Habitación de Asagi

Una vez comenzado a andar, intento por todos los medios evitar tropezarse y caer en el camino, era algo complicado, la tormenta parecía haber sido mas fuerte de lo que realmente logro percibir desde el interior de la cabaña, lo que le tranquilizo al menos haber tenido aquella compañía que evitara pensar en el afuera todo el tiempo. Al llegar, más bien, al percibir aquel lugar, aquella fachada imponente frente a si, se quedo un tanto cautivado, más el sentir el agarre en sus hombros y como era conducido, apenas y tuvo tiempo de observar superficialmente el alrededor, llegando frente a otra puerta momentos después.-

Afirmo a su susurro, algo sorprendido, como si recién hubiera caído en cuenta de donde se encontraba, bueno no sabía con exactitud donde estaba, pero era ciertamente un lugar grande y lujoso, por lo que había podido apreciar. Ingreso al cuarto cuando le fue indicado y sus ojos no pudieron evitar divagar por todo el lugar, observando cada detalle del mismo, con bastante sorpresa e intriga, pero sin moverse mucho de donde se encontraba parado.- Eh…oh…no, no, no…no se preocupe.-se apresuro a decir una vez escucho la voz del contrario que lo saco de sus pensamientos.- Esta bien…me gusta, se ve diferente…-comento, pues no estaba acostumbrado a todas esas cosas.-

Le siguió con la mirada mientras era dirigido hacia aquel reposo, deteniéndose en como se encontraban, de la misma manera que lo hacia el mas alto, rió suave y afirmo con la cabeza a sus palabras, era un par de harapos sucios sus ropas y no solo ellas, la piel también había recibido su cuota de lodo, recayó un momento en la tela de sus prendas, tendría que lavarlas antes que nada o no tendría que usar luego del baño.- E-espere…no es necesario…yo puedo hacerlo.-se apresuro a decir al sentir que le quitaba sus zapatos, no estaba acostumbrado a esos tratos, mas aun, no creía ser de las personas que lo merecieran.-

Mas dejo quieto los pies hasta que el contrario hubo terminado, parecía que dijera lo que dijera lo haría de todas maneras, le observo levantarse y perderse tras una puerta, se quedo un momento observando hacia aquel lugar, sintiendo como el sonido del agua se hacia presente, ladeo la cabeza, observo a su alrededor, noto nuevamente todo aquellas cosas, los libros sobre la cama, en los estantes, algunos objetos que no entendía bien su utilidad o propósito. Se puso de pies y dio un par de pasos pequeños, como cuidando de no hacer ruido, de no ser notado, se arrimo a un lado de la cama, donde había una vitrina con algunas cosas llamativas y algún que otro libro, se quedo mirando allí, con las manos detrás de sí, evitando tocar.-

Se sobresalto ligeramente al sentir aquellas manos sobre su cintura, giro un tanto su cabeza para poder observar al contrario y dibujo una pequeña sonrisa sobre sus labios.- Muchas gracias por las molestias tomadas.-inclino apenas su cabeza, nunca antes había recibido tales atenciones por parte de nadie, le hacían sentir de alguna manera, importante para alguien que se tomaba el trabajo de agasajarlo de tal manera y a la vez un tanto incomodo, por no considerarse merecedor de tal atenciones.- Son cosas muy interesantes.-afirmo a su pregunta, dando un ultimo vistazo a la vitrina.-

Sus pasos se acompasaron de los ajenos, mientras era dirigido hacia aquel cuarto, donde antes había visto entrar al mayor, observo el interior y no pudo mas que sorprenderse, realmente aquel lugar, mostraba en sus salas una gran munificencia ajenas a los ojos comunes del rubio, se acerco al borde de la tina y paso sus dedos por allí, escuchando las palabras ajenas.- Hai, no se preocupe, hay mas de lo que podría pedir.-afirmo con suavidad, observando ahora al mayor hasta que este se encontró fuera del cuarto, prosiguió a quitarse las modestas prendas que cargaba, algo pesadas por el barro, ahora seco que traían, las dejo depositadas en un rincón, donde no ensuciarían nada de aquel lugar.-

