Sexual Entrapment -Libre-

Era de noche y ciertamente debía de estar dormido sin embargo no tenia sueño y como me había enseñado la persona que quería como si fuera un papa para mi, era el día de la semana de las buenas acciones, cada semana visitaba el burdel del pueblo, donde me tomaba el tiempo de hablar con algunas de las pobres mujeres del lugar que a pesar de que ganaran dinero acostándose con diferentes hombres, obtenían muy poco dinero de aquellos actos.
Me parecía deprimente que tuvieran que entregarse a personas extrañas sin siquiera amarles o aunque fuera gustarles pero ningún sentimiento sentían aquellas mujeres más que repudio en su interior hacia los hombres que les tomaban, sin embargo en repetidas ocasiones había escuchado que “trabajo era trabajo”, cada que podía llevaba algo de comer a las jóvenes en el horario nocturno buscando que no fuesen a trabajar toda la noche sin siquiera alimentarse, y aunque no podía llevarles un bufete lleno de delicias les llevaba lo que podía e incluso me quedaba a acompañar a alguna que otra, aunque regularmente me deprimiera al ver las desapariciones de muchas de ellas y sus rostros al atender a esos hombres por los que no sentían el mínimo afecto pero debían fingir.
Llegue al lugar y repartí la comida que pude a las mujeres siempre y cuando les encontrara libres, pronto me dijeron que una de las chicas había estado gritando en una de las habitaciones, tal vez a causa de un demente sin embargo los gritos habían cesado y las chicas pensaban que el lugar ya estaba solo y que tal vez la pobre mujer estaría recuperándose de lo que fuese que hubiese ocurrido ahí, ninguna de las chicas pudo ir a revisar según ellas por su dificultad de tiempo ya que debían atender a sus clientes, sin embargo yo lo que más tenia era tiempo y si iba estaba seguro que debería consolar a una chica lo cual no me molestaba, metí una de mis manos en uno de mis bolsillos de mi abrigo y fui hasta la habitación tocando dos veces la puerta y abriendo lentamente la puerta tras ello dejándola solo medio abierta por lo que solo vi al hombre que fumaba en la ventana y detuve el abrir de aquella puerta.
-Oh, yo… lo… lo siento… no tenia… no tenía idea… perdón…-
Justo cuando trataba de cerrar la puerta la pequeña canasta que llevaba en la mano con la que abrí la puerta se me cayó en un acto de completa torpeza por lo que entre un sonrojo me agache a recogerla tratando de hacerlo rápido para seguir por salir de allí.

Le di un par de caladas mas a mi cigarrillo no llevaba ni la mitad del mismo cuando ya estaba fastidiado de estar en aquel repugnante lugar, además de que estaba seguro que no conseguiría mas diversión aquí, por lo que retire de mis labios el cigarrillo y justo en el momento en el que le dejaba caer al suelo un par de golpes en la puerta me hicieron levantar la vista, solo para encontrarme con una pequeña figura que dado su aspecto y la lejanía entre nosotros bien pudo haber pasado como una mujer, pero su olor le delataba. Esboce una sonrisa de medio lado y al ver su torpe accidente camine rápidamente hacia él para alcanzar una de sus muñecas con mi mano, patee la canasta hacia un lado y le jale dentro de la habitación para con mi mano libre azotar de nuevo la puerta, esta vez colocando el pestillo en ella.-Pero mira nada mas…-Empecé a decir y apreté su muñeca con fuerza para reprimir cualquier forcejeo por parte suya mientras que jalaba su brazo para acercarle a mi y con mi otra mano le tomaba por el mentón para levantar su rostro y ver este con detalle, como quien analiza una pieza de joyería para determinar su valor.-…Que hace un chico vestido de niña en una casa de putas… Buscas diversión acaso o ¿Tu también te vendes por unos billetes?....-Solté una fuerte carcajada y tironeando de su muñeca hasta arrastrarle a la cama donde le arroje con brusquedad sobre esta, ocasionando que su falda se levantara levemente dejándome ver sus piernas y las partes desnudas de sus muslos.-La verdad es que, esperaba a otra mujer pero… -De mi frase inconclusa y me acerque a llevar mis manos a sus rodillas en donde clave mis dedos con fuerza y abrí sus piernas con brusquedad, para dar un par de descarados lametones a cada uno de sus muslos.- No estas, ni sabes nada mal…-Reí con malicia y dejando solo una de mis manos sosteniendo una de sus rodillas, con la otra empecé a prácticamente arrancar su falda, hacia un puño mi mano sobre su ropa y empezaba a jalonear de esta para arrancarle mientras que observaba los gestos de su rostro y me relamía los labios ante cada uno de ellos.

Observe sorprendido su acción de patear la canasta que trataba de recoger y levante la mirada con el ceño fruncido observando al hombre y notando la sonrisa que traía dibujada en su rostro, me queje al sentir la fuerza con la que tomaba mi muñeca y casi sin darme cuenta termine dentro de la habitación, observando con temor a quien me tomaba de mi muñeca y escuchando el “aterrador” sonido del pestillo de la puerta. Me quede atónito ante la reacción del hombre y de forma repentina mientras le escuchaba empecé a jalar mi mano tratando de zafarme de su agarre, terminando más bien cerca del cuerpo del otro y observándole con miedo y suplica para no tener que quedarme ahí.
