Claro de Luna [PRIV]

Una vez más amanecía solo sobre aquella cama tras pasar una noche enteramente placentera con la persona que ahora amaba, me encontraba tallando mi ojos y bostezando ampliamente tras descubrir que nuevamente el calor de aquella persona había sido alejado de mi prematuramente. Me levante de la cama para más tarde estirarme un poco y tras notar que sobre la cama había un par de regalos; sonreí ampliamente pensando que de seguir así me mal acostumbraría a ser mimado.
Me levante rápidamente de la cama para irme a dar rápidamente un baño para así estar listo lo más pronto posible pues con el tiempo se había convertido en una clara necesidad verle y estar junto a él. Debido a la rapidez con la que había hecho las cosas no note que esta vez no había nota que me indicara a donde debía ir por lo que al estar listo y tras mirarme en el espejo como acostumbraba hacer para asegurarme de que estuviese preséntable para él, me quede pensativo; como esperando que de mi cabeza saliera la respuesta de a dónde ir.
Me encamine hacia la cama para tomar el ramo de rosas que había dejado en la misma y les acerque a mi rostro para poder aspirar un poco de el agradable aroma de aquellas flores. Esta vez no había florero libre donde ponerles por lo que opte por salir de la habitación para buscar a alguno de los sirvientes y serviría que podía preguntar por Kamijo sama, sin embargo al abrir la puerta de la habitación pequeños pétalos esparcidos por el suelo me indicaron hacia donde debía ir.
Camine con mi ramo de rosas siguiendo aquellos pétalos y aproveche que en el camino me encontré con uno de los sirvientes; al cual le pedí de favor acomodara aquel ramo de rosas en un florero y que de favor lo pusiera justo sobre el mueble a un costado de la cama justo del lado del que dormía yo. Ya con las manos libres seguí caminando hasta la habitación donde aquel camino de pétalos terminaba y finalmente tras abrir las puertas encontré a Kamijo sama sentado sobre un sofá que me parecía reconocer.
Sonreí de manera amplia al notar cual era la habitación en la que estábamos y me adentre en esta con cierta rapidez, cerrando la puerta tras de mí y yendo directamente hasta aquella figura sobre aquel sofá. Me senté a uno de sus costados haciéndome de lado para poder mirarle y así lleve mis manos a recargarlas de modo infantil sobre uno de sus hombros y sobre mis manos recargue mi mentón; observando igualmente de forma infantil a Kamijo sama para más tarde formar un pequeño puchero mientras decía como si fuera una queja.
-Sabe me encantan sus sorpresas pero… nu me gusta despertarme porque su calor me hace falta~~ hay otras formas de despertarme ~~-
Aun entre el pequeño puchero, estire un poco mi cabeza para dejar un profundo y suave beso sobre sus labios. Le dedique una pequeña sonrisa para luego levantarme del sofá rápidamente y me pare justo enfrente de el, dando una pequeña vuelta para lucir el vestido que era regalo de él.
-¿Bueno y qué opina? ¿Le gusta cómo se me ve?-
Pregunte entre una pequeña sonrisa y con ese tenue sonrojo que últimamente se había vuelto tan característico de mi.

Observe Atentamente como se levantaba de su lugar y un gesto de intriga se formo en mi rostro hasta que finalmente vi con sorpresa la posición por la que optaba mientras que en mi mano sentía el suave y cálido contacto de sus labios sobre la piel de mi mano.
Sonreí tímidamente ante su acción y sus palabras, sintiendo ese calorcito en mi rostro que era culpa del sonrojo mientras veía como Kamijo sama se levantaba. Fije mi mirada sobre la suya; perdiéndome unos instantes en el bello color de sus ojos y tras reaccionar deslice mi mano en su hombro hasta su rostro; claramente pasando entre suaves roces por su cuello.
-Ni yo creo haber podido encontrar príncipe más guapo…-
Conteste a sus palabras entre un gesto infantil y con la mano que había llevado a su rostro; me dedique a acariciar suavemente su mejilla hasta que su mano volvió a tomar la mía y me hizo dar una pequeña vuelta, dejándome de espaldas a su pecho.
Voltee ligeramente mi rostro en dirección al espacio donde había acomodado su rostro y sonreí de manera amplia tan solo por ese fugaz beso sobre una de mis mejillas. Una vez que sus manos tomaron las mías, me dedique a así como él lo hacía; jugar un poco con sus dedos y presionar suavemente sus manos, como si las mismas fueran cadenas que nos pudiesen mantener unidos para siempre.
Luego de escuchar su pregunta asentí infantilmente mientras mis pies se movían conforme los movimientos de Kamijo sama lo demandaban, haciéndonos balancearnos de un lado a otro suavemente.