Y ya sin ninguna prenda, mas que su simple piel cubriendo su cuerpo, observo por un momento el agua y luego, se adentro con cuidado en el lugar, sintiendo el refrescante liquido abrazarlo, un suspiro escapo de sus labios, cerro los ojos relajado.- Deliciosa…-susurro con verdadero gozo, se olvido por un momento de todo, dejo de pensar y solo se dejo llevar por la tibia sustancia. Tan perdido en esos segundos, que no pudo evitar sobresaltarse un tanto al escuchar nuevamente la voz del contrario, giro un tanto su cabeza y afirmo ligero, sin decir palabra, un tanto sonrojado, mirando nuevamente sus rodillas que se encontraban un poco flexionadas sobre la línea del agua.-

Un ligero escalofrío le atravesó el cuerpo al sentir el recorrido de la mano del contrario sobre su espalda, sus mejillas ardieron un tanto mas, haciéndose un poco mas visible el inconfundible color carmín, asintió apenas con la cabeza.-…s-si no les es…molestia…-atino a comentar, despegándose un tanto mas de la tina, dejando su espada mas descubierta y tomando su cabello, para abrirlo en dos y dejarlo caer por sobre sus hombros.-…muchas gracias, por todo lo que hace por mi…-susurro, dejándose consentir de aquella manera.-

Dibujo una suave sonrisa sobre sus labios al momento de sentir la superficie de aquella esponja sobre su piel, además de las palabras ajenas que le dejaban mas tranquilo.- Es que…nadie me había tratado antes de esa manera…-comento algo apenado en un tono suave, mientras jugaba con sus dedos por sobre sus rodillas, dejándose hacer a pesar de las cosquillas que le pudiera producir y el bochorno de aquel pequeño beso que le produjo un leve cosquilleo en todo su cuello, haciendo que sus hombros que encogieran levemente, soltando una pequeña risilla.- Muchas gracias.-afirmo con una suave sonrisa, estirando apenas sus brazos, sentía el alivio de su espalda limpia y su cuerpo en aquel mismo proceso, todo aquello lo dejaba por demás relajado.-

Por un momento se mantuvo un leve silencio en el lugar, sus ojos divagaron y al momento en el que su cabeza se había formulado algunas preguntas para el contrario, se disiparon, ladeo un tanto su cabeza para observar por el rabillo de sus ojos, mordiendo ligeramente su labio inferior como intentando no reír ante aquellos gestos que se le figuraban nuevos, dejando una sensación extraña sobre si mismo, pero que no comprendía del todo a que se debían ni a como reaccionar realmente.- N-no es….no lo sé…-susurro un tanto titubeante, aferro apenas sus dedos a sus rodillas y volvió a morder un poco mas fuerte su labio inferior, reprimiendo un pequeño suspiro por aquellos besos.-

E-es que…soy muy cosquilludo…mas allí…-no sabía como explicarse, se sentía extraño pero no una extrañes que se le tornaba desagradable, le gustaba de alguna manera sentir los labios del mayor sobre su piel, dejándole esa sensación sobre la piel y esos mismos sentimientos que se despertaban en si, le daban mucha vergüenza, sentir el sonido proveniente de su pecho un tanto mas acelerado y un infortunado jadeo que escapo de entre sus labios, los cuales tapo sutilmente con sus manos. Deslizo su mano y la dejo caer sobre el agua, frunció apenas los labios y busco de alguna manera calmarse, adoptar una vez más esa tranquilidad que intentaba mantener por momentos, no quería que el pelinegro pensara que era un niño tonto, aunque ciertamente lo aparentaba y lo demostraba en ciertas ocasiones.-

Se movió apenas dentro de la tina, esperando ver de mejor manera al contrario, sonrío suave, de alguna manera no le preocupaba que lo viera como era realmente, esos ojos que tanto le cautivaban al verlos, habían desnudado su alma ciertamente ante aquel ser tan único, con tanta convicción sobre si que había logrado arrastrarlo en su cautividad y atraparlo por completo, sonrío suave ante sus palabras.-…yo…ya me encuentro perdido en esos rubíes mas brillantes que la misma piedra…y mas aun, porque tal cosa solo la he podido ver de tan cerca solo en mis sueños…y ahora, tengo algo aun mas bello frente a mi…-susurro con una voz dulce, como perdido en lo que decía, sintiendo la proximidad de la boca ajena, dejando un momento la mirada de aquellos ojos, depositándola en aquella boca.-

Un beso de aquella persona, otro beso, mas besos, era sin duda la boca mas dulce que había probado, el sabor mas adictivo que había rozado su piel, sus labios, la única, la primera, y aunque tal vez se sentía exagerado, significaba mucho para él aunque no tuviera el mismo efecto para la otra persona, en aquella cabaña, las circunstancias, el exterior y tal vez su propio temor, no le habían dejado disfrutar de lo que fuera su primer beso, algo que haría en esos momentos, se dejo llevar, cerro sus ojos lentamente, hasta se animo a empujar ligeramente sus labios contra los ajenos, para sentirlos aun mas unidos, sentir que todo aquello era real, no un simple sueño o una locura de su mente.-

