Those little things from oblivion...[Libre]

Tenía que admitir que su falta de concentración, muchas veces lo llevaban a lugar insólitos, como el que se encontraba pisando en esos momentos. Sumo cuidado al andar y una atención que no hubiese puesto momento antes de llegar allí, se encontraba paso a paso, transitando los espesos sectores de lo que parecía ser un frondoso bosque, completamente perdido, indagando por un sector que antes no había visitado, pisando las crujientes ramas y espantado de tanto en tanto por sonido de algún animal salvaje que se daba a la fuga al escucharle pasar, asustado, pero mas aun, asustando de sobremanera al rubio, quien tras cada sobresalto, soltaba una pequeña risa, una mano sobre su pecho y un profundo suspiro, intentando convencerse que nada mas allá de lo común se encontraba por aquel sector, solo las nubes que se agrupaban en el cielo y parecían amenazar con comenzar con un temporal que a ciencia cierta no se podía decir cuanto llegaría a durar.-

A pesar de eso, los pasos continuaban avanzando, su mirada perdida sobre el suelo, esquivando ramas y piedras, tomando la precaución de dejar una pequeña marca, un rasguño sobre uno de los árboles grandes con un broche que cargaba, observando que pasaba por el mismo lugar varías veces, tomando otro camino, ya se encontraba perdido, y no era de las personas que entraran en pánico con facilidad, pues solo le quedaba continuar avanzando, adentrándose cada vez mas en la espesura del bosque, mas sus pasos se detuvieron en seco, cuando una imagen se le vino a la mente, luego de observar a la distancia, lo que parecía ser una choza derruida por el paso de la naturaleza, su cuerpo templo ligeramente, paralizado por algunos instantes, mientras sus ojos se contoneaban mas, para cuando pudo reaccionar, sus pies se movieron instintivamente hacia el lado contrario, incapaz de entender que le pasaba, su cuerpo se sentía nervioso por alguna razón, mas no lo comprendía.-

Y así continuo camino, sintiendo luego de unos momentos, como una gota golpeaba su cabeza y resbalaba lentamente, rodando por su rostro, como reflejo, su cabeza se levanto y observo hacia el cielo oscuro.- Ha comenzado a llover...-un suave susurro escapo de sus labios, sintiendo nuevamente, otra gota golpearlo y así una tras otra, haciendo de aquello una ligera llovizna que lograba colarse entre las ramas y hojas de los árboles, obligandole a avanzar, hasta encontrar un mejor reparo, bajo uno de los mas frondosos arboles, dejando su espalda recargada sobre el tronco del mismo, sus ojos clavados en sus pies, mientras su mente aun mantenía algunos vestigios de aquella imagen y la incertidumbre de no comprender que sucedía, apenas si prestaba atención a su alrededor, escuchando a lo lejos el movimiento de ramas y sacudidas de hojas, seguramente perteneciente a algún animal que escapaba del temporal.-

Y aun mantenía esa sensación de pesar y duda en su cabeza, que parecía dar vueltas en aquella imagen una y otra vez, pero que no lograba concentrarse para sacar alguna conclusión, podía ser fácil hacer que se disperse y se distrajera, y aquel murmullo traído por el viento que reposo en sus oídos, le hizo levantar la cabeza y apartar su atención de sus pies, para observar a su alrededor, algo asustado, pues su mente trabajaba con algo de prisa cuando se trataba de cosas que a veces no lograba explicarse, un fantasma? Algún ser extraño? Y solo hacerse esas preguntas en la cabeza le dejaba la piel de gallina, quiso formular alguna pregunta, tal vez un “Quien esta allí?” pero nada salía de su boca.-

Mayor aun fue el sobresalto, al regresar su atención al frente y notar una esbelta figura parada frente a si, el cabello largo de un negro intenso y aquellos ojos, esos ojos que capturaron su atención por completo, si bien desde siempre habían logrado cautivarle los ojos ajenos, aquellos, el intenso rojo y la mirada le daba una sensación de temor y a la vez curiosidad ante los mismos, a pesar de aquella admiración, su cuerpo parecía mostrar el temor y la impresión de encontrarse con alguien, mas bien quien alguien le encontrase de esa manera. Sus piernas temblaban levemente y sus manos se encontraron sobre su pecho, como si de esa manera formara un escudo inconsciente ante lo desconocido.-

