La flor de la luna [Libre]

Tenia escasos días de haber llegado a aquel lugar, me había instalado en el castillo perteneciente a los de mi propia estirpe, sin embargo no había tenido oportunidad de lidiar con alguno de ellos, el castillo normalmente se encontraba vacio y por mas que vagara dentro de el no lograba toparme con nadie. Opte que no seria el único encerrado en aquel enorme lugar por lo que me fui de ahí en dirección al bosque para caminar un rato, además de que desde que estaba en mi manada, dormir afuera era mucho mejor que pasar la noche encerrado y por encima solo.
Avance por el extenso bosque durante unas horas olvidando completamente que no había comido nada desde la tarde y solo hasta que un tenue olor a sangre se hizo presente en el aire, mi apetito se vio despierto. Incursionándome entre los arboles, con total sigilo logre ver a un conejo no muy lejos de donde yo estaba y que el mismo salía de su pequeña madriguera por lo que en uno de sus descuidos lo intercepte; sin embargo, no iba matarlo aun decidí atraparlo solamente y con el en brazos camine un poco mas adentro del bosque, ya que aquel olor a sangre desaparecía pero, había un tenue olor que me era familiar.
Siguiendo aquel aroma decidí ir mas rápido que este para interceptarle al lugar al que pretendía ir, cosa que me llevo a un extenso lago, sin embargo el dueño de aquel aroma no aparecía suspire algo aburrido y me senté al pie de un gran árbol, algo escondido y con una de mis manos comencé a acariciar al pequeño conejo que era mi cena. Ahora mis oídos eran los que se alertaban y aquel aroma seguido de ese sonido venían en camino hacia aquel lago y para mi sorpresa su dueño era una chica y no una chica cualquiera una con un olor similar al mío. Estaba justo por levantarme para acercarme a ella cuando me di cuenta que se deshacía de sus prendas para entrar al lago, una leve sonrisa apareció en mis labios y decidí esperar en mi lugar para continuar viendo aquel… lindo espectáculo.
Durante este y en una pequeña distracción mía por aquello con el sonido que hizo aquella chica al entrar al agua el conejo salió de mis manos, brincando rápidamente hacia un arbusto cercano lo que alerto a la chica y lo que era mas divertido al parecer la había asustado. Reí para mi mismo y me levante con total calma de mi lugar para avanzar con algo de prisa antes de que se fuera del lugar y mientras avanzaba murmure.
-Esto si que es nuevo, un lobo femenino, y no uno cualquiera uno que se asusta de los ruidos del bosque…-
Al terminar con la pequeña distancia que nos separaba me coloque delante suyo con las manos dentro de los bolsillos y ladeando el rostro le recorrí con la mirada de pies a cabeza, observando claramente su rostro iluminado por la luz de la luna.
-Des cuida, solo espantaste mi cena… cachorrita…-
Sonreí de medio lado y lleve una de mis manos a rascar mi nuca, eso sin perder ni por un momento la mirada de la suya, la cual estaba cubierta por unas singulares gafas que nunca había visto que alguno de la especie tuviera que usar.

Ladeo un tanto la cabeza al notar una figura que asomaba y encaminaba hacia donde se encontraba parada, preparada para lo que tenía en mente, una huida, mas se apeno grandemente al escuchar las palabras del masculino, era sin duda una burla para los de su especie, una completa vergüenza para la naturaleza según su propias clasificación, suspiro leve y negó con la cabeza, intentando parecer desentendida de lo que le decía.- No estoy asustada...solo estaba siendo...-se quedo pesando un momento en la excusa, mientras terminaba de prender el ultimo botón de su camisa, llevando su mano a sus labios, como pensando en que diría ahora.- Cautelosa...eso!!.-afirmo con un tono mas animado al encontrar, lo que según ella consideraba la mejor excusa que se le pudo ocurrir en el apuro y leve nerviosismo, formulando un gesto de satisfacción en su rostro y una postura que intentaba ser intimidante, aunque el aire que cargaba el contrario dejaba mas que claro que no lo lograría.-