Su mano sostuvo mi rostro desde mi mentón y no pude más que quedarme quieto mientras el me observaba de forma meticulosa, al escuchar su pregunta; trate de negar con mi cabeza mientras de forma temblorosa susurraba.
-Yo… yo…no me…vendo...-
Fue todo lo que pude contestar tras escuchar su estruendosa carajada, para más tarde ser prácticamente arrastrado hasta la cama de el lugar, forcejeando cuanto me era posible y como un acto de reflejo; cerrando los ojos ante la caída de mi cuerpo sobre la cama. Sentí el fresco de la noche golpear la piel de mis piernas que se habían visto descubiertas por la brusquedad de su movimiento y mientras yacía recostado sobre aquella cama lentamente abrí mis ojos de nuevo posando estos sobre aquel sujeto al tiempo que su labios volvían a articular palabras.
-Puedo… puedo irme…-
Dije tímidamente tras escuchar que esperaba a una mujer y es que ciertamente no me importaba a quien esperara mientras me dejara ir, pero eso no paso todo lo contrario a soltarme sus manos fueron directo a mi rodillas causándome un quejido de dolor por la forma en la que clavaba sus dedos sobre mi piel un quejido mas se me escapo por la brusquedad con la que mis piernas eran separadas. El sonrojo que había llevado durante todo aquel tiempo se intensifico con cada una de sus descaradas lamidas a mis muslos y tras escuchar su comentario empecé a sentir que mi ropa era jaloneada dejando al descubierto más de la piel de mis piernas e incluso mis interiores, por lo cual empecé a mover mis piernas como podía, solo tratando de alejarle y lleve mis manos a recargarlas sobre mi pecho mientras susurraba una y otra vez.
-No… no…déjeme… yo no… trabajo aquí…déjeme…-
Esas palabras se habían convertido en ruegos tras notar que no se detenía y pese a ello decidí poner mis manos sobre aquel sucio y vil colchón y así empuje mi cuerpo a manera de quedar medio sentado mientras que con mis manos daba manotazos a las de el tratando de alejarlas de mi cuerpo y finalmente tomaba valor para con todo y mis botas aun puestas soltar un par de fuertes patadas a su torso obligándole a retroceder, me levante de la cama y caí al suelo al tropezarme con las mugrosas sabanas que alcanzaban a tocar el suelo pero sin importarme mucho eso y el dolor que había sentido me fui gateando hasta la puerta, tratando de abrir el pestillo de la puerta que por mis dedos y manos temblorosas se me hacía mucho más difícil aquella tarea.

Reía con diversión ante semejante forcejeo por parte suya y ante aquellos pataleos de sus piernas, mi mano en su rodilla se clavaba con aun mas fuerza, enterrando mis uñas en su blanca piel, mas que molestarme por su forcejeo, o alguna de sus suplicas me era la mar de divertido, incluso reía con fuerza ante esos golpes hacia mi por sus manos; pero, sus patadas para con mi cuerpo hicieron que me encendiera, ya que aunque si me estaba divirtiendo aquella luche suya por que le dejase en paz, todo juego tiene limite y reglas y el pequeño chico había roto un par de ellas. Retrocedí apropósito ante aquellos golpes, no le dejaría huir, haría mas divertida mi casería; así que le seguí con la mirada hasta que finalmente llegara a la puerta y justo cuando escuche el movimiento para abrirla me levante, di un par de fuertes pasos y con solo levantar una de mis manos enrede un puño de cabello de una de sus coletas y jale de este con fuerza para regresarle y tenerle de nuevo frente a mi.-A donde crees que vas, si apenas estamos empezando…- Ante mi brusco movimiento era obvio que su cabeza no se mantendría lo suficientemente arriba como para verme a los ojos, así que con el agarre de su cabello empecé a sacudir su cabeza con fuerza.- Mírame a los ojos cuando te hable…-Dije en un tono seco y autoritario, y jale su cabello para levantar su rostro y obligarle a verme.- Cuidado con lo que haces, porque con estupideces con esas, solo alteras mi paciencia y la oportunidad de que te deje con vida se va esfumando….-Tironeando de su cabello le regrese de nuevo a la cama y con mi mano libre me deshice de lo que me estorbaba, jale de las sabanas y el cuerpo inerte de aquella mujer cayo al suelo envuelto en estas.-Ahora…-Empecé a decir y levante su cuerpo con el agarre de su cabello hasta subirle de nuevo a la cama y una vez echo, solté su cabello y lleve mis manos directamente a sus muslos los cuales apreté con fuerza, clavando mis uñas de manera brusca en la piel de estos para con ese agarre arrastrarle por la cama para poder inclinarme y dejar mi rostro frente al suyo.-Tengo dos opciones para jugar contigo, y la que elija se basara en tu comportamiento…-Hable sobre sus labios sobre los mismos pasee mi lengua un par de veces mientras que con brusquedad mis manos se encargaban de retirar lo que restaba de su ropa.-Te comportas, gimes y agradeces haber tenido la suerte de que sea yo el que te coja y así dejare que tu cuerpo tenga un poco de placer antes de que acabe con tu pequeña existencia o…-Termine por arrancar sus interiores para seguir por abrir de nuevo mis pantalones, dejando libre mi miembro el cual tome con una de mis manos, mientras que con la otra levantaba sus piernas y llevaba cada una de ellas a dejarlas caer sobre mis hombros para luego, llevar esa mano a uno de sus glúteos, encajar mis uñas con fuerza para abrirle y dejar mi miembro solamente entre estos, empezándome por mover levemente para refregarlo de arriba abajo entre sus glúteos mientras que llevaba una de mis manos a su cuello el cual apreté con cierta fuerza para moderar su respiración.- Acabo con ella ahora y me evito el estar escuchando lloriqueos….-Solté una pequeña risa empecé a moverme para amenazar su entrada con solo la punta de mi semi-erecto miembro.

