Claro de Luna [PRIV]

Vampire Prince

Había tomado como costumbre el verle dormir, el observar su rostro mientras lo hacia me era mas que gratificante. Ese día nuevamente me había levantado mucho antes que él con el único motivo de preparar algo especial, dado que, hacia un mes de que vivía conmigo, pero mas importante era que también se cumplía un mes de tenerle exclusivamente para mi.
Dentro del castillo, elegí un lugar, uno de los lugares que habíamos visitado cuando recién llego y que además era de mis favoritos, así que ordene que en el se preparan ciertas cosas además de las que tenían que estar listas para cuando él despertara. Sobre la cama, justo a su lado, deje un ramo de rosas y tras ellas, el vestido que luciría para mi en esa ocasión, además del respectivo adorno de sus rubios cabellos, sus zapatos y había pensado dejar un pequeño aditamento mas, pero opte por entregar ese después y llevarle junto conmigo.
Por mi parte, me aliste para aquella especial ocasión y una vez listo todo, fui directamente al sitio que ya tenia listo, mismo que una vez que me asegure de que todo estuviera como lo había mandado ordene que a partir de la puerta de este partiera un camino de varios pétalos de rosa que comenzarían en la entrada de mi habitación para que así él tuviera una pequeña guía para llegar a aquel sitio donde le esperaba sentado sobre un sofá que daba directamente a la puerta de aquella habitación.

Humano

Una vez más amanecía solo sobre aquella cama tras pasar una noche enteramente placentera con la persona que ahora amaba, me encontraba tallando mi ojos y bostezando ampliamente tras descubrir que nuevamente el calor de aquella persona había sido alejado de mi prematuramente. Me levante de la cama para más tarde estirarme un poco y tras notar que sobre la cama había un par de regalos; sonreí ampliamente pensando que de seguir así me mal acostumbraría a ser mimado.
Me levante rápidamente de la cama para irme a dar rápidamente un baño para así estar listo lo más pronto posible pues con el tiempo se había convertido en una clara necesidad verle y estar junto a él. Debido a la rapidez con la que había hecho las cosas no note que esta vez no había nota que me indicara a donde debía ir por lo que al estar listo y tras mirarme en el espejo como acostumbraba hacer para asegurarme de que estuviese preséntable para él, me quede pensativo; como esperando que de mi cabeza saliera la respuesta de a dónde ir.
Me encamine hacia la cama para tomar el ramo de rosas que había dejado en la misma y les acerque a mi rostro para poder aspirar un poco de el agradable aroma de aquellas flores. Esta vez no había florero libre donde ponerles por lo que opte por salir de la habitación para buscar a alguno de los sirvientes y serviría que podía preguntar por Kamijo sama, sin embargo al abrir la puerta de la habitación pequeños pétalos esparcidos por el suelo me indicaron hacia donde debía ir.
Camine con mi ramo de rosas siguiendo aquellos pétalos y aproveche que en el camino me encontré con uno de los sirvientes; al cual le pedí de favor acomodara aquel ramo de rosas en un florero y que de favor lo pusiera justo sobre el mueble a un costado de la cama justo del lado del que dormía yo. Ya con las manos libres seguí caminando hasta la habitación donde aquel camino de pétalos terminaba y finalmente tras abrir las puertas encontré a Kamijo sama sentado sobre un sofá que me parecía reconocer.
Sonreí de manera amplia al notar cual era la habitación en la que estábamos y me adentre en esta con cierta rapidez, cerrando la puerta tras de mí y yendo directamente hasta aquella figura sobre aquel sofá. Me senté a uno de sus costados haciéndome de lado para poder mirarle y así lleve mis manos a recargarlas de modo infantil sobre uno de sus hombros y sobre mis manos recargue mi mentón; observando igualmente de forma infantil a Kamijo sama para más tarde formar un pequeño puchero mientras decía como si fuera una queja.
-Sabe me encantan sus sorpresas pero… nu me gusta despertarme porque su calor me hace falta~~ hay otras formas de despertarme ~~-
Aun entre el pequeño puchero, estire un poco mi cabeza para dejar un profundo y suave beso sobre sus labios. Le dedique una pequeña sonrisa para luego levantarme del sofá rápidamente y me pare justo enfrente de el, dando una pequeña vuelta para lucir el vestido que era regalo de él.
-¿Bueno y qué opina? ¿Le gusta cómo se me ve?-
Pregunte entre una pequeña sonrisa y con ese tenue sonrojo que últimamente se había vuelto tan característico de mi.