Correspondió, aunque en mayor medida que la vez anterior, con la misma suavidad y delicadeza a aquel beso que se hacia por momentos mas intensos, cada caricia, cada palabra formulada por el contrario parecía embriagarlo y llevarlo a un éxtasis que nunca antes había experimentado, cada lugar donde el tacto de la mano ajena se posaba se sentía mas caliente, además de las cosquillas naturales que sentía por su cuerpo, una sonrisa se poso sobre sus labios al sentir que estos se separaban de los del mayor.- Gracias por el halago…-susurro con cierta pena en su hablar.- pero creo que ve mas en mi de lo que realmente soy.-a pesar de aquella vergüenza que se figuraba en si por todas esas bellas palabras, no podía evitar sonreír por las mismas.-

Todas las atenciones, la ayuda que le brindaba y esas pequeñas cosquillas que le provocaba las acciones del mayor, le hacían olvidarse el alrededor, dejar de lado poco a poco el mundo de donde provenía y lo sumergía en un lugar, un sector solo suyo, donde la compañía del pelilargo lograba robarle sonrisas verdaderas y dejarlo embelezado con cada movimiento de las delgadas y delicadas manos, además de la suavidad de su piel, tapo apenas sus labios para evitar reír demasiado fuerte al sentir que tomaba su otro pie, retirando las mismas al sentir la cercanía, sus ojos observaron fijos los del mayor y afirmo, dejando una tenue caricia sobre las mejillas del contrario, viéndole por un momento alejarse.-

Una vez se encontró solo nuevamente en la tina, tomo la esponja con el jabón que había dejado y se dedico a tallar suave sus brazos, hundiéndose luego por completo en el agua, dejando su cabello casi lacio por el peso del agua y goteando la misma, acomodando apenas con sus manos su flequillo que había quedado un tanto aferrado a su rostro, froto sus ojos y busco nuevamente con las manos el jabón y la esponja, dando con los mismos, para terminar de talla su cuerpo.-

Ya estaba casi listo, miro apenas a los lados creyéndose aun solo, mas el susurro sobre su oído logro estremecerlo un poco, aunque un poco mas acostumbrado a ese gesto por parte del mayor.- eh?...n-no, esta bien por mi…-respondió, jugando un momento con el jabón en su mano, mas bien, evitando perderlo en el agua debido a sus dedos que se encontraban moviéndose algo nerviosos.- Además…podría lavarle la espalda.-susurro, afirmando apenas con la cabeza, observando las acciones del mayor, hundiéndose un poco en el agua, para que no se notara su sonrojo.-

Le quedo observando por algunos minutos y al verle retirarse, se quito la bata de baño y la dejo a un lado, comenzando a vestirse, primero las prendas principales, interiores, luego los pantalones y la camisa, la cual noto había abotonado mal, por ende corrigió. Todo iba relativamente sin contratiempos, hasta que un detalle le causo dificultades. No pudo ser mas grande su sonrisa de agradecimiento al notar que el mayor regresaba e iba a su rescate.-Soy pequeño...-comento riendo bajo, tocando aquellos tirantes, observando con atención como le habían quedado, sin duda para la próxima lograría hacerlo sin nunguna ayuda, podía verse pequeño pero ya era grande para que tuvieran que vestirle.- Muchas gracias por la ayuda.-le sonrió grandemente y le observo curioso mientras era atraído hacia el cuerpo ajeno, no opuso resistencia, pues ya estaba acostumbrándose a aquellas acciones por parte del contrario.-

Un quejido ahogado escapo de sus labios al sentir el par de punzadas sobre su cuello y como su pecho se comprimía ligeramente, sus pupilas dilatadas y una leve expresión de estupor adorno su rostro. Al sentir que lo soltaba, llevo instintivamente una mano hacia su cuello, mientras su cabeza era bombardeada por borrosas imágenes , como si hubiera si antes hubiera presenciado algo similar, recuerdos reprimidos que le eran imposible descifrar, lentamente escapaban de aquel cofre que albergaba muchas de sus memorias, muchas de las cuales había anulado como un método de seguir adelante, se asusto ante aquello y poco pudo hacer, su cuerpo no reaccionaba como debía, estaba un tanto paralizado, mas que por lo ocurrido por lo que su cabeza misma le mostraba de a momentos.-