Justo trataba de abrir la puerta de la habitación cuando de repente sentí un jalón de un lado de mi cabeza lo cual indicaba que aquel hombre me tomaba de una de mis coletas, solté un pequeño quejido mientras cerraba el ojo del lado de donde sentia su jalon y para no seguir siendo lastimado me coloque conforme su agarre me lo exigía, para más tarde sentir el zangoloteo de mi cabeza mientras escuchaba aquella petición que más bien parecía una orden, levante la mirada buscando la suya esperando que eso le dejara satisfecho y dejara de jalonearme, las siguientes palabras que salieron de sus labios sembraron un profundo temor en mi interior y la idea de no querer sufrir o que me matara me hizo caminar justo como su agarre me lo indicaba.
-Me… me lastima…-
Dije entre un pequeño quejido mientras que llegábamos al borde de la cama y el empezaba a retirar las cosas de esta entre ellas el cuerpo inerte de una mujer, si, la que había ido a buscar; La observe con los ojos abiertos de manera “exagerada” pues no podía creer que hubiese tenido tan poco corazón como para matarla y luego de ello tratar así su cuerpo. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el tirón que su mano dio de mi cabello para que subiera a la cama, cosa que sin otra opción hice de forma “obediente”.
Una vez conmigo y con el sobre la ama, sentí sus manos apretando mis muslos acción a la que reaccione soltando varios gemidos y cerrando mis ojos levemente ante las pequeñas punzadas de dolor, de forma repentina su rostro fue a colocarse justo frente al mío por lo que le mire a los ojos temiendo que me fuera a hacer algo solo por no mirarle mientras me hablaba. Mientras le escuchaba y tratando de no perder sus ojos de mi vista sentía la manera brusca y por demás urgida de retirar mi ropa, dejándome despojar de esta sin forcejeos. Aunque he de aceptar que cuando llego a mis interiores trate de cerrar las piernas sin embargo no pude hacerlo por la posición que teníamos y sobre todo por esa vocecita en mi cabeza que me decía que no hiciera nada para molestarle si no quería sufrir.
Baje ligeramente la vista para notar como abría sus pantalones y si ese sonrojo que no faltaba reaparecía y se intensificaba, entrecerré los ojos entre una queja al sentir sus dedos clavándose en uno de mis glúteos y mordí mi labio inferior suavemente reprimiendo un par de pequeños suspiros provocados por la forma en la que frotaba su miembro entre mis glúteos, mantenía el ceño fruncido en un claro gesto de preocupación ante sus actos y de forma repentina mientras su miembro se refregaba en mis glúteos, la falta de aire se hizo presente en mis pulmones y la manera en la que mi respiración era controlada me hizo llevar una de mis manos a la de el que apretaba mi cuello, gracias a la posición en la que estaba y el esfuerzo de tener mis piernas sobre sus hombros y con el inclinado sobre mí la perdida de aire se hacía mas y mas y la cantidad que entraba a mis pulmones empezaba a volverse mucho menor, tome su mano suavemente sin jalarle ya que solo gastaría fuerzas pues el claramente era mucho mas fuerte que yo y el esfuerzo me aria perder mucho mas aliento, deslice mi mano por la suya con suavidad y trate de negar con la cabeza mientras apenas y susurraba de forma entrecortada.
-No… no me mate… yo…-
Mi oración se vio cortada por el repentino amenazar de su miembro con entrar en mi, cerré los ojos durante unos instantes y tras volver a abrirles culmine mi oración.
-Yo… yo me comportare… lo… lo prometo…-
Si estaba bastante asustado y pequeñas lágrimas inundaban mis ojos las cuales para no enfadarle disipaba de los mismos parpadeando en repetidas ocasiones. Movía mi mano alrededor de la suya buscando que al menos aflojara un poco el agarre y trataba de no mover el resto de mi cuerpo temiendo a cualquiera de sus reacciones.