Vampire Prince

A pesar de tener la mirada concentrada en la puerta de la habitación, no podía evitar que mis ojos se distrajeran dándole continuos vistazos al reloj. No había pasado mucho ahí y sabía que él no tardaría en aparecer pero el tiempo, el tiempo se había convertido en un potencial enemigo, ya que contaba de una manera lenta los segundos que no estaba junto a él y eso hacia mucho mas que impacientarme ya que con cualquier pequeño sonido, mi cuerpo se inclinaba en espera de que la puerta se abriera.
Finalmente, tras un par de minutos mas que parecieron largas horas, pude escuchar los pequeños pasos acercándose a la puerta, acompañados de aquel peculiar perfume que solo su piel tenia; una sonrisa de medio lado apareció en mi rostro misma que se amplio al ver como la puerta se abría anunciando su llegada. Con la mirada seguí su pequeña figura que avanzaba rápidamente hacia mi, ante lo cual espere con calma, absteniéndome de hacer cualquier movimiento por ansioso que estuviera por tocarle y con únicamente un movimiento por parte de mi cabeza, puse la mirada en la suya, observando su bello rostro tan cerca del mío.
Reí levemente al escuchar su tierno reclamo y sin quitar esa sonrisa correspondí su beso, que no hizo otra cosa más que ponerme más ansioso por sentir su calor nuevamente antes de que se levantase. Le seguí con la mirada y le veía a los ojos mientras sonreía seguido de que ladee el rostro observándole con detalle de arriba abajo antes de volver la mirada a su rostro que se coloreaba de un pequeño sonrojo que debía decir era mas que encantador. Sin decir una palabra, me levante de mi lugar para dar ese par de pasos que ahora nos separaban y con una de mis manos, tome una de las suyas al mismo tiempo que me agachaba hasta dejar solo una de mis rodillas sobre el suelo y con la mirada en la suya di un pequeño beso al dorso de su mano.
-Estas mas que hermoso…-
Susurre contra la piel de su mano y me levante con total calma al mismo tiempo que dejaba su mano en uno de mis hombros para pasar las mías a su cintura y seguir por dejar la frente apoyada en la suya.
-No creo haber podido encontrar princesa más hermosa… -
Dije mientras que le miraba a los ojos y mis manos acariciaban su cintura con total suavidad pero al mismo tiempo le empujaban contra mí para tener más de su calor sobre mi cuerpo para luego, alejarme un poco y tomando nuevamente su mano, le di una pequeña vuelta para colocarle de espaldas contra mi, envolviendo su pequeño cuerpo en mis brazos para acomodar mi mentón sobre uno de sus hombros.
-Ahora dígame ma petite princesse…-
Susurre y deje un fugaz beso en su mejilla y acomode mis manos a manera de que pudiesen tomar las suyas, para entrelazar sus dedos con los propios, mismos con los cuales jugaba con los de él.
-¿Tiene hambre?...-
Reí levemente por mi pregunta, pero muy independiente de ello, con mis manos aprisionando las suyas y su espalda sobre mi pecho, comencé a mover levemente mi cuerpo, en ligeros movimientos de un lado a otro mientras que ponía la mejilla contra la suya e inconscientemente dejaba que de entre mis labios saliera el tararear de una canción.

