Das Feenreich [PRIV]

Salí del castillo un tanto harto y fastidiado, llevaba un par de días cazando solo para alimentarme sin encontrar alguna diversión en ello o verdadera satisfacción, la gente del pueblo parecía verdaderamente estúpida y para el tiempo que pasaba allí había sido tedioso solo hallar personas tan fáciles o demasiado torpes para seguir el ritmo de mi propio juego.
Suspire con pesadez mientras me encaminaba hacia uno de los lugares que menos visitaba y es que desde que estaba abandonado se había vuelto menos divertido, en el pasado habría ido a seducir a alguna mujer “de dios” y terminaría por matarle al convertirle en mi comida sin embargo ahora el convento del pueblo se encontraba desierto, a decir verdad tomar a quien fuera en ese lugar ya no era tan divertido eso además de mi problema para encontrar personas dignas de mi.
Al llegar al convento entre directamente en este caminando por los pasillos y solo dando pequeños vistazos a el interior de las habitaciones, encontrándome con cuadros religiosos uno que otro rosario tirado, algunas camas y hasta viejos escritorios y demás. Entre a una de las habitaciones sin siquiera tener una razón para hacerlo, me recargue sobre la ventana de ese lugar y me quede completamente aburrido observando lo que tenia al alcance de la vista.
De forma repentina percibí el olor de alguien como yo y me quede observando por la ventana hasta que finalmente pude ver a la mujer de quien provenía dicho olor, observe sus movimientos ya que de momento no me interesaba acercarme o perturbarle. Mire divertido la forma en la que aquel alambre realizaba una cortada sobre la piel de su muslo y pude percibir el intensificado olor de su sangre, que si bien no me parecía del todo apetitoso serviría de algo.
Suspire con resignación y me dirigí hasta la entrada del convento para salir de este y rodearlo, yendo directamente a el pequeño patio donde se encontraban esos viejos juegos. Me quede recargado sobre la pared observando a la chica y sonreí de costado al oír su queja y notar como limpiaba su propia sangre.
¿Eres algo tonta como para ser un vampiro no crees?
Observe su rostro sorprendido por mis palabras y mientras metía mis manos en los bolsillos de mi pantalón seguí hablándole con aquel tono despreocupado y seco que siempre usaba.
Digo yo pude ver ese alambre desde la ventana del primer piso.
Me separe de la pared y empecé a caminar hasta la chica colocándome detrás de ella e inclinándome a susurrar sobre su oreja.
¿O será a caso que lo que deseas es convertirte en la presa de alguien como tu?
Solté una ligera risa socarrona y me aleje un poco para más tarde dar una fuerte patada al asiento del columpio el cual se balanceo hacia adelante con bastante fuerza y debido a que ella se había distraído al limpiar su sangre, en el momento que el columpio se impulso y a causa de que ella no estaba bien agarrada, cayo del columpio por lo cual este regreso vacio al balancearse hacia atrás, tome este por una de las cadenas y me quede observando a la chica que estaba tirada casi frente a mí y entre el pasto que había crecido considerablemente.
Ni siquiera buenos reflejos tienes...
Dije como si fuese una queja y solté aquel columpio para ir a recargarme en uno de los tubos que ayudaba de soporte a los columpios.

Siendo sincero fui inevitable escuchar sus palabras más sin embargo de momento le haría caso a la educación que poseía y dejaría los intentos de insulto de aquella mujer de lado. Observe como se levantaba y sacudía sus ropas ignorando por completo sus palabras ya que mas allá de molestarme me hacían mucha gracia, por el contrario evite el hecho de reírme de ella y puse mi atención en algo que si me molestaba mucho.