Yo…-su voz sonó titubeante, no solo por el sobresalto del momento, también porque esa pregunta lo había atrapado desprotegido, mas bien ni siquiera el mismo sabia en que pensaba concretamente.-…pienso que…no es bueno estar aquí con la lluvia…-esquivo la pregunta, comento lo primero que se le vino a la cabeza, mirando con cierto nerviosismo hacia su alrededor, sin ser capaz de mantenerle la mirada mas tiempo, no esa por vergüenza, mas bien, porque aquella parecía atraparlo de a poco con ese brillo particular y ese color sangre tan intenso.-

En su intento por observar a su alrededor, y que algo distrajera su atención, pudo percibir como el contrario parecía agacharse, llevo la mirada hacia aquel, aquella mano que le pasaba ese objeto que en su descuido no había notado su ausencia, acerco su mano y apenas rozando la piel ajeno, la cual se le figuro fría, extremadamente blanca y con tacto suave, sostuvo entre las propias el broche y con un poco mas de confianza, dibujo una tenue sonrisa sobre sus labios.- M-muchas gracias.-primero que nada, agradeció el gesto y luego inclino ligeramente su cabeza a modo de saludo formal.-

Un gusto, Asagi-san.-comento con un tono suave de voz, un poco mas disperso y por ende, menos asustado que en un principio, pero siempre con cierta cautela.- Sui….mi nombre es Sui.-respondió a aquella pregunta, mientras sus ojos divagaron ligeramente, siguiendo el camino de la mano ajena, la cual corría un tanto su cabello, sus mejillas se colorearon ligeramente en un rosado suave, ciertamente no era de asustarse con facilidad, mas ahora que había descubierto que frente a si no se había manifestado ninguna aparición extraña como las que formulaba su cabeza al escuchar algún ruido extraño, o al menos eso era lo que creía. Giro su cabeza, siguiendo el camino señalado, recordando que en aquella dirección se había sentido un tanto extraño al momento de llegar.-

Mmmmh…-vacilo un momento, mientras colocaba nuevamente aquel broche sobre su ropa, tenía mas que entendido que no debía de seguir a nadie, mas si se trataba de un extraño al que apenas había conocido, mas en un lugar donde se encontraba, pero precisamente no era alguien que se dejara llevar por las apariencias o lo que le dijeran los demás, además se encontraba curioso, quería saber el porque de algunas cosas y también, ahora que lo pensaba de mejor manera, el motivo de encontrara a una persona andando por el bosque sola, aunque él se encontrara en las mismas condiciones.-…esta bien, no me molesta acompañarle.-menciono, con una ligera sonrisa, apartando su espalda del tronco y esperando seguir al contrario.-

Una vez en movimiento, intentaba seguir los pasos ajenos, aunque se le hacia un tanto difícil, sintiendo como su ropa era de vez en vez atrapada por algún arbusto o rama del camino, la oscuridad del bosque, apenas iluminado por los rayos de luna que se colaban entre las ramas, cuando no era tapada por las nubes que descargaban su agua sobre ellos, una odisea, sus manos apenas tocaban con algo de recelo los troncos, esperando no toparse con algún insecto, pero le era necesario si no quería trastabillar y terminar en el suelo. Observo como barios pasos más adelante, aquel hombre con el que se había topado, detenía su marcha, por lo que intento apresurarse, quedando frente a la cabaña.-

Su mirada se poso sobre la misma y sus pasos tardaron en avanzar hacia el interior, ayudándose de sus manos, las cuales extendió un tanto, por si algo se cruzaba frente a si. La penumbra del lugar molestaba de cierta manera sus ojos, los cuales no lograban acostumbrarse, por lo que sus pies no se animaban a aventurarse mas allá de unos pasos alejados de la puerta, hasta que pudo notar el brillo de la vela, percibiendo de mejor manera algo de su alrededor, por lo que con cuidado, se acerco a aquella mesa, corrió lento la silla y tomo de entre su ropa, un pañuelo, con el cual limpio la base de la misma, antes de tomar asiento.-

