno de sus gritos de dolor, en mi distracción por ello, me vi empujado por sus pies obligándome a dar unos pasos hacia atrás, y antes de que pudiese incorporarme por completo, sus piernas me rodearon y al momento en que su cuerpo se hacía hacia adelante, mi cuerpo también haciéndome caer al piso golpeando mi rostro contra este, y ante ese movimiento una sonrisa de lado se dibujó en mis labios; cuando trataba de incorporar mi cuerpo, un golpe con la jarra en mi rostro, me hizo volver al piso, sin embargo, como mi condición de vampiro me lo permitía, maneje mi cuerpo de tal manera en que el dolor no se hiciera presente en el mismo, por lo cual, solamente veía la sangre brotar de mi nariz; pero una vez más mi rostro era azotado contra el piso varias veces provocando que con cada golpe que mi rostro daba mis ojos se cerraran, y una vez que detuvo sus golpes, fingí un estado de inconsciencia sintiendo como mi cuerpo era llevado hasta la cama.
Una vez allí aun fingiendo mi estado de inconsciencia, apenas y podía sentir como aquel objeto rasgaba mis ropas. Entre abrí uno de mis ojos logrando percibir como tomaba de mi muñeca cortando la misma hasta mi codo, apenas y sentía ligeros rasguños por aquellos cortes, sin embargo, al momento en que repitió los movimientos anteriores en mi otra mano abrí de golpe mis ojos, debido a que estas no me respondían, dándome cuenta de la razón por la cual no lo hacían, mis tendones estaban sobre mi pecho, sin embargo aun tenía mis piernas y trataba de probar los límites de su estupidez al tratar de hacerme quedar fuera del juego. Fingía gritos de dolor, y un poco de desesperación ante cada una de sus acciones, pero, una vez que grité mis propios tendones fueron depositados en mi boca, al igual que la pera, sin embargo, ladee mi rostro y los escupí haciéndoles caer a un costado de la cama. Al escuchar sus palabras revolví un poco mis piernas bajo de él, pero una vez más la daga se hacía presente haciéndome varios cortes en el pecho así como en las axilas y otras partes de mi cuerpo, sin embargo al notar que estas sanaban con rapidez, pude sentir la desesperación con la volvía a repetir sus movimientos, que debido a que mi cuerpo sangraba de manera escandalosa, sentía poco a poco mis piernas perder la fuerza de manera momentánea así como mi cuerpo vaciándose de manera lenta. Sin embargo seguía probando sus agallas; aun tenía un par de cartas por jugar, pero así como él, esperaba el momento oportuno para utilizarlas.
Sin embargo así como mi cuerpo ignoraba el dolor, así mismo ignoré todas y cada una de sus palabras, así como de sus acciones con la daga.
Una vez que detuvo sus movimientos, y aun a pesar de la pérdida reciente de sangre las heridas hechas en mi miembro así como en mi entrada sanaban rápido, viéndole con atención una vez que terminó con sus acciones y palabras; y al tenerle cerca de mis piernas, con estas hice una especie de tijera sobre su cuello presionando este con ayuda de mis rodillas, con toda mi fuerza hasta hacerle quedar inconsciente, y una vez así le empujé haciéndolo caer al piso quedando su cuerpo boca arriba, y debido a su estado de inconsciencia esto me daría el tiempo necesario para comenzar a manipular mi masa corporal para que así, mis tendones se regeneraran en cuestión de pocos minutos, comencé a sentir como poco a poco mis manos así como mis antebrazos, comenzaban a recuperar su movimiento normal, con movimientos aun un poco torpes saqué aquella daga de mi interior para lanzarla lo más lejos posible de ambos; sin embargo, necesitaba recuperar la sangre que había perdido, por lo que, me acerqué a la puerta llamando a uno de los sirvientes, el cual al ver mi estado, sabía exactamente lo que tenía que hacer.
Con rapidez trajo hacia mí, una botella con la sangre de una joven virgen con la que me había encontrado ese mismo día, la cual estaba aún fresca, el sirviente abrió la botella dándomela en la mano para yo comenzar a beberla e instantáneamente mi cuerpo comenzaba a recuperarse en su totalidad dado a que para un vampiro de mi clase, no había nada mejor como la sangre de un virgen, por lo que, las heridas presentes en cada una de las partes de mi cuerpo, desaparecieron casi por completo dado a que aun estaba presente la fractura de mi nariz, la cual no me representaría ninguna dificultad, ya que con mis manos, pude acomodar dicho hueso para que mi nariz quedara como en un principio.