Si bien el mensaje de sus palabras no tenía ningún efecto en mi, el poco respeto que mostraba con cada palabra era el que me hacia enfurecer. “¿es que acaso nadie en este pueblo tiene una maldita noción de lo que es el respeto y a quien se lo deben?” Pensé preguntándome a mí mismo. Quite mi espalda de aquel tubo y empecé a caminar con lentitud hacia aquella mujer, al estar a poca distancia de ella creí que era una buena opción jalarle por una de sus muñecas mas sin embargo mi mano se estiro en dirección a su cabello agarrando varios mechones de este en mi mano y jalándole por estos, mediante este agarre obligándole a voltearse y a que me mirara.
¿Sabes? Me importan un carajo tus palabras, si esa es tu patética manera de provocar a las personas como yo para que te den lo que deseas puedes ponerla en práctica allá tu, sin embargo si hay algo que me molesta es que creas que tienes la confianza como para tratarme de tu igual cuando escoria como tú no es digna si quiera de lamer la suela de mis zapatos.
Con ayuda de él agarre que mantenía en su cabello la obligue a hincarse frente a mí solté sus cabellos y con esa misma mano azote el dorso de esta con toda mi fuerza sobre una de sus mejillas, haciendo que la mujer callera de lleno sobre el suelo golpeándose la cabeza con un par de grandes rocas, me agache a retomar el agarre en sus cabellos y la hice hincarse de nuevo, observando la sangre que escurría de sus labios y aquella que ahora brotaba de un costado de su frente.
Tras observarla unos instantes di media vuelta aun con sus cabellos en mi mano, llevándola conmigo arrastrándola por el suelo hasta llegar nuevamente a los juegos donde le avente contra uno de los tubos de los columpios observando cómo su rostro iba de lleno a golpearse contra el mismo y terminaba por causar que ella cayera al suelo mas aturdida de lo que ya estaba.
Ahora… si realmente quieres largarte de aquí lo menos que puedes hacer es disculparte y así tal vez me apiade de ti y te deje ir de lo contrario tu y yo sabemos lo extenso que puede ser un sufrimiento.

Observe la forma en la que se me acercaba y debido a su cambio de parecer me pareció realmente extraño su comportamiento por lo que la observe con bastante desconfianza, note el movimiento de su mano tras su espalda pues este se movía de forma irregular por lo que al notar de manera ágil que sacaba un objeto filoso de detrás de su espalda me hice hacia atrás un par de paso aunque aun así aquella mujer logro hacer un corte superficial de mi abdomen a mi pecho, debido al “repentino” dolor me tambalee amenazando con caer al suelo a lo cual fui detenido por que aquella mujer profanaba con sus sucias manos la fina tela de mi camisa, suspire con pesadez al ver como probaba de mi sangre y deje que se moviera a gusto ignorando completamente sus palabras siguiendo firme en mi creencia del respeto hacia mí.
Sentí el empuje de sus manos que me hacían dar un par de pasos hacia atrás lo cual hizo que el golpe de su bota sobre mi entrepierna fuera menos doloroso pero aun así bastante incomodo, de forma inevitable lleve una de mis manos a colocarla sobre mi miembro moviéndola como si “sobara este”.
“esto no se quedara así” Pensé y me encamine detrás de la mujer que debido a su sangre hacia que el lugar apestara a su esencia y eso me ayudaba a saber donde estaba, fui con tal rapidez y agilidad detrás de ella que la encontré en una de las habitaciones apenas intentando esconderse, arranque el resto de mi camisa de una sacándola de mis brazos con agilidad y colocándome detrás de ella tomando sus manos y atándolas detrás de su espalda, haciendo un amarre en sus muñecas y de ahí varios mas hasta llegar a sus codos juntando por completo sus brazos.
¿A dónde crees que vas pequeña perra?
Empecé a manosearla buscando la daga con la que me había apuñalado y hartándome de ello tomándole de las caderas hice que se volteara y puse las manos sobre el escote del vestido que llevaba, jalando este con mis manos con demasiada fuerza y logrando que se rompiera así abriéndole completamente el vestido, tome la parte de donde se sostenía el vestido y la rompí también viendo como el vestido comenzaba a resbalar y terminaba por caer al suelo.
