Don´t be afraid of darkness~ [Libre]

Esa noche era casí perfecta...el clima era el indicado para que cualquiera disfrutara de un paseo nocturno, o para que los diferentes bares de esa ciudad estuvieran infestados de diferntes jovenes que simplemente buscaban algo de distracción.
Esa noche...era perfecta para que un vampiro saliera de caceria.
Espere a que el reloj marcara las 2 de la mañana para salir de mis aposentos, sabiendo que alrededor de esas horas todas mis victimas potenciales estarían más que ebrias, facilitando así mi trabajo ya que no tenía intenciones de perseguir o de pelear con cualquiera que se creyera el valiente.

Camine sin rumbo fijo, llegando hasta lo que un día había sido un subterraneo y ahora no eran más que escombros. Primero pense en darme la vuelta y salir de ahí a un lugar mucho más divertido, pero cuando escuche un quejido de una chica...supe que estaba en el lugar correcto.
Seguí caminando hasta que me encontre con una muchacha de rubios cabellos y un vestido rojo...del mismo color de la sangre que emanaba de su cuello.
Lo más seguro era que otro vampiro la hubiera dejado en ese estado tan deplorable, sin posibilidades de escapar, solo teniendo que esperar a que su muerte llegara. -Que maleducado te dejo así?- dije riendo por su expresión cuando me vio, como si yo fuera a salvarla...como si me importara su futuro. La chica estiro su mano derecha hacia mi...cometiendo un gran error.
La jale de la mano y en un rápido y fácil movimiento la atraje hacia mi, enterrando de inmediato mis colmillos en la otra parte de su cuello, drenando la poca vida que quedaba en ese cuerpo.

Cuando termine con ella dejandola solo como un cascarón vacio sin sangre...sin vida...la tire de nuevo al suelo, sin molestarme por ocultar su cuerpo. -Qué lástima...aun tengo hambre.- murmure riendo para mi, aunque de repente un sonido proveniente del otro lado me llamo la atención, así que gire mi cabeza, dando un aspecto bastante aterrador pues mis dientes estaban al descubierto, y por mis labios aun corría una leve mancha de sangre.

Había estado bastante aburrido por lo que decidí salir a dar un pequeño paseo, al salir de casa no tenia ganas de cambiarme y ponerme algo mas adecuado ya que solo quería salir de allí, llevaba puesto un pequeño short una camisa y un pequeño saco sin embargo por las noches el frió se volvía insoportable y yo tenia esa manía de dar paseos casi hasta plena madrugada.
Me puse un abrigo y me lleve una pequeña bolsita que me colgaba de lado, guarde un poco de dinero y una bufanda por si llegaba a necesitar de un poco mas de calor, me puse una una pequeña boina y sali de casa con mis manos en los bolsillos de mi abrigo.
Sin saber exactamente por que me dirigí hasta los subterráneos, caminando con cuidado entre tanto pedrerio, fierros y cosas mas que había, incluso podía ver botellas de vidrio rotas y hasta una que otra prenda olvidada en aquel lugar.
Al observar bien por donde pisaba note pequeñas rocas que tenían un brillo y un color algo blanquecino, saque un poco de papel de mi bolsita y la tome con este para observarla mas de cerca; era bastante bonita por lo que la envolví y guarde en mi bolsita. Yo tenia la manía de conservar cosas y mas que nada de coleccionar y aunque no tenia una amplia gama de colecciones por que sinceramente las olvidaba, pues siempre que me acordaba aprovechaba para recolectar mas de aquellas cosas que coleccionaba.
Fui caminando buscando mas de esas piedritas y levantándolas cada vez que encontraba alguna... Daba pequeños sobresaltos al ver una o dos ratas pasar e incluso en un par de ocasiones había corrido huyendo de alguna que se veía amenazante.
Pronto llegue a unas escaleras y a un lugar bastante mas obscuro que el resto de los subterráneos, baje las escaleras con cuidado ya que debido a mi torpeza así debía hacer muchas cosas, sin embargo el ruido de un par de botellas moviéndose y el chillido de los ratones me hizo distraerme y dar un mal paso por lo que caí de senton en las escaleras y así sentado resbale por todas estas haciendo un par de estruendosos ruidos ya que tiraba las botellas que habían en las escaleras, culminando en al llegar a la esquina de estas derribar un gran fierro que había recargado allí.
Al tratar de "detenerme" había colocado mis manos sobre un par de vidrios rotos sobre las escaleras por lo que me había enterrado unos cuantos y pequeños quejidos ahora salían de mis labios al ver las palmas de mis manos llenas de mi sangre, me quede sentado al pie de las escaleras retirando un par de los vidrios entre ligeros quejidos para luego darme cuenta de que no estaba solo, ladee el rostro al sentir la presencia de alguien mas y note que había un hombre, no podía verle bien por la sombra de un muro que cubría todo su cuerpo.
Me levante lentamente sacando un poco mas de papel de mi bolsita y limpiando las palmas de mis manos empece a dar pequeños pasos hacia aquella silueta.
-H-hola?-

Mis ojos alcanzaron a distinguir a la persona que se acercaba a mi. Por el olor que despedía era un simple humano, pequeño y bastante frágil a decir de la silueta que daba su cuerpo.