Al escucharle solté su cuello, pero eso sin detener los movimientos que hacia con mi miembro por entre sus glúteos y con esa misma mano di un par de palmadas en su mejilla mientras que le miraba un pequeño deje de mofa.- Buen chico…ya vamos bien, ahora, concéntrate en hacer todo lo que te pida, así puede que me convenzas de dejarte con vida…-Dije en un tono frio y lleve ambas manos hacia sus muslos para bajar sus piernas de mis hombros, ya que con su promesa de portarse bien, contra la mía de dejarle con vida bien podría darme la libertad de jugar un rato. Baje sus piernas a la cama, dejándolas de lado, conmigo entre ellas y seguí por levantarme de ese lugar mientras que con una de mis manos sacaba mi cinturón y con mi mano suelta tomaba una de sus muñecas para obligarle a levantarse y así, poder poner el cinturón en su cuello y apretarle fuertemente, dejándole a modo de correa para luego tirar con algo de fuerza de este para medio ahogarle y bajarle de la cama.-A gatas…-Dije en tono demandante y sin esperar a que se pusiera de pie empecé a jalonear el cinturón para que andará detrás de mi hasta llegar a una silla cercana donde tome asiento y jale del cinturón lo suficiente para que él quedara entre mis piernas, con su rostro a una distancia corta de mi entrepierna. Con mi mano libre, enrede de su cabello y empecé a empujar su rostro contra mi miembro para que este se refregara en sus mejillas y demás.- Creo que no necesito ser mas claro ¿Oh si? Empieza… y hasta que este completamente duro…-Sonreí de medio lado y solté sus cabellos para llevar mi mano suelta a dentro de una de las botas que llevaba y de donde solo metiendo un par de dedos, saque una pequeña navaja la cual abrí y ante sus vista di una lamida al filo de esta.-Hazlo bien, y ni se te ocurra meter las manos o los dientes…porque…-Deje la oración abierta y al mismo tiempo que tiraba del cinturón, medio ahogándole alce mi mano con la navaja para alcanzar a poner la punta de esta en su nuca, dejando que la misma apenas si punzara sobre la piel de esta.- Me encargo de que sea lo ultimo que hagas…- Culmine mi oración soltando un poco el cinturón para que volviera a respirar normalmente pero dejando la misma fuerza sobre la presión de la navaja en su nuca.

Asentí ante sus frías palabras y observe como cambiaba mi posición dejando mis piernas debajo de la cama, note como se levantaba y un ligero escalofrió recorrió mi espalda; temiendo por lo que fuera a suceder. Junte mis piernas y mis manos, colocando las segundas sobre mi regazo para más tarde sentir su cinturón siendo colocado en mi cuello y el fuerte tironear del mismo que me hacia medio ahogarme. Como pude me incorpore y me puse en cuatro: posición que aquel hombre demandaba; siendo jalado por el cinturón atado a mi cuello empecé a gatear detrás del hombre en la dirección en la que iba y manteniendo mi mirada sobre el suelo de aquel lugar, hasta que sus pasos se detuvieron y finalmente tuve tiempo de con una de mis manos sobar disimuladamente mi cuello mientras tosía levemente.
Le observe sentarse en una silla y ante uno más de sus jaloneos me acerque acomodándome entre sus piernas, sentándome sobre mi trasero con este entre mis pies. Sin poder calmar el sonrojo en mis mejillas observe el rostro del hombre dando breves vistazos a su entrepierna que estaba tan cerca de mi rostro y de forma repentina una punzada de dolor en mi cabeza me hizo soltar un quejido mientras su miembro se restregaba en mis mejillas embarrando sobre las mismas un poco de su pre seminal que apenas empezaba a salir.
Mientras me preguntaba cómo hacer algo que realmente nunca había hecho me descuide del movimiento de su mano por lo que me sorprendí al ver como con su lengua acariciaba el filo de una pequeña navaja, la cual iba a dar directo a mi nuca mientras su otra mano tiraba del cinturón privándome nuevamente de mi libre respiración, abrí los labios como tratando de quejarme sin embargo ningún sonido fue emitido por mi garganta ya que todos ellos se agolpaban en mi garganta.
Asentí con la cabeza ante su advertencia y al tener el agarre en mi cuello un poco aflojado, solté pequeños tosidos y uno que otro jadeo para luego recordar la “tarea que se me había encomendado” y así bajar la mirada a su semi-erecto miembro, observe este por unos instantes, dubitativo; para más tarde optar por realizar los mismos movimientos que cuando se saboreaba un dulce. Si, con cierta pena acerque mis labios a su miembro sin embargo al tener estos a milímetros de su glande me detuve y opte por sacar la punta de mi lengua de entre mis labios dando pequeñas lamidas sobre aquella rozada zona, puse la punta de mi lengua sobre aquel pequeño orificio que representaba su meato y presione este con suavidad, restregando mi lengua contra el mismo; acariciándole de forma sosegada, manteniendo los ojos entrecerrados y a toda costa sobre su miembro ya que no me atrevía a ver al aquel hombre a los ojos.
Cambie aquellas caricias de mi lengua por mis labios encerrando la cabeza de su pene entre estos, teniendo cuidado de no lastimarle con el uso de mis dientes y una vez que mis labios rodearon en su totalidad su glande comencé a succionar esta de forma lenta, suave pero profunda, sintiendo como entre cada succión mis labios y su miembro se empapaban más de su liquido pre seminal, trate de mantener mis manos quietas sobre el suelo las cuales me ayudaban de sostén y hacia todo lo posible por solo tratar de “satisfacer” con mi boca, aunque ciertamente no sabía si realmente lo estaba haciendo bien.