-Un poco…-
Susurre finalmente tras unos instantes y mientras escuchaba la canción que tarareaba cerré los ojos dejándome llevar por sus movimientos y por el sonido que producían sus labios, llevándonos como a bailar a un tranquilo ritmo que parecía ir acompasado a lo que tarareaba. De manera repentina abrí los ojos y le mire de reojo preguntando entre un gesto de curiosidad.
-¿Que tararea?-
Sin esperar a que contestara, luego de haber observado por muy breves instantes el piano mi curiosidad me llevo a atacarle con algunas preguntas.
-¿Que haremos aquí? ¿Volverá a tocar para mí? ¿También me cantara?-
Así como lo había hecho anteriormente, sin esperar respuesta voltee ligeramente mi rostro hasta que finalmente pude alcanzar con mis labios una de sus mejillas, lugar donde deje un pequeño beso para más tarde dejar algunos más cerca de la comisura de sus labios.

Sonreí infantilmente al sentir sus besos en mi mejilla y termine por mover mis pies en pequeños pasos que ayudaron a Kamijo sama a que terminara por voltearme y quedar de frente a él. Tras escuchar la respuesta a una de mis preguntas iba a replicar ya que yo era muy curioso y me ponían ansioso los secretos pero justo entreabría los labios para decir algo, cuando el movimiento que hizo con su cabeza al acercar su rostro al mío; me hizo detenerme y guardarme mi la réplica.
Esperaba ansioso el beso que sus labios fingían iban a darme cuando de repente los mismos se desviaron hacia mi cuello y de ahí hasta mi oído. Forme un notable puchero mientras escuchaba sus palabras, por aquella forma en la que sus labios me habían tentado y solo me habían dejado como decían las mamas; vestido y alborotado.
Cuando sentí su frente recargada sobre la mía cambie el notable puchero por una pequeña sonrisa aun esperando ansioso ese beso que en dicha posición era casi un gesto “predecible” sin embargo sus palabras que me halagaban de cierto modo fue lo único que obtuve de aquellos labios pues tras las mismas su cuerpo se separo ligeramente del mío; Bueno sus palabras no fue lo único que recibí, también obtuve un pequeño beso en mi frente pero no era el lugar donde lo deseaba. Iba a protestar, es mas hasta a pedir mi beso cuando fui conducido hasta un pequeño sofá, en el cual me embobe un poco con la comida que había servida sobre la mesa frente a dicho sofá.
Me senté en el sofá tal como su mano me indicaba y levante el rostro para observarle, distrayéndome un poco ahora con aquella sonrisa que me era dedicada y tras aquel susurro y su alejamiento de mi lado, forme un pequeño gesto como de preocupación pues a pesar de que estaba no muy lejos de mí, igualmente para mí era una considerable distancia y además de todo se había ido sin mi beso (>.<).
Reprimí un pequeño berrinche debido a que la bella música creada por sus manos inundo la habitación y como era de esperarse me rendí completamente a la belleza del ambiente que nacía gracias a él. Aprovechando lo relajado y embobado que estaba tome con delicadeza los cubiertos y por medio de estos empecé a llevar un par de bocados a mi boca que acompañaba de pequeños sorbos de café. Disfrutaba de la hermosa melodía mientras desayunaba e incluso balanceaba suavemente mi cuerpo y tan solo un poco como si fuera al ritmo suave de la melodía. Cuando escuche ese bonito final aproximarse, lleve la fresa de mi “platillo” a mi boca para juguetear ligeramente con esta entre mis labios antes de terminar por comerle.
Tome la pequeña servilleta que habían dejado a mi lado y limpie mis labios con la misma, retirado los restos de crema batida que pudiesen haber quedado en los mismos. En cuanto la melodía termino iba a aplaudir sin embargo recordé que estaba disque enfadado pero más que eso andaba un poco caprichoso. Y antes de que el otro se volteara a mirarme, procure formar de nuevo mi notable puchero y así me quede mientras decía en un tono infantil aunque no por eso menos caprichoso.
-Habría sido un buen complemento… y… y completamente disfrutable… de no haberme dejado con las ganas de un beso…-
Recargue mis manos en la orilla de la mesa para luego de ello acomodar mi rostro de manera que pudiera recargar mi mentón sobre mis manos y me le quede viendo esta vez resignándome a quitar mi puchero porque en realidad era el gesto que menos me inspiraba en ese momento.
-Nu… bueno… si ha sido muy bonito… y disfrutable… y… y… maravilloso… y así…-
Levante un poco mi rostro para poder observarle, dejando que mi vista se perdiera entre el piano y el mientras que movía una de mis manos de manera distraída para empezar a hacer pequeños circulitos en el mantel.