Ni siquiera me tome la molestia de observar su cuerpo semi-desnudo ya que sin importarme mucho la figura de su cuerpo arranque sin piedad sus interiores, rompiéndoles y dejándole a ella completamente desnuda solo con sus botas puestas, me puse de cuclillas frente a su cuerpo y tome una de sus piernas levantándola para retirarle su bota, pero debido a que jale con mucha fuerza esta misma ella cayó de espaldas al suelo aplastando sus manos con el peso de su cuerpo, retire sus dos botas aventándolas por la ventana que había en la habitación y volví a tomar a la mujer por los cabellos arrastrándola hasta los baños del lugar que aunque el convento estaba abandonado, algunos borrachos y demás los visitaban para hacer sus porquerías y necesidades fisiológicas.
Ni tus disculpas ni nada de lo que las escorias como tu diga me hace sentir más importante de lo que ya soy y... yo que tú me ahorraba los insultos por qué no me interesan en lo mínimo.
Al llegar a los baños la levante y azote su cabeza contra un espejo que había allí para conseguir romperlo ya que yo no iba a desperdiciar mi sangre por una mujer como esa. Tras aquella acción avente a la mujer contra el suelo dejándola tirada en el suelo y me tome la molestia de con cuidado tomar un pedazo de aquellos pedazos de espejo roto.
Una vez lo tuve en mi poder me regrese a tomar los cabellos de la mujer y la obligue a hincarse por tercera vez sabiendo que al ser una inmortal como yo aguantaría un sinfín de cosas, por lo que acerque aquel cacho de espejo a su entrepierna paseándolo descaradamente entre sus piernas para más tarde realizar un corte sobre cada una de sus ingles, notando como al instante un rio de sangre corría por la piel de sus muslos.
Me hinque detrás de la mujer soltando de momento sus cabellos y llevando el pedazo de espejo a juguetear sobre su vientre sin llegar a hacer algún corte.
Aunque sabes si me interesa aclarar un par de cosas contigo, en primera Alguien como yo no tiene la necesidad de demostrarle respeto a una basura como tú. Eso del respeto solo lo demuestran las viles cucarachas como tu hacia las personas que lo merecen como yo.
Dije con todo aquel egocentrismo que me dominaba y corrí aquel pedazo de espejo hasta uno de sus pechos colocando la punta del filoso vidrio sobre su pezón y empezando a encajarlo justamente ahí sin tener un poco de consideración antes sus quejidos.
Y en segunda, Yo no soy tu maldito entretenimiento y mucho menos me interesa la sangre de alguien como tu.
Partiendo de su pezón hice un corte profundo hacia abajo hasta llegar al borde de su pecho del cual otro chorro de sangre comenzó a salir. Me levante tomando de los cabellos nuevamente a la mujer la cual levante conmigo y lleve hasta uno de los retretes al cual le subí la tapa observando la numerosa cantidad de cosas asquerosas que había allí ya que no había solo desechos fecales si no un mar de cosas más.
Ahora si me permites te pondré en el lugar donde una mujer como tu debe de estar… Entre la suciedad.
Empuje la cabeza de la mujer dentro del retrete hundiendo su cara dentro de los diferentes fluidos y cosas que había allí, teniendo cuidado de no llenarme también de ellos, puse una de mis piernas sobre las manos de la mujer asegurándome de frustrar cualquiera de sus movimientos y con mi mano libre tome una botella de boca bastante larga que se encontraba sobre la caja del retrete colocando sin ningún pesar la boquilla de la botella en su cavidad anal mientras sacaba su rostro de la suciedad y le daba un mínimo de 3 segundos para respirar, para luego al mismo tiempo que metía su cabeza nuevamente a los desechos, embestirla con aquella botella buscando metérsela tanto como pudiera, teniéndolo un tanto difícil por las contracciones de sus paredes que no se encontraban para nada preparadas y así mientras le embestía con la botella seguí metiendo y sacando su rostro de aquel retrete entre risas internas en las que me regocijaba de su humillación.