Note una de las venas de su miembro que resaltaba de entre las demás y de un momento a otro solté su glande para recorrer con mi lengua aquella gruesa vena hasta llegar a la base de su pene, donde repartí pequeños besos en el mismo y parte de su pubis e ingle, para más tarde regresar a la punta de su miembro y empezar a hacer un camino de besos siguiendo aun a aquella vena, dando un par de succiones a la misma y al llegar a la base de este le tome entre mis labios y le presione con los mismos teniendo cuidado de no hacerlo con mucha fuerza, siempre buscando no lastimarle o enfadarle.
Ayudándome de que su miembro se había levantado un poco mas use parte de mi mejilla y nariz para empujar su miembro contra su pubis y así tener espacio para “juguetear” con mi lengua sobre su escroto, lamiendo y dejando pequeñas succiones en el mismo para más tarde tomar uno de sus testículos entre mis labios y presionarle suavemente entre esos, Solté este al sentir un pequeño respingo del miembro del otro y regrese desde la base de su miembro hasta la punta del mismo entre succiones y lamidas por todo el troco, optando esta vez; al llegar a la punta, por meter la misma en mi boca y empezando a meterla y sacarla lentamente jugando con mi lengua sobre aquella sensible zona, solo dejando que fuera la punta de su miembro la que invadiera mi boca.

Abrí los labios entre una sonrisa y por entre estos, deje que mi lengua se asomara, sin hacer ningún movimiento con ella, simplemente dejando que se mostrara por la comisura de mis labios mientras que observaba como la lengua de aquel chico empezaba con su trabajo. Pesada saliva comenzó a deslizarse por mi garganta conforme sus movimientos avanzaban y la agitación subía de igual manera, obligándome a respirar de una manera mas pausada y entre cortada; sentía el calor de mi cuerpo subir y como este obligaba a que pequeñas gotas de sudor abandonaran mis poros y fueran perlando la piel de mi rostro, haciéndose cada vez mas consecutiva conforme sus labios subían y bajaban, rosando zonas por demás sensibles, apoderándose de la punta de este y el echo de observar como se las ingeniaba para acomodarle con su rostro y como en este brillaban pequeñas porciones de su piel debido a mi liquido sobre ellas, un gemido escapo de mis labios seguido de una pequeña risa burlona.- ¿Enserio no trabajas aquí? Porque tu boca me dice otra cosa…-Me relamí los labios y empecé a pasear el filo de la navaja por su nuca, dejando desde apenas un pequeño hilo rojo hasta donde alcanzaba a rosar su piel con ella y la mano con la que sostenía el cinturón, tome sus cabellos y empecé a empujar su cabeza contra mi miembro que después de aquello, ya estaba ligeramente mas despierto por lo que empujando su cabeza, le lleve por completo dentro de su boca y, con el agarre de sus cabellos empecé a tirar y empujar de sus cabellos, para arremeter frenéticamente su boca con mi miembro, llevándole hasta topar con su paladar y sabiendo que además de los tirones que daba al mover su cabeza con el cinturón, el tener mi miembro en su boca le dificultaría el hecho de respirar, pero sin considerar aquello seguí embistiendo su boca rápidamente, hasta sentir que la palpitante longitud de este se refregaba placenteramente con su lengua. Sin importarme, abrí los labios y deje que libremente roncos gemidos abandonaran estos y justo en el momento en que sentía mi miembro explotar, arquee mi espalda con algo de brusquedad y di un fuerte empujón a su cabeza, dejando mi miembro por completo dentro de su boca, mientras este derraba en ella toda mi semilla. Ahogue un sonoro gemido que se quedo como un carraspeo en mi garganta y por mas que su cabeza quisiese alejarse de mi entre pierna, le apegaba con mas fuerza contra ella, hasta sentir que tragaba mi esencia; me relamí los labios y tironee de su cabello para levantar su rostro, obligándole a verme.- Ahora juguemos a otra cosa pequeña pelandusca…-Reí de manera leve y jale su cabello hasta acercar su rostro para dar una descarada lamida a su mejilla y lleve mi pequeña navaja hacia la misma donde hice un no muy profundo corte, lo suficiente para que apenas una gota de sangre empezara a resbalar por su rostro, misma que retire con mi lengua. Afloje el agarre del cinturón para que de este, quedara un tramo mas libre y así, retrocedí un poco con todo y la silla, lo suficiente para poder ver su cuerpo por completo; de reojo, mire un reloj que pendía de una pared cercana y mientras que jugaba con la navaja entre mis dedos dije en tono autoritario.- Tienes diez minutos, para convencerme de que vales la pena, lo suficiente como para que se me antoje joder contigo, si no pues…-Deje la oración abierta y coloque mi mano con la navaja como si fuese a lanzarla contra el, apuntando directamente a su rostro.-Acabamos con el juego…-Sonreí de costado y baje la navaja para empezar a jugar de nuevo con ella entre mis dedos mientras que observaba y daba leves vistazos al reloj de la pared, cuidando el tiempo que le había dado.