Humano

Observe Atentamente como se levantaba de su lugar y un gesto de intriga se formo en mi rostro hasta que finalmente vi con sorpresa la posición por la que optaba mientras que en mi mano sentía el suave y cálido contacto de sus labios sobre la piel de mi mano.
Sonreí tímidamente ante su acción y sus palabras, sintiendo ese calorcito en mi rostro que era culpa del sonrojo mientras veía como Kamijo sama se levantaba. Fije mi mirada sobre la suya; perdiéndome unos instantes en el bello color de sus ojos y tras reaccionar deslice mi mano en su hombro hasta su rostro; claramente pasando entre suaves roces por su cuello.
-Ni yo creo haber podido encontrar príncipe más guapo…-
Conteste a sus palabras entre un gesto infantil y con la mano que había llevado a su rostro; me dedique a acariciar suavemente su mejilla hasta que su mano volvió a tomar la mía y me hizo dar una pequeña vuelta, dejándome de espaldas a su pecho.
Voltee ligeramente mi rostro en dirección al espacio donde había acomodado su rostro y sonreí de manera amplia tan solo por ese fugaz beso sobre una de mis mejillas. Una vez que sus manos tomaron las mías, me dedique a así como él lo hacía; jugar un poco con sus dedos y presionar suavemente sus manos, como si las mismas fueran cadenas que nos pudiesen mantener unidos para siempre.
Luego de escuchar su pregunta asentí infantilmente mientras mis pies se movían conforme los movimientos de Kamijo sama lo demandaban, haciéndonos balancearnos de un lado a otro suavemente.
-Un poco…-
Susurre finalmente tras unos instantes y mientras escuchaba la canción que tarareaba cerré los ojos dejándome llevar por sus movimientos y por el sonido que producían sus labios, llevándonos como a bailar a un tranquilo ritmo que parecía ir acompasado a lo que tarareaba. De manera repentina abrí los ojos y le mire de reojo preguntando entre un gesto de curiosidad.
-¿Que tararea?-
Sin esperar a que contestara, luego de haber observado por muy breves instantes el piano mi curiosidad me llevo a atacarle con algunas preguntas.
-¿Que haremos aquí? ¿Volverá a tocar para mí? ¿También me cantara?-
Así como lo había hecho anteriormente, sin esperar respuesta voltee ligeramente mi rostro hasta que finalmente pude alcanzar con mis labios una de sus mejillas, lugar donde deje un pequeño beso para más tarde dejar algunos más cerca de la comisura de sus labios.

Vampire Prince

Deje que mi mente se perdiera en aquel instante en el que le mantenía envuelto en mis brazos y mientras que continuaba con aquellos suaves movimientos, cerré brevemente los ojos sin dejar que aquella tarareada melodía se detuviera. Apreté un tanto mas su cuerpo contra el mío y aquella melodía se vio abruptamente detenida mas por sus labios que por una ligera risa que salía de entre los propios al verme atacado de sus preguntas. Me detuve por completo y ladee mi rostro lo suficiente para dejar pequeños besos en su mejilla así como él lo había hecho antes de darle una pequeña vuelta para tenerle de nueva cuenta frente a mí.
-Es un pequeño adelanto de lo tocare… pero por ahora, es un secreto…-
Le dedique un pequeño guiño y rodee su cintura con los brazos mientras que dejaba que mis dedos juguetearan con los pequeños listones de aquel vestido. Acerque mi rostro al suyo, “amenazando” con besarle, pero en lugar de ello, desvíe mi rostro hacia uno de los recovecos de su cuello en donde frote suavemente mi nariz antes de comenzar a subir con ella hasta su oído.
-Vamos a pasar parte del día aquí, lo demás es sorpresa, volveré a tocar, todo lo que gustes además de algunas melodías que tengo en mente y…-
Deje aquel susurro en su oído a medias y pase mi rostro a ponerlo de nueva cuenta frente al suyo, apoyando suavemente mi frente en la suya.
-Si así lo deseas… cantare solamente para ti esta tarde princesa…-
Sonreí de manera amplia y aleje un tanto el rostro para dejar un pequeño beso en su frente y así seguir por soltar momentáneamente su cintura para poder tomar con una de mis manos una de las suyas. Sosteniendo su mano, le lleve a un pequeño sofá próximo a donde estaba el piano y desde donde había una perfecta vista hacia este, además de que justo delante de ese sofá habían ordenado preparar una mesa con el desayuno para él. Sonreí y le guie con mi mano hasta sentarse en ese sofá y antes de soltar su mano, deje un pequeño beso en el dorso de esta y murmure casi sobre su piel mientras que le miraba a los ojos.
-Espero que mi música… sea un buen complemento para su desayuno…-
Solté su mano con suavidad y me aleje en calmados pasos de donde él estaba para seguir por acomodarme en el banco del piano. Levante la tapa de este y pasee los dedos de ambas manos por las teclas, sin llegar a tocarlas solo rosando las yemas de mis dedos en ellas y tras darle un pequeño vistazo a donde él estaba, dedicándole una pequeña sonrisa, me dispuse a comenzar a tocar una pequeña melodía.