En un descuido mío deje posibilidades a la mujer de librarse de aquella situación por lo que la mire con cierta sorpresa al conseguir liberarse de mi agarre ya que parecía no ser tan estúpida como pensaba, sentí el doloroso golpe sobre mi entrepierna por lo cual caí al suelo sintiendo un golpe mas pero esta vez tras mi cabeza y parte de mi espalda, solté un quejido y le mire con un dejo de enfado, me quede “quieto” , Más bien sin poder reaccionar debido a los repetidos golpes que daba sobe mi entrepierna y finalmente cuando dejo de golpear aquella zona sus golpes cambiaron a la boca de mi estomago, cosa que me obligo a toser y encoger mi cuerpo levemente.
Escuche con fastidio sus palabras para más tarde sentir aquella punzada de dolor en mi cabeza que me hizo abrir la boca para soltar un quejido que claramente no iba a dejar salir, sin embargo eso no importo ya que en mi boca entraba aquella boquilla de la botella llena de toda esa porquería, sentía asco y repulsión por lo que ignore por completo sus palabras dejando que hablara lo que quisiera además de que por lo rápido de sus movimientos estaba un tanto aturdido y por la botella no podía respirar bien, levante una de mis piernas al sentir su mano sobre mi miembro y trate de alejar sus sucias manos de mi cuerpo sin embargo me resulto imposible.
Nuevamente varios golpes sobre mi cuerpo me obligaron a estar a su disposición por lo que tuve que reprimir un grito lleno de cólera debido a su acción de introducir aquella botella en mi interior, aguante la respiración ya que de otro modo abría perdido la cordura y gritado cientos de cosas que tras pensarlo un segundo no tenían sentido y mucho menos para una ignorante como con la que estaba tratando.
Sentí el amarre en mis pies y aquella molesta y dolorosa presión de la botella que poco a poco se hacía más fuerte debido a que era empujada por uno de sus pies y me di cuenta que si, efectivamente era tan estúpida como pensaba, olvidándome de momento de mi enfado levante mis manos colocándolas debajo de mis hombros y logrando levantar un poco mi cuerpo inevitablemente sintiendo la botella entrar más profundo en mi interior por lo que mordí mi labio inferior con fuerza para no soltar una queja, sin embargo el empuje de la botella no me importo demasiado pues tras eso solté una fuerte carcajada mientras ladeaba mi rostro y la observaba por sobre mi hombro con apenas uno de mis ojos entreabierto ya que por la sangre en mi rostro no podía abrirlos en su totalidad. Observe su rostro desconcertado y dije entre una fuerte risa.
Esto es todo?... es todo lo que las perras como tu pueden hacer…? Qué pena me das…
Con mis manos empuje mi cuerpo para poder voltearme y así desviar su pie de la botella sintiendo que inevitablemente este iba a dar sobre uno de mis glúteos y debido a que yo tenía los pies juntos y el único de sus pies que estaba recargado sobre el suelo estaba justo a lado de las míos, simplemente flexione las piernas golpeando la parte interior de su espinilla y haciendo que al doblarse su pierna y único sostén ella cayera al suelo golpeándose con la esquina del retrete y quedando medianamente inconsciente sobre el suelo.
Así en mi posición de lado lleve una de mis manos a la botella sacándola de mi interior y la azote contra el suelo haciendo que se rompiera, me voltee completamente quedando recostado boca arriba en el suelo y colocando mis manos sobre el suelo empuje mi cuerpo para lograr quedar sentado y retirar mi cinturón y ya de paso mis pantalones que solo me estorbaban, importándome poco andar desnudo en aquel lugar, me levante rápidamente para tomar de los cabellos a la mujer y azote con fuerza su rostro contra el suelo justo en el lugar donde los vidrios yacían rotos, notando como se enterraban los vidrios en cada parte de su rostro e incluso uno de los vidrios iba a dar justo en su ojo, dejándole ciega solo de este.