Iba a levantar la mirada para observarle con reproche ante sus palabras y de forma repentina sentí el cinturón apretarse nuevamente alrededor de mi cuello mientras que otra punzada de dolor atacaba mi cabeza debido a que su mano tiraba de mis cabellos para conseguir invadir por completo mi boca con su miembro, Coloque mis manos sobre el espacio del asiento entre sus piernas y trate de seguir el ritmo de sus movimientos para no sentir tan intensos los jaloneos de mi cuello y cabello. Ante la presión en mi cuello me empezaba a faltar el aire nuevamente y el brusco entrar y salir de su miembro de mi boca me hacía mucho mas imposible el respirar por lo que sentía que me ahogaba, hasta que afortunadamente su miembro empezó a palpitar, cosa que sentía sobre mi lengua y espere con ansia a que se corriera para que sacara de su miembro de mi boca y pudiera volver a respirar con normalidad, sin embargo de forma repentina sentí que mi rostro era empujado por completo contra su entrepierna y forcejeando un poco al sentir aquel brusco movimiento y su miembro obstruyendo mi garganta, pude escuchar los gemidos de aquel hombre y sentir el movimiento de sus caderas provocado seguramente por algún otro de su espalda, para seguido de ello sentir atravesando mi garganta su semilla la cual sin nada más que poder hacer trague hasta sentir que su miembro liberaba mi boca finalizando con dejar que un hilo de su semilla se quedara escurriendo de la comisura de mis labios.
Nuevamente mi cabello fue tironeado por su mano obligándome a verle, por lo cual al escuchar sus palabras en mi mirada se reflejo el enfado debido a sus palabras o acciones. Yo podía ser a veces demasiado inocente y a veces podía ser que no pero de igual forma fuera lo que fuera me molestaba su forma de tratarme, ni siquiera me inmute al sentir el pequeño corte sobre mi mejilla y al notar cómo se alejaba con todo y la silla y escuchar lo que serian las nuevas reglas de su juego sin embargo estas no eran lo suficientemente claras como para prohibirme cualquier cosa por lo que mi mirada cambio a una que le miraba con escrutinio.
Gatee nuevamente hasta acercarme y colocarme entre sus piernas y con el uso de mis manos empecé a desabotonar su camisa empezando por el ultimo de sus botones hasta llegar al primero mientras que le decía.
-Bueno supongo que al no prohibirme acercarme o usar alguna parte de mi cuerpo… puedo hacer lo que quiera para… uhm como dijo?... Convencerle?-
Solté una ligera risa que le restaba importancia a sus palabras y con el uso de mis manos abrí solo un poco su camisa y coloque mi lengua sobre su bajo vientre, dibujando un camino de mi saliva que se marcaba por la mitad de su abdomen, rodeaba un par de veces su ombligo y subía quedándose justo a la mitad de su pecho. lleve mis manos a tomar las suyas aprovechándome de su “distracción” para colocarlas contra los apoyabrazos de el asiento y apretando sus muñecas entre mis manos con cierta fuerza e incluso clavando mis uñas en la tela de su camisa llegando también a su piel y en ese momento tome uno de sus pezones entre mis labios succionándole con fuerza y terminando por mordisquearle en diversas ocasiones, para luego pasar a su otro pezón donde repetí el mismo procedimiento tras ello aprovechando para soplar algo de aire sobre la parte humada de su pezón.
Recordé su palabra al llamarme pelandusca y dejándome llevar por el breve enfado me acerque a su cuello donde tome un pedazo de su piel y le mordí con fuerza hasta atravesar su piel y sentir el sabor de su sangre entre mis labios.
-Y no soy una pelandusca…-
Deje un beso sobre aquella herida y susurre.
-Espero que eso no le haya molestado… o le haya lastimado demasiado…-
Dije en el mismo tono burlón que el usaba para hablarme; dejando mi oración a medias y antes de culminarla tome su mano que llevaba la navaja y la puse sobre mi cuello justo a un lado de la tráquea haciendo un fino corte en esa parte de mi piel aunque uno poco profundo pero bastante largo.
-igual si le dolió demasiado siempre puede cobrarse no?.-
Solté su mano dejándola de lado y con mi mano ya libre, lleve mis dedos a recoger las gotas de sangre provenientes de la herida, llenando las yemas de mis dedos de mi propia sangre y yendo a restregar mis dedos sobre sus labios, manchando estos con mi sangre.
Le deje así sin atreverme a hacer alguna caricia mas sobre su cuerpo y alejándome nuevamente consiguiendo zafarme de su agarre en mi cuello sin embargo dejando el cinturón alrededor del mismo, me aleje hasta quedar a varios pasos de distancia y puse mis manos sobre mi cuello recorriendo este sintiendo las nuevas gotas de mi sangre que brotaban del mismo embarrando inevitablemente la sangre sobre mi piel y en mis manos, eche mi cabeza hacia atrás tratando de no poner atención al vampiro pues eso me apenaría y tratando de olvidarme de la situación esperando que no me costasen muy caro mis palabras baje mis manos por todo mi pecho, acariciando solo de pasada mis pezones y suspirando ante los pequeños roces, baje por mi abdomen aun alcanzando a manchar de un poco de sangre mi piel en ese lugar y mientras tomaba mi miembro en una de mis manos dije con cierto trabajo por mi posición.