Sabía que no era peligro para alguien como yo...bueno, para nadie en realidad, así que oculte mis colmillos trás mis gruesos labios, limpiando tambien los rastros de sangre para no descubrir mi identidad de una forma tán facíl y burda.
Cuando aquel pequeño estuvo más cerca de mi, pude notar lo bello que era su rostro y sobre todo su cuerpo, con unas atrayentes y blancas piernas largas que hacían que mis colmillos dolieran por la ansiedad de enterrarse ahí.
-Buenas noches...- di un par de pasos hacia él, acortando la distancia entre su cuerpo y el mio. -Die.- dije como respuesta a una pregunta que aun no había sido formulada pero era más que obvio que había acertado a sus pensamientos por la cara de sorpresa que ahora tenía.

Estire mi mano derecha para estrechar la suya, topandome con su mano llena de pequeñas manchas de sangre, ocasionadas quizás por una caída.
En un acto peligroso para él y dificil para mi autocontrol, tome su mano y la acerque a mi boca, depositando un beso en el dorso de esta, dejandome oler aquella verdadera escencia que tenía su sangre, la cual no podía distinguirse bien por el aire contaminado que mezclaba los sucios olores de muertes pasadas ahí con su cuerpo lleno de vida.

Había algo en la dulzura de su sangre que me provocaba ganas de jugar con él, probar hasta donde llegaba su inocencia pero sobre todo su ignorancia, queriendo confundirlo, quizás ganarme su confianza o mejor aun...seducirlo ahí mismo para tener un rato de diversión antes de culminar con mi...cena.
-¿Que hace alguien como tú a estas horas de la noche? No es seguro salir solo, sobre todo con las "historias" que se cuentan por aqui.- solte su mano para así caminar alrededor de él, posicionandome a su espalda, sin crear un contacto fisico aun pero quedando lo suficientemente cerca como para que sintiera lo imponente que era mi alto cuerpo a comparación del suyo.

Observe como esa silueta salía de la oscuridad tornándose en un rostro y un cuerpo por lo que detuve mi paso y me quede quieto.
-Buenas noches… perdone mi saludo tan informal.-
Conteste con cierto nerviosismo tras su saludo, guarde el pequeño papel con mi sangre en la bolsa que llevaba y justo pensaba en preguntar su nombre cuando esa pregunta fue contestada por el antes de que lograra formularla.
-Yo… soy Hina… Un placer… Die-san.-
Dije bastante sorprendido para más tarde reaccionar y Ladear un poco mi rostro dedicándole una apenas notable sonrisa y al notar su gesto estire mi mano también para poder estrechar la suya mas sin embargo un acto que me tomo por sorpresa fue su beso sobe el dorso de mi mano ante el cual me sonroje levemente y como un acto de reflejo que mas bien era una manía, lleve mi mano libre a recargarla sobre mi pecho.

Su pregunta no me tomo por sorpresa aunque su acción de caminar a mi alrededor si, sentí la imponente figura de su cuerpo sobre mi espalda, sin contacto alguno pero por alguna razón podía sentir un peso en la misma que de cierta manera me intimidaba y bastante, baje mi mano de mi pecho a mi abdomen y ahí junte mis dos manos, empezando a jugar con mis dedos un tanto nervioso.
-Pues acostumbro dormir mucho en las tardes y ya en las noches no me da sueño entonces… solo me queda salir a recorrer el pueblo…-
No sabía que era más intimidante si tenerle de frente o a mis espaldas, sin embargo un sentimiento de preocupación me invadía por lo que me voltee lentamente y dando pequeños pasos, sin embargo no me aleje me mantuve justo enfrente de el, levante la mirada observando las facciones del rostro de aquella persona y mirándole tímidamente dije.
-¿Y a usted que lo trajo por aquí a estas horas?... Si dice que es inseguro, Die-san también debería cuidarse.-
Era bastante alto y me sorprendía el que aun con el tacón de mis botas tuviese que levantar el rostro para verle, opte por bajar la mirada mientras le escuchaba ya que como siempre me pasaba la mirada de las personas me incomodaba y en especial la suya ya que era demasiado fuerte.