Levante su rostro y con mi mano libre tome el resto de los vidrios para meterlos de puño en puño a su boca obligándole a tragarlos, sabiendo que estos se clavaban en su garganta, en su paladar, el interior de sus mejillas y hasta en su lengua.
Yo juego como me da la gana.
Dije logrando recordar una parte de lo último que me había dicho y me incorpore por completo dejando a la mujer tirada en el suelo medio ahogándose para ir a uno de los viejos lavabos y abrir la llave del agua, enjuagando mi boca y limpiando con los restos de la tela de mi pantalón parte de mi entrada, suspire con pesadez viendo a través de otro de los espejos del lugar como la mujer empezaba a arrastrarse y me acerque rápidamente para pisar con fuerza la boca de su estomago, consiguiendo sacarle todo el aire y dejándola tosiendo sobre el suelo.
La tome de los cabellos nuevamente y con mí mano libre tome uno de los grandes vidrios del lugar, para llevármelos a ambos hasta una de las habitaciones que si bien recordaba había pertenecido a una de mis bellas presas.
Deje tirada a la mujer al pie de lo que quedaba de la cama y Salí al pasillo nuevamente buscando el pequeño almacén que había allí encontrando para mi suerte un par de viejas cuerdas, sonreí con malicia y regrese a la habitación dejando dos de ellas de lado y la tercera que llevaba que no era demasiado larga, la use para juntar las manos de la mujer frente a su cuerpo y atarlas con la suficiente fuerza como para cortar su circulación.
Con lo que quedaba de cuerda, ate el único extremo libre que quedaba de esta a la parte superior de lo que quedaba de el dosel, que a pesar de verse viejo debido a la gruesa madera del que estaba hecho podía aguantar el peso de la mujer además de que esta no estaba tan pesada, la deje colgada a manera de que sus pies quedaban a mas de 30 cm del suelo, me baje de lo que quedaba del colchón de aquella cama y fui hasta el armario viejo y destartalado de la habitación donde para mi fortuna, encontré dos ganchos en los que se colgaba la ropa, los deje junto a las cuerdas y decidí regresar por algo de la tela de mi ropa al baño ya que necesitaría algo mas con que amarrar ciertas partes de su cuerpo, tome esta y de regreso a la habitación me tope con un atizador de forma ciertamente irregular aunque bastante parecida a la de los ganchos.
Lo tome y lleve conmigo y una vez con todas esas cosas en el lugar, subí de nuevo a la cama, obviamente colocándome a sus espaldas y con ayuda de mis manos tome una de sus piernas y con la tela de mi ropa amarre su pierna a la parte lateral de el dosel, tras esto tomando su otra pierna y repitiendo el mismo movimiento, dejando sus piernas completamente abiertas y por consiguiente con su sexo completamente expuesto.
No gaste ni una sola gota de mi saliva y en lugar de hablar actué, tomando el pedazo de vidrio que había dejado en el olvido y rodeando con mis brazos su cuerpo, tome con mi mano libre uno de sus pechos y asomando mi cabeza un poco por sobre su hombro empecé a cortar su pecho de forma vertical y separándole de su cuerpo, empezando a cortar desde el centro de sus senos hasta llegar cerca de la parte media de su pecho, dejando este unido a su cuerpo solo por la mitad restante, cambie el vidrio de mano para facilitarme la tarea de hacer lo mismo con su otro seno y una vez que esto estuvo hecho, deje el vidrio y tome uno de los ganchos metiéndolo por debajo de la parte cercenada de su pecho y atravesando en su totalidad este con el gancho viendo como la punta del mismo salía cerca de su pezón, enrosque bien el gancho para que no se fuera a zafar y repetí el mismo procedimiento con su otro seno, ignorando sus quejidos que poco me importaban al igual que su dolor. Me baje de la cama y a la parte triangular de ambos ganchos, ate uno de los extremos de cada cuerda para luego dirigirme a la pared que estaba a lado derecho de la habitación llevándome la cuerda que estaba atada al gancho que estaba enganchado a su pecho derecho, pase la cuerda por uno de los fierros de el candelabro de pared que había y le deje colgando de el mismo.
