Castle Piano's Room

Después de salir del comedor, me encamine con él por los pasillos, llevándole lentamente, sosteniendo su mano con la mía para guiarle por el pasillo, done al final, dimos una pequeña vuelta para encaminarnos hacia una habitación al final del nuevo pasillo, la cual era diferente a las demás empezando desde la puerta, la cual era aun mas grande, avanzamos hasta esta y de igual manera que había echo anteriormente, primero abrí la puerta para que él entrara y seguido de eso, seguí por entrar yo, cerrando la puerta tras nosotros.
-Espero que la música sea de su agrado, porque tenía pensado atreverme a tocar una melodía para ti…-
Volví mi vista nuevamente a la suya y sosteniendo su mano, le lleve al interior de la habitación, donde se ocultaba el gran piano de la sala.

Guiándole de la mano le lleve en pequeños y calmados pasos hasta donde se encontraba aquel piano.
-Si, solo para ti voy a tocar…-
Sonreí y ladee el rostro para buscar su mirada, pero ese movimiento mío se vio “frustrado” al tener la tibieza de sus labios justo en mi mejilla, ante esto un pequeño deje de sorpresa lleno mi rostro y no vi otra manera de calmarlo que soltando una pequeña risa justo después de que su mano dejara la mía. Di un pequeño paso para posicionarme delante de él y suavemente con una de mis manos levante un poco su mentón para verle al mismo tiempo que me inclinaba un poco, dejando mi rostro a una escasa distancia del suyo.
-Si lo que toque en esta ocasión es de tu total agrado, el que sigue, que sea en los labios.-
Dije en un pequeño susurro y me incorpore de nuevo para volver a tomar su mano y llevarle justo al lado del piano donde se encontraba un pequeño sofá, le lleve hasta el para que pudiese tomar asiento, dejando una ultima caricia sobre sus dedos antes de soltar su mano para dirigirme al pequeño banquillo delante del piano donde tome asiento, acomodándome de la mejor manera para luego seguir por abrir este y con la yema de mis dedos, di un pequeño rose por sobre las teclas del instrumento.
-Como dije, esta habitación en mi favorita no tanto porque sea un cuarto de música, si no por aquí esta este instrumento, que es… valioso, muy valioso para mi…-
Le mire de soslayo y volví la vista al piano y comencé a tocar la melodía a la que además le añadiría mi voz, esperando que fuera de su agrado, y casi de manera inconsciente, desviaba la mirada de las teclas para poder darle vistazos a él.

Esos vistazos para con el continuaron durante toda la melodía, a pesar de estar concentrado en ella, deseaba encontrar la mirada con la suya y perderme junto con ella al unisonó de la canción y ante ese pequeño pensamiento mío una sonrisa algo “torpe” se formo en mis labios ya que la simple idea de buscar a alguien de esa manera para mi no se había presentado en mucho tiempo. En un par de minutos mas, culmine mi interpretación con un pequeño suspiro y de manera inmediata ladee mi rostro para verle de nuevo; de entre mis labios, una pequeña risa se fugo, ya que aquella manera de expresarse al elogiar, me parecía enternecedora.
-Entonces creo que puedo, llevarme el “premio” que había en juego…-
Murmure y justo iba a levantarme para dirigirme hacia él, cuando con la mirada le seguí al mismo tiempo que detenía mis acciones, solo para ver como era él el que se acercaba para conmigo. Me ladee un poco para poder acomodarme a manera de verle sin tener que doblar mucho mi cuello y antes de que yo iniciase el primer movimiento, sus cálidas manos ya estaban envolviendo mi rostro, llenando mis mejillas de aquel tibio contacto, pero que no se comparaba con el tacto de sus labios sobre los míos, con algo de sorpresa correspondí gustoso ambos besos y durante estos había llevado mis manos a sobre las suyas, para presionarles de manera un poco mas fuerte sobre mis mejillas. Cuando esos besos terminaron deje que sus manos abandonaran mi rostro y con una sonrisa observe nuevamente el tierno gesto de pudor que tenia tras su reciente acción.
-Si con solo tocar y cantar de esta forma para ti, pudiese tenerte por siempre… -
Murmure casi para mi mismo y así como él lo había hecho tome su rostro en mis manos para verle a los ojos.
-Entonces con gusto tocaría para siempre…-
Lentamente fui acercando mi rostro al suyo, sin despegar ni un instante la mirada de la suya, dejándole ver en esta la sinceridad que había en mis palabras, antes de dejar mi rostro a una escasa distancia del suyo y a un poco mas de llevar mis labios a los suyos, murmure sobre estos.
-¿Puedo?-