-No me interesa si se acuesta conmigo o no… solo me interesa el hecho de poder salir de aquí… y hacerlo vivo.-
Empecé a masturbar mi miembro con suavidad haciendo caricias tortuosas de momento para mas tarde dejarme caer de sentón; claramente sin dejar de masturbarme y aun manteniendo mi rostro echado hacia atrás, abrí mis piernas sin estar seguro de si mantenía mi posición frente a su rostro o no. Incline mi cuerpo ligeramente hacia atrás y con mi mano libre lleve un par de dedos a mi entrada y sin perder tiempo y aun teniendo un poco de sangre rodeando mis dedos, metí los mismos en mi interior, no queriendo ser penetrado de nuevo y sin preparación pues era ciertamente doloroso y juraba que lo seria mas con aquel hombre que parecía más una bestia.
Empecé a embestirme con aquellos dedos y a mover mi mano sobre mi miembro, esperando que al finalizar mis diez minutos no fuera a ser interrumpido con una de sus maneras tan abruptas de llamar la tención.

Los movimientos que hacia mi mano para jugar con aquella navaja se vieron abruptamente detenidos cuando observe que se acercaba a mi; arquee una de mis cejas al observar como empezaba a abrir mi camisa y ante sus palabras, inevitablemente una pequeña risa salió de mis labios.- Oh vaya, quien diría que debajo de esa fachada de princesa inocente, se escondía una falena bastante lista…-Su risa no me preocupo en lo mas mínimo, me encargaba de cuidar sus acciones, bien pude haberle alejado de mi fácilmente, pero quería ver hasta donde llegaba su fachada de casto para conmigo. Cuando mis manos fueron maniobradas por las suyas, fruncí levemente el seño y le deje continuar, muy pese a que sus uñas se clavaran en mi piel, esperaba que no con la intensión de lastimar ya que, para mi esas “heridas” que pudiese hacerme no representaban absolutamente nada. Ahora sus labios repartían mordiscos, directamente sobre uno de mis pezones y ante aquello, entre una mueca de desagrado un pequeño suspiro pedía salir de mis labios, pero justo antes de dejarle salir mi rostro se deformo en una clara mueca de enfado ante aquella fuerte mordida, ladee mi rostro y mi mano amenazo con levantarse para alejar su rostro de mi piel, pero decidí controlarla, preferí observar un poco mas, ya que acabar con esto tan rápido, seria un desperdicio de tiempo, y no deseaba irme de ahí, no al menos hasta haberme cobrado todas y cada una, por lo que después de aquello y pasando por alto sus palabras seguí observándole, incluso con desagrado sobre todo en el momento en el que él mismo se hacia un corte manipulando mi mano y como con la sangre misma de ese corte llenaba sus labios. Ahora, el cinturón se había salido de mi mano y con detalle, observaba lo que sus manos hacían sobre su cuerpo, movimientos pobre aquí, allá… que de alguna manera pensaba que por el hecho de llevar su sangre en ellos, serian atrayentes para mí. Sin prestar ya mucha atención a estos, observe el reloj de soslayo, habían pasado 9 de los 10 minutos que le había brindado para su “tarea” y en mi cabeza empecé a contar en retroceso a partir del 60. Una vez mas sus palabras pasaron por uno de mis oídos y salieron por el otro como si nada, me dedicaba a mantener la mirada fija en él pero me concentraba aun más en seguir contando…35. Ladee mi rostro mientras que en el apoya brazos de la silla colocaba el codo de mi mano libre para en la palma de mi apoyar mi rostro mientras que observaba como ahora sus dedos arremetían su entrada mientras que su otra mano se encargaba de atender su miembro…11. Al llegar al diez, empecé a contar en voz alta mientras que dejaba esa sonrisa perversa en mis labios y le miraba con jactancia.- Uno….-Dije en un pequeño susurro finalizando mi cuenta regresiva tan rápidamente como apuntaba mi navaja en dirección suya y la arroje sin importarme a donde fuera a dar esta. Su grito de dolor no se hizo esperar y mientras que me levantaba de la silla observe como de su hombro derecho la sangre comenzaba a correr de manera escandalosa; camine en pequeños pasos hasta donde estaba y con una de mis manos, volví a tomar el cinturón mientras que con la otra me encargaba de retirar la navaja de su hombro, sacándole en un solo movimiento. Tire con fuerza del cinturón, obligándole a levantarse hasta dejar su rostro a la altura del mío, obligándole a que solo se apoyara en el suelo con las puntas de sus pies.- Te diré algo pequeña ramera… en base a lo que dijiste, pues he de aclarar que de igual manera a mi no me interesa cogerte o no… y, ¿Sabes lo que es mejor?...-Deje la oración abierta y ladee mi rostro para alcanzar la herida que había dejado la navaja en su hombro y a esta lleve mis labios para empezar a succionar con fuerza su sangre y con mi lengua presionaba el orificio de la herida, como si quisiese meterle en la herida y arrastrando mi lengua desde ese lugar, lleve un camino de su sangre mezclada con mi saliva hasta su oreja donde clave mis dientes en lóbulo y de este arranque un pequeño trozo de su carne el cual hice pasar por mi garganta para luego culminar mi frase anterior en su oído.