Su cena?.-se tapo la boca con las manos como si hubiera hecho algo realmente malo, bueno, el perder la cena era algo malo, si a eso se le suma el hambre que uno puede llegar a cargar de momentos, ella había pasado por ello no una, sino muchas veces en su intento por una caza satisfactoria que la llevaba a probar frutas a las cuales no les encontraba un sabor propicio y hasta llegaba a enfermar por las mismas.-Lo siento mucho!! realmente lo siento, no sabía que había alguien por aquí...le ayudaré....un momento.-detuvo su hablar de repente, le miro con mayor atención, le analizo con su mirada a través de los cristales de sus lentes, olisqueo el aire de su alrededor, sentía un aroma en particular familiar, pero no lograba descifrarlo del todo, cerro los ojos frunciendo el entrecejo como si de esa manera buscara concentrarse en su tarea, desistiendo luego de algunos segundos.-

Etto...no sé, pero...eres un lobo, verdad?...si quieres, puedo ayudarte a buscar algo mas de comer.-afirmo con una leve sonrisa ladeando apenas su cabeza, esperando la respuesta ajena, mientras se encargo de juntar el resto de sus cosas, acomodarse debidamente, tomo asiento sobre el suelo, en el césped y se dispuso a colocarse sus medias.- Aunque no lo crea...conozco un poco el bosque, tal vez podamos atrapar un pequeño animalito para usted.-dijo con algo de pena por aquella criatura que terminara entre las fauces de ellos, pero como ya le habían dicho innumerables veces, es el orden natural al que estan obligados, algo deben de comer. Se puso de pies y sintió como los lentes resbalaban por el tabique de su nariz, por lo que llevo su mano para acomodarlos.-

Mientras que le escuchaba, me mantenía pendiente de sus gestos y la vez que hacia aquello, saque mis manos de los bolsillos, para llevar a cruzar estos por sobre mi pecho al mismo tiempo que ladeaba el rostro observándole con una ceja arqueada y con una incontenible risa que deseaba salir de mis labios.
-Cautelosa…-
Repetí entre una ligera risa mientras que cerraba los ojos y asentía continuamente con la cabeza.
-Ya veo, ya veo y si, el pequeño conejo era mi cena, pero no te disculpes así que no es el fin del mundo…-
Separe mis brazos y con una mano hice una seña al mismo tiempo que negaba con la cabeza, antes de abrir los ojos para toparme con su mirada la cual me observaba de manera meticulosa y ante su interrogante solo asentí levemente con la cabeza mientras que le seguía con la mirada y escuchaba atento.
Con una sonrisa de medio lado avance un poco para poder colocarme justo detrás de ella y seguí por ponerme en cuclillas a sus espaldas, llevando una de mis manos a su cabello donde con uno de mis dedos, enrede apenas un pequeño mechón de su cabello en este.
-Descuida, y no me trates de usted, soy Manabu pequeña. Y…-
Deje mi oración abierta y deje que su mechón de cabello se deslizara de entre mi dedo para llevar esa mano a su hombro, el cual con el mínimo uso de mi fuerza jale un poco hacia atrás para hacerle recostar sobre el pasto para seguir yo por colocarme en cuatro, apoyando las manos a los costados de su cabeza al mismo tiempo que agachaba un poco la mía para dejar a una escasa distancia su rostro del mío.
-… ¿Tú eres?-
Le mire a los ojos manteniendo esa sonrisa de medio lado y a sabiendas de que tras cada una de mis palabras, y aun ahora en silencio mi respiración chocaba con su rostro y al mismo tiempo de ello, me encargaba de aspirar el aroma que desprendía su cuerpo el cual se mezclaba con la humedad del agua cercana.