Escuchaba sus inocentes palabras, sintiendo solo una minima pizca de culpa al ocultarle la verdad, sobre todo cuando dijo que tambien debería cuidarme...Si supiera que su mayor peligro lo tenía a nada de él. -No creo que yo necesite ir con cuidado.- dije simplemente, bajando mi mirada hacia sus manos para volver a ver las heridas que estas tenían, sintiendome incapaz de dejar ir ese aroma tan fuerte que su sangre despedía.
-En cambio tu...así de pequeño...así de hermoso...y así de indefenso, eres presa facíl para uno de los seres que habitan en este pueblo.-Ladee mi rostro para alcanzar a ver su expresión, riendome por el rostro de sorpresa que había tomado cuando yo mencione eso.
-Ah que no sabes de los vampiros de aqui?- dije apretando el agarre que tenía en sus manos, consiguiendo que su sangre fluyera un poco más, y así yo pudiera escuchar el palpitar que provocaban sus venas cuando su pulso se aumentaba por la repentina tensión. -Se dice que rondan por las noches para buscar a un desdichado que se atraviese en su camino.
Son crueles, frios, despiadados y sobre todo...se aprovechan de aquellos que, bajan la guardía.- dije lo ultimo mientras lo jalaba por las manos, provocando que perdiera el equilibrio y cayera directo al suelo.
Al caer, su cabeza golpeo contra una pequeña roca que se encontraba tirada, que en sí no era lo suficientemente grande como para dejarlo inconciente, pero si para atontarlo y evitar que pudiera moverse, quedando tirado en el sucio piso. - Algunos son depredadores...y a otros...simplemente nos gusta jugar con la comida.- sonreí ampliamente solo para dejarle ver mis grandes y afilados colmillos, revelandole al fin mi naturaleza.

Me quede ciertamente desconcertado al escuchar sus palabras, parecía como si el supiera exactamente lo que “los seres que habitaban el pueblo” buscaban, era extraño que mencionara eso y que hablara con tanta seguridad de un tema como ese, sin embargo fui sacado de mis pensamientos por la presión que una de sus manos ejercía sobre el agarre de las mías, en un claro gesto de sorpresa abrí mis ojos un poco más de lo normal ante su mención de los vampiros y ante sus palabras no pude evitar que el escalofrió que recorrió mi espalda y se perdió cerca de mi nuca; hiciera temblar mi cuerpo de una manera notable, dejándome mucho más expuesto ante aquel hombre que ahora se mostraba un tanto más amenazante.
De forma repentina y tras terminar de hablarme sentí el súbito jalón de su mano por lo cual perdí el equilibrio y debido a mis malos reflejos ni siquiera alcance a meter las manos para no pegarme en el rostro; termine yendo de lleno a golpearme contra una pequeña roca que provoco una herida sobre mi frente, la cual empezó a sangrar de forma un tanto escandalosa.
Me sentí mareado y como si todo el piso se moviera, no podía moverme y mis piernas y brazos se sentían pesados, a pesar de toda aquella conmoción pude sentir el fresco de lleno sobre mis piernas que habían quedado medio descubiertas al levantarse ligeramente mi abrigo, como un acto de reflejo termine por quedar lentamente con la parte de la cintura para arriba de espaldas contra el suelo, con mis piernas ligeramente ladeadas. Un par de lágrimas corrieron por mis ojos debido al dolor que sentía en mi frente y debido a la presión que provocaban estas la sangre empezó a correr con más fluidez.
Sus palabras me asustaron, sentía el vivo miedo en mi interior el cual me habría aconsejado huir de poder hacerlo, sin embargo aquel miedo no se comparo en lo mínimo con el que sentí al tener ante mi nublada vista esa breve imagen de sus colmillos asomándose de sus labios que en conjunto con su expresión causaban un terrible temor.
Como pude lleve una de mis manos a mi frente tapando mi herida y moviendo mis pies de forma desesperada empecé a tratar de empujarme lejos de aquella figura, tan solo consiguiendo de manera poco exitosa moverme si acaso un par de cm.
Completamente atónito y temeroso me quede en silencio sin querer o poder decir nada, tratando de “patalear” con mis pies en vanos intentos por alejarme, la frialdad y suciedad del suelo se refregaba con cada movimiento en parte de la piel de mis muslos, y podía sentir pequeños objetos enterrándose en mi espalda provocándome quejidos que poco me interesaba callar ya que lo importante para mí era conseguir la fuerza para alejarme o siquiera para poder gritar por ayuda.