Humano

Sonreí infantilmente al sentir sus besos en mi mejilla y termine por mover mis pies en pequeños pasos que ayudaron a Kamijo sama a que terminara por voltearme y quedar de frente a él. Tras escuchar la respuesta a una de mis preguntas iba a replicar ya que yo era muy curioso y me ponían ansioso los secretos pero justo entreabría los labios para decir algo, cuando el movimiento que hizo con su cabeza al acercar su rostro al mío; me hizo detenerme y guardarme mi la réplica.
Esperaba ansioso el beso que sus labios fingían iban a darme cuando de repente los mismos se desviaron hacia mi cuello y de ahí hasta mi oído. Forme un notable puchero mientras escuchaba sus palabras, por aquella forma en la que sus labios me habían tentado y solo me habían dejado como decían las mamas; vestido y alborotado.
Cuando sentí su frente recargada sobre la mía cambie el notable puchero por una pequeña sonrisa aun esperando ansioso ese beso que en dicha posición era casi un gesto “predecible” sin embargo sus palabras que me halagaban de cierto modo fue lo único que obtuve de aquellos labios pues tras las mismas su cuerpo se separo ligeramente del mío; Bueno sus palabras no fue lo único que recibí, también obtuve un pequeño beso en mi frente pero no era el lugar donde lo deseaba. Iba a protestar, es mas hasta a pedir mi beso cuando fui conducido hasta un pequeño sofá, en el cual me embobe un poco con la comida que había servida sobre la mesa frente a dicho sofá.
Me senté en el sofá tal como su mano me indicaba y levante el rostro para observarle, distrayéndome un poco ahora con aquella sonrisa que me era dedicada y tras aquel susurro y su alejamiento de mi lado, forme un pequeño gesto como de preocupación pues a pesar de que estaba no muy lejos de mí, igualmente para mí era una considerable distancia y además de todo se había ido sin mi beso (>.<).
Reprimí un pequeño berrinche debido a que la bella música creada por sus manos inundo la habitación y como era de esperarse me rendí completamente a la belleza del ambiente que nacía gracias a él. Aprovechando lo relajado y embobado que estaba tome con delicadeza los cubiertos y por medio de estos empecé a llevar un par de bocados a mi boca que acompañaba de pequeños sorbos de café. Disfrutaba de la hermosa melodía mientras desayunaba e incluso balanceaba suavemente mi cuerpo y tan solo un poco como si fuera al ritmo suave de la melodía. Cuando escuche ese bonito final aproximarse, lleve la fresa de mi “platillo” a mi boca para juguetear ligeramente con esta entre mis labios antes de terminar por comerle.
Tome la pequeña servilleta que habían dejado a mi lado y limpie mis labios con la misma, retirado los restos de crema batida que pudiesen haber quedado en los mismos. En cuanto la melodía termino iba a aplaudir sin embargo recordé que estaba disque enfadado pero más que eso andaba un poco caprichoso. Y antes de que el otro se volteara a mirarme, procure formar de nuevo mi notable puchero y así me quede mientras decía en un tono infantil aunque no por eso menos caprichoso.
-Habría sido un buen complemento… y… y completamente disfrutable… de no haberme dejado con las ganas de un beso…-
Recargue mis manos en la orilla de la mesa para luego de ello acomodar mi rostro de manera que pudiera recargar mi mentón sobre mis manos y me le quede viendo esta vez resignándome a quitar mi puchero porque en realidad era el gesto que menos me inspiraba en ese momento.
-Nu… bueno… si ha sido muy bonito… y disfrutable… y… y… maravilloso… y así…-
Levante un poco mi rostro para poder observarle, dejando que mi vista se perdiera entre el piano y el mientras que movía una de mis manos de manera distraída para empezar a hacer pequeños circulitos en el mantel.