Ladeo un tanto la cabeza buscando observarle al sentir que tomaba su cabello, aunque con suavidad, logro sentirlo, hizo un gesto de pena en su rostro y rasco su mejilla con su dedo índice, era la tercera o tal vez cuarta persona que hacia aquella observación a como se dirigía a los demás, por lo que llego a pensar que mejor ya no lo hacia mas con nadie que conociera, o pensarían que veía a todos como unos viejos, mas aun ella era la que poseía pocos años, inclino un par de veces su cabeza a manera de disculpas ante aquello.- Lo siento, lo siento…ya no le diré mas así…digo, ya no te digo mas así.-se corrigió de repente, riendo bajo por sus propios atropellamientos.-

Pestañeo un par de veces al sentir el jalón y luego el césped a sus espaldas, miro el mismo de reojo y luego al contrario, la cercanía de sus rostros, levanto una de sus manos y empujo suave aquel para tener espacio de acomodar sus gafas, soltándolo luego de eso. Sonrió animada, luego de asimilar todo.- Soy Nayu! Y me alegro tanto de encontrar otro licántropo, Reno-san se pondrá contento, al igual que Yushi-sama.-afirmo moviendo apenas su rostro, intentando no chocar con el ajeno, era una cachorra y por ende estar rodeada de los suyos siempre la ponía de buen humor y la divertía a sobremanera, además que aquel no parecía tener muchos mas años que ella, por lo que el encontrarse con él le revivió esa sensación de los pequeños al encontrarse con alguien de su edad.-

Será muy divertido, podremos hacer travesuras, escaparnos y volver cuando queramos.-rio, aunque todo aquello le trajera algunos problemas con los mayores de la manada, no le importaba, se sentía muy feliz en esos momentos para pensar en esas trivialidades.- Nee, pero Manabu-san…lo siento!…Manabu, no tienes hambre?.-ladeo un tanto la cabeza, sobando suave el estomago del contrario con su mano.- Oh! No, mi nuevo hermano mayor y compañero de travesuras no debe pasar hambre, será mejor que busquemos algo.-afirmo, pero al ver a los lados se encontraba atrapada por los brazos y las piernas del mayor, por lo que no puso salir.-

“Travesuras” Sin duda de todo lo que había dicho esa era la palabra mas interesante que podía haber salido de sus labios y ahora resonaba en mi cabeza de manera constante mientras que observaba con algo de diversión tanto sus gestos, como esas incontables disculpas que parecían salir entre cada una de sus acciones y que pese que pudiesen ser un gesto algo educado de su parte, para mi que no estaba acostumbrado a ellas era un tanto estresante.
-Digamos que si tengo, pero ya no me apetece meterme al bosque a buscar mas que comer…-
Comencé a musitar mientras que llevaba una de mis manos a la suya que había ido a mí estomago y tome esta por la muñeca con una leve de presión para sostenerle contra el suelo y seguir de igual manera con la otra, dejando sus manos apresadas entre las mías, sometidas contra el suelo mientras que le observaba con una sonrisa de diversión.
-Ahora mismo, se me antojo hacer otra cosa, travesuras si es que así deseas llamarle.-
Me incline un poco mas sobre su rostro y empecé a olisquear entre sus cabellos, deslizándome por estos hasta alcanzar su cuello con mi nariz y con la misma rose la piel de su cuello, aspirando profundamente el peculiar aroma que poseían las hembras de la estirpe; ese aroma que hacia mucho tiempo que no percibía.
-Y dado que tu misma acabas de decir que serás mi compañera de travesuras, espero que sepas seguir las mías…-
Susurre aquello ultimo sobre su piel de su cuello y sobre la misma deje que mi lengua diera un prolongado lametón, hasta alcanzar su sien con ella, dejando un húmedo camino por su piel, mismo por el cual sople levemente antes de ir a colocar de nuevo mi rostro sobre el suyo y aprovechar la cercanía para pasear un poco mi lengua por su labio inferior.
-Sabes bien, Nayu-
Murmure cerca de sus labios y me acerque aun mas, llevando mi ansiosa nariz por su pecho, aspirando en grandes cantidades el aroma que emanaba tan cálida zona.