Cuando volví la vista a aquel cuerpo en el piso noté como este estaba recuperando la consciencia por lo que me acerqué a él y con toda la fuerza de uno de mis pies, dejé ir este contra su rodilla escuchando complacido el crujido de sus huesos al romperse, y al instante le escuché gritar de manera desesperada y desgarradora dado a que su pierna había quedado inservible, y una vez que comenzaba a acostumbrase al dolor en aquella extremidad, repetí la acción anterior, con su otra pierna escuchando también como esta crujía quedando así, sus piernas completamente inservibles, por el momento no hablaba, solamente escuchaba todos y cada uno de sus quejidos, así como veía su cuerpo retorcerse del dolor en el piso.
Mientras él estaba en el piso, yo, ahora con mis brazos completamente recuperados, me acerqué a la cama rompiendo los barrotes de la cabecera, sacando dos de estos para después con uno de mis pies empujar el colchón hasta quedar del otro lado de la misma, y una vez que esto ocurrió, caminé con rapidez hasta los pies de la base de la cama y con ambas de mis manos levanté la misma hasta hacerla quedar pegada a la pared.
Caminé nuevamente hasta su cuerpo con los barrotes en una de mis manos y con mi mano libre tomé ambas de él arrastrándolo justo hasta donde lo necesitaba; jalé de uno de sus brazos para estirarle obligando a que su espalda quedara pegada a la base de la cama y con ese mismo brazo obligarle a que se incorporara, sin embargo como sabía que sus piernas habían quedado completamente inservibles llevé una de mis piernas a entre las suyas para que de cierta manera su cuerpo quedara sentado sobre la misma y una vez así, coloqué uno de los barrotes en mi boca para con mis manos libres estirar la suya y clavar uno de los barrotes en la misma logrando atravesar su mano así como la madera de la base de la cama quedando así esta completamente sujeta a la misma; al escuchar sus gritos de dolor, y como los huesos de su mano crujían solté una risa, misma que fue apagada por sus continuos gritos y quejidos. Una vez que su cuerpo estuvo sujeto de esta manera, saqué mi pierna de entre las suyas y tome su otra mano con las mías estirándola, sin embargo esta no llegaba hasta el punto que yo quería, por lo que, con toda mi fuerza tire de la misma hasta escuchar como los huesos de ambos de sus hombros salían de su lugar, quedando así sus brazos también inservibles repetí la acción anterior para dejarle completamente clavado a la base de la cama mientras volvía al lugar a donde había caído aquella pera que antes escupí de mi boca, para tomarla con mis manos y una vez que la levanté, me acerqué de nuevo a él y encajé las uñas de una de mis manos en su cadera abriendo la piel de esta, para darle continuos jalones a la misma hasta que quedara desgarrada, viendo como su cuerpo sangrada de manera escandalosa; y una vez que hice esto con su cadera, llevé la pera por todo su pecho hasta su miembro, el cual, levanté con mi otra mano hasta dejar libres sus testículos, y una vez hecho esto, encajé la pera en la piel que cubre los mismos atravesando solo una capa de la misma y le di cuerda a aquel instrumento para que comenzara a abrirse hasta hacerlo por completo dejando una por demás enorme herida entre su miembro y sus testículos. Observando y escuchando cada uno de sus gritos caminé alejándome de su cuerpo a una distancia prudente para observarle con mayor facilidad.
-Esto te va a enseñar, humano ingenuo, que no por tener la misma figura, somos iguales, o tenemos la misma debilidad, tienes que aprender que no estás a mi nivel, para cometer esas estupideces, aprende cuál es tu lugar ante alguien como yo.-
Comencé a hablar mientras buscaba uno de mis pantalones para ponérmelo, y una vez que me puse el pantalón, limpié mi rostro de la sangre que aun tenía. Mientras le observaba llevé una de mis manos al bolsillo del pantalón que llevaba puesto ahora y deje escapar una sonora carcajada.
-Anda, escapa, libérate, quiero saber hasta dónde llegas en tu estado, porque anteriormente me dijiste que, de ti dependía que volviese a mi estado anterior, y mira, no necesité de tu asquerosa sangre para recuperarme, lo cual termina de demostrarte, que soy por demás superior a ti, y que no mereces ni siquiera lamer el suelo por el que camino.-
Una vez que terminé de hablar deje caer una fuerte bofetada sobre una de sus mejillas para después volver a caminar para alejarme de él a una distancia prudente, tomando una de las sillas de la habitación para colocarla justo frente a él y sentarme cruzando una de mis piernas recargando por completo mi espalda en la misma observándolo con atención disfrutando de su lacerado cuerpo, de los gestos y quejas que el dolor le provocaban.
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