Oh…pues, ciertamente no pretendía llegar al bosque…fue solo un momento de distracción.-comento, recargando sus manos sobre su regazo, sosteniendo aquel pañuelo con algo de tierra debido a la anterior acción. Y que lo había llevado a esa distracción, ese descuido, tal vez escapar de algunas miradas indiscretas de los habitantes del pueblo, y luego haberse topado con aquel lugar, que le había creado la necesidad de escapar aun mas, adentrarse a lo profundo del bosque. Observo a su alrededor, notando algunos detalles, nada se le hacia familiar, pero no podía quitarse esa sensación del cuerpo.-

Se sobresalto levemente al escuchar los rayos de aquel temporal, cerro un tanto con fuerza sus ojos, para luego sentir el peso extra sobre sus hombros, abrió los ojos y un leve escalofrío le recorrió ante aquella mano fría sobre su piel, levanto sus pequeñas y delgadas manos y sostuvo la ajena entre estas- Tiene las manos frías…-menciono, las suyas no se encontraban muy diferentes, pero si mas tibias que la ajena, por lo que intento de alguna manera darle algo de calor, en agradecimiento de aquel gesto, pues su cuerpo comenzaba a temblar ligeramente ante el agua que cargaba y la brisa que ingresaba por los lugares abiertos de la cabaña, algo que fue aminorando gracias al abrigo ajeno.- ¿Y…y usted, a qué se debe su recorrido por este lugar?.- ladeo apenas la cabeza con curiosidad.-

Sus ojos por un momento prestaron atención a sus propias manos, ante aquel comentario, encogiéndose un tanto de hombros por la sensación que le había producido aquel susurro cerca de su oído, soltó con delicadeza la mano del contrario y ladeo su mirada para observar de reojo al contrario, escuchando la respuesta a su pregunta, un paseo, era extraño escuchar una simple respuesta, pero el no estaba en condiciones de hacer algún tipo de alusión al respecto, al fin y al cabo sea el medio o motivo, se encontraban en las mismas circunstancias, en un bosque y huyendo de la lluvia, un temporal inoportuno ciertamente, que los había arrastrado a aquella cabaña.-

Negó con la cabeza suavemente, no tenía frío, mas bien si, pero no tanto como el que hubiera imaginado y en parte se debía al abrigo prestado por el contrario, sería bastante molesto decirle que aun lo sentía, solo se quedo con aquella negación, escuchando atento las palabras ajenas, buscando alguna manera de replicar, se sentía un tanto regañado, frunció un tanto los labios, pues nada se le ocurría.- Y usted…creo que esta en las mismas condiciones, digo…los lobos también pudieron haberlo atacado.- dijo con un tono un tanto vacilante, si bien el contrario parecía de mayor porte y con cierta fuerza que él mismo no poseía, no creía que se encontrara exento de algo como aquello.-

No cargo nada con suficiente valor para que alguien me hiciera daño…-susurro, bueno, aquello si lograba asustarlo, pero no creía que fuera una lastima para nadie que lo conocieran que algo así le pasara, iba a agregar algo a su comentario, pero aquella acción, ver tan de cerca el rostro ajeno, esos ojos que nuevamente se topaban en su camino, lo hizo enmudecer, solo logro afirmar, sintiéndose un tanto molesto consigo mismo, no era alguien irrespetuoso, pero no era la primera vez que le hablaban de aquella manera, no las mismas palabras, pero siempre había sido tratado de aquella manera y hasta de formas peores.-

Suspiro leve, intentando disipar todo aquello, observando como se alejaba aquel hombre, recargando apenas sus codos sobre la mesa, observando aquella figura junto a la ventana, sintiendo como sus orbes avellana se iluminaban ante la luz de la vela.-…realmente sería una lastima?...-se cuestiono a si mismo.-…Asagi-san, tiene una familia que espere su llegada?.-cuestiono, pasando apenas una de sus manos por encima de la flama de la vela, para luego ponerse de pies y caminar hacia uno de los lados de donde se encontraba parado el contrario, observando el exterior, cerrando por momentos los ojos al escuchar los rayos.-