Vampire Prince

Cuando tocaba el piano, me gustaba concentrarme, perderme en el ritmo y sonido de la melodía que interpretaba pero ciertamente esto se estaba convirtiendo en algo verdaderamente difícil con mi bella compañía tan cerca. Aun así trataba de no voltear a mirarle de momento, por muy tentador que eso fuera así que concentraba mi vista completamente en mis dedos que bailaban por las teclas del piano entonando aquella melodía. Ciertamente y a pesar de que la canción solo duro unos minutos, estos se volvieron completamente largos por la ansiedad que sentía de voltear a mirarle y encontrarme con su sonrisa nuevamente pero debía ser un poco mas paciente, la melodía estaba por terminar y tras ella tenia muchos planes para después.
Al finalizar aquella interpretación mis dedos se quedaron quietos sobre las teclas del piano por un momento, respire hondo y lentamente me gire para encontrarme con su bello rostro que para mi sorpresa estaba siendo marcado por un puchero. Le mire extrañado por esa expresión y me fui levantando de mi lugar mientras que le escuchaba. Sin quererlo y ante ese gesto de berrinche suyo una ligera risa abandono mis labios y apresure mis pasos para terminar de acercarme colocándome aun lado de la mesa que tenia él delante para que tras que finalizara de hablar, sonreírle de manera amplia e inclinarme lentamente hasta apoyar una de mis rodillas en el suelo dejando solo mi otra pierna flexionada mientras que suavemente tomaba su mano, con la que hacia círculos sobre el mantel entre la propia y lentamente acerque esta a mis labios para darle un pequeño beso en el dorso de esta.
-Mis disculpas por mi desacierto princesa…-
Dije suavemente y sin soltar su mano seguí por sentarme en aquel sofá justo a su lado. Lleve su mano que sostenía a dejarle sobre uno de mis hombros y lleve ahora ambas manos libres directamente a su cintura para poder girar lentamente su cuerpo y así su rostro quedara nuevamente delante del mío.
-Espero que aun no sea tarde para enmendar esa falta mía…-
Le dedique una pequeña sonrisa y deje que fuera solo una de mis manos la que rodeara su cintura y le apegara un poco mas hacia mi mientras que suavemente tomaba su mentón y levantaba su rostro solo un poco mas para verle a los ojos. Me quede perdido un momento en el bello color de sus ojos y la inocencia que estos reflejaban y lentamente fui inclinando mi rostro a la vez que daba un rápido vistazo a sus labios.
-Si me permite…-
Dije entre una sonrisa faldera y basto con acercarme solo un poco mas para respirar su cálido aliento y dejar que el mío rebotara en la suavidad de sus labios para finalmente juntarles en un cálido beso. Frote mis labios con los suyos suavemente y con ligeros empujes esos suaves roses se hacían insistentes refriegues entre los labios de ambos donde lentamente comencé a abrirme paso entre los suyos formándole un camino a mi ansiosa lengua que de inmediato fue en busca de la suya para darle un húmedo rose antes de empezar a acariciar con ella las paredes de su boca y parte de su paladar el cual acariciaba con solo la punta de esta. Aquel beso se hacia aun mas vehemente tras cada segundo y empezaba a perder la cordura que mantenía en mis labios que ahora tomaban los ajenos para jalarles, apretarles y darles un par de indoloras mordidas. Empuje mi rostro contra el suyo y abrí mas mi boca al tiempo de eso a la vez que mi mano se apretaba en su cintura marcando la ansiedad que solo sus labios me provocaban pero que era calmada por la necesidad de respirar misma que me llevo a alejarme lentamente de la calidez de sus labios dejando solo un delgado hilo de ambas salivas mezcladas uniéndoles. Le mire con los ojos entrecerrados y me di el atrevimiento de darle un rápido beso mas, antes de murmurar.
-Dígame si eso a sido suficiente para usted princesa… o si es necesario que lo repita para compensarle mi resiente falta…-