Tardo en reaccionar y solo pareció regresar en su cuando una vez mas sintió los labios ajenos sobre los propios, miro la comida y luego al mayor, y aunque muchas preguntas se le figuraron, se dedico a comer, tomo el trozo de pan y antes de llevarlo a sus labios, observo en la distancia al vampiro, entreabrió sus labios pero por algunos minutos nada logro salir de ellos.-...e-esta...esta enfadado conmigo...-fue lo único que atino a decir, debido a lo aconteció momentos antes y la distancia tomada. Acerco el trozo de pan a su boca, sus manos temblaban ligeramente y sus ojos adormilados parecián adquirir no solo algo de temor sino también tristeza.-

Cierto alivio lo inundo ante aquellas palabras, pero luego la duda se dio paso, no comprendía muy bien lo que decía o mas bien no quería hacerlo, su mente aun estaba bastante consternada por lo sucedido, mas que por aquel dolor punzante en su cuello, por las imágenes que habían arribado a su mente, no sabía si eran reales o solo producto de su imaginación, la impresión del momento y lo que poco a poco descubría en el mayor, continuo comiendo, sus labios se movían solo para realizar la tarea de atrapar la comida entre sus labios, puedo sentir el beso sobre los mismos, pero no lograba reaccionar aun, todo en tan poco tiempo se daba vueltas, cosas nuevas se le presentaban, el miedo y la duda lo albergaban para luego disiparse en cada contacto de los labios del pelinegro sobre su boca, necesitaba pensar...pero, por qué pensar tanto, el débil dolor que había experimentado en su cuerpo ante aquella mordida, no se comparaba en el dolor que había sentido en su corazón todos los años de su vida, y mucho menos, en el alivio y gozo que que sentía al escuchar cada dulce palabra del contrario hacia él.-

Sintió las mullidas mantas debajo de si y sus ojos se encargaron de seguir el camino de los besos del mayor sobre su mano, su brazo y como dejaba agradables besos sobre su piel, haciendo que quemara dulcemente en cada lugar donde posaba sus labios, no pudo evitar soltar un par de pequeño gemidos ante aquella succiones, sintiendo como sus mejillas se acaloraban y entrecerrando los ojos por el placer que le provocaba todo aquello.-...A-asagi...san...-susurro en un hilo de voz, sus dedos se aventuraron entre los cabellos ajenos, jugando con ellos lentamente, mientras su mente intentaba formular las palabras que deseaba decir en aquel momento. Soltó un suave suspiro y trago saliva intentando aclarar su garganta.-

...El miedo...el miedo que llegue a sentir, es acallado por sus dulces besos...dijo que sería su pupilo....y su...amante...-aquella ultima palabra fue pronunciada tan suave y bajo, que esperaba solo haberla escuchado el mismo.-...puede tomar de mi...todo lo que desee...le pertenezco...-no era una manera de regresarle todos los buenos gestos que había tenido para con él, lo deseaba, así lo quería, no le importaba lo que le pesara, había logrado ver en aquellos ojos cierto reflejo de su propia persona, se sentía comprendido y él, por mas temor que lograra mostrar por todo lo nuevo, los cambios, comprendía a aquel ser.-

Le escucho con atención, intentando dejar de lado las placenteras caricias, lo que estas provocaban sobre su cuerpo, las sensaciones que comenzaban a invadirlo lentamente, los leves escalofríos, sus labios apenas separados intentando formular palabra alguna, intentando esconder los ligeros jadeos.-…a-algo?...-apenas logro escapar de sus labios, sus dedos se contrajeron un tanto al sentir los beso sobre la muñeca, esas succiones, todas la sensaciones. Sus ojos siguieron el camino de la mano ajena y como lentamente su piel volvía a quedar al descubierto.-

S-sera…gentil?...-susurro, llevando su rostro a un lado, esas pequeñas cosquillas que le provocaban las frías manos del mayor sobre su piel, le erizaban cada cabello de su cuerpo, se estremecía y sus labios soltaban pequeños gemidos, le gustaba, aunque no comprendía el por qué, todas esas acciones despertaban en si cierto deseo, el deseo de que continuara así, que no se detuviera, aprender de lo que su cuerpo sentía, disfrutar de las caricias nuevas, su vientre se contraía en cada beso, en cada recorrido de aquella lengua. Sus piernas se tensaron ligeramente al sentir que las caricias bajaban más y mas, llegando a aquella zona, sus ojos se posaron sobre el cuerpo ajeno.-