Una leve sonrisa se asomo en sus labios, al escuchar esas palabras, sabía bien lo que se sentía, aunque no podía deducir si al contrario le afectaba o no aquel echo, la simple carga de encontrarse solo sobre aquel mundo donde, muchos te rodeaban, pero nadie se detenía a mirar. Levanto un tanto la vista, mirando de soslayo al contrario y asintió leve a su pregunta.-…si, aunque no entiendo el por qué.-susurro, eran uno mas de esos miedos irracionales, no recordaba un origen del mismo, aunque ciertamente le era difícil recordar mucho de su pasado, regreso su atención al exterior que se dejaba ver por la ventana.-

Cruzo sus brazos y ni tuvo que pensar demasiado la respuesta a aquel interrogatorio, era la misma, un simple no, pero que a veces llegaba a doler tan profundo ese sentimiento de vacio.-…nadie se encuentra velando por mi ausencia.-murmuro apenas, entrecerrando los ojos por las ligeras caricias que producía el jugueteo ajeno en su cabello, sus labios se separaron, intentando formular alguna palabra, pero la sorpresa lo sobrepaso al sentir el jalón, su mirada aturdida se poso sobre la ajena, mientras sus manos se posaron como un reflejo contra el pecho ajeno, sintiendo la cercanía, el estruendo del rayo y su cuerpo sobresaltado por el mismo, mientras sus ojos se cerraban con fuerza.-

Un escalofrío le recorrió al sentir el aliento y la fría piel tocar la propia, su cuerpo comenzó a temblar, un ligero temor lo invadió por completo, sus ojos se entreabrieron y observaron la sombra del mayor, todo en penumbras nuevamente, sus dedos intentaron aferrarse de la ropa ajena, su mente parecía intentar recordar algo, parecía tener alguna secuela, una escena similar a la que estaba viviendo, sus labios nuevamente se separaron, húmedos y temblorosos.-…no…tengo miedo…-susurro, sintiéndose sofocado, su corazón latía con rapidez ante los nervios y la adrenalina, pero solo el sonido del propio era percibible, sintiendo en el pecho del contrario un vacio.-

El agarre de sus manos disminuyo, dejando un suave tacto en su lugar, sus ojos se cerraron con suavidad, olvidando por completo la lluvia y los rayos. En su simple naturaleza, la inocencia que lo invadía por momentos, no había notado hasta ahora que se encontraba frente a la presencia de un ser superior a él, mas aun, logro sentirse algo identificado, comprendía esa soledad, no era una simple resignación, apreciaba su vida aunque esta no le retribuyera, pero sentía como algo en su interior se removía paulatinamente.-…fue agradable…encontrarle, Asagi-san…-susurro, en un tono muy bajo.-

El ligero temblor que formulaba su cuerpo, ceso lentamente al escuchar la voz ajena, entreabrió lento los ojos y levanto la mirada, ante aquella pregunta, asintiendo con la cabeza apenas perceptible, una expresión más relajada arribo a su rostro y hasta parecía obsequiarle al contrario una pequeña sonrisa, tal vez, ciertamente en otra oportunidad su cuerpo hubiera reaccionado de otra manera, seguramente sus pies lo hubieran llevado lejos por el pavor , pero en esos momentos, ese mismo miedo luchaba con una tranquilidad que le brindaba aquella voz, era extraño, pero ese choque de sentimientos lo hacia interesante.-

Relajo su cuerpo, ante la caricia sobre su cabello, entrecerró los ojos y dejo su cabeza apoyada sobre el pecho ajeno, sus piernas ya no se sentían flojas como en momentos antes y su cuerpo se había de alguna manera acunado entre aquellos brazos. Esas palabras formuladas le habían fascinado de alguna manera, la poesía de las mismas y la manera de ser pronunciadas, le habían robado una sonrisa más amplia de sus labios, los cuales tapo con una de sus manos sutilmente, dejando su otra mano apoyada donde se encontraba antes.-