- Que a mi tampoco me interesa si sales de aquí vivo o no…- Tironeando del cinturón, importándome por lo que pudiese ahogarle le arrastre hasta la cama y sin perder nada de tiempo ate el cinturón a la cabecera de esta, moderando ahora los movimientos de su cuello, ya que si se movía solo lo presionaría mas contra este; deje la navaja entre mis dientes para tener la libertad de mis dos manos y rápidamente tironee de las sabanas para con una de ellas, atar una de sus piernas a una pata de la tarima de la cama, dejando sus piernas sobre esta aun, con la única intensión de seguir de igual manera con la otra para que solo no pudiese cerrarles. Lleve mis manos a su cadera y sobre esta enterré mis dedos, de la misma manera que el lo había hecho en mis brazos anteriormente y con fuerza jale de su cuerpo para dejar sus piernas flexionadas las cuales abrí con brusquedad para seguir por tomar una de sus manos por la muñeca y lleve la misma a sus labios, con mi mano libre presione sus mejillas para abrirle la boca y en esta empecé a meter sus dedos, casi por completo escuchando con mofa los sonidos de su garganta que comenzaba a ahogarse por esa acción. Reí de manera leve y saque sus dedos para luego, deslizarles por su pecho, vientre, llegando a su ingle, pasando por alto su miembro para llevarlos justamente a entre sus glúteos; con mi mano libre tome uno de sus glúteos, y jale con fuerza de este obligando a que su cuerpo se flexionara a manera de que al abrirle me dejara su entrada a la vista y causando que el cinturón subiera por su cuello hasta querer salir por este, topándose con su rostro como único inconveniente y ante sus movimientos la piel de este quemaba la suya marcándola de rojo, comenzando a llevar esas huellas rojizas a tornarse moradas. Acomode su mano entre sus glúteos y la comencé a empujar contra su entrada, amenazando con apenas meter algunos de sus dedos, pero antes de que pudiese objetar al respecto, con todo la fuerza de mi mano y añadiéndole el peso de mi cuerpo arremetí de una todo el puño que era su mano contra su entrada. Su grito de dolor fue mas que armonioso para mi y empecé a moverle frenéticamente en su interior, sin llegar a sacarle, hacia los mismos movimientos de embestidas con su puño dentro y sin detenerme retire con mi mano libre la navaja de mis labios.- Vamos pequeña ramera… ruega por que sea yo el que te joda ahora. Eso hubiera sido menos doloroso para ti… y quizás me hubiera tomado el tiempo para que lo disfrutaras, eso claro si hubieras sabido entretenerme…-Me relamí los labios y de un solo jalón saque su mano de su interior para luego volver a arremeter su entrada una y otra vez, como si diese puñetazos a esta.-Ahora me doy cuenta que los humanos no han dejado de ser estúpidos… mira que hacer todas esas estupideces a sabiendas que tu vida dependía de eso…-Solté una fuerte risotada y pase con desparpajo el filo de la navaja por mi lengua para luego llevar este directamente a la base de su miembro donde empecé a cercenar alrededor de esta, usando la punta del objeto para levantar su piel. Deje de maniobrar su mano en su entrada, dejando esta por completo en su interior y con mí ahora mano libre tome su miembro para con ayuda de un último tajo con la navaja, terminar por separar ese pedazo de carne de su cuerpo. Levante mi rostro y saque todo lo que pude mi lengua, para que sin perder vista de su rostro, levantar la mano que sostenía si miembro a la altura de mi boca y en la palma de mi mano, apretuje este, para que la sangre escurriera directamente a mi boca, chocando con mi lengua y dejando que se deslizara por la comisura de mis labios. Arquee mi cuello, echando mi rostro hacia atrás y pase mi lengua por mis labios, limpiando la sangre de la comisura de estos para luego soltar un jadeo de satisfacción; le mire a los ojos con un brillo de malicia en los míos y esa sonrisa burlona de mis labios que no desaparecía.-Bueno, ya no tengo nada mas divertido para jugar aquí…-Reí y deje caer el pedazo de carne de mis manos a un lado de la cama, justo a un lado de donde estaba el cadáver de aquella mujer, para luego acomodar mis ropas mientras observaba la sangre que emanaba de la zona cercenada de su entrepierna. Con las manos guardadas en los bolsillos me incline para alcanzar su rostro y mirándole a los ojos de manera fija y penetrante susurre.-Ya te puedes ir…después de todo, el desangramiento tardara unos momentos mas así que al parecer si, tu deseo será cumplido, eso si te esfuerza, así al menos sales vivo de esta habitación, era lo que querías ¿No?...-Saque una de mis manos de los bolsillos, y lleve mi dedo índice al hueco que antes era su miembro y sobre esa herida en carne viva, comencé a hacer círculos con una fuerte presión.- Deberías agradecerme…-Susurre en una leve risa y lleve ese dedo a mis labios para lamerle al mismo tiempo que me levantaba.-Solo no te tardes en irte, o no tendré la culpa de que mueras aquí ¿he?...-Ahogue una fuerte risa y me dirigí a la puerta, retire el pestillo para abrirle y antes de salir de esa habitación me detuve en seco.- Cierto, ni siquiera me dijiste tu nombre…-Me quede pensativo un pequeño momento y luego reí mientras que negaba con la cabeza.- Olvídalo, no suelo repetir encuentros con las putas con las que me topo… por alguna extraña razón, nunca las vuelvo a ver…- Reí en mis adentros y salí de aquella habitación, cruzando como si nada el lugar, para abandonar el mismo.