Q-que…hará?...-un leve suspiro escapo junto con aquella pregunta inocente, acompañada con una expresión de duda, sus ojos brillantes por el deseo que se acumulaba en su cuerpo sin siquiera poder explicar esas sensaciones, solo podía hacer una cosa, dejarse llevar, dejarse envolver por aquella confianza que le brindaba el mayor, por sus palabras y caricias. Sus manos se acomodaron a cada lado de su cuerpo, su pecho se hinchaba al respirar, intentando controlar sus jadeos, controlar su cuerpo que parecía entender antes que su mente que deseaba todo aquello.-

Su mirada se paseo por el torso del contrario cuando este se hubo separado un tanto de su cuerpo, aquella mirada ajena le hacia sentir extraño, una mezcla de vergüenza y un calor atravesando su espalda, quiso decir tal vez las ultimas palabras con sentido, pero murieron en sus labios al sentir el jalón en su ropa, como el broche quedaba echo añicos.-…p-por favor…-susurro al sentir aquellos dedos pasando tortuosamente, dejando un escalofrío por su cuerpo, esa suplica, no sabía si era para que se detuviera o aun mas, para que continuara. Su espalda se arqueo un tanto, sintiendo la mordida y sus manos taparon sus labios evitando gemir con fuerza, sus ojos entrecerrados observaron como apartaba su ropa.-

Al ver nuevamente la distancia, su cuerpo se incorporo lentamente, quedando sentado sobre la cama, observando el rostro ajeno, aquella camisa que aun cargaba cubría traviesa parte de su piel, sus manos se posaron con sutileza sobre la camisa ajena.-…A-asagi-san…usted…usted es muy dulce…conmigo…-susurro acercándose, dejando un beso en la comisura de sus labios, con esa manera tan suave que poseía en sus acciones.-…yo también…quiero acariciarlo…-sus mejillas estaban rojas de pena, pero su voz aunque entrecortada, era decidida. Sus labios se posaron sobre sus labios, para bajar por su mejilla y luego llegar hasta su cuello, besando lentamente cada centímetro de piel de su cuello.-

Su rostro se ladeo apenas, dejando la tarea de sus labios por algunos segundos, dejando de consentir cara centímetro de piel que se asomaba frente a su, para observar el rostro ajeno y como sus manos se dejaba llevar por las ajenas, invitando a las mismas a recorrer también la fría piel ajena. Correspondió a cada gesto que el mayor realizaba, cada beso, caricia, pequeños y sentidos mimos sobre todo su cuerpo, le estremecían y robaban uno y mil suspiros, sus manos bajaron junto a las opuestas, sus dedos juguetearon con aquellos botones y cuando hubo sido invitado a continuar con aquella tarea, su rostro se hizo un tanto a un lado, sintiendo aquel beso sobre la piel de este, estremeciéndose, sus dedos apenas vacilaron los suficiente, para tensar la tela y aquel botón que la mantenía unidas, terminando por continuar quitando cada uno de aquellos, hasta llegar al final de la prenda. Su cuerpo parecía el de una muñeca que respondía a cada gesto realizado por su maestro.-

Sus piernas se separaron, pero aquella caricia sobre su intimidad hizo que las mismas se tensaran, se contrajeran un tanto y su boca, buscara ahogar un gemido contra el pecho ajeno, sus manos se aferraron de la tela desprendida de la camisa, sus labios se arrastraron por encima del torso ajeno, terminando por mirar desde aquella distancia el rostro ajeno, su cuerpo sentía mucho calor debido a la excitación creciente que le provocaban las caricias intimas, esas sensaciones nuevas que despertaban en su cuerpo que le impedían formular palabra alguna, siquiera pensar mas allá de lo que sucedía sobre aquella mantas.-

Lo que si logro sacarlo de aquella ensoñación de las sensaciones, fue aquella caricia sobre su entrada, lo cual lo tenso nuevamente, sus labios se separaron buscando realizar alguna replica al respecto, pero su cuerpo parecía querer continuar con todo aquello. Una vez su espalda sobre la manta, sus piernas se separaron por inercia un poco mas, y un quejido escapo de sus labios, mientras sus manos se aferraban a la tela bajo si.-...D-duele...-susurro, mordiendo sus labios, cerrando con fuerza sus ojos por algunos segundos.-