Tome la cuerda izquierda y me acerque a la respectiva pared repitiendo el procedimiento anterior. Me pare frente a su cuerpo observándole con asco y para empezar con su tortura tome el atizador el cual lleve directo a su clítoris y con el mismo fierro abrí sus labios vaginales introduciendo entre estos aquel polvoso fierro y dedicándome a penetrarla con el mismo, rasgando las paredes de su vagina con el gancho y observando la carne que sacaba de su interior mas la sangre que comenzaba a gotear, tuve cuidado de no rasgar sus labios vaginales ya que jugar con ellos me tocaría más tarde, estuve un par de momentos desgarrándole y creándole un sinfín de pequeñas hemorragias internas en aquella delicada zona hasta que tras aburrirme de sus gritos pase a mi siguiente paso, me acerque primero a una de las paredes y luego a la otra para poder tomar ambas cuerdas que había dejado colgando y ayudándome de los fierros de los candelabros para mantener las cuerdas rectas, empecé a jalar los extremos de las cuerdas al mismo tiempo, tirando de sus lastimados pechos que poco a poco iban siendo arrancados de su piel hasta que finalmente de los candelabros quedo colgando el extremo de la respectiva cuerda con ese gacho y un pedazo de carne que no paraba de gotear sangre.
Escuche complacido aquel doloroso grito que soltó tras todos aquellos quejidos y gemidos por el dolor, sin embargo el último de sus gritos había sido esplendido, magnifico y completamente doloroso.
Finalmente me acerque a la chica observando su lastimado cuerpo y el rio de sangre que corría por su abdomen desde cada uno de los orificios que sus senos habían dejado, sonreí maliciosamente y aun siendo simplemente silencio tome el vidrio que había dejado de lado nuevamente y acerque mi mano libre a su clítoris más tarde tomando entre mis dedos uno de sus labios vaginales y empezando a cortarle con aquel vidrio hasta tener por completo es pequeño pedazo de carne extirpado de su cuerpo, para luego tomar su otro labio y cortarle de igual forma notando como la hemorragia de su vagina aumentaba, subí a la cama con aquellos trozos de carne en mi mano y se los metí a la boca de una aprovechando que ella gritaba y gemía de dolor. Puse mi mano sobre su boca tapando esta y obligándole a tragar aquellos pedazos de piel y me acerque a susurrar a su oído.
¿Y ahora como te divertirás? Supongo que la diversión de putas como tu puede ser un poco dolorosa sin lo que te acabas de tragar.
Ni siquiera sonreí ante su humillación o su dolor, ya no me regocijaba es mas hasta sentía lastima. ME baje de la cama y observe la sangre que cubría su cuerpo, sabía que había un lugar en ella que aun no había lastimado pero realmente esa mujer no me inspiraba más que asco y repulsión, Salí de la habitación dejándole allí y busque entre los viejos roperos y demás encontrando un par de pantalones antiguos y un gran abrigo, me los puse con lentitud y una vez que tenia más o menos acomodada aquella ropa me encamine nuevamente a donde había dejado a aquella vampira y parado justo frente a su rostro mientras sacudía mis ropas como si lo que estuviera frente a mi no tuviera importancia, dije.
Y no, tu y Yo no nos hubiéramos divertido nunca porque… yo no juego con porquería como tu.
Me acerque unos pasos a la vampira y tomando el atizador lo introduje de nueva cuenta en su interior esta vez tomándome la molestia de atorarlo en una de las paredes de su vagina y dejándole allí colgado de un trozo más de la asquerosa carne de su cuerpo, dando media vuelta para buscar la salida de el lugar y dejando le allí colgada sin que me importara.