Observo su mano, su muñeca y como la presión de la mano ajena que ejercía el contrario no le permitía moverla, apenas si llegaba a oponer resistencia, terminando de todas formas contra el suelo, sobre el fresco césped, levanto las cejas un tanto sorprendida sin llegar a mover ninguna de sus dos manos, luchando un tanto por liberarlas, frunciendo un tanto el entrecejo al no poder "vencer" la fuerza del contrario.- No es justo, eres mas fuerte.-se quejo, llevando su atención al rostro ajeno y escuchando sus palabras, una leve risa escapo de sus labios al escuchar aquello de las travesuras, pensativa de que trastada harían en esos momentos, mas no pudo evitar reírse por el cosquilleo que le provocaba la respiración ajena colándose entre sus cabellos y chocando contra su piel.- Y que travesuras haremos, Manabu?.-pregunto con cierto animo en su voz.-

Sus hombros se encogieron por reflejo al sentir el tacto sobre su cuello, un escalofrío atravesó su cuerpo y se crispo un tanto, sus manos se agitaron un tanto, buscando liberarse para ellas miasmas tapar aquella zona de su cuerpo, mas esta se sintió nuevamente atacada por aquella húmeda lengua, robandole un leve jadeo de sus labios por la sensación, sus mejillas se encendieron en un suave carmín y la piel de su rostro parecía adquirir mas temperatura.- Bueno...no sé que travesuras haremos...pero intentaré...-comento, observando por los cristales de sus lentes aquella lengua que acariciaba sus labios, apartando un tanto su cabeza, intentando hundirla mas sobre el césped.- Me hace...cosquillas...-se quejo un tanto, para subir un tanto una de sus piernas, empujando leve el cuerpo del mayor.-

No digas eso...no tengo buen sabor...así que no seré su cena.-frunció un tanto el entrecejo y luego rió el sentir la respiración del licántropo en aquel recorrido, buscaba derribarlo, pero la diferencia de fuerzas se hacía notoria en cada acción que intentaba la menor por apartar al contrario, como en esos juegos de los cachorros de lobo, los cuales se derriban los unos a los otros, sus labios se quejaban y su espalda se arqueaba leve, sus muñecas apresadas y sus delgados dedos moviéndose como intentando zafarse del agarre.- Me rindo...-dijo en un suspiro, dejando sus manos quietas y su cuerpo relajado.-

Sus mejillas se encontraban sonrojadas al momento de cruzar la mirada con el otro lobo, sus labios aun proferían pequeñas quejas en forma de jadeo por las sensaciones que las acciones ajenas le hacían sentir, eran extrañamente placenteras y hacían cosquillar todo su cuerpo. Afirmo a su pregunta de si se rendía, era evidente la fuerza la sobrepasaba y parecía que en cada acción que hacia por librarse, el contrario aplicaba aun mas fuerza, sin contar que esas caricias parecían debilitar la voluntad de su cuerpo por negarse, aunque aun sus muñecas se sacudían en pequeños espasmos, buscando la manera de terminar liberadas, pero deteniéndose al instante en que sus acciones no llegaban a buen puerto, se movieron una vez mas al sentir una de ellas liberadas, pero poco duro, antes que volvieran a ser presas de las acciones ajenas. Tiro su cabeza hacia atrás observando sus manos.- N-no...puedo...eres muy fuerte.-se quejo, sintiendo el peso sobre sus piernas, llevando la mirada una vez mas hacia el contrario.-

¿Q-qué...que haces, Manabu?.-susurro, su corazón se acelero levemente y su espalda se movió al contrario de la mano ajena, buscando apartarse en vano, pues lentamente comenzaba a sentir el frío de su cuerpo expuesto al aire frío que provenía del lago.-..Ah!~...-soltó un pequeño gemido ante el contacto de aquella lengua sobre su piel, sus manos se cerraron en puño y apretó un tanto las piernas, mientras sus mejillas se enrojecían aun mas, sintiendo mucho calor en aquella zona.- N-no...ahh...no...hagas, eso...por...favor ah~.-su piel se erizo por completo, sus pezones comenzaban a ponerse duros ante el clima y las acciones del mayor, su cuerpo se removía buscando evitar aquello, pero terminaban por hacer mas sentidas las acciones.-

Por...favor...-susurro, mordiendo sus labios para contener los jadeos, ya pequeños gemidos que salían por las acciones ajenas, quería que se detuviera, aunque su cuerpo parecía reaccionar mas a favor de las atenciones brindadas por el licano, levanto un tanto la cabeza, buscando la mirada contraria, sus lentes se resbalaban por el tabique de su nariz y le impedían ver con nitidez lo que se encontraba frente a si, sus piernas se intentaban mover, provocando apenas pequeñas fricciones contra las ajenas en su intento por liberarse.-