Mis ojos se perdían en los suyos una vez más, a pesar de que estos comenzaban a cerrarse; mis labios estaban ansiosos y en ellos podía sentir la calidez que emanaba de los suyos y en espera únicamente de su aprobación la cual se limito a solo un pequeño movimiento de su cabeza, pero que no tenia idea de todo lo que abría con el. Pero antes de que pudiese “digerir” su aprobación, su rostro se acerco al mío, culminando por hundir sus labios en los míos a lo que mas que gustoso correspondí y de manera lenta y pausada comencé a guiarle, a dejar que mis labios llevaran a los suyos por un breve momento en lo que estos se hacían mas exigentes, impulsados por los míos. El movimiento de sus manos fue rápido pero no por ello deje de pasarle por alto ya que para mi regocijo sus manos ahora estaban sobre mi cuello y lo que era aun más gratificante, regalando caricias a la piel de este. Con suavidad mis manos se deslizaron por sus mejillas y con solo el recorre de mis dedos por sus costados, les lleve hasta su cintura donde me atreví a presionar un poco conforme aquel beso avanzaba, al grado de dejar de lado las pausas, haciéndole un poco mas vehemente. Mis labios atrapaban a los suyos y con ellos jalaba un poco y succionaba de igual manera antes de volver a unirles esta vez para entreabrir su boca y dar un pequeño acceso a mi lengua, la cual empezó a buscar la suya para dar un par de pequeños roses sobre ella que se volvían mas insistentes conforme los empujes de mi rostro contra el suyo era ahora aun mas notorios y ansiosos por mas de ese placentero contacto con los suyos. Sin darme cuenta, mi cuerpo empezó a inclinarse sobre el suyo, llevando este a medio recostarse sobre el banquillo donde estábamos y para que su cuerpo no quedara “colgado” fuera de este, sostuve con fuerza su cintura, rodeando esta con uno de mis brazos, mientras que el otro se acomodaba a manera de que mi antebrazo sostuviera su espalda y mi mano su cabeza permitiendo así que mi cuerpo se llenara del calor del suyo.
La necesidad de respirar se hacia presente y ante esta me tuve que separar lentamente de sus labios para permitirle respirar y que recobrara de nueva cuenta su aliento y sosteniéndole con mis brazos volví a levantarle, solo para encontrar su mirada con la mía y llevar una de mis manos a su mejilla donde deje algunas suaves caricias con mi pulgar antes de acercarme a besar su frente para luego apoyar la mía sobre esta.
-No importa eso, tocaría para siempre, hasta que mis dedos se desgastasen...ya que revivirían con solo tocarte…-
Murmure al verle a los ojos y lleve los míos por un breve momento a la pequeña caja de chocolates.
-Come esos aquí, junto conmigo… tocare algo mas para ti mientras que los terminas…-
Le dedique una tenue sonrisa y bese su mejilla para luego acomodarme sobre mi lugar para volver a tocar, de la misma forma que la anterior, acompañando con mi voz la melodía.

Spoiler:

Culmine aquella melodía entre un pequeño suspiro, sin embargo no retire mis manos de las teclas, mis dedos continuaban acariciando estas con las yemas de mis dedos, de una manera suave para no presionar ninguna mas, dejando mi vista perdida en el instrumento y en mis dedos que se mecían sobre las teclas de este. El silencio se hizo nuevamente presente y me disponía a girar mi rostro para encontrar de nuevo la belleza del suyo cuando un poco antes de aquello sus labios nuevamente llegaron a mi mejilla en un cálido beso.
-Es un muy bello alago viniendo de tu parte…-
Le dedique una pequeña sonrisa y al observar su rostro con tanto detalle, me percate de las pequeñas huellas del chocolate que habían quedado sobre la comisura de sus labios, una pequeña risa salió de mis labios y con un pequeño beso me acerque a retirar estas para luego llevar cada una de mis manos a sus mejillas para encerrar su rostro entre mis manos por un momento, dándome el tiempo para verle a los ojos y perderme momentáneamente en estos. Con total calma, me fui acercando a su rostro, con la intensión de volver a tener de la tibieza que sus labios le proporcionaban a los míos, pero a una mínima distancia de llegar a ellos, un pequeño reloj de la habitación comenzó a sonar y mi vista fue a este el cual indicaba que ya eran las 7:30 de la noche; un poco desconcertado voltee a una ventana cercana como para asegurarme de que esa fuera la hora en realidad y mi sorpresa fue grande al ver que la noche ya había comenzado a caer. Reí en mis adentros ya que por alguna razón la frase que dice que cuando uno la pasa bien el tiempo vuela había cruzado por mi mente. Con suavidad solté su rostro y con la mirada sobre la suya musite.
-Creo que el día se nos ha hecho muy corto, se que necesitas descansar ya que el paseo fue algo corto pero pasaron muchas… cosas en el…-
Me fui levantando de mi lugar y me posicione delante de él para poder tomar una de sus manos y ayudarle a levantarse de su lugar, esta vez sosteniendo su mano empecé a caminar llevándole suavemente conmigo en dirección de la salida del lugar.