Sin dejar los circulitos que hacia sobre el mantel, observe a Kamijo sama acercarse nuevamente hasta mi, no pude evitar el sonreír tímidamente al sentir el cálido contacto de su mano sobre la mía y mi sonrisa se hizo mucho más notable tras aquel grato contacto entre los labios ajenos y el dorso de mi mano. Deje mi mirada clavada sobre su rostro, sin despegarle aun cuando sus movimientos le llevaban a sentarse a mi lado, deje mi mano donde me era indicado y sin dudarlo gire mi cuerpo para tener una posición mas cómoda. Sus susurros y gestos no hacían más que provocar ese sonrojo que coloreaba mis mejillas y por dentro me regañaba un poco a mi mismo por no poder controlar esa parte de mi. Hasta ahora parecía que me sonrojaba más de lo que lo había hecho en toda mi vida.
Hasta el momento no había hecho cometario alguno ante las palabras ajenas, solo me había acoplado un poco a sus movimientos… a su cuerpo. Después de unos segundos de tener aquella profunda mirada sobre la mía escuche esas palabras que; sino eran muchas, lograban remover emociones en mi interior.
-Le permito…-
Susurre como respuesta aunque no fuese del todo necesaria ya que bastaba con haberme negado a aquel acercamiento para rechazar su beso, cosa que jamás haría. Cerré completamente los ojos cuando sus labios finalmente se rozaron con los míos y colabore a ese frote insistente entre ambos, deje que su lengua se adentrara en mi boca y me apresure a encontrar su lengua con la mía. El jugueteo de la lengua ajena dentro de mi boca me llevaba a perderme en todas las emociones que un solo beso disparaba en mi interior, me dejaba llevar por el propio movimiento de mi lengua como si la misma tuviese vida propia y me dedicaba a empujar mi rostro contra el ajeno, con tal insistencia que contribuía a que el beso se hiciera más exigente.
En cierto momento lleve mi mano libre también a recargarse en su otro hombro y de ahí deje que mis manos resbalaran por la silueta de su cuerpo, enredándose en su cuello y metiéndose entre sus cabellos. Con el paso del tiempo iba sintiendo la necesidad de separarme de los labios ajenos para respirar sin embargo entre mas sentía la necesidad por tomar algo de aire, mas se aferraban mis labios a los suyos y mas empujaban mis manos la cabeza ajena contra la mía. Al final la necesidad de aire me había ganado y mis labios se separaban de a poco de los ajenos. Entreabrí mis ojos inmediatamente y observe su rostro, correspondí aquel breve beso y Sonrei tenuemente tras escuchar sus palabras.
No conteste de inmediato, primeramente me di un tiempo para recuperar el ritmo de mi respiración mientras dejaba que una de mis manos se deslizara fuera de los cabellos ajenos y guie la misma por su mejilla; cuatro de mis dedos acariciaban muy tenuemente la piel de la misma mientras que mi dedo pulgar se estiraba para acariciar el labio inferior ajeno, yendo desde una de sus comisuras hasta la otra. Recargue mi frente sobre la suya y por unos instantes me quede observando su rostro sin hacer ninguna otra cosa más allá de las pequeñas caricias que repartía en una de sus mejillas. Hasta que finalmente, después de recuperar algo de mí aliento susurre.
-Tal vez… si lo repetimos una vez más… sea suficiente para compensar…-
Sin dudarlo regrese mi mano a rodear el cuello ajeno y acerque nuevamente mis labios a los suyos, aunque en lugar unir sus labios y los míos en un profundo beso, hice una pequeña “trampa” y me dedique a robar varios pequeños besos de sus labios entre los cuales me tome algo de tiempo para morder suavemente los mismos. Hasta que finalmente mis labios exigieron un poco mas de los suyos; fue cuando decidí besarle nuevamente de manera profunda, sintiendo la suavidad de aquellos labios sobre los míos sin poder evitarlo saltándome el tranquilo inicio del beso y yendo inmediatamente a lo exigente y necesitado; dejando que mis labios atacaran los suyos y mi lengua se restregara nuevamente insistente contra la ajena. Degustaba el sabor de su saliva en mi boca y sin poder evitarlo alguno que otro pequeño escalofrió recorría mi espalda culpa de esos placenteros frotes entre su lengua y la mía y sus labios y los míos.
No tarde en empezar a morder suavemente su lengua y en recorrer su boca con la mía; disfrutaba por completo de aquel contacto entre ambos pero nuevamente mi respiración era quien nos interrumpía y en vista de que aunque no lo quisiera reconocer; me ponía mucho mas ansioso con besos como esos, opte por cortar suavemente aquel beso antes de llevar nuevamente al límite mi respiración. Nuevamente mi frente se recargaba sobre la suya aunque esta vez fue por breves instantes ya que de un momento a otro lleve mi rostro a esconderle en el cuello ajeno; me abrace al mismo con lago de fuerza y me quede así, disfrutando del calor de su cuerpo que por ahora podía tener.