Llevarme?...-susurro, saliendo de ese pequeño ensueño en el que se había sumergido, levanto la vista observando al contrario, quedándose un tanto pensativo, mas bien sorprendido por aquello, sus ojos cayeron apenas observando hacia el suelo ante el ultimo comentario, era verdad nadie lo esperaba, nadie precisaba su presencia ni extrañaba su ausencia, siempre lo seguían esas miradas acusadoras y extrañas, como si el fuera un bicho raro, culpable de no recordar y atormentado por un pasado del que no tenía noción.-

Si…-susurro, afirmando con la cabeza, levantando la vista y sonriendo con suavidad.-…Esta bien, Asagi-san, encantado estaré de poder ayudarle en lo que necesite…nadie me necesita ni me espera, así que, si puedo ayudarle y serle un compañía, me será agradable.-aparto un tanto su rostro del pecho ajeno y afirmo con la cabeza, lo hacia como una ayuda, y como una ayuda a si mismo, nada perdía con intentar, ya que mucho mas en la vida no tenía por perder, podría tener un trabajo y aprender algunas cosas.-…será interesante…-sonrió un tanto mas animado, con esa toque inocente e inconsciente que poseía.-

Sus ojos apreciaron aquel rostro iluminado por momentos con aquella sutil sonrisa que se había formulado en sus labios, haciéndolo a si mismo sonreír en mayor medida, una sonrisa sobre un rostro que parecía no hacerlo muy seguido.-…es muy bonita…-susurro apenas, desviando su mirada hacia donde lo hacia el contrario, aquel lugar aun hacia que su mente intentara buscar, encontrar algo de lo que no estaba muy seguro, quería dejar de lado aquello, cerro los ojos intentando despejar esos fantasmas de su cabeza, no encontraría respuestas inmediatas, al menos no en esos momentos.-

La tormenta parecía empeorar y con cada rayo que iluminaba el cielo y descargaba su estruendo, su cuerpo se sobresaltaba, apenas escucho la pregunta entre el ruido del afuera.-…solo, un poco…-afirmo apenas con la cabeza, no tenía noción del tiempo que trascurría, mas su cuerpo parecía albergar el cansancio que de a poco se acumulaba, la caminata en círculos antes de llegar a aquel árbol, el pasar de las horas, el anochecer, le daban una sensación de somnolencia, pero dudosamente lograría dormirse escuchando el temporal, mas al sentir el consuelo de aquellos brazos, se fue relajando, perdiéndose apenas en el cobijo de aquel gesto.-

Gracias…-susurro con suavidad, acurrucándose contra el contrario, sintiendo el tacto de aquella mano sobre su mentón, le miro algo confundido, pero con una serenidad que no había demostrado en sus ojos momentos antes, podía ser tan expresivo su rostro, mas aquellas ventanas que le mostraban el mundo, el cual percibía con una mirada risueña, con cierto toque de melancolía, expresaban todo lo que sus labios no eran capaces. Y así, su voz se había ahogado, sus ojos se entornaron, dejando su mirada fija en los ajenos, aquel roce sobre su boca, sus labios temblaron ante la sensación.-

Se sintió nervioso, como reaccionar?, qué hacer? Su primer beso, cerro los ojos, dejo de lado todo pensamiento que lo invadiera y se dejo llevar por aquel dulce toque entre sus bocas, escudado por los brazos ajenos, sintiendo una protección casi olvidada. Sus labios parecían corresponder, aunque tarde, con suavidad y timidez, intentando no parecer torpe aunque temblaran un poco.-

Lentamente como perdido en aquella sensación nueva que le impartían los labios ajenos, el temblor de los propios fue cesando, dejando un suave tacto sobre los ajenos, sus manos ligeramente apoyadas sobre el pecho del más alto y ese sutil escalofrío que lo recorrió al sentir aquel brazo sujetando su cintura, sintiéndose mas cerca del contrario, aun cuando sus labios se separaron y sus ojos se entreabrieron lento, un tanto huidizos de los ajenos, intentando disipar lo abochornado, observando hacia el suelo, observando los pasos ajenos alejarse.-