Humano

Sin dejar los circulitos que hacia sobre el mantel, observe a Kamijo sama acercarse nuevamente hasta mi, no pude evitar el sonreír tímidamente al sentir el cálido contacto de su mano sobre la mía y mi sonrisa se hizo mucho más notable tras aquel grato contacto entre los labios ajenos y el dorso de mi mano. Deje mi mirada clavada sobre su rostro, sin despegarle aun cuando sus movimientos le llevaban a sentarse a mi lado, deje mi mano donde me era indicado y sin dudarlo gire mi cuerpo para tener una posición mas cómoda. Sus susurros y gestos no hacían más que provocar ese sonrojo que coloreaba mis mejillas y por dentro me regañaba un poco a mi mismo por no poder controlar esa parte de mi. Hasta ahora parecía que me sonrojaba más de lo que lo había hecho en toda mi vida.
Hasta el momento no había hecho cometario alguno ante las palabras ajenas, solo me había acoplado un poco a sus movimientos… a su cuerpo. Después de unos segundos de tener aquella profunda mirada sobre la mía escuche esas palabras que; sino eran muchas, lograban remover emociones en mi interior.
-Le permito…-
Susurre como respuesta aunque no fuese del todo necesaria ya que bastaba con haberme negado a aquel acercamiento para rechazar su beso, cosa que jamás haría. Cerré completamente los ojos cuando sus labios finalmente se rozaron con los míos y colabore a ese frote insistente entre ambos, deje que su lengua se adentrara en mi boca y me apresure a encontrar su lengua con la mía. El jugueteo de la lengua ajena dentro de mi boca me llevaba a perderme en todas las emociones que un solo beso disparaba en mi interior, me dejaba llevar por el propio movimiento de mi lengua como si la misma tuviese vida propia y me dedicaba a empujar mi rostro contra el ajeno, con tal insistencia que contribuía a que el beso se hiciera más exigente.
En cierto momento lleve mi mano libre también a recargarse en su otro hombro y de ahí deje que mis manos resbalaran por la silueta de su cuerpo, enredándose en su cuello y metiéndose entre sus cabellos. Con el paso del tiempo iba sintiendo la necesidad de separarme de los labios ajenos para respirar sin embargo entre mas sentía la necesidad por tomar algo de aire, mas se aferraban mis labios a los suyos y mas empujaban mis manos la cabeza ajena contra la mía. Al final la necesidad de aire me había ganado y mis labios se separaban de a poco de los ajenos. Entreabrí mis ojos inmediatamente y observe su rostro, correspondí aquel breve beso y Sonrei tenuemente tras escuchar sus palabras.
No conteste de inmediato, primeramente me di un tiempo para recuperar el ritmo de mi respiración mientras dejaba que una de mis manos se deslizara fuera de los cabellos ajenos y guie la misma por su mejilla; cuatro de mis dedos acariciaban muy tenuemente la piel de la misma mientras que mi dedo pulgar se estiraba para acariciar el labio inferior ajeno, yendo desde una de sus comisuras hasta la otra. Recargue mi frente sobre la suya y por unos instantes me quede observando su rostro sin hacer ninguna otra cosa más allá de las pequeñas caricias que repartía en una de sus mejillas. Hasta que finalmente, después de recuperar algo de mí aliento susurre.
-Tal vez… si lo repetimos una vez más… sea suficiente para compensar…-
Sin dudarlo regrese mi mano a rodear el cuello ajeno y acerque nuevamente mis labios a los suyos, aunque en lugar unir sus labios y los míos en un profundo beso, hice una pequeña “trampa” y me dedique a robar varios pequeños besos de sus labios entre los cuales me tome algo de tiempo para morder suavemente los mismos. Hasta que finalmente mis labios exigieron un poco mas de los suyos; fue cuando decidí besarle nuevamente de manera profunda, sintiendo la suavidad de aquellos labios sobre los míos sin poder evitarlo saltándome el tranquilo inicio del beso y yendo inmediatamente a lo exigente y necesitado; dejando que mis labios atacaran los suyos y mi lengua se restregara nuevamente insistente contra la ajena. Degustaba el sabor de su saliva en mi boca y sin poder evitarlo alguno que otro pequeño escalofrió recorría mi espalda culpa de esos placenteros frotes entre su lengua y la mía y sus labios y los míos.
No tarde en empezar a morder suavemente su lengua y en recorrer su boca con la mía; disfrutaba por completo de aquel contacto entre ambos pero nuevamente mi respiración era quien nos interrumpía y en vista de que aunque no lo quisiera reconocer; me ponía mucho mas ansioso con besos como esos, opte por cortar suavemente aquel beso antes de llevar nuevamente al límite mi respiración. Nuevamente mi frente se recargaba sobre la suya aunque esta vez fue por breves instantes ya que de un momento a otro lleve mi rostro a esconderle en el cuello ajeno; me abrace al mismo con lago de fuerza y me quede así, disfrutando del calor de su cuerpo que por ahora podía tener.