Observé su claro movimiento por querer huir de mi, arrastrándose inútilmente por el sucio piso, llenando sus blanquecinas piernas de suciedad, pero sobre todo provocando heridas a causa de las raspadas todo formando parte de un...terrible...terrible error.
Con rapidez me incorpore sobre mis codos, tomando algo de altura para arrojarme sobre su cuerpo, cayendo justo sobe su espalda para dejarlo inmovilizado bajo mi cuerpo.
-Es inútil escapar de mi...eres mio, y nada de lo que hagas podrá salvarte de mi.- susurre en su oído, propinándole una fuerte mordida, jaloneando después el lóbulo, consiguiendo arrancarle un cacho provocando que su caliente sangre comenzara a brotar.

Con ayuda de mis manos acomode sus piernas de mejor manera, dejándolo en cuatro para así levantarnos un poco y dejar de estar restregados contra la suciedad del suelo. -Aunque...no me había dado cuenta antes de...- puse rudamente la palma de mi mano en su espalda, riendo para mi cuando perdió un poco el equilibrio, cayendo de cara contra el lodo. -la belleza que posees, una muy diferente a la de un humano cualquiera.- lascivamente pasee mi lengua por mis labios, observando sus blancas piernas, mismas que sin esperar comencé a acariciar sin delicadeza, haciendo certeros rasguños con mis largas y negras uñas. -Quizás...tendrás suerte y te deje con vida, pero eso dependerá de los "talentos" que tengas.- deje mi mano izquierda en su pierna, llevando la otra a su cabello para darle un fuerte tirón, obligandolo a que levantara la cara del lodo. -¿Posees algo que pueda interesarme...pequeño?- musite con una ligera risa, acomodando mi cuerpo sobre sus caderas para empezar a moverme como si de una violenta penetración se tratara, asegurándome de no solo mantenerlo pegado al suelo, si no también de comenzar a estimular mi pene aprisionado por mi pantalon de cuero.-

Al sentir su cuerpo sobre el mío solté un quejido debido a la presión que su cuerpo ejercía sobre el mío; deje de moverme más por no poder hacerlo que por querer detenerme y al escuchar su susurro mi cuerpo no pudo evitar el estremecerse bajo el suyo sin embargo aquella reacción no duro mucho pues tras sentir la mordida que Die san propinaba a mi oreja solté un quejido mas y un casi grito salió de mi boca después de que aquel pedazo de carne de mi lóbulo fuese arrancado de mi oreja.
Trate de acomodarme lo mejor posible ante sus movimientos y termine quedando en cuatro apenas pudiendo apoyarme bien sobre mis manos, sin embargo el peso de su mano sobre mi espalda colocado de forma tan ruda hizo que mis brazos y piernas flaquearan yéndome de boca contra la suciedad del suelo, apenas y alcance a ladear mi rostro para que solo un lado de mi rostro se viera manchado por aquel lodo en el suelo y mientras escuchaba la forma en la que me hablaba soltaba pequeños quejidos dadas sus bruscas y descaradas caricias, sentía el ardor de sus rasguños en mis piernas y me removía en el suelo tratando de retirar sus manos de mis piernas sin embargo detuve por completo aquellos movimientos una vez que su mano tomaba bruscamente de mi cabello, despegando mi rostro del suelo, la forma en la que forzaba mi cuello al jalarme me hacía mucho mas trabajoso el hecho de pasar saliva y también el poder hablar.
Mientras sus movimientos similares a embestidas me llevaban a mantenerme pegado al suelo medite su pregunta un momento sin embargo en vista de la personalidad que mostraba me pareció mucho más prudente medir mis palabras y tratar de jugar “su juego”.
-Lo que yo le diga ahora… que podrían ser mis talentos… para alguien como usted y para muchas más personas… podrían ser solo palabrerías…-
Dije finalmente entre ligeros jadeos provocados por la posición de mi cabeza y ese punzante dolor en la misma que era causa de la brusquedad con la que su mano tiraba de mi cabello.
-Yo podría mentir y decirle muchas cosas… que posiblemente no serian verdad y… usted solo perdería su valioso tiempo…-
Deje la oración abierta y me di unos momentos para respirar, pasando pesada saliva y tratando de recargar mis manos sobre el suelo para mantener con más facilidad aquella posición
-Por otro lado es más provechoso que diga… lo que quiere y averigüe si puedo dárselo… o si poseo el talento que usted necesita~~.-
Termine de hablar y si aunque sentía cierta sensación de miedo de momento me la guardaría creyendo que podría ser mucho más eficaz no mostrar de momento la debilidad que por naturaleza me aquejaba.