Levanto su mirada, ladeando apenas su cabeza, bastante curioso de lo que hacia el contrario, sintiendo que algo de polvo se levantaba al quitar aquellas telas, cubrió su nariz con el dorso de su mano, sin poder evitar estornudar por aquello y toser un par de veces por la tierra que se iba asentando nuevamente sobre el suelo del lugar, dio un par de pasos para acercarse a aquel lugar, mas se aferro un tanto sorprendido al verse levantado.- n-no es…necesario…-susurro apenas, quedándose quieto para no incomodar, sintiendo luego el apoyo del suelo y la presencia a su lado, recargándose un tanto contra el cuerpo ajeno al sentirse abrazado.-

Instintivamente llevo una de sus manos, rozando sus labios con la yema de sus dedos ante aquella pregunta, sintió como sus mejillas se acaloraron más de lo que estaban y agradeció que no lo estuviera viendo o se pondría rojo por completo, negó suave con la cabeza en respuesta.- Fue…mi primer beso…-susurro contra sus dedos, sintiendo su aliento cálido chocar contra estos, y como aun la sensación de aquellos labios ajenos se mantenía fresca sobre su boca, formulando una pequeña sonrisa que se escondió tras su mano, que la cubrió.-

Pero…usted no tiene sueño?.-levanto un tanto la cabeza, para observar lo que las penumbras y la luz natural de las ventanas dejaban ver de aquella persona, con los ojos entrecerrados, realmente no había recaído en el cansancio, sino hasta que se sintió tan cómodo acurrucado al lado de aquel hombre, froto apenas sus ojos con sus manos.-…no puedo dormir, si sé que estará despierto por mi causa.-cerro ligero los ojos, mientras sus dedos se movían sintiendo las caricias ajenas sobre sus manos, retribuyéndole el gesto con suavidad.-

Todos aquellos gestos tan suaves, esas dulces palabras y caricias impartidas por el contrario, le hacían sentir tan protegido, una sensación que antes nunca había podido experimentar, tantas cosas nuevas en tan pocos minutos, cuantas veces había intentado escapar de su realidad y nunca se había topado con nada igual a lo de aquella noche, que caprichoso era el destino, ¿Podía llamarse de aquella manera aquel encuentro? Tal vez una ilusión más de su corazón se manifestaba y por todos los medios intentaba mantener sus ojos abiertos, mas el sueño le iba ganando.-

Esbozo una suave sonrisa al sentir la caricia sobre sus labios y como hechizo, poco a poco, con aquellas palabras en su cabeza, se perdió lentamente en el mundo de los sueños, era extraño, la tormenta escapaba, pero a pesar de eso, del lugar donde se encontraba, sus sueños fueron ligeros, ninguna de aquellas pesadillas que solían asaltarle en las noches se asomo siquiera a interrumpir su reparo, aunque un ligero temor se encontraba de trasfondo, tal vez todo aquello que había vivido no era mas que un simple sueño, y si era de esa forma, por primera vez deseaba no despertar de el.-

Se removió leve y sintió el delicado contacto sobre sus labios, sus parpados lucharon por mantenerse en su lugar, separándose muy lento, por momentos volviendo a cerrarse, observando un tanto aturdido, llevo sus manos y froto con suavidad los mismos, buscando de esa manera disipar el sueño, un pequeño bostezo escapo de sus labios, cubriendo estos con el dorso de una de sus manos.-…y-ya…es de día?...-susurro adormilado, observando al contrario, pestañeo un par de veces y se incorporo un tanto, quedando sentado pero un poco mas apartado del mayor, observándole.-

Dibujo una suave sonrisa sobre sus labios.-…No fue…no fue un sueño…-murmuro estirando uno de sus brazos, acomodando un tanto el cabello ajeno con suavidad.- Buenos días, Asagi-san.-aparto con lentitud aquella mano, sonriendo suave, para luego, intentar ponerse de pies, sentía sus extremidades aun un tanto dormidas, pero luego de un leve impulso, pudo pararse, acomodo un tanto su ropa y aquella prenda que le había sido prestada por el contrario la noche anterior, sus dedos se enredaron un tanto en su cabello buscando acomodarlo un poco y observo al contrario, que parecía ya estar listo para partir.-