Vampire Prince

Mis ojos seguían clavados en el castaño de los suyos y estos mismos se aferraban a entrecerrarse con cada caricia que sus tibias manos dejaban sobre mi piel misma que tras cada rose se sentía un tanto mas necesitada por contacto, aquel suave contacto de sus dedos. Por un momento el silencio iba y venia entre ambos, siendo el único testigo de ese intercambio de miradas y caricias, ya que mientras su mano se concentraba en regalar esos suaves roses en mi piel; por su parte una de las mías iba y venia sobre su espalda, contorneando con mis dedos, las curvas, la forma y claro la suavidad de la tela de sus prendas y palpando el calor que su cuerpo emanaba por debajo de estas.
Obviamente entre cada minuto que pasaba, iba creciendo la necesidad de tener mas contacto y mis brazos respondían a esa necesidad buscando la manera de envolverle con fuerza y pegarle tanto como pudiera, encerrándole en mis brazos mientras que una amplia sonrisa se encargaba de atravesar mis labios ante sus palabras. Ni siquiera me había dado tiempo de responder y una ligera risa abandonaba mis labios tras cada pequeño beso que los suyos dejaban sobre estos que correspondían gustosamente a cada uno de ellos, que además de ser un cálido rose, era una tentativa en contra de mi voluntad para contener el deseo de tenerle.
Como si hubiese sido un acuerdo entre nuestros labios, estos se unieron al mismo tiempo en un profundo beso aun más vehemente que el anterior y si una parte de nuestro aliento había vuelto, ahora era provechosamente utilizado para permitir ese intercambio de roses entre los labios de los dos. Refregar los labios contra los suyos se convertía en una necesidad que solo podía ser compensada con la misma acción por parte suya y en respuesta a ello, así era. Mi rostro se empujaba al suyo y mi rostro se movía alternando ambos lados en busca de más profundidad que lentamente era invadida por la fogosidad de ambos roses de lenguas. La mía se frotaba con su similar y en cada oportunidad que tenia, mis dientes se atravesaban para darle pequeñas e indoloras mordidas a la suya.
Lentamente aquel momento que hubiese rogado se convirtiera en una eternidad, llegaba a su fin y sus labios se alejaban de los míos, llevándose con ellos un pequeño suspiro de entre los propios el cual fue a chocar sobre el rosado de sus labios antes de que estos se alejaran por completo. Me era imposible alejar la mirada de la suya y en aquel breve momento que su frente estuvo sobre la mía, con ligeros movimientos de mi rostro y un leve empuje del mismo, me daba a la tarea de rosar en contadas ocasiones sus labios con los míos, eso antes de que, por ende, mis brazos se acoplaran a su posición nueva en donde se me daba la gran oportunidad de abrazarle por completo y con algo de fuerza para pegar tanto como pudiera su cuerpo al mío.
Mi rostro había quedado perfectamente acomodado al costado de su cabeza y eso me daba la oportunidad de aspirar el perfume de sus cabellos, en donde con ligeros movimientos de mi cabeza, me encargaba de frotar ligeramente mi nariz y mi mentón.
-Yo… creo que no fue lo suficiente para compensarle aun, princesa…-
Hable en un pequeño susurro y mis manos subieron en prolongadas caricias por su espalda hasta posarse en sus hombros, donde con suavidad empuje un poco su cuerpo hacia atrás, colocando su rostro frente al mío. Le mire por un instante y de un modo repentino le di un rápido beso sobre los labios.
-Creo que hay algo mas que puedo hacer…-
Dije dedicándole una pequeña sonrisa, antes de levantarme de mi sitio y dirigirme ha un pequeño mueble escondido de la habitación en donde había un gramófono el cual encendí de inmediato y antes de que la melodía comenzara regrese a donde le había dejado para rápidamente apoyar una de mis rodillas en el suelo frente a él al mismo tiempo que le tendía una de mis manos.
-Puedo ofrecerle esta pieza si me lo permite… Sería un honor, bailar con usted princesa, si así me lo permite…-
Con mi cabeza hice una pequeña reverencia y permanecí en aquella pose, en espera de su ansiada aprobación.